Sin sentido

Como muchos de vosotros ya sabréis a través de muy distintos canales el paso en bici por el pla des Pouet de Valldemossa ya está restringido, era cuestión de días que ese hecho se produjera y así ha sido, tal como nos dijeron en su momento. Lo sabíamos pero lo que no nos dijeron son las razones, el porqué se deduce tan alegremente que para proteger un territorio haya que prohibir el paso de las bicis por los caminos.

Desde que se abandonaron oficios y actividades económicas cuyo soporte vital era el bosque y la montaña en general estos han sido abandonados a su suerte, deveniendo refugio de cazadores, excursionistas o buscadores de setas. Nosotros hemos irrumpido más tarde con nuestras silenciosas máquinas y provocativas indumentarias, al principio tímidamente pero con más fuerza con el paso de los años mejorando nuestras habilidades y aventurándonos por sitios casi imposibles.

Los responsables de esta prohibición son los nuevos encargados de la conservación de ese territorio, los gestores de un proyecto que cuenta con el beneplácito de varias instancias institucionales y se comprometen a acometer una serie de mejoras y acciones para evitar la degradación de todos los elementos que se encuentren en esos lugares. ¿Quién podría no estar de acuerdo con estas ideas? Yo mismo lo estoy pero también digo que estas acciones puntuales, como rehabilitar una casa de neu o una sitja por ejemplo, no dan vida de por sí a un territorio, son elementos estáticos como los que puedes encontrar en un museo.

Entonces ¿de dónde viene la idea de que para conservar una cosa tienes que prohibir otra que en principio no tiene relación directa? Me viene a la cabeza un comentario que leí u oí sobre el estado del camino que baja de la ermita de Esporles, por lo que entendí hablaba de la zona de los marges que sí tengo que reconocer que se va notando el paso continuado de las bicis pero que en el conjunto de la ruta es una zona muy pequeña. Si tomamos el tramo entre el último chalé de Sobremunt y la ermita ¿se podría asegurar solo viéndolo que se ha producido una degradación siquiera mínima, teniendo en cuenta el tráfico que soporta? Querer demostrar el razonamiento en base a una zona tan específica, donde la trazada del camino no estaba clara (yo al menos no la vi cuando subí por primera vez andando) y querer generalizar al resto me parece cuando menos poco serio.

Tampoco negaré que no se produzca impacto a nuestro paso, como los consabidos rectos entre curvas, es un defecto a pulir y difícil de rectificar porque es donde te lleva la inercia, de frente. Hay más, muchos más, basuras, ruidos, asaltos a la propiedad privada, modificación extrema del territorio (me refiero a circuitos dh), este último casi diría el único inherente a la condición ciclista pero a su vez vilipendiado por la mayoría de usuarios de la bicicleta, los demás son comunes al resto de usuarios de la montaña, ni menos pero tampoco más, pero en cambio somos los primeros en sufrir las consecuencias.

                                        ¡¡¡¡SOMOS CICLISTAS, SOMOS SENDERISTAS!!!!


Son Moragues

Debido a los últimos acontecimientos acaecidos en Valldemossa parece ser que existen algunas dudas sobre lo que se puede o no se puede hacer a partir de estos momentos.

Sabemos que las restricciones de paso a la circulación de bicis afectan a la zona privada de las fincas de Son Moragues y Son Gual (y puede que algunas más) debido a un convenio de conservación del territorio por parte de una fundación encargada de esa misión, lo que no quedaba tan claro es lo que se puede hacer en la parte pública, ni tan siquiera cuál es esa parte pública, por eso he querido retratar sobre la foto de la zona el contorno de la finca además de los caminos que la recorren y podemos observar lo siguiente:

el camino de entrada oficial es el camí des Cairats con un primer tramo privado aunque con derecho de paso reconocido. A partir del refugio nace el camí de s'Arxiduc que enlaza éste con la cova de l'ermità Guiem con varios ramales a considerar:

  1. Camí des Cingles de Son Rullán (amarillo), GR oficial y de paso expedito hasta Deià
  2. Camí de ses Fontanelles (blanco), a partir de ahora capado en el Pas d'en Miquel
  3. Camí de ses Basses (naranja), desvio del anterior pero también restringido antes de empezar el descenso propiamente dicho

Por ello vemos que los caminos 2 y 3 no los vamos a poder utilizar en toda su longitud ya que de hacerlo nos obligaría a salir por Son Gual donde se ha instalado el control de paso pero en cambio no debemos tener ningún problema en arribar al coll de Son Gallard y hacer la bajada en dirección a Deià.

He obviado el desvío hacia el puig del Teix por los problemas existentes en el coto de caza y a que desde la cima no existe un camino de bajada propiamente dicho hacia la Moleta de Pastoritx al menos hasta el inicio del bosque donde sí aparece ya un camino en condiciones aceptables.

Por ahora esta es la situación aunque no auguramos nada bueno si la iniciativa de este proyecto se presenta como el paradigma del éxito en la conservación del territorio, otros podrían querer imitarlos.


Fue ir y volver

Alguien se interesó por algunos caminos que he ido a recorrer en estas últimas semanas y me lo hizo saber, pero aparte de él había otros interesados y yo intentaba cuadrar varios intereses con fechas y horarios dispares pero no ha sido posible contentar a todo el mundo a la vez aunque en realidad no tiene mucho sentido inquietarse por esta situación porque podemos repetir la excursión cuando queramos, solamente una causa de fuerza mayor podría impedírnoslo.

Así pues a mi contacto no le ha sido difícil reunir a una docena de integrantes de su grupo con algunas simples insinuaciones ya que de la ruta en sí no sabían prácticamente nada, como quién va a coger olivas, recoges de por aquí y de por allá y al final llenas un cesto.

Todo estaba preparado, hasta habían cambiado su hora habitual para venir, solo faltaba ponernos en marcha en cuanto todo el mundo estuviera listo que habrá sido solamente con algunos minutos de retraso sobre la hora prevista, nada preocupante.

No me voy a explayar mucho describiendo el itinerario hasta Esporles porque es de sobras y por todos conocido, Bunyolí, Sarrià, Son Malferit para pasar después por el primer tramo de bajada del camí de Son Ferrá y meternos en el área recreativa, aún desierta, para bajar por un camino reconocible hasta unos marges a partir de donde no ha sido más que la cabezonería de algunos la que ha trazado un nuevo sendero que desemboca en la carretera de subida al Verger. Algunos tramos son verdaderamente atrevidos (por decir algo) pero el último ha suscitado varias sonrisas de satisfacción.

Callejeo alternativo por el pueblo para pillar el inicio del camí des Pescadors donde subía el grupo algo desperdigado. Justo antes de empezar la zona más pedregosa pasado el desvío de Can Covent me he equivocado de maneta y he bajado plato y al querer volver a poner el central he oído un crack, lo siguiente ha sido la pérdida total de tracción y comprobación de daños. El cambio al carajo, literalmente partido en varios trozos, avería irrecuperable, la cadena abierta pero utilizable.

Lo he quitado, así como la cadena y me he preparado para la vuelta, pensaba hacerla totalmente sin cadena, no sería la primera vez, no hace mucho me vi en la misma tesitura. Emilio me proponía acortar cadena pero sin poder bloquear el amortiguador no me fiaba, así que al final he bajado hasta el pueblo sin tracción y allí la he acortado y he podido volver a piñón fijo hasta Palma por carretera donde el desplazamiento vertical de la rueda es casi inapreciable.

