Viacrucis

Cuando pasé por es Fornassos me quedé con las ganas de trepar a la cima pero para que no resultara todo tan sencillo debería buscar una alternativa y además, si fuera posible, ciclable. Ojo, que tampoco estoy pidiendo que sea al cien por cien, eso sabemos que es imposible, pero sí que se acerque lo más posible a ese porcentaje. Ya lo intentamos hace tiempo sin mucha convicción y a la segunda no me fue posible por encontrarme al propietario en la barrera, ello me dió pie a hacer algunas búsquedas en la red y tratar de averiguar algo más sobre la finca en cuestión y solamente encontré un establecimiento hotelero en Mancor del mismo nombre, lo cual me dió alguna esperanza ya que en ese terreno no hay casas de posesión, lo cual quiere decir que están ubicadas en otro lugar y pudieran ser esas, pero vamos, no son más que conjeturas que habrá que confirmar.

Salgo otra vez desde Inca esta vez por el camino correcto (no será por el letrero, empero) y me desvío hacia Son Odre pero sin entrar en la mina cruzo la barrerita para continuar pegado a la rejilla hasta salir por Son Rosselló y tras vertiginosa bajada aparecer en Mancor por donde callejeo hasta encontrar lo que estoy buscando. Está cerrado pero hay alguien trabajando tras las puertas y accede a abrirme aunque me remite a un pariente que es el que me da todas las explicaciones que le demando. Ellos no tienen nada que ver con la otra finca aunque como vecinos sí se conocen, muy amable el hombre y valiosas sus palabras ya que también practica mtb por tanto no hay ningún atisbo de malintención en su discurso quedándome muy claros los pasos a seguir.

No es que me haya hecho cambiar de opinión sobre mis planes iniciales que no son más que subir por ets Horts y a ellos me remito, es lo que traía pensado y es lo que voy a hacer. Carreteo tranquilo hacia Caimari y en la salida del pueblo activo el aparato para grabar la ruta y espero que la batería dure hasta arriba al menos. Hubiera subido hasta Lluc detrás de la pareja de carreteros que llevaba delante pero los planes son los planes. La subida la encontré mucho más llevadera de lo que pensaba y se me hizo corta hasta las casas, cierto que puedes continuar aún mucho más pero la falta de un final feliz hace que ese recorrido no sea transitado por casi nadie. A partir del desvío aún se puede continuar rodando hasta el inicio del bosque y hasta diría que algún superdotado podría seguir bastantes metros más, no es mi caso y ahí empiezo el empuje, el grado de pendiente me lo marcan los tirones en los gemelos, interesante bajadita en sentido contrario.

Ya estoy en el coll y me he ganado un pequeño descanso y algo de refrigerio mientras voy a inspeccionar los alrededores en busca de alguna señal, señal que sobra ya que la dirección y el trayecto están más que claros, lo que engaña un poco es la distancia a recorrer pero a eso deberíamos estar ya acostumbrados. Prosigo por donde me marcan los hitos el sendero a seguir ya que sí se han molestado en limpiarlo un poco es por algo aunque no para pasar con bicis al hombro y ahora el empujar ya no es tan fácil como antes, aquí es donde algunas sensibilidades se pueden sentir vilipendiadas, engañadas vilmente ante tales dificultades, el último asalto a la cumbre se hace duro, como un viacrucis (exagerando un millón de veces, claro está) si nos ceñimos al contexto de la semana, pero el objetivo está cerca, se puede oler, porque verlo no lo ví hasta que prácticamente me di de bruces con él.

Supongo que mucha gente conoce la historia de ese lugar (y no estaría de más que nos pusieran al tanto) pero seguro que muchísima más la desconoce, lo que parece claro es que esa basa tan enorme sustentaba algo de su tamaño de la que solamente queda un resto y tampoco he encontrado prueba gráfica que me confirme mis sospechas. Estoy ahí arriba y casi puedo sentir el mundo a mis pies, el llano se extiende hasta donde la bruma me permite contemplar teniendo al mismo tiempo mis espaldas bien arropadas por la mole de Massanella, así me siento mientras dejo que el sol recargue mis maltrechas baterías y así lo explico.

