Viernes de San Juan

San Juan, viernes y fiesta, me suena raro, de hecho fue un día bastante raro, pero centrémonos en el tema que nos ocupa, al menos a mí en estas últimas semanas, el CATÁLOGO.

Como tenía restricción de horario fui mirando posibilidades para no salir solo y todos los demás salían más tarde de lo que yo querría así que se fueron descartando ellos mismos. Colegas, ausentes; Bous, no hay post-it, aunque eso no es significativo pero estamos en las mismas, sin ruta definida no quiero meter baza; grupo, sale más tarde para hacer una que no reconozco por el título; foreros, para uno que quería salir prontito van y lo convencen para salir aún más tarde que todos los demás así que me voy mentalizando que como no me encuentre a alguien de casualidad voy a ir más solo que la una, como así fue porque solamente me crucé con uno en Esporles.

En el día más largo del año os podéis imaginar que es el día que más temprano me despierto, aún queda mucho rato para que suene el despertador y no tengo problemas para salir antes de las siete y media de casa así que paso por los puntos de reunión alfa y beta mucho antes que los demás y sigo mi camino hacia Bunyolí para desviarme hacia Sarrià. Allí tengo el primer punto marcado, pero hay una valla, está cerrada y tiene pinchos, hay que ir con cuidado para saltarla, un despiste y evacuarás el doble de rápido. Me meto por la finca y como ya sé que no hay enlaces posibles con otros itinerarios me dispongo a cruzarla para salir a la carretera de Esporles. Efectivamente así es, no es más que un camino de finca totalmente privado sin valor añadido como parecía sobre el plano, simplemente quise corroborarlo en directo y además tuve suerte porque no me encontré a nadie y aunque la barrera de la carretera estaba cerrada pude sortearla.

Llego hasta el coll d'en Portell y me meto hacia Es Pins (el Pino traducido) y luego hacia Es Coll. Todo parece ir sobre ruedas (en todos los sentidos) hasta que aparece lo de siempre, un barrerón insalvable, (las de s'Empeltada dan risa al lado de estas), con candado y cadena, un poste con cámara y foco infrarrojo, el camino cementado, en fin, todos los ingredientes necesarios para una apropiación indebida de un camino público. Me lo estoy pensando y mirando y veo algo raro en la cadena vieja y oxidada y el candado, solamente está presentada y además la barrera está abierta, y paso. Lo dejo como estaba y voy bajando hacia las casas y me quedo mudo cuando llego porque me doy de frente con un sitio espectacular, no es solamente una casa, son varias unidas en una sola construcción enorme que desprenden lujo y señorío.

Por ahora no veo a nadie y reconozco la traza de un camino que va paralelo a una pared de soporte mientras dejo atrás el ramal asfaltado que baja por el invernadero. Voy rodeando las casas hasta que casi en la salida oigo una voz que me llama, ¡ya la hemos liado! pero estaba dispuesto a cantarle las cuarenta si me daba la vara, a él o al sargento de la GC, me daba igual. Baja el hombre y empezamos el toma y daca típico, es un joven extranjero pero habla muy bien español y nos entendemos perfectamente, y enseguida reconoce que no me he salido del trazado del antiguo “camino postal” pero que tengo que salir de la finca. Al principio estaba el hombre muy nervioso pero se calma enseguida y podemos tener una conversación sin ningún tipo de palabra malsonante o elevación de tono. Quedamos en que salga por la barrera de abajo, por la del invernadero, ya de que de la de arriba no tiene la llave. Para ello llama por teléfono a un compañero (hablando en francés aunque por su acento no me lo pareció) que viene con la llave montado en un 4x4 para recorrer cien metros, van a lo grande por ahí.

