Repasando

En la última salida, a raíz de pasar por lugares nuevos, me surgieron algunas dudas. Vamos a tratar de resolverlas.
El primero de los sitios visitados fué el Pas de sa Fesa. ¿A qué se refiere?

FESA f.

1. Acte i efecte de fendre; objecte fes; cast. hendimiento, hendido
2. Fenella; obertura estreta i llarguera; cast. hendidura, resquicio a)Tall llarguer i estret que es fa a l'orella d'un cap de bestiar, especialment ovelles i cabres, com a senyal per a conèixer de quin propietari són (Mall., Men.)
3. Cadascuna de les dues meitats en què es divideix el porc mort, un cop trets els pernils, el cap i els menuts (Tor, Vall d'Àneu)

En segundo lugar fuimos a merendar al mirador de Leandro Ximenis, en lo alto del Puig de sa Gubía.

GÚBIA (i dial gubía).

Enformador de tall semicircular; l'usen els fusters, esclopers, ferrers, boters, etc.; cast. gubia.
topon. Sa Gubia: muntanya abrupta que té un caire quasi vertical i acanalat (Bunyola).
Intens.:—a) Augm.: gubiassa, gubiarra.—b) Dim.: gubieta, gubietxa, gubiel·la, gubieua, gubiona, gubió.—c) Pejor.: gubiota, gubiot.
Etim.: del llatí gubia, mat. sign.


Después, al desviarnos del camí de Muntanya, íbamos ascendiendo cerca del Torrent de l'Aubí.
1. ALBIm. bot. L'arbre Populus alba; cast. álamo blanco. Fer dos imatges de vulto de figuer o albi, doc. a. 1649 (Monsalvatje Not. xxiv, 166).—V. àlber. || Sa Riera de l'Aubi: riera devora Palamós.

2. ALBI

Menjadora de llenya per als porcs; V. obi. Var. form.: obi, olbi, gobi. Etim.: del llatí alvĕu, ‘vas semblant a una barca’
OBI (i ses var. dial. olbi, oubi, òbit, gobi). m. (i en mall. f.)
1. Recipient fet d'una soca buidada per un costat, que serveix per a posar-hi el menjar dels porcs (Cerdanya, Ripollès, Empordà, Garrotxa, Guilleries, Collsacabra, Plana de Vic, Penedès, Camp de Tarr., Mall.); cast. dornajo, gamella
2. Pica de pedra per a posar-hi el menjar dels porcs (Sueca, Cullera); cast. pila, gamella
3. Recipient fet d'una soca buidada o de pedra per a donar menjar a les gallines (Penedès, Camp de Tarr., Sta. Col. de Q., Mall.); cast. comedero
4. Cossiol amb aigua, que tenen els gerrers, teulers i rajolers, per treure's el fang de les mans i rentar-se (Llucmajor); cast. cazuela
5. Dipòsit d'aigua damunt el qual roda la mola d'esmolar, i que serveix per a refrescar la mola quan s'escalfa massa (Ripoll, Viladrau)
6. Rec o canal de fusta per a conduir l'aigua (Camp de Tarr.); cast. canal
7. Bassi o conca dins la qual roda la mola que esclafa les olives en el molí d'oli (Vallès)
8. Clot per a contenir alguna cosa (Camp de Tarr.); cast. hoyo. «Aquí farem un òbit» (Vila-seca). a) Cadascun dels clotets que els nois fan en terra per fer-hi anar les bales en jugar (Pobla de L., Barc.)
9. topon. a) Els Òbits: nom d'unes coves existents en terme de Sant Llorenç del Munt.—b) Comellar de s'Obi: tros de terra enclotada dins el terme de Bunyola (Mall.).—c) Font dels Oubis: nom d'una font que hi ha en terme de Valldemossa (Mall.)

Etim.: del llatí vg. albĕu, var. del clàssic alvĕus, ‘canal’, ‘pica de fusta per a donar menjar als animals’ («alveus ad hordeum ministrandum equis», ap. Forcellini Lex., s.v. alveus). Hi ha formes arcaiques i dialectals com albi, olbi, oubi, que encara conserven l'element fonètic corresponent a la l de alvĕu. La -t de les formes òbit i òubit representa el mateix so paràsit que s'adhereix a la majoria de noms catalans acabats en -i (cf. prèmit, col·lègit, àpit, nòlit, etc.). La forma mallorquina gobi presenta una -g- adventícia produïda potser per influència de mots com gabi (=gàbia). Cal advertir que en mallorquí el mot obi o gobi és femení, perquè s'ha equiparat als mots femenins en -ia que en mallorquí han perdut la -a (glori per glòria, gabi per gàbia, etc.).