Oigo gente que se acerca, puedo oír sus conversaciones claramente desde lejos, vienen grandes y pequeños, y también perros, familia al completo, les saco algunas fotos al llegar y ayudo a subir a varios arriba que sitio hay para todos pero me tengo que ir, tengo que cumplir el siguiente objetivo que es realizar la bajada completa por la vertiente de Caimari de la que, como recordáreis, ya realicé parte y que ahora quiero completar. Como era de esperar y ya se intuía desde arriba la primera parte me dediqué a descender por las rocas desnudas bici al hombro a la espera de encontrar el sendero del bosque donde hay un poco de todo, pasos más accesibles y pasos más complicados y como suele pasar en estos casos perdí la trazada en la maraña y además me caí dos veces, una bajando dándome de bruces en las matas y otra subiendo andando cuando iba buscando los hitos para volver al cauce correcto, de resultas de todo ello un dedo dolorido y un golpe en una rodilla que suele coincidir en la del lado contrario adonde caes, supongo que por golpear el cuadro de la bici, nada serio.

No tardo en llegar al mirador desde donde empieza el camino restaurado y limpiado por el Consell de Mallorca pero no es después de pasar por el coll d'en Sacos cuando la cosa se pone más seria y a la par más divertida, con algunos pasos un poco más técnicos, fue el tramo donde me encontré más gente. Sa Placeta también estaba bastante concurrida, normal, es la excusa perfecta para los que ya tienen bastante con la subida que acaban de hacer, en cambio como bajada no es nada técnica si no incluimos los giros de 180º como tales. Si había gente arriba más había abajo aunque el sitio no permite aglomeraciones ni me da motivo para que pare por lo que solo me queda subir el sillín y largarme con viento fresco con los deberes hechos, ha sido como un examen, al acabar no tienes nada más que hacer por ese día y en cambio no quiero terminar y lo único que hago es vaguear por los caminos entre Binibona, Moscari y Campanet hasta que me veo obligado a volver a Inca por el camí vell de Campanet para cruzar después la ciudad y recoger los bártulos más contento que unas pascuas pensando ya en variar ese recorrido y añadirle un poco más de salsa picante, todo a su debido tiempo.


Dando tumbos

Tras darme unas cuantas vueltas por la zona se me había ocurrido una variante aún no recorrida por bikero alguno, una curolla, en palabras finas, así que no tenté a nadie a secundarme y me marché solo aunque en estos mismos momentos (domingo por la tarde, me acaban de pasar la noticia) se me han quitado las ganas de repetir la experiencia en solitario, y no es porque me sucediera nada malo a mí pero sí a otro compañero en otra salida que seguro agradeció la compañía pasando ese mal trago. Pero no amarguemos la crónica desde el principio ya que la única pretensión es la de entretenernos un rato con las aventuras y desventuras propias y de los demás pero nunca con las desgracias, desde aquí nuestros ánimos a Joan Francesc y desear su pronta recuperación.

Como que creía que con dos horas, dos horas y media como máximo, tenía más que suficiente para conseguir mis objetivos me planteé hacer algo antes para ir abriendo boca y no se me ocurrió más que subir al Penyal Gros por la vertiente de la Comuna y bajar por la vertiente de Lloseta, o sea, para entendernos, subir por el cemento y bajar por el dh. Recordaréis, y si no lo digo yo, que la última vez que subí lo hice por la misma cara, subí por la pista de tierra, por eso ahora quería hacerlo por la otra porque aunque sí lo había hecho me acuerdo poco de esa salida. Así que salí de Inca directo a Lloseta por un camino que debe tener nombre pero como casi todos los letreros de madera de la zona han perdido la pintura la mayoría no se pueden leer y vas donde te parece.

