FI.ASCO

Decía que el flaneo de la rueda me tenía mosqueado y con ella en la mano me doy cuenta de que la piñonera tiene juego. Lo primero que pienso es que está suelta y hay que apretar las tuercas pero claro las tuercas no son las que la fijan, es la tuerca plana roscada sobre el piñón pequeño la que lo hace. La quito, saco los piñones y es la pieza que los aguanta, el núcleo, el que tiene juego y le debe venir de dentro. Antes de tocar nada echo mano de internet para encontrar, si es que lo hay, un manual o tutorial que me lo explique a conciencia. Y sí lo hay, y además con fotos. Voy siguiendo paso a paso las indicaciones hasta que tengo el eje en la mano con las dos tuercas y el rodamiento y es éste el causante del desajuste. Habrá que cambiarlos pero el viernes por la tarde no es buena hora para ir de compras por lo que vuelvo a montarlo todo después de una buena limpieza. Una vez apretado tampoco rueda tan mal y lo dejo todo en manos de la providencia y que no me pase nada el día siguiente porque iba a necesitar fiabilidad para la ruta del sábado, la misma que la de hace unos meses pero en este caso con los pobleros.

Para ello nos vemos a las nueve en Sóller para que les dé tiempo a llegar y nos vamos directos a Biniaraix no sin antes pararme en una de las fuentes a coger agua por lo que la primera parte de la subida vuelvo a hacerla solo. Se ve que le di pena a alguno y me esperan no muy lejos y es a partir de este reagrupamiento cuando empiezo a notar en el pie derecho un desajuste que va en aumento hasta que finalmente el pedal se sale de la biela. Señores, se acabó la ruta para mí. Xisco se despide y yo me quedo por allí intentando vislumbrar alguna solución. Veo que ya casi no hay rosca en la biela pero que aún se puede apretar pero que va, no dura encajado ni unos metros por lo que no me queda más que volver por donde había venido.

Aprovecho en el pueblo para hacer unas cuantas visitas y hasta alguien me da un diagnóstico de la reparación y casi la reparación en sí misma si hubiera tenido las llaves del taller, según me explicó. Claro, acero contra aluminio, y me he comido la rosca entera. La solución, un helicoil, aunque a mí me parece que un inserto roscado también podría valer, todo eso lo vemos aquí. Pero lo cierto es que por ahora estoy sin rosca. Me tocará la semana que viene buscar un taller donde tengan ese tipo de material. Empezaré por el que tengo debajo de mi casa.

También he mirado si valdría la pena cambiar las bielas y los platos y la primera duda que me surge es si dos o tres. Claramente el juego que llevo es XC pero el plato grande lo uso poco y cada cierto tiempo tengo que revisar los dientes porque muchos ya están doblados o gastados. Ejerce más de protector de los otros dos que de plato en sí.

Me fui por la carretera del coll y me quise parar delante de Can Topa para ir hasta las casas del Teix para preguntar cómo está la situación de paso por la zona. Iba andando y me fijé que la barrera está cerrada ya en la entrada de la embotelladora con muchos carteles persuasorios de color rojo. Pero no fue eso lo que más me chocó porque de repente veo que se me van acercando de frente dos bikeros, creía que los habían echado, pero no, son los dos bous travessats que buscaban paso. No me esperaba encontrarlos ni allí ni en ningún lado, los situaba ya por Estellencs dada la hora que era. Estaban animados pero muy dormidos pero así y todo continuaron la ascensión hacia el Teix como lo tenían previsto. Habrá que ver su crónica para saber el resultado final.

El otro día solamente era uno de los rodamientos del buje trasero hoy ya le sumamos la rosca de la biela y probablemente otro de los rodamientos del eje de pedalier. No se si va a ser mucha tarea para tenerla lista en una semana. Por si acaso ya estoy haciendo planes alternativos.


