La Mola mola

El grupo de domingueros propone subir a la Mola de Planícia y me oigo a mí mismo preguntándome ¿porqué no? y a continuación inicio una serie de contestaciones a cual más negativa, que no voy a poder, que se va a hacer tarde, hace mucho calor, y demás cosas por el estilo pero ninguna me quita las ganas de intentarlo aunque este estío, con el cambio de día de salida, he aplanado los perfiles de mis rutas y he preparado algunas nuevas pero ya toca volver a catar altura, lo que no estaba seguro es de que fuera el día idóneo, aún sigue haciendo mucho calor y el cuerpo te pide moderación.

Decidí ir pero saliendo desde Esporles para afrontar el camí del Correu mínimamente calentado pero llegué demasiado justo a Esporles y además me encontré un conocido en el aparcamiento lo que me enredé aún más y eso que me comentó que habían visto pasar a Fibras con la furgo pero tenía la convicción de que esperarían unos minutos de cortesía por si aparecía alguien retrasado pero no, hasta salieron antes de hora por lo que cuando llegué arriba ya no estaban.

Como estaba seguro de que yendo detrás de ellos no los cogería enfilé hacia la pista ancha y confiaba en llegar antes al desvío. No las tenía todas conmigo ya que no me notaba en plenitud, ni en meditud diría yo, o sea que iba a dejar la última decisión de subir hasta arriba para última hora, si decidía que no me iría hasta Planícia y quizás por la Volta des General, que al menos es cuesta abajo.

Llego a la rampa primera y cuando me doy cuenta ya estoy pasando la pared, la han acortado, pensé, era una buena señal. Esperé al menos diez minutos y empecé a oír voces, eran ellos que llegaban, y como es de suponer me convencieron rápido y decidí subir hasta dónde pudiera, muy mal debería haber estado para irme solo. Recorremos unas curvas y me asalta una duda, me he dejado las gafas abajo así que recorro unos metros extra pero en general hago una ascensión decente. El camino, como siempre, sorprende por su buen estado y calidad. Marc y Fibras se retrasan un poco pero no paramos hasta els Aljubets donde llego el último porque unos metros antes me doy cuenta de que voy vacío de atrás y me paro a hinchar con mi bomba de amortiguador con lo que les doy tiempo más que suficiente para que lleguen los rezagados. Mi gozo en un pozo, cuando llego al punto de reunión voy deshinchado otra vez y tengo que poner una cámara nueva aunque esta vez hinchamos con una bomba decente y podemos salir rápidos. Eso provoca que nos distanciemos y como además a partir de este punto es cuando se necesita un punto más de fuerza para pasarlo decentemente y yo no lo tenía pues aún me iba rezagando un poquito más, y aún así se me hizo corta la subida, muy corta diría yo, no parar en el top uno es la clave, propiciado también por ir en grupo pequeño y compacto.

Tampoco estuvimos mucho rato arriba, el necesario para pertrecharnos un poco y empezar a bajar. Bajada que se hizo en varios grupos, Juan y Paco parece que bajaron más rápido por delante y Xavi y Fibras un poco más pendientes de los más torpes y esperando en algún punto intermedio, sobre todo después de pasar la pared donde me despeguéde Marc y parece que perdió las señales e iba un poco despistado, es una zona muy propicia para ello, me sorprendió que yo mismo no tuviera ese problema pero el trío nos manteníamos a la vista en los sitios más peliagudos.

Reagrupados en la segunda pared no volvimos a tener problemas de orientación ya que el camino es mucho más claro y sobre todo después de pasar por ses Rotasses donde es un camino de carro bastante rápido con algunas zonas bastante descarnadas donde no puedes despistarte en la conducción so pena de pagarlo caro.

Era muy temprano cuando llegamos a la intersección con el camí des Correu y decidieron bajar al Port des Canonge, yo no lo haría, solamente bajaría con ellos hasta la carretera y volvería al pueblo para aparecer por casa a una hora decente. El rampón ya es demasiado fácil aunque yo me revolcara por él por segunda vez consecutiva y decidieron endurecerlo un poco más tirándose por otro lado donde hubo de todo sin más consecuencias que unas buenas risotadas.

Ellos se fueron a catar la losa y yo volví por carretera hasta la Granja donde enganché el camino viejo de vuelta al pueblo aunque estuve un rato entretenido en el pont de sa Turbina escuchando un grupo en directo ensayando dentro del torrente con batería y todo, realmente surrealista. No había tiempo para más, escalones y para casa, donde por la tarde el cuerpo me estaba diciendo de que había tenido suficiente aunque en mi cabeza era todo lo contrario, todo me había pasado como si fuera en cámara rápida, por eso necesitaba más, si hubiera sido un sábado cualquiera hubiera bajado hasta el mar sin dudarlo, de todas maneras no pasará mucho tiempo antes de que vuelva a suceder.