De celebración

Hoy sábado, día de fiesta, no ha habido excusa ni impedimento para salir a rodar un rato esta mañana, y no solo yo, otros bikeros han sentido la misma necesidad y para satisfacerla que mejor que compartirla, por ello no ha habido más que secundar la convocatoria de los MIR de las nueve y asunto solucionado. Cerca de las ocho ya nos hemos visto unos cuantos en la tienda para partir desde allí al punto de reunión oficial que ahora es fuera del aparcamiento del Decathlon, al lado de los coches del otro grupo que ahí se congrega una hora antes. Allí estaba ya el resto de peña más algún acoplado que había querido sumarse a la fiesta, nunca mejor dicho.

Tenía una vaga idea de la ruta, corretear por Na Burguesa y algo más, me he ido enterando sobre la marcha, lo primero que me han comentado es que subiríamos por Bendinat, la clásica Mamut o camí de ses Pasteretes según he podido leer en algún lado. Tendría que hacer memoria para recordar cuando fue la última vez que la subí entera, desde luego antes de convertirla en una autopista, eso lo había visto pero fue bajando, y no es lo mismo evidentemente, pero la cosa ha empezado a descontrolarse ya desde abajo, a las primeras de cambio. Después de pasar por la fuente cerca de mí estaba Jose y ha pinchado pero necesitaba una bomba de válvula fina y he continuado, sabedor de que por detrás aún había unos cuantos que podrían ayudarle.

En la primera curva del camino después del golf me alcanza Soler y me comenta que además otro ha roto la cadena pero que lo van reparando por lo que proseguimos ruta. Veo a algunos que suben delante de mí pero excepto David que sube andando y lo sobrepaso los demás se van alejando mientras que yo me centro en mi subida y en no perder comba. Logro superar bien el primer kilómetro y a partir de ahí la cosa se suaviza y con la reforma acometida, es mucho más fácil. Veía los compañeros más arriba que se iban alejando poco a poco y hasta David me ha pasado ya en los últimos metros pero del resto no se adivinaba su presencia al echar la vista atrás.

Cuando he llegado a sitio éramos menos de los que creía y hemos tenido que esperar a los demás que nos iban contando sus peripecias a medida que llegaban, hasta con cuarenta minutos de diferencia según me han dicho, no lo puedo corroborar ya que no llevo reloj pero debe ser así. Lo próximo que me han contado de la ruta es que nos íbamos a las antenas para bajar por la trialera, una opción con fundamento. No he dejado que el nuevo se perdiera y le he esperado en un cruce, después ya todo recto hasta el fondo.

Carlos ha dicho que no había bajado nunca por allí y se ha marchado el primero para tomar posiciones y tirar algunas fotos, yo he seguido tras él y evidentemente no me ha hecho tapón y yo tampoco se lo hacía a nadie, me divertía bajando pero he notado algún toque duro en la rueda de atrás, y no era un presentimiento que me agradara en demasía pero tampoco quería parar a hinchar más y ha pasado lo que me temía, llantazo en una de las rectas. Mientras despotricaba en solitario y cambiaba la cámara me han pasado todos y me han esperado en el primer cruce, a partir de allí he bajado con un poco más de calma hasta que me he vuelto a confiar y, repetición de la jugada, más de lo mismo. Esta vez se ha quedado Miguel para ayudar prestándome la bomba ya que no atinaba a dejar la mía en la posición correcta y me costaba hinchar más de la cuenta.

Vuelta a reagrupar más abajo y tomamos un sendero que nos lleva a la carretera, allí se despiden Pedro y Julián y después me he arrepentido de no haberlo hecho yo, hubiera llegado a casa a la hora convenida porque el retraso acumulado era ya importante pero, a lo hecho pecho, y he continuado ruta. Lo que me ha extrañado (por no saberlo) era que nos íbamos a ir hacia Santa Ponsa para recorrer el camí del barranc de bla, bla, bla, el que va vadeando el torrente y volver desde allí al coll des Tords, coll des Vent, coll de sa Creu y circuito DH pero se me iba de horario, y a Juan y a Carlos también por lo que en la rotonda hemos dejado al grupo y hemos vuelto a Palma directamente aunque a decir verdad, los he perdido por el camino, y eso es dificil pero así ha sido.

Me he sentido bien en la ruta, más en las subidas que en las bajadas por todo lo acontecido, me ha cortado el rollo a base de bien y me han tenido que esperar dos veces, y la verdad es que tampoco tengo una explicación que me convenza en demasía aunque estoy casi seguro de que llevo el amortiguador demasiado duro, me va muy bien para terrenos llanos u ondulados pero cuando el terreno se complica un poco peca de poca sensibilidad y es cuando la cámara sufre las consecuencias, todo ello motivado también por no querer bajar conservadoramente, trialeando casi. La cubierta tampoco debe ayudar demasiado a que éso no suceda, necesita sustitución.

La vuelta, cómo he dicho, en parte en solitario por desaparición de la peña y además he vuelto a pinchar viniendo por el paseo, creételo, menos mal que he podido llegar a casa tras meter un poco de aire porque iba ya sin cámaras.