De Lloseta me planté en Biniamar directamente y me dirigí hacia el inicio de la pista que sube. Me voy a quitar alguna prenda porque el sol da de lleno y no la voy a necesitar, había oído que se había cementado de nuevo y hasta algunos la catalogan como “una de las peores de Mallorca”, con tramos de pendiente superior al veintitantos por ciento y la verdad, no me pareció eso ni de lejos, cierto que tiene algunos tramos con fuerte pendiente y constante donde me tuve que parar pero los he visto peores, el Gravet mismo de la ermita de Esporles es peor aunque mucho más corto y ese lo subo; también que yo me tuviera que parar no dice mucho del terreno en sí, si acaso de mi estado de forma, y además tiene unos tramos casi de descanso que para un bikero medianamente en forma son estupendos para la recuperación, así que no hay para tanto en esa subida. Ah, y la pista está lisa, lisa, perfecta para rodar, sin ningún pero hasta arriba.

Disfruto un rato del silencio y la tranquilidad junto al muro antes de ponerme las protecciones y dar el salto al otro lado para acometer la bajada lo más dignamente que pueda, en este caso con un poco más de tranquilidad al haber cambiado la cubierta trasera esperando que cumpla su función de manera correcta, sin esperar llantazos absurdos ni otras vainas. Esta bajada es más de velocidad que de técnica, le llaman dh pero tiene poco de esa clase de circuitos, la primera parte es un sendero abierto en el bosque ya que el camino ancho no llega arriba del todo y no presenta complicación, como tampoco cuando empalmamos con el principal donde la dificultad es directamente proporcional a la velocidad que queramos imprimir, únicamente encontraremos un tramo más rocoso y empinado donde hay que acentúar aún más la atención, después de lo que se trata es de coger los desvíos abiertos entre las curvas que son evidentemente más técnicos que el principal pero también más divertidos. Hay una entrada de uno ellos con una losa y un escalón que me causa mucho respeto y no me atrevo con él pero lo demás lo bajo con algunas garantías, pero bueno, tampoco creaís que soy todo un experto, solo es la segunda vez que he pasado por allí.

Ya he visto lo que tenía que ver y hecho lo que tenía que hacer y ya me puedo ir a lo que de verdad me ha traído hasta aquí, que es nada más y nada menos que llegar a ses Rotes por donde nunca hemos ido aunque lo primero será comprobar si mi suposición es correcta. Ya lo quise comprobar una vez pero no llegamos al final y eso de quedarse a medias nunca ha sido bueno para nadie, así que había que arreglarlo de una vez por todas y para ello me dirijo a Mancor dándome un garbeo por Biniatzent y de paso comprobar un detalle de otro camino que luego podré revisar más a fondo al quedar grabado en la traza. Hecha esta salvedad compruebo que el paso por esa finca es franco y las barreras están las dos abiertas con lo que puedo llegar al pueblo sin problemas y de tan tranquilo hasta me da por pararme a merendar en la fuente, el día acompaña y aprovecho para disparar algunas instantáneas al lugar.

Me tengo que ir aunque no tenga nada de prisa pero sé que la cosa puede derivar en problemas que se traducirán inevitablemente en retrasos aunque no ha lugar, hay un coche aparcado justo en la entrada de la finca y oigo a alguien hablando entre los árboles, ahí está el dueño y un pastor marcando el ganado, hablo con él pero no me deja pasar dándome una serie de razones que no discutí, caza, animales, etc. aunque tampoco me cerrara abiertamente la posibilidad de poder pasar algún día, quizás solamente fuera por educación aunque lo que sí me confirmó es que el camino sí llega donde quiero llegar pero que “está muy mal”, por tanto no doy por finiquitado el tema, simplemente lo pospongo a fechas venideras. El plan B es atacar la cima virgen por otro lado donde no vamos a tener problemas de paso y quizás menos pateo pero que es conocido y por eso era el plan B aunque de repente lo descarto, ya no me apetece tanto y prefiero continuar más allá de Caimari para ir otra vez a la entrada de sa Coma a probar suerte pero no se produce la casualidad y debo volver atrás comiéndome las ganas de traspasar esa barrera (por ahora).

