El combinado

Después de un día intenso de ciclismo en el que ha habido un poco de todo se impone una recuperación activa al día siguiente y éso hice aunque no lo tenía previsto, por éso no puse despertador, y así y todo me desperté sobre las siete y media y decidí de inmediato salir aunque con el tiempo más que justo. Prácticamente quince minutos para vestirme, desayunar, comprobar que tenía en la mochila todo lo necesario y salir pitando para no llegar mises dites. En principio, cumplí con el horario y salí pero aún perdí unos cuantos minutos de charla con Emilio y compañía cuando me los encontré delante del taller preparándose para salir de marcha con las flacas, en su reloj faltaban tres minutos para las ocho, ya era seguro que llegaba tarde, confiaba que no fuera demasiado tarde.

No sé cuándo llegué pero todo el mundo ya estaba allí, todos uniformados menos Guiem y yo y con una ruta en mente, Son Roca, bueno, todos menos Carlos que se acopló después. Casualidad que hubiera pensado en ese itinerario días antes para hacerlo al revés de lo que solemos hacer habitualmente aunque no era ésa la intención de los concurridos, así que nos fuimos por carretera hacia la entrada asfaltada de la posesión. Hay que aprovechar estos primeros momentos de relax para ponerse al día de chismes y cotilleos que después por ahí en medio es más difícil llevar una conversación.

Y así y todo parecía que iba un poco despistado porque a las primeras de cambio dudé y lo que es peor, hice dudar a los demás aunque éso no supuso más que unos momentos de indecisión ya que dimos con la tecla en unos minutos, lo que pasó es que en un cruce los de delante tiraron por donde no era y no volvieron atrás porque llegaron al camino asfaltado y nosotros optamos por ir tras ellos ya que nuestra opción era mucho más larga, así que en pocos minutos rodábamos todos por asfalto donde volví a catar esas empinadas cuestas que no subía desde hacía mucho tiempo.

Reunidos todos ya muy cerca del final nos preparamos para la bajada por el antiguo camino de carro pareciéndome que estaba más arreglado que de costumbre, y no solo a mí. En la carretera pensaba desertar y volver directo a Palma mientras que los demás se planteaban si seguir la ruta por el Burotell o regresar. Deciden regresar atravesando la sierra mientras Toni y yo volveremos por asfalto para no demorar y así y todo llegué un poco más tarde de lo que había calculado.

Con un poco de retraso pero mucho mejor de lo que había salido, ¿será el oxígeno? ¿será el esfuerzo? ¿será la compañía? ¿será el verde? Todo eso junto debe formar un combinado adictivo que es lo que queremos probar en el máximo de ocasiones posibles. Y que no falte.