Muntanya

Quién vea el track de la ruta de ayer es muy probable que no entienda muy bien cuál el recorrido exacto que pensábamos realizar. Ni siquiera lo sabíamos nosotros mismos, ni el inicio estaba claro. Bastaron unos minutos para decidirlo: iríamos por Biniforani, tampoco era cuestión de ir a investigar desde el comienzo teniendo una alternativa clara por Biniforani Vell, la que hice hace quince días yo solo, la que no pude completar por culpa de la lluvia, y la dejamos para una mejor ocasión.

Ayer íba a ser el día y varios amigos nos dimos cita en Can Penasso para salir un poco a la aventura. No fuimos muchos, la verdad. Pocos, pero escogidos. No es verdad evidentemente, viene quién quiere y cuando quiere o puede, y sé positivamente que no se hacen rutas “a medida” y siempre hay alguna escapatoria para quien necesite acortar. Ayer se podía por numerosos lugares, o sea que no había excusa. Hubo más pateo del previsto aunque en la previsión no se contaba con ello. El primero es el que nos acerca al Pas de sa Fesa, pero solamente es un tramo corto, el que discurre por el bosque, aunque tiene mucha inclinación y por poca humedad que haya, está muy resbaladizo, pero vale la pena solamente por poder atravesar el paso. Algunos más que otros sintieron allí los inconvenientes de llevar una bici u otra. Cuando lo hubimos atravesado Pepe, que estaba arriba tomando fotos, se dió cuenta de que hay otro paso prácticamente idéntico a pocos metros. Realmente se trata de un extraño fenómeno natural y no había oído comentárselo a nadie.

Llegamos a la pista de Muntanya y allí sopesamos la posibilidad de ir a coronar Sa Gubía. En un principio pensamos que no, pero después dimos media vuelta y fuimos. No me fiaba mucho de dejar las bicis abajo por lo que las dejamos a media subida, aunque ayer no subió nadie más que nosotros. Qué decir de la vista que allí se contempla. Impresionante. Parecía que no nos habíamos movido del sitio del que habíamos salido solamente que estábamos quinientos metros más arriba. Magnífica miranda con excelentes vistas sobre Bunyola y Palma.

Al bajar hacia el camino algunos pudieron probar los escalones. Ese fue casi el único descenso que pudimos saborear. El camino hasta Muntanya es en ligero descenso y salí el primero dejándoles las tres barreras abiertas. No fuimos a ver las casas, tiramos directamente hacia el Coll de Raixeta por la pista y luego por el sendero hacia la paret de partió, salvable por el botador, o más bien lo que queda de él. Al otro lado se ven las casas de Raixeta al fondo de la hondonada pero no se aprecia camino alguno para llegar a ellas aunque creo que tampoco hace falta, si vas a pie, claro.

El que tenemos que seguir no es que se distinga mucho que digamos, rodeando la Coa de sa Rata en ligero descenso hacia la otra pared, pero ésta sin paso ni portillos, por lo que hay que treparla y te tienen que ayudar a bajar la bici por el otro lado. Después ya se puede circular un poco, cuando el carrizo te lo permite. Nos acercamos ya a la zona de bancales de sa Rota d'en Cotó y hay que buscar la bajada. No es difícil encontrarla pero al hacerlo vimos que sería impracticable para bajarla en bicicleta. Está completamente rota, el camino lleno de piedras de las paredes superiores que hace hasta difícil transitar por él andando.

Los perros de Pastoritx nos olieron y seguro que nos oyeron y empezaron a ladrar avisando de nuestra presencia. No vimos a nadie pero ellos probablemente que sí, las casas parece que están a tiro de piedra. Al menos bonitas vistas no faltan. En la bajada Mar tuvo algún contratiempo y bajó enfadada lo que le quedaba. Ya no se le quitó el enfado en el resto de camino. Seguimos el sendero que nos separaba de las casas para ir a toparnos con el torrente y pillar el camino que viene de Raixeta y empalma con el camino principal de las casas, ya fuera de la vista.

En este punto estábamos convencidos de que podríamos acabar la ruta con la opción propuesta por Tomeu de subir los Cairats y salir por el coll de Sóller, o tal vez bajar por la Serra de Son Moragues. Pero antes había que llegar a la Moleta de Pastoritx. Yo estaba seguro de poder hacerlo por el camino nuevo que sube a una casa en la ladera de la montaña. Nos dirigimos pues hacia el cruce y algunos ya subían cuando bajó un coche tocando el claxon desde las casas. Nos salió la madona muy enfadada y nos leyó la cartilla típica en estos casos. Sus razones eran que matamos los animales embistiéndolos, ovejas y hasta una mula, según me dijo. Dadas mis escasas dotes negociadoras y su obstinación ví que era imposible que nos dejara pasar. Le hablé de los caminos pero estuvo inflexible y tuvimos que irnos. Para subir a la Moleta nos envió a Son Verí. Artimañas de vieja.