Antes de irme me confirmó que ya habían recibido una carta del ayuntamiento instándoles a abrir las barreras del camino y que el asunto lo habían puesto en manos de sus abogados para encontrar una rápida solución satisfactoria por ambas partes ya que el derecho de paso está plenamente reconocido. Yo me lo creí y expresé mis deseos de que así fuera ya que si no lo hacían así tendrían muchos problemas. La verdad es que no es una situación fácil si se quiere mantener ahora un estatus, el camino pasa pegado a las casas y si se mantiene como está en cualquier momento te puedes encontrar a alguien en la cocina pidiéndote un poco de pimienta que se le ha olvidado para hacer la torrada que se ha montado fuera. Para mí lo más fácil sería hacer un desvío hacia el ramal de la urbanización desde la barrera aunque no sé si sobre el terreno es posible aunque siempre habrán los puristas que exijan que no se modifique el trazado en lo más mínimo. Hay que llegar un consenso y creo que se llegará y pronto, mientras dejo ese paso en suspenso a la espera de acontecimientos.

Además, no solamente es el tramo de paso por las casas el único punto conflictivo ya que la continuación hacia Son Mas ha desaparecido engullida por el asfalto y cortada por las barreras de algunas nuevas casas cercanas, así que los técnicos municipales tienen que encontrar una solución general si quieren que el trazado esté libre hasta el pueblo. Ya la semana pasada intenté encontrar un paso entre la Vila Nova y Son Mas y no pude, habría que salir por la entrada principal de la finca y también estaba cerrada. Habrá que tener un poco de paciencia y esperar a ver cómo va evolucionando este conflicto y se diseña la solución definitiva.

De todas maneras veo movimiento en general en ese aspecto y a ojos vista. Es decir, hay modificaciones cada semana en varios itinerarios y eso quiere decir que se está siguiendo un plan establecido. El camino viejo que sube al coll de s'Heura se está restaurando; el que atraviesa la Costa de Son Dameto apareció ante mis ojos de un día para otro para mi sorpresa. Y supongo que de otros que también están incluidos también tendremos novedades próximamente. Habrá que ver si algunos de los que atraviesan Son Tríes, por ejemplo, mantienen el paso cerrado o por el contrario se abren al público tal cual están trazados.

Es muy temprano aún y me auto convenzo de que puedo subir por la carretera del Verger y volver por Bunyolí estando dentro del horario, además me apetece ya que hace milenios que no lo hago. Dicho y hecho, hacia allá me dirijo por el camino viejo porque para algo lo hicieron pero al tocar asfalto ya no lo dejo hasta Sobremunt. La primera rampa importante es la que más me cuesta pero después logro coger ritmo y la subida se me hizo corta, intensa pero corta. Hasta en la parte de arriba, donde más se estrecha, tenía que subir en zigzag si quería mantener el ritmo dado que iba a plato mediano, menos mal que es un tramo en sombra permanente.

Las diez en punto en Sobremunt, los colegas ya habían pasado y yo no llevaba nada para comer así que no estuve mucho parado pero esta vez bajé por el ramal directo no por el que siempre llegamos nosotros que es un vial que se acaba en Can Manent, intentando vislumbrar algún desvío que me permitiera bajar hacia Esporles por otro trazado alternativo diferente del que había subido. Encontré una primera pista que continué hasta una pared con rejilla por la que se pasaba pero que ha sido reparada y ahora no se puede, queda para otro día averiguar hasta dónde llega. Encontré otra y por ésta pude circular hasta volver a llegar al asfalto cerca de la barrera donde nos desviamos habitualmente.

Ya solamente me quedaba la bajada típica de Bunyolí decidiendo entre trialera o camino y elegí trialera. Esperé por si venía alguien y bajar juntos pero al no ver ni oír a nadie bajé solo. Las presiones con que había hinchado las ruedas en la gasolinera resultaron ser totalmente inadecuadas para ese terreno, y cualquier otro que no sea liso, y eso que bajé medio kilo la de delante. Creo que le había metido dos y tres, delante y atrás, respectivamente. Exageradamente altas, cuando le enchufé la manguera ni siquiera la de atrás que era la que llevaba más alta llegaba a dos. De todas maneras, la componente psicológica influye tanto o más que la puramente mecánica ¿o tal vez fue al revés?, por lo tanto no era el día idóneo para disfrutar en exceso, lo cierto es que no fue la mejor bajada de mi vida, sin ir tampoco encogido de precaución, se entiende.