Ellos han continuado ruta y decidirían itinerario más adelante, el día era espléndido para hacer una ruta costera y por lo que sé así ha sido. No diré que ha sido un día amargo porque no lo ha sido, el rato que hemos pasado juntos ha sido muy bueno, diríamos una ruta recortada y modificada por la fuerza debido a una avería inesperada pero dado que ha sido mía y ser yo el único guía y no poder continuar ellos tampoco han seguido con el itinerario previsto y es por ello que me siento responsable y dispuesto a resarcir el traspiés provocado cuando crean conveniente.


Bye, bye, pouet

Parece el título de una película pero no es más que la constatación de un hecho, ya no se puede pasar por el pla des Pouet (de Valldemossa). Casi todo el mundo ya había oído hablar de los cambios que se venían produciendo en la zona, se comenzó con la restauración del refugio del Arxiduc y se ha acabado con la confirmación total de los rumores, van a prohibir el paso a los animales de compañía y a las bicis.

Hace unos meses leí una crónica sobre una salida por la zona y vislumbré una posible oportunidad para añadir un nuevo itinerario a mi inventario particular. Dado que no se había realizado el trayecto en bici lo tenía en modo espera hasta que me acercara a averiguarlo en persona, no obstante ya Pepefz me había confirmado su viabilidad.

Esta semana tenía que salir solo y estaba cavilando si ir a terminar la exploración de la zona de Mancor después de repasar sobre los mapas donde pude tener los fallos de la semana anterior pero una llamada de un compañero de fatigas trastoca mis intenciones y me hacen dirigir la atención hacia la zona de Valldemossa, y más concretamente el pla des Pouet. Y una cosa lleva a la otra, ¿y porqué no subir por es Cairats? Sin mirarlo soy incapaz de recordar la última vez que subí por allí y en cambio sí que recuerdo bien la primera vez que bajé. Y la siguiente pregunta que me hacía es ¿y porqué no había vuelto? De eso sí tengo respuesta, porque prefería la subida por el pla des Pouet y Pas d'en Miquel, pero algo me decía que hoy íba a hacer un buen papel en esas empinadas cuestas.

Para no alargar la ruta ni en tiempo ni en kilómetros he decidido empezar desde s'Esglaieta donde solo tenemos tres (y pico) kilómetros de asfalto hasta el desvío de Son Brondo, los más peligrosos del día con diferencia. Tomamos ese ramal y efectivamente ahora ya no hace falta descabalgar para poder llegar al pueblo, exceptuando barreras y pasos a nivel, claro está, gracias a la intervención del xorraquer-marger.

Estamos ya en la senda de aproximación hacia la barrera de Son Moragues y justo atravesar la barrera ya se adivinan las rampas iniciales donde tengo los primeros patinazos traseros lo que me obliga a quitar presión al neumático y problema olvidado, lo difícil después fue arrancar de nuevo pero en general subí bien. Parada de recuperación cardíaca en la font des Polls donde encontramos a los primeros excursionistas del día y a por el segundo tramo que no fue seguido por el desacierto de Joselinx de querer trazar por dentro una curva con la consecuencia de rodar varios metros hacia abajo, aparte de un corte en una pierna sin más secuelas físicas a destacar.

Llegada al refugio, hay gente que se prepara para salir igual que nosotros pero no volvemos a verlos, iban buscando setas, pero en el tramo de subida siguiente donde sí hay que caminar algo el flujo de visitantes y corredores se hizo más acusado, muchos iban al Teix (las cimas estaban a tope) y otros continuaban la misma ruta que nosotros. Recordé el tramo hasta el pla dets Aritges que no hacía desde tiempo inmemorial aunque de grato recuerdo, muy rodable.

Paramos un rato para comer algo en el pla dets Aritges y después de dar algunas indicaciones a unos excursionistas que nos preguntaron seguimos camino hacia el Caragolí, en ese tramo encontramos a muchos más, de toda raza y religión, por así decir, pero bicis no vimos ninguna en todo el recorrido de la vuelta aunque haber, hubo. Se acerca el punto donde debemos empezar la exploración, la cova del ermità Guiem, y justo llegar oigo la rueda que se desinfla, he dado un llantazo sin enterarme acordándome en ese momento de ese punto de presión que le había quitado al subir y después me faltó al bajar.