Desde Binibona tengo buena panorámica de los alrededores y justo enfrente el puig de Santa Magdalena, que no he subido que yo recuerde, y también recuerdo que existe (o existía) un circuito de bajada y entre él y yo solamente hay kilómetros por medio y nada que me impida no ir así que para allá que me voy cruzándome con bastantes ciclistas de todo pelo, condición y nacionalidad. Llego a Inca por una barriada de las afueras y parece que me dedico a alargar lo que pueda el momento en que deba empezar a subir pero la verdad es que no domino el lugar y voy de oídas aunque llego de todas formas. La subida en sí no es mala, no recordaba que esa carretera fuera tan ancha, larga pero tendida y arriba solamente hay algunos carreteros que no dominan el español y españoles de romería pero nadie en las mesas públicas.

Estoy allí el tiempo justo de echar cuatro fotos y comer algo y es al empezar a bajar por las escaleras cuando llegan algunos bikeros. Prosigo por el primer tramo de camino que he ido viendo al subir, y descartando también otros porque hay algunas entradas a desnivel desde la carretera que te erizan los pelos del cogote, también entré en alguno al revés ya que seguro me pasé el desvío unos metros antes, ese circuito sí me pareció dh, y hasta dudo si no había algún otro en la otra vertiente, lo cierto es que hace mucho tiempo que no oigo mentarlo.

Ya solo me queda la vuelta atravesando la ciudad, es lo que hay, al final me han salido cinco horas de ruta con pocos descansos y también con algunas alegrías, la próxima ruta por la zona la haremos acompañados aunque con los compañeros adecuados que si no alguno se nos va a mosquear cuando vea el percal pero estoy seguro de que valdrá la pena la experiencia.

Hay unas cuantas fotos más en el álbum del día


WTF?


Más frentes abiertos. Recientemente la Audiencia Provincial ha declarado como bienes de dominio público el camí del Rafal y el camí antic de Planícia, cuyo titular es el ayuntamiento de Banyalbufar, y además se considera al camí nou de Planícia como de uso público limitado a uso peatonal. Bien, ese es el resumen de la sentencia pero veamos ahora de qué estamos hablando.

El camí del Rafal es básicamente el tramo de GR entre la carretera de Planícia y Banyalbufar, que se encontraba cerrado a cal y canto en ambos extremos en los límites de la finca por lo que, en el caso de venir desde Estellencs nos obligaba a subir a Planícia por la carretera. Desde Banyalbufar ya ni se intentaba.

El camí antic de Planícia era el segundo acceso a la susodicha finca desde el camí des Correu a la altura de Son Sanutges. En la actualidad es irreconocible por haber sido ampliado (es la actual pista hasta el Rafal). Desde los terrenos del Rafal hasta Planícia existe un tramo diferenciado del camino de carro prácticamente desaparecido o en muy malas condiciones y desde las casas hasta los límites de la propiedad es una pista que se dirige hacia la zona del Salt.

El camí nou de Planícia es la actual pista desde la carretera Ma-10 km 80,7 hasta Planícia. Desde la carretera hasta Son Sanutges es una obra moderna, se construyó poco después de inaugurarse la carretera y se amplió hasta el Rafal donde continuaba otro tramo nuevo hasta Planícia y del cual no se discute su titularidad privada.

Hasta no hace muchos años el libre tránsito por los tres caminos no era discutido y se ejercía con total normalidad, tanta como que el primero fue catalogado como GR en el primer borrador aunque, como en otros tramos, eso no es sinónimo de garantía ni mucho menos, y ese tramo quedó cortado en ambos extremos a su paso por el Rafal después de que cambiara de propietarios. En el camí nou no solía haber problemas aunque esa traza precisamente no aparece en mi blog de Camins debido a una protesta por parte de los propietarios de Son Creus que me pidieron que la retirara ya que la circulación de bicicletas no estaba permitida.