Antes de salir de la finca tomamos un camino lateral que, según Pepe, debía llevarnos al camino de subida hacia los establos. Para ello había que atravesar una pared y su correspondiente rejilla y no fué posible. Al menos por un paso practicable. Tuvimos que volver al camino principal y salir por la barrera. Enfrente de los establos, cuando ya estábamos saltando la barrera, Mar dijo basta. Y lo dijo bien alto. Se quería ir, no se encontraba cómoda con esta ruta y no se dejó convencer. Lo que siguió fué una conversación padre-hija que no vamos a reproducir aquí por su privacidad. Carlos estuvo a punto de acompañarla pero éste sí se dejó convencer, por lo que nos fuimos hacia los establos. La subida no es exigente, de hecho recuerdo que la hicimos Pepe y yo a buen ritmo la última vez que estuvimos por allí. Ésta vez fué un poco más tranquila pero con tan mala pata que se presentó el …, bueno, uno de la finca y le enviamos al segundo equipo negociador a ver qué tal. También nos echaron aunque esta vez nos dieron el mando de la barrera para poder salir sin saltar la rejilla. Como si no supiera que sabíamos que se puede cruzar la pared por un portillo viniendo de la fuente. A mí me gustaría saber cuál es la situación actual de estos caminos ya que estos tramos se incluyen en el antiguo camino de Bunyola a Valldemossa y por tanto deberían ser públicos. Cierto que en el primero que nos metimos es un ramal de reciente construcción y no cuenta pero el de Son Verí me tiene mosqueado.

Ya nos tienes en la carretera y fuera de timing para aspirar a metas más altas (léase geodésico del Teix) por lo que decidimos volver a arriesgarnos y entrar otra vez en Pastoritx para poner rumbo a Raixeta por el camino paralelo al torrente. Tuvimos suerte y no encontramos a nadie por lo que pudimos regresar sin más problemas que los que tapan el camino, sin mantenimiento alguno. Cada vez que hay que sortearlos hay que meterse en el torrente y rompe el ritmo de la pedalada y la diversión. Y cuando crees que podrás encadenar un buen tramo te encuentras que también ha habido caídas de pinos después de las últimas tormentas. Cierto que está la pista nueva paralela a este camino pero sin gracia alguna. Pensaba desquitarme un poco en el tramo que nos lleva a Can Penasso y resulta que también está muy fastidiado con la caída reciente de olivos.

Ha sido una de las salidas con menor puntuación que recuerdo. Y no porque no hayamos visitado lugares nunca vistos o recorrido tramos inéditos sino porque no se pueden encadenar tramos vistosos, biciclísticamente hablando. No hicimos ninguna bajada montados, y la que hicimos, fué por carretera. Lo más interesante, la minitrialera de sa Gubía. Hubo fastidio por los inconvenientes surgidos pero es algo con lo que se cuenta si se va un poco a la aventura. Eso sí, me he quedado con ganas de subir a la Moleta.


Hasta arriba de la Mola de Planícia

Estaba decidido a ir a acabar el sábado la exploración comenzada la semana pasada por Muntanya y trasladé esas inquietudes al grupo y barajamos varias opciones a concretar. Pero no dije nada más desde mediados de semana y como el viernes tuve sesión de belleza en el nuevo salón chino del barrio no asistí a la reunión preparatoria semanal y no sabía de qué iba la cosa. Pero ellos habían preparado una buena y no quisieron que me fuera a hacer el pardal yo solo por ahí por lo que recibo una comunicación personal notificándome el lugar y la hora de salida. ¡Como que me la voy a perder!.

La hora era bastante decente, las nueve, y el lugar, cercano, la Granja de Esporles. Me tenía que sobrar tiempo de todas todas. Y así fue, por lo que dejé el coche en el pueblo y subí rodando hasta el aparcamiento pero ni iba a dar tiempo para calentar, solo son un par de kilómetros. Iban llegando y ocupando su sitio en el aparcamiento y se fue formando un grupo bastante numeroso. Cuando llegó Tomeu, de los últimos, fue cuando me enteré de lo que se cocía. Subida a la Mola de Planícia y bajada a ses Mosqueres por supuesto. La bajada larga, digamos. Y puede que después se rutee por otros lados según vaya transcurriendo el horario. A mí ya me va bien porque la zona de Planícia me encanta, pero la verdad es que añoro las rutas que atraviesan la finca de principio a fin. Solamente hicimos una pequeña parte cuando subimos el Pas de sa Rata y me supo a muy poco. Un momento, ahora que me acuerdo, supongo que la atravesamos cuando bajamos por el Pas de sa Mola pero no estoy seguro. Lo cierto es que es una zona que no se prodiga, muy a mi pesar.