Reparo y mientras Joselinx visita el lugar vemos aparecer a algunos caminantes por el sitio que tenemos que bajar que ya se encuentra señalizado, y aun que llevábamos metida la traza en el receptor gps no hizo falta consultarla. Llevábamos dos, yo quería hacer una variante que no pasa por el pla des Pouet pero en el fragor del descenso hicimos la que no era que adivino es la principal. Esta nos deja en el Corral des Bous, un sitio espectacular del que no teníamos noticia pese a la cercanía del pla y a su fácil acceso.

El pla está concurrido, hay familias holgazaneando y excursionistas yendo arriba y abajo, nosotros paramos a charlar con una pareja de mujeres que nos dan las primeras noticias fiables del asunto en cuestión que se está cociendo, de hecho al salir tenemos un contacto con el vigilante pero le pillamos en pleno dispendio y le dejamos tranquilo. Si hubiera sido más temprano o hubiera ido solo quizás habría ido a ver el otro itinerario nuevo que enlaza con la cueva pero decidimos bajar directos a Valldemossa y lo que vi me sorprendió bastante. No sé si es porque hacía mucho tiempo que no lo bajaba pero encontré ese camino muy roto, no diré infame pero peor de lo que recordaba aunque siempre teniendo muy en cuenta la diferencia entre subir o bajar, pero en general se puede considerar una bajada muy divertida aunque sin descuidar la atención en ningún momento.

Abajo sí tuvimos una más larga conversación con los vigilantes de la caseta que nos lo explicaron bastante claro, primero nos tomaron los datos a efectos estadísticos y después se explayaron en contarnos sus planes futuros. Se trata del personal de una fundación, no del Ibanat, en concreto la Fundació Vida Silvestre Mediterrània, entidad sin ánimo de lucro integrada en la ICTIB, organización que se encarga de poner en marcha proyectos de custódia del territorio de muy diversa índole a nivel autonómico.

Entonces lo que tenemos en Valldemossa es un convenio de conservación entre diversos propietarios de la zona, básicamente Son Moragues y Son Gual, en lo que se ha llamado Muntanya des Voltor, que no quiere decir que se vaya a introducir el pájaro en cuestión, como había oido comentar también. El convenio iniciado deja en manos de esta fundación toda la organización y puesta en marcha del proyecto que por lo que nos explicaron pretende aspirar a una recuperación total de la red viaria y los elementos etnológicos que van a formar parte ahora del acervo cultural que ya no del productivo sin ningún coste dinerario para los visitantes.

En un primer momento tú oyes esto y dices “estupendo, hacía verdadera falta tras décadas de abandono total” pero inmediatamente pasas a la siguiente cuestión, “y las bicis, que?”, “no, ni bicis ni animales”, y ahí ya se te tuerce el gesto y es cuando preferirías que te pidieran dinero a cambio del simple permiso de paso. Habría que ver y saber qué opinan los teóricos de la conservación de la naturaleza sobre el tema del paso de bicis por un determinado territorio pero estoy seguro de que aquí tiene más que ver la opinión de la propiedad que no la teoría conservacionista y el mismo ejemplo lo tienen en el camino de bajada, a mi modo de ver ni un millón de bicicletas bajando por allí pueden provocar el destrozo causado, más fruto de una mala praxis restauradora y los efectos de los elementos meteorológicos posteriores.

También el acceso a los caminantes va a estar controlado a través de permisos no pudiéndose superar un aforo determinado pero quiero ver como son capaces de controlar esa asistencia y qué medidas legales pueden tomar en caso de desobediencia.

Por lo que a nosotros (ciclistas) respecta y para quién se quiera dar por enterado la prohibición para circular en bici se va a hacer efectiva la semana que viene. Ahí queda eso.


