Calvianero soy...

Por una mañana entera he sido calvianero, de rebote, pero calvianero. En un principio había propuesto una salida por la Fita del Ram para recorrer algunos caminos periféricos y tratar de conformar una nueva ruta por esa zona. No quedan tantos, y tienen que ser ciclables ya que si no ¿de qué nos sirven?. Entonces mejor comprobarlo in situ, los caminos están recorridos pero de lo que se trata es de valorar el conjunto, y eso es lo que quería hacer esta mañana y ya había avisado a unos cuantos colegas por si querían acompañarme. De los que contestaron todos dijeron que sí, los demás no sabe no contesta.

Como estaba lloviendo fuerte a la hora de salir ha habido cruce de correos, llamadas y mensajes entre los interesados y me he enterado más tarde de que me he equivocado de canal, por así decir, y Guiem se ha quedado con las ganas. De los otros dos qué voy a contar, ni hablando personalmente con Juan he podido convencerlo de que Maldonado estaba equivocado pero estoy seguro de que se ha dado cuenta después. Al otro lo he dejado en la cama tan ricamente.

Así que, entre dimes y diretes, creo que habré partido pasadas las diez y pronto he notado que iba bastante petado por lo que he cambiado la ruta pensada por otra que fuera solamente colcar, y como no lo tenía nada claro me he ido hacia Son Dureta y carretera para arriba. Me he encontrado a unos cuantos por allí pero bikeros de ruedas gordas ninguno, improviso y decido bajar por el camino antiguo, no es nada del otro mundo pero el llevar exceso de presión en las ruedas mengua mi confianza y bajo precavido. La idea era encontrar la salida directa de Valldurgent y más o menos la he encontrado y hasta me ha gustado.

Estoy en la carretera, evidentemente más cansado que antes pero hay que continuar, volver ahora sería de cobardes y decido llegar hasta Calvià e ir atando algunos cabos para la salida programada del próximo sábado. Hecho, me meto por el camí de Son Boronat hasta la carretera principal y me dirijo hacia Palmanova para coger el desvío directo a Santa Ponça pasando antes por Son Bugadelles. Iba a continuar pero me ha llamado la atención el letrero del camí de Son Pillo, no recordaba haberlo recorrido por lo que me voy por allí. Pone camí pero es una carreterita asfaltada con las pertinentes señales de cicloturismo.

Saliendo del bosque ya puedo situar mentalmente mi ubicación sobre un mapa por lo que decido desviarme por el ramal que me indica Capdellà, es el camí del Molí nou de Son Colomar. Recuerdo haberlo visto marcado en algún track, sé donde me lleva, así que vuelvo atrás y me paro donde las dos barreras. Es lo que estaba buscando, la entrada al torrente y cerca de allí, las nuevas pistas.

Como algo, poco pero como, y después de dejar pasar las motos de enduro que he visto durante toda la mañana dando vueltas, he ido tras ellos. No sé si serían los mismos que había visto por el coll de sa Creu cuando se han metido por la pista americana de la base militar, me pasan por al lado y los veo salir a la carretera en la curva del golf y vuelven atrás, discretos no son desde luego, normal que unos minutos más tarde me pasara el jeep de la PM que ha entrado en Santa Eulália con lo que me ha quitado todas las opciones de poder subir por el camino aunque no estaba yo para muchas florituras.

Pero sigamos, estamos en el torrente y veo el camino al otro lado de la barrera que hay que saltar sí o sí. Lo hago y continúo subiendo pegado a una rejilla, paso otra barrera sin candado y circulo ahora por descampado, supongo que por terrenos de Torá, oigo tiros cerca, tengo el Galatzó enfrente y veo que voy mal encaminado, vuelta atrás y tomo otro camino que mantiene la dirección adecuada o eso creía entonces, paso otra barrera y ya veo la pedrera y decido cruzarla para no ir aún más lejos. No hay mucha actividad pero unos silbidos y unos “eh, tú” me conminan a abandonar las instalaciones lo que hago por la puerta principal.

No voy a investigar más, me queda aún la vuelta y aún así recorro los laterales de la autovía hasta la rotonda de Palmanova por las sendas de las motos a las cuales me vuelvo a encontrar, esta vez de frente, donde ya no me queda otra que poner marcheta para poder llegar entero a Palma.

En resumen, ruta de transición en solitario, larga y con más asfalto de lo que me gusta, pero siempre con los puntitos de condimento que añaden un poco de picante a todo el conjunto y como la semana que viene tenemos el estreno que no se diga que el sherpa no se lo curra, que tirando de tracks lo hace cualquiera.