Saludados y presentados los nuevos nos encaminamos hacia las primeras rampas del Camí des Correu, en estos tiempos tan concurrido. Ése que tanto me costó encontrar hace muchos años y que ahora no puedo entender cómo se me pudo pasar por alto algo tan evidente. En Son Sanutges estaba el letrero de su rehabilitación en el cruce. Lo veía cada vez que pasaba por allí cuando iba a Planícia antes de que cerraran la barrera pero nunca tuve la tentación de subir a mirar. Lo buscaba por la carretera, cerca de La Granja, pero el inicio no era tan evidente como ahora.

Esta vez casi acabé las rampas del todo. Después, todo el recorrido hasta Son Sanutges es un paseo. Debo decir que he notado mucha mejoría en la suspensión delantera retocando las presiones, con la negativa un poco más alta que la positiva. He dicho en alguna ocasión que no me fiaba excesivamente de la goma delantera, una Geax Sturdy, pero con estos retoques ha ganado en fiabilidad y en las zonas rápidas voy mucho más fino, con un rodar mucho más redondo fruto de la mejoría de absorción de la horquilla. Es difícil traducir en palabras las sensaciones y más aún relacionar estas con los pequeños ajustes mecánicos realizados, pero de lo que estoy seguro es de que noto, y mucho, la mejoría.

¿Qué decir de la subida de la Mola? Muy agradecida en lo que a rodar se refiere, y paisajísticamente espléndida, lo que no quita que sus cinco kilómetros de ascensión nos pongan a cada uno en su sitio. En el primer aujub nos encontramos un vehículo conocido de otro paso por estos parajes pero afortunadamente su propietario andaba lejos. Allí nos paramos a comer algo cuando normalmente lo hacemos en la última curva del tramo que va vista mar pero el sábado pegaba el viento y se optó por continuar y pararnos al abrigo del bosque.

Vamos ascendiendo y rodeando la montaña hasta encontrarnos los hitos que nos señalan los itinerarios con los que vamos enlazando, el viejo camino de carro que se acerca als Puntals, y el sendero que baja hacia Son Balaguer. Potato decidió poner un poco de suspense a la ascensión y enganchó las roldanas del cambio en los radios y suerte tuvo de que pudiera sacarlas sin romper nada. Solamente quedan las últimas rampas para coronar aunque sin llegar a la cima propiamente dicha ya que hay que tomar el desvío de bajada un poco antes de llegar.

Carlos me preguntaba que dónde estaba el camino. Hombre, si lo tienes delante. Me parece que no lo veía muy claro. Del resto, aparte del murciano, casi todos lo conocían y se prepararon debidamente, unos para atacarlo de principio a fin y otros para pasar su rosario particular porque entre rampas muy empinadas, escalones imposibles, rocas afiladas, alguna que otra encina y varias parets de partió, la cosa está bastante complicada, aunque se intenta llevar con dignidad.

En la parte de arriba, donde se intuye más que se ve el camino, estuve acompañado en bastantes momentos pero a partir del rotlo de sitja, cuando empezamos la bajada rápida por el camino de carro, fuí solo y sin compañía cercana. Solamente en el tramo sucio de ese camino me encontré a Juantrans tirado en el suelo sin poder despegar uno de los pies del pedal y le retiré la bici de encima. Precisamente fue en este tramo rápido donde más aprecié la finura de la horquilla, y fue una sensación muy agradable.

Tuvimos que esperar bastantes minutos a que llegaran los últimos y últimas para decidir la ruta de vuelta. Se decidió llegar hasta la carretera para dividir el grupo y así se hizo y lo hicimos sin pasar por la rampota donde me espiñé con la enduro de Wiro. En la carretera Tomeu insiste en hacer la Volta des General pero mi espalda me había dado ya unos cuantos avisos y decidí no forzar ya más. Potato, Jromán y Carlos, por diversas razones, vuelven directamente por el asfalto mientras que el resto se encamina hacia el descenso, mal llamado, Branson. Unos fueron por carretera y otros por la pista cercana. En el inicio del descenso encuentro a Tomeu, Fibras y Botets y les conmino a no esperar a nadie porque la mayoría iba a subir por carretera. Nos despedimos y se van. Ya no esperaba volver a verlos.

Volví a hacer la bajada solo, pero disfrutando. Hasta en algún paso que tomé mal desde el principio, lo subí para repetirlo pasándolo por donde tocaba. Tuve tiempo de acabarme el bocata mientras llegaban todos y se decide ya donde va cada uno. Un cuarteto en el que me incluyo decide subir pausadamente por carretera; el grupeto Sancho también por carretera pero más adelantados y no llegamos a cogerlos. La verdad es que íbamos bastante lentos.

En la sentada del bar me iba notando como se me iba cargando la espalda y me alegré de no haber seguido la ruta. Pero más me alegré el domingo ya que me levanté con bastantes molestias viéndome bastante limitado. Unas cuantas pastillas me han casi recuperado pero no del todo. El sábado tendría que estar fino para ir a acabar la ruta de Muntanya, no fotem faves.