Surfeando Mancor

Recordemos que hace unas fechas nos paseamos por allí Xisco y yo montando una salida con unos objetivos claros, buscar caminos que amplien nuestra cota de diversión y conocimiento, ahora bien, como casi siempre que se monta algo así los resultados suelen ser cuando menos, mediocres. Hubo de todo, pasamos por tramos desconocidos bien por uno o por otro o por los dos, otra cosa es su aprovechabilidad (si es que existe esta palabra) para incluirlos en alguna ruta en condiciones, pero eso es algo que ya no depende de nosotros. Quedaron cosas pendientes porque la lista era larga y el día corto pero esto se soluciona yendo otro día, y es lo quise hacer el sábado después de estar cavilando durante toda la semana aunque no fue hasta después de confirmar con Jauja sus planes que no di plena rienda suelta a los míos propios.

No hubo respuesta al envite que lancé así que tranquilamente me dispuse el sábado por la mañana a empezar una ruta sin un itinerario claro, a la aventura, por eso no tuve en cuenta para nada la hora de inicio, casi las diez cuando me puse en marcha. Salí desde Lloseta hacia Biniamar por el camino viejo, el asfaltado, y después hacia la comuna. No me entretuve en buscar alternativas que no aparecen y fui directo hasta Biniatzent empezando la subida nada más llegar. Aclarar que esta subida no forma parte del camino oficial que estoy buscando, ese ya sé que ha desaparecido en el llano engullido por las máquinas agrícolas y que el tramo de subida pasa cerca de una casa con lo que se procura no pasar cerca.

Este tramo que voy subiendo me llevará a través del bosque hasta una barrera de la carreterita que sube a la Font Garrover pero no la voy a saltar y ahí me dedico a buscar el trazado original y hay varios pero todos desembocan en la carretera a pocos metros unos de otros, la dificultad es saltar la rejilla, en este caso la barrera es más cómoda de pasar.

En el asfalto me dedico a subir y bajar buscando otro camino de bajada al pueblo. Creo que ya sé por donde empezar, hay una barrera fácil de pasar y por supuesto ninguna indicación que te ayude. Cruzo la valla y bajo hasta que me cierra el paso una rejilla sin llegar a ver una continuación clara al otro lado. Me muevo a la derecha, a la izquierda y estoy como al principio, pero casi a punto de irme vuelvo sobre mis pasos y ahora sí lo veo claro, hay una bajada y es interesante, revirada y con una buena pendiente y con algún paso bastante técnico pero mi preocupación es averiguar qué salida me encontraría. Pues es benévola aún a pesar de atravesar una zona de ganado y una barrera que está sin barrar acabando en la carretera de Biniarroi justo donde pensaba. Reto conseguido y además aprovechable.

Ya que estoy por allí decido subir a buscar otro camino que me tiene que llevar al oratorio de Santa Llucia y creo que sé por donde empezar y hacia allí me dirijo. Lo vi con Xisco e hicimos un corto tramo pero en sentido contrario, ayer me lo miré con calma y ahí está, claro, claro, claro. De subida es pateo pero muy bien cuidado mientras vas por la zona de olivares, en cambio a medida que vamos entrando en el bosque la cosa cambia, y no solo en el piso, las piedras descolocadas o directamente caídas de algún muro, más toda la vegetación que se va apoderando del trazado empiezan a dificultar de manera seria mi transcurrir, por eso en algún momento me paro a mejorar esos aspectos.

Fue baldío ese esfuerzo, a medida que vamos subiendo el paso se complica más y más hasta el punto de perder el camino en esa selva. No sirvió de nada la búsqueda que realicé andando y escalando paredes para volver a encontrarlo y me quedé con la duda de si realmente existe, pero aunque así fuera sería totalmente impracticable para rodar en bici, me detuve junto a una tubería que baja desde las alturas, de ahí no pasé.