Entrenito

Esta semana he estado toqueteando la bici más que de costumbre. Ya desde el sábado pasado veía la necesidad de cambiar uno de los tramos de funda del cambio trasero por uno un poco más largo ya que el cambio no acaba de ir del todo fino pero al no tener una herramienta que la corte limpiamente se quedó pendiente. El pedal seguía en su sitio tras la salida de s'Estanyol por lo que no me preocupaba mucho ese problema.

El miércoles salí un rato pero la intención era la de rodar y no la de subir por lo que decidí ir a recorrer caminos entre Palma y Bunyola sin tener muy claro el recorrido. Esta vez tiré hacia la carretera de Sóller por la Indiotería y el camino 140. Pensaba atravesar hacia sa Garriga pero me fui a meter hacia Son Reus. Por allí me dí una vuelta a ver qué hacen los de Tirme con los dineros que les da el Consell. Montañas artificiales construyen a base de escombros, cenizas y materiales diversos que ahora tapan con capas aislantes y tierra. Después una siembra para coger color verde y aquí paz y después gloria, aquí no ha pasado nada, lo que no se ve no existe.

Atravesé el polígono de ses Veles (yo me lo guiso y tú te lo comes) y salí de la zona por un aparcamiento de camiones cruzando una barrera móvil. Giré a la derecha, izquierda y luego derecha otra vez para enlazar con un camino por una zona boscosa donde se está construyendo bastante hasta salir a la carretera de Santa María frente a Ca Na Sili donde me paro un momento a leer los carteles; la verdad, me dieron ganas de entrar pero yo no fumo. Sigo hacia la derecha, paso la rotonda y llego al siguiente cruce enfrente de la cantera, por donde decido entrar para hacer el camino superior (el asfalto es peligroso) para volver a salir a la carretera, hacer unos metros y coger el camino de Cas Bergantet para desviarme hacia Bunyola para ir a buscar el caminito que hice el otro día con la bici rígida y así poder comparar sensaciones.

En el Coll des Puig no veo paso por la pared por lo que sigo bajando pero al mismo tiempo alejándome del muro. Giro por un ramal a través del campo de cultivo pero el camino marcado me acerca a las casas por lo que no me queda más remedio que volver atrás e intentar saltar la pared en cuanto pueda. Lo hago por donde ha caído un gran pino que me ayuda a pasar la bici al otro lado por lo que ya puedo parar a comer algo. Una naranja, tampoco vayáis a creer que llevaba mucho más, pero ayuda, y me hago el senderito con enorme sorpresa. La suspensión parece que está ajustada a la perfección y noto una gran diferencia entre lo que veo y lo que siento, pero claro, uno se deja sugestionar y me quedé con el regusto de que fui demasiado lento, no con miedo, pero lento.

Esta vez continué pedaleando en lugar de saltar las dos paredes (aunque ya han construido una puerta en ese lugar) y volví a salir a la carretera por un sitio diferente. Sigo unos metros en dirección Bunyola y me meto por el primer camino hasta cruzar la carretera en obras, seguir por el de enfrente hasta la barrera de una casa ¿Son Vivot? para girar a la izquierda y llegar a Son Pizà. Como ya era terreno conocido metí plato para hacerme el tramo de la pared más que rectilínea, cruzar dos caminos hasta llegar al Camí de Muntanya y girar hacia Son Daviu Nou. Allí, por las obras de enterramiento de canalizaciones tuve que callejear un poco para atravesar al otro lado y continuar por el asfalto hasta el desvío de Son Macià para llegar otra vez a la civilización con un buen sabor de boca y un buen tute en las piernas.

Pero, ¿para qué estaba yo contando ésto? Ah, sí, porque precisamente en la bajada del senderillo noté un poco de flaneo en la rueda de atrás y lo atribuí a la falta de presión o al desgaste de la cubierta, pero de presión iba bien y lo del desgaste no me cuadraba mucho por lo que me quedé un poco con la mosca tras la oreja y el jueves investigué un poco el asunto.

Pero bueno, seguiremos con el relato otro día, por hoy ya es suficiente.


Tal día fa un any...