Exploreichon

Había reencontrado una página de excursiones que, aunque la tenía guardada en mi lista de favoritos, aún no le había hecho mucho caso (más bien ninguno) y ví una que me recordó un itinerario que tengo pendiente desde siempre, Muntanya, un rincón perdido de la sierra enmedio de ningún lugar.

Paradójicamente puedes llegar a ese lugar por un camino de carro espectacular pero, como todo en la vida, tiene sus pegas. La suya es que no te dejan pasar si vas en bicicleta, por eso había que encontrar una alternativa para llegar allí si era posible. Y la encontré en esa página. La solución que presentaba era una dressera directa hacia el coll entre el Puig de Son Poc y el de Son Nassi. Confronté las explicaciones, un tanto concisas e imprecisas, con el GE y lo ví más o menos claro. Había paso y solución al problema (siempre sobre el papel; en este caso, pantalla).

Segunda parte de la ruta: bajada a Pastoritx. Por dónde habían ido los compañeros un par de veces no me parecía oportuno ya que no hay camino. Entonces iría por dónde sí hay. Se trataría de recorrer el antiguo camino entre Bunyola y Valldemossa, por Muntanya y Pastoritx, aunque la verdad, yo no veo claro que esa fuera la ruta principal entre las dos localidades. Como no puede ser de otra manera últimanente llueve a la hora de salir pero no me echo atrás y me voy con el coche para ganar un poco de tiempo; es más, el cielo se estira y decido dejar el vehículo en Palmanyola para no empezar subiendo en frío; un poco de carretera no viene mal. Desde Can Penasso empiezo a buscar por los caminos laterales el que creía que era el que subía hacia arriba pero no me cuadra con la descripción de la página. En el primero veo que al final de la cuesta hay una barrera cerrada. Empezamos bien. Vuelvo atrás y enfilo por otro. No veo la casa que se suponía tendría que ver y al fondo también hay barreras. Vuelvo al primer camino que había subido a ver si puedo preguntar a uno que había visto por allí pero no lo encontré. Vuelvo a la carretera y sigo hacia el túnel y entro por el siguiente; es el camino de acceso a Son Poc. Me voy antes de que los perros despierten a todo el vecindario. Puede que guarden pero son pesadísimos.

En ese momento comprendo que no voy a hacer la ruta que tenía prevista y me planteo la subida por la carretera de Alfàbia a ver si puedo subir arriba e intentar la bajada hacia Sóller, y si es con los pobleros mejor que mejor. Pero me entretengo en la entrada de Biniforani sopesando la posibilidad de subir al Pas de sa Fesa directamente y decido esta última opción. Enfilo para arriba y en el safareig giro a la izquierda. El camino está cementado (de esos que les gustan tanto al Consell) y tiene poca pendiente, pero vas subiendo a costa de hacer metros. Se pasa cerca de un par de casas y había algunos coches aparcados a lo largo del recorrido pero he tenido cero problemas.

En una de las curvas de arriba hay un desvío sin cementar señalizado con hitos que enfila directamente hacia el bosque, nuestro objetivo. Se encuentran más hitos, señal de que no se molestan en quitarlos, tal vez porque se tolera el paso de excursionistas. Al llegar al inicio del bosque de encinas nos encontramos la verdadera dificultad del día en forma de pendiente muy inclinada. Hoy he tenido que ir un poco atento porque el suelo patinaba que daba gusto. Al fondo se empiezan a vislumbrar las peñas a la izquierda y hacia ellas me dirijo. Precisamente ese tramo ha sido el peor. Presentía que el paso estaba en esos cortados pero no lo he visto. Así, buscándolo, he llegado hasta la paret de partió, saltando por el coll de tords que tienen allí montado, pero del paso nada de nada, lo que me ha extrañado bastante, y más al ver el otro lado, con la ladera en descenso y una pista que creía adivinar al fondo. No me cuadraba nada.

Efectivamente era una pista; había un sestador y un forn de calç y me voy camino abajo a ver por donde paro y he salido a la gran explanada cultivada que da acceso al paso y me dirijo a buscarlo. Al fondo hay unos hitos que bajan hacia abajo y, sorpresa, ahí lo tenemos. Dejo la bici y lo atravieso para ver donde me he equivocado subiendo. Jolín, si he pasado por delante sin darme cuenta. Vuelvo a ver desde abajo el último tramo de subida donde he perdido los hitos; claro, si es que me he ido por otro lado. Vuelvo atrás y al llegar al camino empieza a llover. Me parece buena idea parar en las casas de Muntanya para merendar un poco y verlas de cerca. No sé el tiempo que he estado debajo de la parra. Seguramente más de una hora. Me estaba quedando frío y no paraba de llover. A ratos parecía que íba a parar pero no lo ha hecho en ningún momento por lo que he tenido que decidirme a salir descartando continuar hacia Pastoritx porque no era cuestión de irse a investigar con ese tiempo aunque la ruta era clara, pero la tirada hasta la Rota d'en Cotó y Pastoritx podría hacerse larga y con tramos pateando, más.