Volví sobre mis pasos al menos esta vez sobre la bici y bajé al pueblo, ahora tocaba subir al oratorio y empezar la búsqueda del mismo camino en sentido contrario. En la subida me fijé en el inicio del segundo tramo del camino viejo que no hicimos y por él subí para no perdérmelo de bajada en caso de bajar por allí. En el párkin comí algo y es donde saludé a los primeros bikeros, uno mtb y otro de carretera, después me dediqué a buscar el camino. Creí verlo y me dió buena espina pero una rejilla que me cortaba el paso me produjo un pequeño chasco pero en lugar de abandonar me dirigí por el ramal cementado hasta las casas. En realidad no hay ningún problema de paso y el inicio del camino es muy claro, rodeando la rejilla y entrando en el bosque sin pegas.

Lo primero que me he encontrado allí ha sido la tubería que había visto antes y visto por donde discurría se podía circular yendo a su par y me he hecho unas ciertas ilusiones. La cosa ha ido bien durante un tiempo hasta que he llegado a una especie de porxo debajo de unas peñas, a partir de allí he tenido que seguir andando pero con la esperanza de encontrar pronto el lugar donde me he quedado parado anteriormente pero no lo he visto y sorpresivamente también la tubería ha desaparecido de mi vista y visto el percal del otro lado he regresado por donde había venido sin lograr enlazar.

De todas maneras no me había convencido mucho la idea de creer que se hubieran enterrado las tuberías (porque hay dos, la antigua de uralita y la nueva de plástico, en el mismo camino así que al llegar a la casa he dado una batida andando hacia otras direcciones y no conseguía ver nada hasta que algo me ha llamado la atención, ¡¡¡bingo!!! ahí lo tenemos sin ninguna duda, de hecho, al regresar a por la bici lo he hecho por el trazado correcto apoyando aún más mis convicciones.

Repito el trayecto con la bici y continúo a sabiendas de que me estoy alejando de mi destino, quizás este sea otro itinerario que desconozco. La bajada hacia el camí des Rafals parece imposible y de hecho el camino tuerce en sentido contrario y en una especie de planicie entre rocas con algún resto humano colocado allí desaparece por completo, no logro ver por donde prosigue, y en caso de hacerlo, es inviable para la circulación. Lo que ha sido una alegría hace pocos minutos se trunca y deviene desengaño, este camino, de los pocos públicos de la zona, se está resistiendo de mala manera.

De vuelta al oratorio busco el inicio del tramo nuevo de bajada e intento estar a la altura sin conseguirlo del todo, el segundo tramo es más corto y también tiene sus pasos técnicos antes de aparecer por el pueblo. Asimismo voy a mirar otro itinerario que no está lejos y lo veo factible pero tendré que hacerlo al revés para saber por donde empezar ya que en la anterior visita tampoco lo vimos claro.

Es hora de volver y me dirijo hacia Biniatzent encontrándome la barrera cerrada, ahora que es oficial el carácter privado del camino poco han tardado en barrarla, es fácil saltarla pero eso me da la excusa para volver por Son Rosseo (eso es lo que pone la placa de la entrada, no me lo invento) pese a sus rampas infernales. Otros bikeros con los que me cruzo no parece que estén por la labor y cruzaron la barrera, tampoco es que sea nada del otro mundo violar de esta manera la propiedad privada, debemos realizarlo a menudo en esta isla, yo mismo lo había hecho pocas horas antes por el otro lado pero allí las barreras están abiertas.

Salí de la mina justo por la entrada sin tener que saltar nada y desde Biniamar tiré por el camino de tierra que me enseñaron hace unas semanas al que aún no he puesto nombre. Después queda un paseo por asfalto hasta el pueblo y antes de irme llegaron los otros dos bikeros con los que había cruzado antes.