Más tarde, al pasar Planícia a manos del estado, se dió la paradoja de que no podías ir desde Banyalbufar a la finca andando a no ser que fueras por la carretera y se acrecentaron las protestas. Al final, y dado que el asunto iba para largo, se habilitó un nuevo trazado enlazando diversos itinerarios de las fincas de la zona para poder acceder, siendo conocido popularmente como el camí bord, desde el camí des Correu hasta las casas. Este trazado fue la tabla de salvación para los bikeros ya que permitía un enlace ciclable entre Planícia y Son Sanutges tanto en un sentido como en el otro, lo que nos mantenía contentos y a la vez alejados del camino principal, fuera de la vista.

¿Entonces, qué es lo que ha cambiado ahora? Pues que la sentencia dice bien claro que los accesos son peatonales por los TRES caminos DENTRO de las fincas privadas, es decir, que no podemos ir por el GR y que tampoco podemos ir por la pista, por tanto seguimos exactamente igual que antes. Si fuera así ya estaría conforme pero es que no, NO es así ya que quién sea que se encargue de su gestión amplía la aplicación de la sentencia en la finca pública y restringe el paso de bicicletas por el INTERIOR de la misma y como el camí vell coincide un tramo con el que viene del coll d'Estellencs se da la circunstancia de que no hay manera de llegar a Planícia desde allí sin saltarse la normativa. Además, también amplían la prohibición al tramo de GR que se dirige a Estellencs cuando este tramo está especifícamente autorizado en el PERPS, tramo 12.


Caso práctico


La Capella Blava

El seu recorregut [ Sa Capella Blava] és agradable i variat, i al llarg de tot ell es recull la impressió d’una Mallorca distinta, evidentment ja passada i en liquidació, però encara atractívola, serena i bella, i tan ignorant d’aquesta altra que se’ns ve damunt, com si enlloc de trobar-se al costat mateix d’unes carreteres recorregudes depressa per gent de tots els confins i llengües, estigués a milers de kilòmetres del, segons sembla, encara incipient batibull babèlic del turisme de mases que afortunadament(?) ens està invadint.”(*)

No parece que vaya a hacer mal día en principio y eso anima a salir a rodar pero lo que se preveía como una ruta compartida no ha lugar y a eso se suma también algún descuelgue de última hora por lo que, como viene siendo habitual en estos casos, no tengo prisa en levantarme de la cama, y así se hacen casi las nueve cuando me pongo en vertical por primera vez en el día para a continuación ir formalizando tareas hasta completar la totalidad.

Voy a seguir investigando por la zona de Selva que, aparte de lo ya conocido, no me está reportando grandes sorpresas a falta de completar la información de que dispongo con la municipal que sería la definitiva. Algunos ajustes puede que sean obligatorios plasmarlos pero otros en cambio seguramente los obvie para no complicar en demasía el mapa general de la zona y no aportarnos tampoco un beneficio evidente. Saldré otra vez desde Inca siguiendo las indicaciones cicloturistas pero variando a mitad de recorrido para ir a buscar el acceso directo a Moscari y Binibona, amplia zona en la que quedan ya muy pocos itinerarios sin asfaltar, algunos ramales secundarios nada más. Cuando llego a Binibona voy ya bastante empapado, y es que a medida de que nos vamos alejando de la capital el tiempo empeora y más si lo que hacemos es adentrarnos en la sierra, tal es el caso que me ocupa. En algún momento cruzo algún claro y la lluvia escampa pero al poco vuelve a arreciar aunque con poca intensidad.

Mi primera opción es ir a fisgar un poco por sa Coma, un territorio totalmente recóndito para mi persona, y quería intentarlo pero aún así no quise traspasar la barrera aunque estuviera abierto el candado; esperé por si aparecía alguien pero decidí retroceder al no aparecer nadie y no enfriarme más de la cuenta. Atravieso el torrente para ir a buscar la pista que no está asfaltada y continuar por ella hasta un punto donde, tras un giro a derechas, empieza a ascender. Poco después, en un claro del bosque, está el cruce, hacia la izquierda tendremos un ascenso empinado y prolongado, no practicable, que nos enfila hacia ses Figueroles y Alcanella, y enfrente el camino de carro que recorre la Coma Llarga. En un principio con algo de pendiente pero el peor obstáculo a superar es el destrozo causado por el agua que ha formado un surco profundo donde ha podido y añadimos también la falta de mantenimiento que es patente, por eso no veía claro el descenso, aún así seguí subiendo aunque esta vez no llegué a la parte alta, me paré junto a la mina de una fuente cuando en realidad no tenía porqué, el camino no había empeorado a ojos vista, pero no continué y de hecho después me arrepentí al haber podido hacer toda la bajada montado y habérseme hecho corta, me quedé con aquel regusto amargo de no haber continuado, al menos hasta el pla de sa bassa, espero que al menos no pasen otros veinte años en volver.