Era como un mini regreso desde el lado tranquilo del mtb y que mejor que una ruta sencilla y sobretodo sin desnivel, como la quedada de los Llucmabike en su segunda edición con un buen puñado de bikeros de la isla con asistencia confirmada. Y era perfecta para uno que llevaba dos semanas sin tocar pedales mientras el cuadro reparado reposaba encima de un armario. Faltaba montar una cubierta nueva que tenía, al hacerlo me doy cuenta de que está pinchada y al desmontarla veo que es el mismo problema que tuve hace un tiempo, rajada de la cámara cerca de la válvula. No tengo fondo de recambio y le meto cinta de carrocero. Si a algunos les va bien la cinta aislante a mí me irá bien esta.

Regulo la presión de la horquilla con un poco más de negativa que de positiva para dejarla en ciento treinta milímetros justos y centrado de frenos. La cosa se va apañando. Meto las ruedas y monto la cadena, al final paso de limpiarla antes de ir a rodar por la arena, lo haré a la vuelta. El cambio de platos no va fino, es más, cuesta un huevo bajar la palanca. Quito la tapa del cambio, desmonto las fundas, engraso el cable y el mecanismo y parece que ya va mejor pero el cambio siempre me queda descentrado con lo que la cadena roza un poco según el piñón que pongas. Toco tornillos, aprieto tensores y siempre queda igual y además al girar los pedales la cadena va a trompicones. ¿Qué pasa aquí?. Tampoco consigo enroscar del todo el pedal derecho (forcé la rosca para poder sacarlo) y además queda en ángulo respecto a la biela. Monto el sillín y a ojo me parece que no queda horizontal. Decido salir a probar el conjunto el viernes tarde no sea que aún tenga alguna desafortunada sorpresa el sábado.

Ruedo hacia el Paseo Marítimo y tengo que ir parando a ratos para retocar casi todo. El sillín apunta hacia arriba y no puedo darle más rosca al tornillo, hasta que me doy cuenta de que llevo la tija al revés. Lo desmonto todo para girarla y el asiento queda perfecto. El pie derecho va angulado respecto a la biela y corrijo el desvío ajustando la cala. La cadena sigue rozando con el desviador y eso no puedo corregirlo sobre la marcha pero aparte del ruido no parece afectar demasiado al pedaleo. Por lo demás, se puede ir tirando. Me acerco hasta el bar de encuentro de la peña y pillo a Albert que ya se iba. Quería saludar a los que no iban a ir a la quedada y tenía que encontrar transporte pero ya lo buscaré más tarde. Me cruzo con Pepefz y charlamos un poco de su lesión. Tranquilos fans, no ha sido un infarto como me comentó alguno pero por ahora lo va a mantener apartado de la bici.

Como parece que todo funciona (más o menos) como es debido me despreocupo del asunto hasta el día siguiente. Tomeu se ha ofrecido a llevarme al punto de salida y hacia allá que nos vamos y casi somos los primeros en aparecer por la plaza pero al poco se va llenando de bullicio mientras se congrega la peña. Nos da tiempo para charlar un rato entre nosotros y ver bicis antes de la foto oficial para salir directos hacia la playa.

Dos metros duró en marcha la bici de Carlos, cadena partida. Quedamos Juan y yo con él y perdemos el grupo hasta llegar a la primera pared, solamente algún rezagado nos fuimos encontrando por el camino. Lo que no sabía es que eso sería la tónica de la jornada, de ayudante de coche escoba. Siempre había algún compañero llucmajorer que estaba al tanto de las incidencias y preguntando si todo iba bien. Algún pinchazo y el primer abandono sucedieron en esa zona. Un chaval al que le saltó la válvula de cuajo, quería seguir pero le conminamos a que volviera, una cámara nueva le hubiera durado minutos.

Mientras yo seguía haciendo la goma por ahí atrás, empalmaba con el grupo en algún reagrupamiento pero ya en Vallgornera volvía a estar en el furgón de cola con un bou que me iba contando algún plan venidero. Carlos rompe la patilla y eso nos retrasa aún más. Deseaba estar metido en medio del pelotón que veía ahí a lo lejos para no comerme el viento en contra que nos estaba fustigando.

