Nieve, que voy a decir

Vaya semanita de frío!! menuda rasca, y si tu lugar de trabajo cambia a diario la vas catando por aquí y por allá, así que no es extraño que el viernes no tuviera los ánimos muy altos con respecto a salir a pedalear para sentirla una vez más ni aún con la excusa de juntarme con los colegas o de practicar deporte. Cierto que había un aliciente extra, la copiosa nevada que ha caído esta semana, el jueves las montañas aparecían aún más nevadas que el día anterior y no vislumbrar ninguna mancha rocosa en toda la superficie de algunos picos hacía entrever que el grosor de la nieve debía ser extraordinario.

No es tampoco menos cierto que el aliciente es más visual que otra cosa ya que la circulación en bici por la nieve no es que sea lo más de lo más, así que ni siquiera unas tentadoras proposiciones el viernes por la noche me lograron convencer de lo contrario pero por si acaso no me acosté tarde aunque sin poner el despertador. Pero lo que ví cuando me levanté y asomé el jeto por la terraza me activó el modo duda. “no hace mucho frío y por ahí asoma el sol...”, “no está nublado, puede que me dé tiempo...”, así que me vestí con tres mangas y las perneras y salí disparado que ya eran más de las nueve, pero al llegar a la tienda de Biciarreglopalma la encuentro cerrada y sin parar me dirijo hacia Son Oliva a ver si están por allí pero al llegar a las vías me cruzo con Sito que me confirma que han quedado más tarde, menos mal!

No sé a que hora salimos, bastante tarde, pero ya me iba bien. Iban a la comuna y volvían, asequible para mi estado actual de forma que ya solo aspiro a que no empeore. Grupo pequeño y variopinto de bicis endureras por un lado y rígidas por el otro, aquí ya solo se trata de pedalear y no quedar atrás.

El acercamiento hacia esas tierras es el típico, Son Macià, camí de Muntanya y Son Pizá pero aquí propongo variar y tirar hacia Son Pizanet y llegar a la urbanización para coger parte del sendero paralelo a la carretera y pese a algunas reticencias iniciales, gustó. Dejamos la x para otra ocasión y sin hacer caso a un vecino que nos advirtió de que seríamos interceptados en la barrera por el dueño seguimos y salimos sin encontrar pegas.

En el aparcamiento nos están esperando varios compañeros que han venido en coche directamente y ya todos juntos partimos pista arriba. También lo hace el Land Rover de los forestales que hace traslados de excursionistas que quieren ir al área recreativa y les obligan a dejar el coche abajo porque la pista está cortada. La subida es repetición de la última ruta que fui con ellos por allí, descolgado a las primeras de cambio y me toca subir solo con mi propia cruz. Optan por seguir por la pista hasta arriba y a partir del kilómetro cuatro ya hay un buen manto de nieve sobre el asfalto teniendo que circular por la rodada del todoterreno, de otra manera no sería posible avanzar.

En el cruce del penyal nos llegamos a juntar un buen grupo de gente que iba y venía, algunos intentaban ir hacia arriba pero era imposible así que volvían atrás y tiraban para otro lado. Tras agruparnos todos, merendar y jugar un poco con la nieve nos dirigimos hacia el área recreativa y casi sin parar empezamos el descenso por la Coma Gran. Había un poco de precaución con respecto a la bajada pero en seguida se vió que no habría ningún problema y la gente bajó confiada, en la zona de bosque la nieve prácticamente no llegó al suelo y simplemente estaba un poco húmedo, peor fue el agarrotamiento de manos y brazos que no me dejó disfrutar de una bajada rápida y aplomada.

Para la vuelta acortamos un poco por la carretera introduciendo una variante que no convenció mucho (hay que ponerlo) pero que no está de más conocer, es la única excusa. Después nos separamos en la gasolinera los que iban a limpiar las bicis antes de llegar y los que lo hacemos en casa, y además vecinos.

Supongo que me pasarán algunas fotos del evento nevado para que conste que este año sí he ido aunque no haya sido más que de refilón y de casualidad.


1 comentario :

Anónimo dijo...

Hola, Jaume.

Yo el Viernes estuve también por allí, pero por la tarde. Bajamos por el camino que pega a Ca's Bergantet. Subimos nevando desde antes de la mitad, y una vez arriba teníamos medio metro de nieve. En las zonas donde la nieve era virgen, fuera de la pista, no se podía rodar.

Muy bonito, pero acabé reventado.

Un saludo.

Publicar un comentario