Bajaría por el camino directamente hacia la carretera de Sóller aún a costa de llevarme una bronca si era sorprendido. Lo del mirador lo he dejado también para otro día. Me íba encontrando a la gente que bajaba de sa Gubía después de darse cuenta de que no se veía un pimiento desde la cumbre. Algunos hasta habían encendido un fuego en un sestador. Me ha parecido una muy mala idea; tampoco se trataba de una cuestión de vida o muerte, y en una propiedad particular se tiene que ser muy cuidadoso con estos temas.

Iba pendiente de encontrar este desvío, que se supone que es por donde debería haber llegado. Creo que ya sé por donde cogerlo desde abajo; las cosas se comprenden mejor sobre los mapas después de haber estado in situ.

He disfrutado de la bajada pero seguro que disfrutaría mucho más si algún día pudiera hacerla subiendo. De las mejores de Mallorca. Cerca de las casas hay dos barreras pero, al estar lloviendo, no había gente por fuera y no me han visto, por lo que he podido salir sin contratiempos. De repente, al llegar a la carretera, el cielo se ha aclarado, y más al llegar a la altura de Raixa; hasta pegaba un poco el sol. Pero sobre la zona de donde venía seguían las nubes y las lluvias, la montaña las atrae.

No tenía ni idea de por donde pararía el grupo; en un principio su ruta tenía que pasar por allí pero he supuesto que si los había cogido la lluvia podrían haberla variado. Así y todo me he dirigido hacia el palacio. El segurata me ha dicho que no había visto pasar a nadie montado y me he acercado a Raixeta. Solamente me he encontrado con un grupo de excursionistas y algunos pinos que han caído sobre el camino, por eso a la vuelta he ido por la autopista de abajo. No sé si la han construido sobre el viejo camino existente del que restan algunos tramos perfectamente empedrados pero si así ha sido es para hacerles un homenaje (en el palacio comunal de la carretera de Sóller), de hecho las máquinas siguen allí.

La semana que viene espero completar la ruta como dios manda (ya veremos).


Rectificación de última hora: después de comprobarlo debidamente me doy cuenta de que el itinerario que describe la página (y otras que he visto después) es el sendero que sube al coll entre el Puig de Son Nassi y el de sa Gubía y no entre el de Son Nassi y el de Son Poc, como he dicho anteriormente en la entrada. Además es bastante cañero con lo que parece descartado. Así pues las opciones siguen abiertas.


Pasados por agua

Hubiera sido muy extraño que no se anunciara una salida en día de fiesta, aunque fuera de las cortitas. Ésta lo ha sido pero creo que intensa a la vez, aunque eso depende de cómo se lo tome cada uno. Juan me apremiaba ayer noche y Carlos a su vez a él y mientras sin ponernos de acuerdo ni en el lugar ni la hora. Bastó una llamadita por teléfono para concretar y ya estuvo todo arreglado. Pepe, el primer instigador, no daba señales de vida, por lo que le dejamos el recado en el correo y ya veríamos si aparece. Aunque en un primer momento se hablaba de la Comuna de Bunyola propuse cambiarla por la de Valldemossa, que hacía ya mucho que no íbamos y los nuevos lo íban a agradecer (en teoría).

Nos presentamos en el Estret a la hora indicada. Yo casi no llego por ligeros contratiempos con el coche (que no encontraba) y un cajero, que me han retrasado. Quería llegar mucho antes y empezar desde s'Esglaieta para subir por carretera y calentar, pero no me ha sido posible. De todas maneras no me ha supuesto un gran quebradero de cabeza no hacerlo. Tranquilamente hemos puesto rumbo a la subida dura del día dispuestos a hacerlo de la mejor manera posible pero la exigencia es muy grande, aunque pasar por allí ya vale la pena y los sudores.

Después de acabar con la parte complicada, en un receso, nos ha alcanzado Pepe que nos venía persiguiendo, o más bien, confiando en que nos perseguía ya que no sabía si habíamos tirado por Son Brondo, aunque con los problemas de paso de la barrera aún vigentes, subir por donde lo hacíamos parecía lo más sensato. En ese tramo hemos buscado, sin éxito, alguna indicación o desvío que nos lleve a la barrera de abajo directamente, pasando por el abric de Son Matge. No hemos visto nada y cada uno parecía que tenía unos recuerdos diferentes. Yo mismo lo había subido con mi hijo hace muchos años y ahora soy incapaz de situarlo. Hemos seguido el camino hasta el final y empalmamos con la pista por el coll de tords. Quién se crea que ya ha acabado todo va listo. Queda aún un kilómetro aproximadamente de exigente trazado para coronar el Puig des Boixos. Después, todo bajada, y a rutear un poco por la Mola de Son Pacs. Hubiéramos podido ir al inicio del paso de lo que un día será el GR directamente, pero hemos ido a hacer un poco de turismo hacia la cima de la Mola de Son Pacs y comer algo mientras disfrutamos de las vistas desde tan privilegiada atalaya. Hemos subido por el camino ancho antiguo pero la bajada ha sido forapista .