Ya agrupados en el borde del acantilado disfrutamos de las vistas mientras la gente aprovechaba para comer algo y hacerse fotos. Estábamos a mitad de la ruta y nos quedaba la parte más divertida, la zona de costa hasta Cala Pí. Hay embozo en el paso de las paredes y la gente va saliendo mientras va pasando. Solo me faltaba ir de los últimos para abrir la cadena, menos mal que estaba Mónic por allí porque no acertaba a enganchar los eslabones. Solamente puedo decir que después de esa reparación la bici rodaba mucho mejor y no volvió a caerse la cadena del plato ninguna vez más. Me acomodé con el grupo de cola hasta Cala Pí donde no pasamos por la zona más rocosa para no llegar aún más tarde. En la cala hubo espera para agrupar y al mismo tiempo que algunos volvieron directamente a Llucmajor los demás continuamos la ruta prevista, pero ya cada uno más a su bola. Yo prácticamente no vi a nadie más, aparte de los que venían conmigo, hasta el bar.

Desde aquí felicitar a los organizadores porque el grupo al completo se ha desvivido por ayudar y marcar territorio; no se como lo hicieron por delante pero por detrás, chapeau.

Hay crónicas, fotos y videos en las páginas de Llucmabike, Toys, Webbalear, Bous, Maifren, a Pedals, Rutes de Tramuntana y alguna otra. Seguro que en facebook circulan también aunque ahí ya no llego. Había un grupito de Algaida, los Algaidimonis, que se mueven en ese terreno. No los conocía como tal pero si a alguno de sus miembros.


No todo es montaña

Como no voy a salir el sábado no tengo prisa en montar la bici y sigo usando la rígida. No me duele la espalda y el trasero se va acostumbrando un poco más cada día al traqueteo directo al que le someto. Así pues, el jueves pasado tiré otra vez por carretera hacia el Coll de sa Creu y des Vent para bajar hacia el cruce de Calvià donde decidí volver a subir y regresar por donde había venido. No tenía tiempo para más, había salido tarde intentando desmontar el filtro de la lavadora y el sol acababa ya su periplo diario antes de llegar yo a casa.

Y esta mañana (de martes), aprovechando que estoy de vacaciones, me dispongo a salir sin saber exactamente donde. Lo hice una hora después de lo previsto por algunos imprevistos que tuve que solucionar (no, no era el filtro esta vez) pero en cuanto me monté fue un no parar. Primera parte y única segura, Coll de sa Creu. Bajada hacia Calvià y ahí dudo. Izquierda o recto? Sigo de frente hacia Es Capdellà, tenía algunas cosas que ver por allí, pero antes me paro a merendar en la plaza donde Xesc Forteza perdió el mechero. Ha sido la única parada del día y así lo recalco.

Lo que tenía que encontrar era el final del camino que intentamos empezar por el lado de Andratx con el Xaragall y donde fuimos expedientados nada más empezar. Para ello me dirijo por carretera hacia Peguera, mientras pensaba, por cierto, si alguna vez había pasado por allí. Al llegar a la última curva, frente a las casas de Son Vic Vell, veo el camino nuevo señalizado como GR221 del que había oído hablar pero que no había visto aún, y quiero saber de donde empieza porque en el pueblo no he visto ninguna señalización. Para ello lo he hecho de subida hasta encontrar la calle de marras y vuelta para abajo para continuar rodando hasta el cruce del Camí de la Vall Verda.

