N'Àliga

Después de mirar y mirar entre semana elegí tres tareas que había que solventar de una manera u otra, evidentemente yo quería de la mejor manera pero eso ya solo dependía de mí en parte, y lo primero que había que hacer era encontrar los sitios. A eso nos dedicamos el sábado pasado de la semana anterior con la exploración por Son Roca y Son Cotoner d'Avall pero también el domingo, esta vez solo, me puse a ello; no me dio tiempo a contarlo en ese momento y ahora quiero reseñarlo.

Como no me podía alargar tanto como el sábado no perdí mucho tiempo en dirigirme a Génova y hacer la subida al monumento, que a esas horas volvía a estar abarrotado. Voy subiendo sin prisa pero sin pausa porque por allí no tengo nada marcado y me dirijo directamente al coll des Pastors y desde ese lugar sí que ya veo mi itinerario de destino, el que me llevará al mirador de n'Alzamora. Se trata de un camino de carro ancho sin complicaciones hasta que llegamos al punto donde empieza a ascender.

Pero no es allí a donde me dirijo sino que abandono ese camino en un cruce y me encamino pendiente abajo hacia el interior de la coma. Mi intención tampoco es ir a las coves des marbre sino al camino que sube. La primera parte de bajada es igual que la que venía haciendo pero pronto acaba debiendo continuar por un sendero que al poco se convierte casi en torrentera pero aún así es perfectamente circulable. Ahora bien, este tampoco dura mucho y termina en lo que viene siendo un zarzal y la cosa vuelve a tender hacia arriba. Está señalizado con hitos y no resulta difícil seguirlos, peor es el traslado de la bici con un terreno muy irregular que te obliga a portarla en hombros. No hago mucho trayecto porque pierdo los hitos y a pesar de que la dirección parece clara tengo que volver atrás, no es momento de perder tiempo en averiguaciones.

Hay un momento en que parece que encuentro una solución en forma de guías ya que oigo hablar muy cerca de mí y me quedo a esperar a que lleguen a mi altura para después chupar rueda hasta la meta, pero no viene nadie, ni tampoco los vuelvo a oír ni los veo pasar, como si se les hubiera tragado la tierra, bien se podría decir que fueron imaginaciones mías.

Subo rápido andando y en cuanto puedo me monto en la bici para volver por donde he venido hasta completar una ruta de pocos kilómetros, unos 28, y poco desnivel, unos 650m, que no son como para aspirar a bikero del año pero cuentan, y desde luego no descarto el trayecto realizado, el final estaba cerca pero seguro que habrá que cuantificarlo en tiempo, no en distancia, tiempo de porteo, claro, y eso muchas veces es un menú que no se quiere saborear.


No hay comentarios :

Publicar un comentario