La garriga

Semana tranquila en cuanto a preparación de rutas así que a medida que se iba acercando el sábado más me convencía de que me iría a Alaró, casi seguro solo. El casi se confirmó a última hora del viernes tras las últimas conversaciones. Y ese extremo hizo que me entraran dudas ya que todo lo que quiero hacer allí ya lo tengo hecho, en verdad no me es imprescindible repetirlo para montar una ruta, más bien era para sacar una valoración de conjunto y de los asistentes, y si se da el caso, plantearme alguna modificación.

Así pues, cuando me levanté por la mañana ya lo hice pensando en otra cosa, más bien a lo largo que no a lo alto, y vi mi oportunidad en Puntiró. Recordé que tenía muchas cosas pendientes por allí desde aquel lejano día de mi recorrido por la garriga de Son Orlandis. Después de aquella salida hice algunos deberes y con lo que recordaba ya que no había preparado nada, empecé a tejer la madeja. Cierto que para llegar allí me falta aún por quitar un tramo de asfalto pero eso lo veo más complicado ya que hay que atravesar las fincas de forma transversal y por ahora no lo veo factible. Además ni siquiera me metí por s'Hostalot, fuí directo al cruce por carretera.

Pasé esta vez de la entrada del cable y fui a buscar la pista junto a la subestación. La barrera está abierta, ningún problema, y enseguida viene el primer cruce y me voy por la derecha, no hay salida, solo son tramos que acceden a las torres eléctricas y tengo que volver al punto de inicio para continuar por el antiguo camino que se dirige hacia el centro de la finca donde quedan los restos de una casa donde viviría alguien que se dedicaba a labrar o a cuidar esos terrenos.

No acaba aquí el camino, continua pero veo que solamente me lleva hasta la torre de alta que está en el borde de una hondonada insalvable y al no ver continuidad vuelvo hasta la casa buscando una escapatoria hacia la salida. No la veo en un primer momento y doy varias pasadas a ese tramo en un sentido y otro y aunque no hay nada definido me meto sorteando plantas y piedras aunque se puede pasar montado en todo momento. Lo que ha pasado después ha sido un fallo, al encontrar y saltar la pared seca en lo que creía que era campo abierto entre dos chalés resulta que no, que estaba dentro de la parcela de uno de ellos, glups!, parece que no había nadie, ni siquiera perros, así que he salido por donde he entrado bajo la atenta mirada de la vecina, eso sí.

No me queda más remedio que continuar pegado a la pared en busca de un paso y encuentro otra transversal, la salto y sigo y en la siguiente ya hay un buen boquete. Ahora parece que la marca de una pista es más evidente y puedo rodar fuera de las piedras. En la siguiente pared giro a la derecha pegado a una rejilla y llego hasta una entrada de una finca dando media vuelta y volviendo a la pista principal. Ya con más calma, en casa y frente a la pantalla, he comprobado estos recorridos y pueden ser interesantes, si no hay problemas de paso más abajo junto a algunas casas creo que los podré utilizar, tanto de subida como de bajada.

De vuelta arriba continuo hasta el final de la pared donde hago un giro a la izquierda y al fondo veo lo que parece una calle. No lo es, es el camí de can Rafel. Puedo ir a izquierda o derechas, lo hago a derechas y la siguiente hora que pasa es un continuo ir de acá para allá por calles, caminos y callejones de Pòrtol buscando situarme. Lo que yo quiero es llegar a Puntiró pero no puedo hacerlo directamente, otro desnivel del terreno me separa de Pòrtol nou y tengo que llegar hasta esas calles nuevas y muy anchas de las afueras que no recordaba haber visto nunca. Entonces me voy desde allí camino abajo hasta llegar a la carretera. Ése sí lo había hecho en varias ocasiones, sobre todo subiendo, pero tenía el recuerdo de que acababa más en el interior del pueblo no en esa esquina precisamente, y en esa urbanización, menos.

Sea como sea estoy en la carretera vella de Sineu frente al golf y no quiero volver aún a la ciudad así que me voy hacia arriba, hacia Puntiró. Ya no tengo tiempo de investigar más, subo por la urbanización tras comer abajo y pensaba bajar por el camino que te deja en la carretera nueva pero ni lo veo ni lo huelo, la bajada que me espera es de asfalto y no sé dónde me he equivocado, ya lo veré en casa.

Bajo por el asfalto del camí d'en Torner y al llegar al cruce me pasa pordelante un guiri carretero que se va por donde yo había bajado unos minutos antes. “Eh, per aquí no vas bé”, oigo que le dice un paisano que cargaba una furgoneta, el ciclista no le ha hecho mucho caso al principio, pero al segundo recordatorio se ha parado, después ya solo he oído retazos de una pseudo-conversación, cada uno en su idioma.

La vuelta a casa por la vía rápida aunque lo suyo hubiera sido volver por donde había venido. El resto de faena ha sido trazar unos recorridos que se deben comprobar y a los que les veo bastantes posibilidades, al menos sobre el papel, y además me queda también por comprobar el tramo hasta Puntiró sin tener que bajar a la carretera que parece que también será posible. Ahora vienen tardes largas y con luz y todo eso puede hacerse en la sobremesa sin problemas, habrá tema para unas cuantas salidas y más.

Nota: cuatro pinchazos llevaba la rueda de atrás al volver a casa, habrá que investigar esos caminos y dejarse de cruzar la garriga porque no ganamos para parches.