Había parado de llover y agradecí que apareciera algún claro en el cielo camino de Caimari para poderme calentar un poco y secarme de paso. Cerca de Son Riera hay dos caminos marcados sin final por lo que presumo que será complicado poder usarlos, tanto que ni siquiera pude entrar por las barreras y aparte de que había ganado vacuno al otro lado tampoco se vislumbra un itinerario claro y quedan descartados. Tras atravesar el pueblo giro hacia Mancor, no sé muy bien cuál será el próximo paso, quizás llegar a Lloseta pero antes quiero comprobar si el camí de ses Quarterades noves permite al menos hacer un bucle, pues no, los dos ramales en que se divide acaban en sendas barreras sin solución de continuidad, otro descarte, tampoco me acordaba con exactitud pero si no había vuelto es porque ya lo había tachado hace mucho tiempo.

Al volver a la carretera me cruzo con un numeroso grupo de bikeros y los conozco a todos, son los bous que regresan a Mancor desde Lluc y los acompaño hasta el pueblo para que me cuenten algunos chismes y quedar para una próxima ruta conjunta, si es que algún día llego a programarla. Me despido y vuelvo a Selva desde enfrente de las casas de Massanella y aunque el letrero recomiende la mtb es un camino asfaltado como la inmensa mayoría de ellos. Seguramente no había pasado por allí, aunque si he de decir la verdad, es tal la cantidad de opciones y cruces que te vas encontrando que si no eres oriundo del lugar te cuesta seguir el mismo recorrido dos veces, tal fue lo que me pasó en la vuelta a Inca que en lugar de llegar directo al sitio de origen salí a la carretera principal y mira por donde que volví al pueblo por un camino secundario que no conocía sin pisar el asfalto de la vía ancha donde estás más expuesto.

Ya queda poco por comprobar en la zona, solamente finalizar una exploración por un camino que no sabemos si tiene o no final y en caso de tenerlo averiguar si es factible su continuación para conseguir el enlace con territorio conocido y ciclable en la vuelta al pueblo aunque puede haber otras opciones un poco más salvajes quizás realizables, seguramente mi próximo reto en la zona el sábado que viene si nadie me convence de lo contrario.


* GARCIA PASTOR, Jesús: “La Capella Blava”, en Rutes amagades de Mallorca, n. 19, Palma de Mallorca: Imprenta politécnica, 1967, introducción.


A disfrutar!!!

Aquí no basta con picarle unos cuantos +1 o meterle unos comentarios, hay que pasarlo a portada sí o sí


DreamRide from Juicy Studios on Vimeo.

Es Fornassos

El fin de semana pasado no contó ciclísticamente hablando, diversos menesteres me mantuvieron apartado lejos de los pedales, no fue por falta de ganas, y más después de haber encontrado un documento que puede hacer cambiar algunos conceptos e introducir nuevas variables en la zona en cuestión. Esa era la suposición que quería dar por buena pero un repaso más detallado parecía que quería quitarme la razón, la verdad es que no falta cantidad pero sí calidad, de todas maneras no iba a emitir un veredicto definitivo hasta haberlo comprobado personalmente, nunca se pueden descartar las sorpresas en estos temas.

Así pues, sin perro que me ladre ni nadie que me tosa, me dispongo a recorrer algunos caminos tomando como referencia Selva y Caimari, y para empezar elijo Inca, lugar muy poco habitual para empezar mis correrías, todo hay que decirlo. Me he olvidado la chuleta encima de la mesa, la había calcado en una hoja grande para no tener que llevar varias en el bolsillo pero tendré que ir de memoria, aún no me he planteado el consultar el itinerario en una pantalla, lo cual en estos momentos lo considero una opción muy engorrosa, partamos pues a ver qué sale de todo esto.