Recordaba vagamente lo que debía recorrer de verlo en los mapas. Seguir hasta encontrar un desvío a la izquierda y tirar por él. Primero asfalto, después tierra, vados de torrente y prácticamente llano hasta el desvío, eso es lo que nos vamos a encontrar. El desvío a la izquierda no está señalizado, solamente una barrera abierta con el letrero rojo pertinente que nos indica las intenciones de los propietarios. Vamos a su encuentro, pues. Pues mira que no será posible; un poco más lejos otra barrera, ésta motorizada, en mitad del camino, bien protegida por los flancos y con el nombre bien visible, Sa Cova, no nos deja más opción que volver sobre nuestros pasos. Parece ser que este camino, el Camí del Coll Andritxol, está cerrado por ambos extremos, aunque al parecer hay alguna discrepancia respecto al trazado exacto del mismo. Ahí dejamos la polémica por ahora.

Volviendo a la primera barrera tomo el desvío que debe llevarnos de vuelta a Es Capdellà a través de un estrecho valle. Así lo hago pero al llegar al asfalto simplemente doy la vuelta y vuelvo a repetirlo en sentido contrario hasta la otra carretera, de donde venía, para continuar por el camino nuevo hacia Peguera. Recuerdo alguna polémica con este camino, que si cruzaba alguna zona protegida, que si iba por un lado de la carretera o por el otro al objeto de beneficiar a un propietario y no a otro, cosas de ese estilo. Sea como fuere el camino está hecho y para que os hagáis una idea es una especie de acera levantada sobre el suelo pegada casi siempre a la carretera y separada de las fincas por un vallado nuevo con algún que otro tramo escalonado, donde por cierto me he tirado pero con la suspensión en esas condiciones prometo que será la última vez.

Al llegar a Peguera no me queda más que ir a enganchar el paseo que me llevará hasta Illetes, callejear un poco por Joan Miró hasta el Paseo Marítimo y pillar ahí el carril bici hasta mi casa.

En resumen, una buena vuelta con bastantes kilómetros aunque sean mayoritariamente de asfalto, un poco de investigación por una zona olvidada, ver caminos nuevos, pasar algo de calor, sobretodo donde no daba la brisa, pero haciendo algo que nos gusta todo es gratamente satisfactorio.


Un camí públic en perill de desaparició

El col·lectiu Ales per Santa María del Camí va convocar una excursió reivindicativa per al día 13 de gener, amb la finalitat de cridar l'atenció pel fet que un camí públic del terme municipal de Santa María -l'antic camí d'Alaró a Bunyola, també conegut com a camí dels Reis- fa anys que es troba tancat al seu pas per la possessió des Cabàs.

El tema del tancament de camins públics per part de propietaris de finques és una preocupació creixent entre la societat mallorquina, accentuada els darrers anys, especialment en els camins de muntanya més freqüentats per excursionistes, que han vist instal·lar barreres i panys per part de propietaris, normalment estrangers, poc respectuosos amb els drets col·lectius i els costums locals.

En el cas del camí que ens ocupa, però, no es tracta de propietaris estrangers ni d'un fet recent. Ja fa anys que aquest camí es va veure tancat per barreres i panys al seu pas per la finca d'es Cabàs, de propietat ben indígena, sense que fins a hores d'ara cap col·lectiu ni institució hagués aixecat la veu o fet alguna passa per evitar una privatització d'un bé públic a força de fets consumats i d'oblit.

Aquest camí travessa la possessió d'es Cabàs en direcció est-oest, des de l'antiga partió amb Son Torrella fins a la de s'Estremera. El fet que faci algunes dècades que es troba tancat i barrat ha causat que el seu traçat sigui actualment incert en una part del seu recorregut, el més proper a Son Torrella. Es tracta, sense cap casta de dubte, d'un camí públic. Així consta no només en la memòria popular, que encara perdura malgrat el tancament de decennis, sinó també en el recentment elaborat catàleg de camins de Santa María del Camí, a càrrec de Francesca Moyà, Gabriel Ordines, Vicenç Forteza i Antoni Reynés, a instàncies del Consell Insular de Mallorca a través de Fodesma dins el Programa de Catalogació de Camins de tota l'illa, i ofert a l'Ajuntament, que en disposa d'un exemplar.