No sé ni cómo pero hemos ido a parar a un camino lateral que nos ha llevado hasta la paret de partió sin pasar por los aujubs y desde allí al paso, desde luego superexigente si pretendes pasarlo encima de la bicicleta. Sigue un tramo muy divertido si controlas el giro en las curvas y te presentas en el Coll de Sant Jordi en un santiamén. No hay novedades en ese punto, es más, diría que ha desaparecido el poste que había, por lo que creo que el tema de los convenios debe ir lento. Eran las once y media; íbamos bien de tiempo y comenzamos el ascenso hacia la Comuna, solo practicable en los primeros metros, después se empina como el demonio. Juan se ha dado buena cuenta y su rodilla también por lo que le he ayudado en el transporte de la bici en el tramo final (tal vez el peor). Carlos se lo pasaba mejor con su reportaje fotográfico particular.

No me esperaba encontrar la zona cero totalmente restablecida, no quedan restos de actividad cazadora por allí, se lo han llevado todo. Ha sido una grata sorpresa, lo que no sé es quién ha sido el restaurador. Lo que sigue es por lo que vale la pena hacerse la subida anterior, un tramo exigente de verdad donde he disfrutado aunque sea de verlo superar a otros. ¡Muy bien, Tomeu! Pepe, aunque menos espectacular y con más pieses, también merece mi aplauso. Carlos no quiere perder comba; yo hago lo que puedo para intentar trabarme lo menos posible y Juan está más pensando en la bici nueva que a esforzarse con la que tiene.

Empezaba a lloviznar justo donde se tenía que decidir la vuelta, si por el GR marcado o por el camino de la casa de neu. Tomeu ha decidido rápido y no nos ha quedado más remedio que seguirle, y ahora se lo agradezco con ganas. Después de no quedar demasiado satisfecho con la ruta de la semana pasada esta ha sido todo lo contrario. Me he atrevido con algunas curvas a izquierda y las he pasado bien. Las de derechas se me resisten más. Y el trazado permite la bajada sin tener que arriesgarse a pasar por encima de rocas que hubiera sido patinazo seguro. Y ya en la parte final agua a tutiplé. Es como una purificación, te limpia por fuera y por dentro. Me encanta.

Qué más puedo decir... haber venido.


Los Misterios

No sé porqué pero ya la semana pasada tuve la fijación de coger el tren para ir a la salida de Mancor, aunque finalmente se anuló. Por eso al leer que se haría otra por la misma zona volvió a resurgir la idea del tren. No sabía nada seguro de los compinches de Palma pero creía recordar algo del Jou y Portell. Palabras mayores, aunque debo reconocer que las veces que he pasado por allí no las recuerdo con especial antipatía; si acaso la que hicimos desde l'Ofre (otro día decidiremos si l'Ofre o Lofra), que es muy larga y con la bici a cuestas.

Resumiendo, que desde que ví la salida poblera supe cual era mi elección. Un poco por el fiasco de la semana pasada y un mucho por la ruta, muy exigente, pero que tenía el aliciente de hacer la subida de Ses Rotes por la pista, que nunca he intentado. Cierto que la de Palma también contaba con el tramo del Racó d'en Barona, por ahora inédito para mí, pero el timing se me salía de la previsión. Cogí el tren de las 8,05h y la primera sorpresa fué comprobar lo que vale el billete (ahora título), 1,80€, cuando creía que no pasaría del euro diez. Ése podría ser el primer misterio del día, lo que ha subido la vida con el puñetero euro. Mientras íba para Lloseta me daba la sensación de que tardaba bastante en llegar; la hora prevista son las 8,39h (creía recordar que llegaba a y media) pero era un poco más tarde cuando llegué. Creo que estaba cogiendo agua en Mancor a las 9,10h. Demasiado tarde para ir detrás de ellos por lo que decidí llegar hasta Caimari y esperarlos allí. Estuve unos veinte minutos merodeando por el camino viejo para no enfriar y al final tiré para arriba. Era muy optimista con su horario, después supe que pasaron por allí una hora después que yo.

