Casualidades

Sólo la casualidad ha hecho que siete años justos después repitiera una ruta prácticamente idéntica. Con el grupo disgregado en diversos subgrupos con sus respectivos planes solamente me animé a participar en alguno cuando Albert propuso realizar una salida por Estellencs bajo el epígrafe “Campaneta clásica”. Reconozco que no supe exactamente a qué se refería, y tampoco es que me importara mucho, Joan estaba igual que yo y también se apuntó. Lo que tampoco sabía era quienes seríamos, creía que habría más personal pero solamente éramos Joan y yo por un lado y Albert y el otro Juan por el otro, también me enteré de que venía otro amigo de Juan rodando desde Palma y llegó al aparcamiento casi a la par que nosotros.

Pues ya estamos todos los que tenemos que estar esta mañana de sábado en el punto de reunión aunque antes nos hayamos cruzado con la Secta y los Trabucats en grupos mucho más numerosos. Partimos por asfalto para ir calentando hasta el coll des Grau donde empieza ya la pista de tierra señalizada como GR que hoy vamos a seguir casi en su totalidad aunque en teoría no podamos circular por ella.

Nos acercamos hasta sa Campaneta y obviamos la primera parte del camino viejo para coger la pista que va uniendo marjades, con su punto interesante incluido, y saltarnos así la parte inciclable de ese itinerario. Pequeña bajadita hasta el cruce del camino original de Son Forteza y subida final hasta el coll donde ahí nos encontramos con un par de chavales y la sorpresa de que la barrera ha desaparecido. Tras comer algo y ver partir a los chavales salimos nosotros hacia la Font de Dalt por el sendero. Alguno no había estado por allí y disfrutó tanto o más que yo.

Pasamos la fuente y el camino se ensancha y baja ahora con un poco más de decisión. Solamente paramos al llegar al mirador, ahí volvemos a parar para comer algo y hacernos la foto de rigor. Nos queda un tramo muy interesante que pica un poco hacia arriba para llegar ya al otro mirador y al área recreativa un poco más tarde, copada de senderistas foráneos. Bajada hasta la carretera donde no vimos el poste indicador que nos habría librado de unos cientos de metros de asfalto, lo vimos un poco más abajo y nos llevó hasta las inmediaciones de la antigua gasolinera, a partir de allí lo que tomamos es la carretera vieja para acceder al pueblo sin ninguna complicación. No hay parada, continuamos por el sendero hacia la carretera y el desvío de Son Serralta. Voy a hacer ese tramo de GR después de quién sabe hace cuanto tiempo, de hecho casi ni me acordaba pero su ciclabilidad y tranquilidad me producían hasta remordimientos. La lástima es no poder continuar hasta el Rafal, de hecho en el 2006 sí lo hicimos, y no solo eso, sino que bajamos hasta la Font des Garbell a relajarnos un rato, a las pruebas me remito.

El tramo siguiente fue en el cómputo general, el más pastoso, y no solamente lo he dicho yo, pero al menos se vió amenizado por una conversación con algunos integrantes de un grupo de senderistas que iban subiendo y según ellos y su guía impresa se dirigían a Estellencs, apercibidos de su error dieron media vuelta y volvieron sobre sus pasos para enfilar el GR que les llevaba directos. Quién sí parecía mucho más seguro de sí mismo era un senderista extranjero bien equipado de zurrón y mapa que se quedó a comer con nosotros en la barrera, ése se dirigía a Esporles siguiendo lo que serían nuestras rodadas.

Disquisición a mitad de camino, o bajar a la pista principal o seguir por la cantera, se opta por lo segundo y de hecho después nadie se quejó y aunque parece que se ha hecho costumbre no pasar por allí yo lo prefiero de todas todas. Al empalmar con el camí des Correu solamente nos queda la última rampa empedrada para poder decir que prácticamente se han acabado las subidas y es ahí donde Javi nos demuestra qué es estar fuerte. Como yo sí me paré a ponerme protecciones al final al único que cogí fue a Juan que también se las puso, los otros pasaron y ya no pude verlos hasta la carretera. Comentar que se sigue con la rehabilitación de ese camino, de hecho han abierto un tramo alternativo para poder trabajar con tranquilidad, también han retirado bastantes piedras en la barrera con lo que lo único que tienes es un escalón del copón al que no quise enfrentarme.

La conclusión de la ruta es que no tiene grandes dificultades, ni subiendo ni bajando, pero que a los que les gusta rodar satiface completamente. Sus paisajes, sus bosques, su proximidad al mar la hacen especialmente atractiva, en conjunto se puede considerar una ruta muy tranquila, y más rodando en un grupo tan reducido y compacto.

La traza que recorrimos es prácticamente idéntico al de mi ruta 17 aunque me he dado cuenta de que tampoco está señalado en él el tramo GR de antes de la gasolinera del que solamente hicimos la mitad, seguramente tiene que haber otro poste cerca de la salida de la pista del boal de ses Serveres aunque no lo vimos. Tampoco está en él la pista privada de sa Campaneta que como tal debiéramos respetar aunque a veces se hace difícil dadas sus mejores condiciones para la circulación.