Segons la fitxa número 49 d'aquest catàleg, aquest camí, juntament amb molts d'altres, "reuneix els requisits mínims per ser inclòs a l'inventari de béns municipals de Santa María del Camí". A la mateixa fitxa se cita nombrosa documentació arxivística i bibliogràfica referent a aquest camí, entre d'altres resolucions dels ajuntaments de Sóller i Bunyola per evitar el tancament al seu pas per Son Torrella, ja al segle XVIII. També s'esmenta nombrosa cartografía en què aquest camí apareix perfectament grafiat, el més antic dels quals és el de Tomàs López, de 1773. En el conegut mapa del Cardenal Despuig, de 1784, es pot veure la importància que aquest camí tenía antigament, ja que era l'únic que disposava de pont al seu pas sobre el torrent de Coanegra (i així va ser fins no fa massa anys, quan es construí el pont de la carretera de Santa María a Bunyola).

Una part d'aquest camí, al seu pas pel Cabàs, era usada per veïns d'algunes cases del terme de Bunyola per anar cap a Santa María. Quan es construí un nou camí alternatiu per a aquests veïns, ran de la partió del Cabàs amb el terme de Bunyola, durant la dictadura franquista, la propietat del Cabàs aprofità per tancar el camí públic. Aquesta circumstància ha estat esgrimida darrerament pel batle de Santa María en unes declaracions a la premsa per declarar que no es tracta d'un camí públic, ignorant completament la tradició popular i el catàleg elaborat pel Consell Insular, i que a més està perfectament ressenyat a una comunicació publicada al llibre que l'Ajuntament mateix edità, amb motiu de les II Jornades d'Estudis Locals.

Per tant, i ja que no hi ha cap dubte sobre el caràcter públic d'aquest camí, i que a més es tracta de l'únic camí indubtablement públic que està tancat a l'accés de les persones dins el terme de Santa Maria, Ales per Santa María del Camí demana públicament la seva declaració com a camí públic no motoritzats, pel qual les persones puguem circular a peu, en bicicleta, en cavall o en patinet, i gaudir així lliurement d'un paratge natural tan atractiu com és el que des d'aquest camí es pot contemplar, en exercici d'un dret antiquíssim que ara l'oblit o la deixadesa està a punt de conculcar definitivament.


No todo es bici

Hace unas semanas dejé la bici en el taller tras detectar una deformación en la puntera causada por un enganche del cambio entre los radios. El cambio ha sobrevivido a la trabada pero la patilla quedó definitivamente inservible. Lo que no me cuadraba era como quedaba todo encajado, puntera, patilla y cambio, por lo que no me quedó más remedio que llevarla al taller. Y aún así no me quedé convencido de que tuviera una rápida y satisfactoria solución. Y el paso del tiempo parecía darme la razón.

Pero he aquí que me presento esta tarde en el taller y allí estaba, esperándome colgada en una estantería, y al parecer, reparada, aunque esa afirmación debería ir entrecomillada. El tema será averiguar cuánto dura la reparación aunque a ojos vista parece satisfactoria, pero ya sabemos que estamos hablando de una zona sometida a mucha tensión y habrá que ver la evolución. De todas maneras me han dicho que si vuelve a suceder que la lleve allí sin desmontar nada, con el libro de garantía, y que se buscará una solución definitiva. Chapeau por la compañía. Tema aparte es que tampoco me han cobrado nada por la reparación, ahora me toca montarla a ver como queda con el conjunto de la transmisión y en orden de marcha.

Lo único que me ha extrañado algo es que no me llamaran pero tampoco sé cuando ha quedado lista y eso me ha obligado a volver a coger la bici vieja, de la que aún no me he desprendido, a pesar del poco caso que le hago. Después del día de Andratx donde con las cubiertas viejas y pedales de plataforma no se puede decir que disfrutara en demasía decidí cambiarle los pedales y las cubiertas aunque las nuevas son un modelo muy rodador y penalizan mucho cuando el terreno pierde uniformidad. Tampoco quería otra cosa porque la suspensión está en las últimas y, por una cosa o por otra, descarté caminos muy complicados. De ahí las últimas salidas rodadoras o por asfalto. Como por ejemplo la del sábado pasado.