Solamente hice el primer tramo de camino ya que decidí hacer toda la subida por carretera, más que nada para subir a ritmo constante y no forzar en las cuestas de la Coveta Negra. Me encontré con dos malparits que me acompañaron en toda la subida (de hecho les pasé y se me pusieron a rueda, por pundonor, supongo). Yo bajé a Lluc por la urbanización y me encontré abajo a varios bikeros de Sa Pobla pero que no habían salido con el grupo de Xisco sino que habían acompañado a los corredores que participaban en una carrera desde Sa Pobla a Lluc. Me había cruzado con algunos en Caimari pero no sabía que participaran en ninguna competición. Quién también estaba en Lluc era Jaume Soler, que me puso al corriente del evento y su ganador, el reciente vencedor del último maratón TUI de Palma. Ya no falta mucho para volver a verlo montado en la bici, a Jaume, me refiero, va por buen camino. También llamó a Xisco pero no contestó, con lo que yo seguí mi miniruta por los Misterios de Lluc.

Fácil de subir las escaleras y preciosas las vistas sobre el valle de Aubarca, en todo su esplendor tras un mes pletórico, podríamos decir, pero hay que ir con un poco de cuidado con los escalones si vas un poco bajo de presión o con gomas de flancos débiles porque, aunque sean bajos, puedes dar un llantazo.

Había pensado en varias opciones para la vuelta; una de ellas era subir a la Moleta, subir por el Bosc de Son Macip o tirar hacia Alcanella y Binibona. Al final me decidí por lo más cercano, Escorca. Y me gustó mucho el tramo y comprobar que es factible hacerlo montado. Exigente pero posible. De bajada lo recordaba de forma más imprecisa pero subiendo lo valoras en toda su magnitud. Debe ser porque iba mucho más concentrado en no pegarme una nata que en otra cosa. Posibilidad muy real debido a que casi todo el tramo está empedrado y un poco de humedad lo pone como el jabón. Pero ayer lo disfruté (con lo que me hizo sudar quién lo diría).

Me paré un momento en el Coll de sa Batalla. Iba llegando un grupito de bikeros extranjeros, unos por carretera y otros por el GR. Espero que el año que viene puedan volver a hacerlo con todas las de la ley. Me dirigía hacia el Guix para hacer la bajada solo, había desistido ya de ir por Comafreda, cuando empecé a oír voces familiares, era el grupo de Sa Pobla merendando en las nuevascasas del Guix. Hubo hasta propuestas para ese desaguisado urbanístico.

Xisco hacía mala cara; las subidas se le habían atragantado y quería volver, así que nos dividimos y bajamos juntos hasta Biniamar, donde tenía la furgoneta aparcada. Me informó de la próxima salida del Xaragall y me interesa. Vamos a ver qué se puede hacer. Yo, como no tenía vehículo, decidí volver a Palma pedaleando, o al menos, intentarlo. Escogí como la mejor opción el camino que va cerca de las vías del tren hasta Binissalem. Al llegar al puente que se dirige al pueblo seguí recto y vuelves a coincidir con las vías en unos minutos. Creo que fué en uno de esos cruces donde ví el letrero del Pou Poal.

Al llegar cerca de la carretera nueva de Alaró se desvía bruscamente hacia el Camí des Raiguer. Allí ya dudaba de hasta donde llegaría, el viento era mi excusa. Paso del plato grande y pongo un ritmo más acorde y menos cargado. Una vez cruzas la carretera el camino es más estrecho y protegido entre paredes y árboles, lo que se agradece. Me encontré con un grupito de bikeros mayores que iban llegando al cruce pero el primero iba escopeteado, esprintaba como un poseso, me pasaba y luego se paraba a esperar a los demás, que me parece que no les hacía mucha gracia el sistema. Iba delante de mí cuando llegamos al cruce de la carretera de Santa María a Alaró y el bruto se saltó el STOP y casi se la pega con otro bikero que giró hacia Binissalem. Si llega a ser un coche se lo come. Menudo energúmeno.

Ya me ví llegando al menos hasta el Festival Park. En la carretera de Bunyola fuí a coger el Camí de sa Bomba. Algunos opinan que es la antigua calzada romana que cruzaba la ísla; otros en cambio creen que es un camino medieval. Justo en la rotonda de la autopista me pasó uno de los malparit que había subido conmigo a Lluc, ahora con otro acompañante, y nos volvimos a saludar y lo ví con mejor cara que cuando subía, lo contrario que yo que íba pensando que no haría esos últimos kilómetros ni loco, entre el tráfico, y el viento en contra. Por eso me fuí al apeadero a esperar el tren y para casa.

Estuvo bien la salida; algunos días apetece una buena rodada y estoy casi seguro de que no hubiera aguantado la ruta entera (cualquiera de las dos). Yo sabía que era muy exigente, con tres buenas subidas, todas ellas factibles al 100%, por tanto sabes que si no puedes con ellas es que vas mal, mal. La primera de ellas era la que quería conocer ya que solo la había hecho de bajada un par de veces. Muy larga y sin un momento de respiro, como para ponerte a prueba. Otro día será.