Pas nou

Como toda la semana el tema estrella había sido el dichoso PERPS me planteé hacer alguna salida por uno de los tramos que va a ser clausurado, la Mola de Son Pacs, subida desde Esporles y bajada con final en el coll de Sant Jordi (algunos la llaman Pas Nou).

Son rutas a mi medida por tanto no espero gran concurrencia de asistentes, en estos casos solamente alguno a quién sepa seguro que puede interesar y quiera venir o bien que me llamen a mí. En esta ocasión ese fue el caso, me llamó Kiko interesándose por mi ruta. Me desazoné un poco al saber que era en gran medida la que él había hecho el jueves en la nocturna pero al ver que aún así seguía interesado me hizo recobrar la compostura y quedamos en vernos en un principio en Establiments pero cambié de opinión el mismo sábado y quedamos entre Pinto y Valdemoro, es decir, s'Esglaieta.

Todo esto pasó entre las diez y las doce de la noche del viernes y justo después me acordé de que el cambio trasero no engranaba bien, había tenido toda la semana para acordarme pero no, tuvo que ser el viernes noche, y me tuve que poner a ajustarlo deprisa y corriendo. No sé cómo lo hice pero no me dió ningún problema en todo el día. Haríamos un poco de carretera para no pillar la subida tan directa y enfilamos Miralles a los pocos minutos para ir a recorrer mi alternativa al pestoso GR a su paso por Son Cabaspre. Cierto que es mucho más difícil mi opción y pese a saberlo no quise obviarla, conclusión, pateo al canto.

Nos cruzamos con dos bikeros despistados en el coll de sa Basseta que subieron a la mola pero ya no los vimos más aunque sí los oímos. Nosotros no pasamos por el paso oficial y fuimos directos a la nueva reja que adorna esos parajes. Otro poquito de pateo y ya estamos arriba, y como era de suponer Kiko no reconoce el terreno pese a no hacer ni dos días que había estado por allí, cosas de la oscuridad.

Dejamos atrás los Passets y seguimos hasta el pas nou mientras el compañero sigue renegando de su presencia en esos lares, cosas de la oscuridad, ni aún saltando la pared se acuerda. La primera parte de ese recorrido es ciclable en su mayor parte si dominas la técnica de descenso debido a las imperfecciones del terreno pero después se convierte en un rápido sendero que serpentea casi siempre pegado a la rejilla hasta aparecer de repente por el coll de Sant Jordi con exhibición incluida.

Compartimos viandas en ese punto y es donde empieza el tramo nuevo para Kiko ya que ellos continuaron GR arriba mientras que nosotros iremos llaneando cómodamente. Yo estuve hace poco viniendo desde George Sand y lo tenía fresco aunque es el tramo menos conflictivo de por sí. Primer forn, segundo forn, y tras algunas puntualizaciones geográficas nos disponemos a afrontar las últimas rampas siempre teniendo en cuenta en no cegarse en las del principio para llegar con ciertas garantías a las últimas, las peores.

Debo hacer un esfuerzo para no coger el primer desvío tal es su evidencia pero los recuerdos me llevaban un poco más arriba así que seguimos y tomamos el segundo, mucho más evidente de lo que esperaba. Lo que sí ha cambiado también es el paso de la pared, ahora medio destripada y más fácil. El senderito que viene a continuación, una monada para recomponer la moral. Vimos uno a mano derecha con muy buena pinta que habrá que ir a recorrer, quizás haya alguna sorpresa aunque lo más seguro es que pueda llegar al primer desvío que te encuentras subiendo, espero que me equivoque y sea aún mejor.

Llegamos al coll con todo el montaje cinegético instalado y decidimos bajar por el camino de carro para no repetir itinerario con nuestro final claramente visible justo a nuestros pies. Lo que sí me extrañó fue pasar por la casa de neu porque los comentarios que había leído se referían a que para verla había que tomar un desvío de la subida, quizás yo siempre he tomado este desvío sin darme cuenta, tanto subiendo como bajando, el día que vaya a comprobar el sendero de arriba también comprobaré esta cuestión, me dejó un poco en ascuas.

Llegamos abajo sin novedad aunque hay que hacer constar que si bajas rápido puedes tener alguna duda en un par de tramos donde florecen los pedrolos por doquier, hay que dejar que las suspensiones hagan su trabajo (y esperar que no fracasen). Sin siquiera entrar en el pueblo enganchamos el senderillo de bajada hoy seco pero no así el callejón que sube donde nos dimos una semiducha. Divertido tramo hasta Son Sauvat que nunca cansa y desde allí al Estret donde se puede dar por oficialmente terminada la ruta ya que los últimos kilómetros por asfalto hasta el punto de inicio son solo un trámite aunque muchas veces es donde te hace estar más ojo avizor que nunca.

Espero y deseo que esta crónica se pueda repetir en muchas ocasiones en el futuro, en ese caso solo aspiraría a estar más tiempo encima del sillín, con eso me conformaría.


1 comentario :

Kiko Sepulveda dijo...

Un placer compartir ruta nuevamente Jaume,ya tocaba.Fue una buena mañana de MTB.

Publicar un comentario