Era la de Xisco pero decidí acoplarme y de paso buscar una variante nueva hacia Bunyola desde Santa María, continuación del ramal de Es Cabàs, todo ello formando parte del antiguo camino que unía Bunyola y Alaró. A él le pareció bien y yo subiría con ellos hasta Cas Garriguer para después volver a bajar por el sitio menos complicado para mí mientras ellos buscaban un poco de diversión por ahí arriba. Tomeu también pensaba estar por la zona montando una crono y se me ocurrió echarles una mano tomando tiempos pero cambiaron los planes a última hora, finalmente se fueron al Teix. Juan y Carlos se unieron a nuestro grupo.

Nos vimos pues en Santa María solamente tres de cada bando pero formando un grupo de seis, no existe rivalidad en ese aspecto, para empezar con un poco de asfalto hasta el desvío de Es Cabàs donde hicimos el tramo típico y conocido. Excepto en el tramo final, a partir de las dos barreras, donde el camino ha desaparecido, literalmente se lo han pasado por la piedra.

Una vez en el asfalto buscamos la continuación hacia s'Estremera. Había visto las dos posibilidades pero una de ellas, la más lejana, tiene una barrera cerrada por lo que volvimos atrás entrando cerca de unas casas y aunque también tiene otra barrera es más fácil de saltar accediendo a un tramo de camino que parece estar en proceso de limpieza, donde volvemos a empalmar con el principal un poco más adelante. Según el GPS pasamos por el Coll des Pou y seguimos llaneando por zona abierta hasta las casas de s'Estremera Nova. Tras algunas dudas y persecuciones caninas continuamos hacia la carretera saltándonos el desvío hacia Es Cocons (eso suele pasar cuando vas de memoria), y de ahí a Bunyola por asfalto.

Subimos por la pista principal por donde también subían varios grupos y nos separamos en la barrera para yo continuar por pista y esperarlos en las mesas para comer algo. Y siguieron llegando más grupos, uno de ellos bastante numeroso. Hasta aquí la ruta conjunta, ellos por el Cocó Peguer y yo por donde había venido; Juan partía con ellos superando algunas dudas; aunque había tenido un problema en una rodilla subiendo esperaba que al menos le dejara bajar.

No tenía prevista una ruta de vuelta alternativa así que improvisé sobre la marcha. Pensé en un principio repetir la ruta de la ida haciendo el tramo que nos habíamos saltado pero lo descarté, decidí volver por el geodésico empezando desde la cantera. Como había supuesto no tiene problemas de orientación aunque ayer no es que me encontrara de lo más fino para poder llegar hasta el vértice montado. Ya caerá. En la bajada es donde varié el recorrido tirando por un desvío a mano derecha pero no llegué al principal, seguí un nuevo trazado que no conocía muy divertido que nos vuelve a dejar en la pista asfaltada de Cas Bergantet. Valió la pena.

En la zona de Es Cabàs es donde sentí el máximo calor del día, asfixiante en algunos puntos ya cerca del mediodía solar. Accedí al Camí de Coanegra sin saber si estaba delante o detrás de ellos, por eso volví lento hacia los coches y allí estaban todos los vehículos, aunque al minuto comparecieron los ciclistas. No hubo roturas pero sí alguna caída ya que hubo algún pequeño pique con otros que hacían la misma bajada. Y otro parón para refrescarse en el agua del torrente (aún corre). Se ve que ese valle amplifica el calor y éste te envuelve como una manta pesada ayudándote a quemar tus reservas mucho más rápidamente de lo que te esperas y fundirte literalmente por los poros. Algunos empezamos a notar esos efectos.

Aunque tenga bici y toda la semana para montarla y probarla el próximo sábado no tendré salida (al menos montañera) pero la siguiente toca quedada con todos los que quieran venir a repetir a s'Estanyol. Ruta lúdico-festiva para crear ambiente y pasárselo bien en buena compañía. Os esperamos.