Empiezo como digo desde Inca por la carretera principal observando todos los caminos laterales y dejo pasar algunos asfaltados del costado derecho y entro en uno sin alquitranar de la izquierda rotulado como “camí de s'Olivar”. Efectivamente conserva el piso de tierra en todo su recorrido que no aparta la dirección siempre hacia el sur, al menos hasta que llego a la carretera de Mancor ya que en la continuación siguiente acaba frente a unas barreras justo después de una curva, y aún así sigo sin ver de qué olivar se trata, aunque después, al consultar los mapas, queda todo bastante claro. Vuelta atrás al punto de inicio y calentamiento conseguido.

En la entrada de Selva quiero buscar el primer tramo de la antigua carretera de Lluc, un poco descuidado pero limpio. A continuación me desvío siguiendo la recomendación en forma de letrero de madera que marca la vía cicloturista y que me encamina hacia Caimari lo cual no impide que en el primer cruce que me encuentro ya no sé por dónde tirar aunque mi próxima meta es ahora el cementerio al cual llego tras cruzar el puente sobre la carretera. El tramo de escalones que debo bajar hasta el asfalto enlaza con el siguiente tramo antiguo de vía, ya fuera del pueblo, evidentemente dentro del casco urbano no tiene sentido buscarla. Debo hacer algunas idas y venidas para encontrar el inicio semi camuflado pero una vez localizado no hay ningún problema para llegar al siguiente destino, Caimari.

En principio quiero continuar siguiendo ese trazado a partir de la primera curva de subida hasta enlazar con la carretera pero sin llegar a ella sigo recto hasta dar en el lecho del torrente donde muere, el siguiente tramo deberé hacerlo en sentido contrario desde Son Canta pero antes quiero ver otro camino que serpentea ladera arriba al otro lado del torrente, tiene una barrera abierta lo cual facilita que pueda pasar sin problemas. La subida es constante y revirada pero accesible más no puedo pasar de la siguiente barrera ya con las casas a la vista, probablemente el destrozo de la rejilla indique que los senderistas no hagan mucho caso al candado pero yo me quedo allí y más presumiendo que la continuación desde las casas hacia adelante es puro pateo, entonces vuelvo atrás y me dirijo hacia la Costa Llarga para intentar su ascenso que se queda en eso, en un intento, me viene bien que uno que baja corriendo me reconozca y platiquemos un rato mientras voy recuperando el resuello.

Al llegar a la carretera vuelvo a bajar hacia el área recreativa por donde continuo en paralelo al asfalto hasta donde me es posible ya que no se puede enlazar con el tramo que subí anteriormente por lo que al final debo recorrer por carretera unos cientos de metros hasta enlazar con el tramo que se recorre normalmente. Si uno mira la traza verá que es un batiburrillo de líneas sin mucho sentido aunque el tema principal era discernir entre la carretera vella de Lluc y el Camí vell de Lluc que en los tramos que no coinciden puede considerarse el segundo como atajos del primero aunque desde la barrera de la Llonganissa toman recorridos muy diferentes, la primera se dirige hacia la bretxa vella y el segundo continuaba siguiendo más o menos el trazado actual de la carretera. Caso aparte es el GR que para evitar el asfalto transcurre por el camí de la Coveta negra, sin nada que ver con los anteriores, en cualquier caso, y para nuestros intereses bikeros, si no queremos tocar asfalto en esta subida habrá que mezclar los tres itinerarios siguiendo el trazado marcado en el panel.

Al salir de Caimari varié la vuelta hasta Inca sin pasar por Selva siguiendo un supuesto itinerario cicloturista totalmente asfaltado pero muy recomendable, en la línea de la mayoría de caminos de la zona adaptados ya a los tiempos modernos.

Si buscas en el menú podrás ver unas cuantas fotos.