O sea que el día acabó con una especie de sensación agridulce, muy bueno en unos aspectos y desastroso en otros pero el que más me reconforta es el del deber cumplido, el marcar tus propios pasos, por intentarlo que no quede. Hasta la próxima.


Pedaleando que es gerundio

El sábado era el día D, tan solo unas jornadas después de la carrera de Lloret se celebraba otra en Cala Falcó que parece ser que se ha convertido en un clásico en el mundillo, las 4 horas. Hasta yo he participado en una ocasión, estuvo bien, acabamos todos, pero no he querido repetir, si el objetivo es hacer el número máximo de vueltas en un tiempo determinado mejorar solamente una implica un sobreesfuerzo importante durante toda la carrera para el que hay que estar preparado de antemano y si no lo estás no vale la pena ni siquiera intentarlo.

Aún así, y como tampoco tenía un plan preestablecido mejor, me dejé engatusar por la labia de Emilio que me prometió que haría un buen papel en su primera participación y decidí acercarme hasta allí a ver la carrera. Como preveía que estaría bastante tiempo parado salí en bici desde casa directo por el paseo marítimo para enlazar después con el paseo Calvià que te deja prácticamente delante.

El caso es que llegué y ya vi pasar todo el grueso del pelotón por arriba en su primera vuelta y saludé a unos cuantos mientras iban pasando. Me quedé un rato por allí merodeando y con los oídos atentos a una conversación entre un paisano y un policía sobre los permisos necesarios y concedidos para celebrar una prueba de esas características, según él en sus terrenos sin haber otorgado ningún permiso a nadie para su celebración y con las subsiguientes molestias causadas, cintas sin retirar, basura abandonada, etc. Algo de razón debía tener si luego esos polícias se personaron abajo para hablar con los responsables de la organización pero de ahí no pasó la cosa.

Como no había mucho más que ver por allí me fuí detrás del pelotón hacia abajo aunque en un momento dado debieron girar en algún cruce y yo tiré directo hacia la playa. Solo me encontré a uno que subía empujando la bici con la llanta en el suelo en busca de soporte técnico según me dijo.

Yo llegué a la playa y me dirigí a la zona de boxes donde estuve hasta que me marché que fueron un par de horas largas, suficientes para charlar con los colegas que por allí merodeaban, algunos en la carpa de Emilio, que tuvo su curro, no estuvieron parados, cadenas, cubiertas rajadas, etc., a todo ello se le dió salida. También estaba Xisco de MtbMallorca que me puso al día de sus próximos proyectos, y también a muchos de los presentes. Charlar y comer algo era prácticamente lo único que podíamos hacer los allí congregados ya que la visión de la carrera es prácticamente nula, allí y en cualquier parte del circuito excepto en algún punto en concreto, dicen que hay un salto por allí, yo no lo he visto.

Así que a las tres horas me dí el piro, tenía que volver a la ciudad y si me enredaba por algún motivo tardaría al menos un par de horas. Y sí, algo me enredé, arriba me encontré con algún conocido y charlamos un rato; ya justo salir quise bajar a Magaluf por un atajo del bosque y no fui capaz de encontrarlo, volví a salir por donde había entrado y al final bajé por el asfalto. Después me entretuve por el puerto de Palma a echarle un par de fotos a la mole que estaba allí atracada, un barco de cruceros sueco que ocupaba todo lo largo del muelle de dos estaciones marítimas, menudo bicho.

La verdad es que la falta de tensión como espectador producida por la carrera en sí misma, la pobre información de la organización sobre la marcha de la misma, el poco público asistente que descontando a los acompañantes de los participantes es prácticamente nulo y mi propia ruta del día, que fue casi una comparsa, no me dieron el tono necesario para redactar una crónica en condiciones, algo que merezca la pena leer, de ahí que la tenga que acabar una semana después, tanto es así que lo que únicamente pretenden estas líneas es que sean un simple recordatorio de lo acontecido de un anodino sábado, ciclísticamente hablando.