Rutear y rutear

Hay que aprovechar quizás las últimas fechas últiles para poder acercarnos a Planícia con cierta tranquilidad, no hay buenas sensaciones en el mundillo, pasan por el cabreo directamente, por la desazón en otros casos y creo yo por la indiferencia más absoluta en muchos más, quisiera equivocarme en este extremo, quizás, seguro, también falta visibilizar más el problema en toda su extensión. Lo cierto es que se juntan demasiados aspectos a diferentes niveles que complican la comprensión de una manera clara, y sobre todo lógica, sentido común es lo que falta en muchas decisiones, claramente políticas escudándose en enrevesados y farragosos aspectos técnicos seguramente innecesarios. Si prácticamente no hay que inventar nada, copiar y pegar lo que sirve en otros sitios y ya está pero cuando uno va a la deriva tanto da remar para un lado que para otro. Apañaditos estamos.

Me voy a centrar en contar lo que pasó el sábado porque lo merece, sencillamente fue así. Lo llevaba preparando desde varias semanas atrás y la semana anterior fue una especie de ensayo (casi) general, digamos que el grueso de la ruta estaba esbozado pero le faltaba la guinda, y esa tenía que ser nada más y nada menos que el Pas de sa Mola, aún por estrenar, sobre el papel me refiero porque sobre el terreno sí se ha hecho, no muy frecuentemente pero se ha hecho, más que nada porque casi siempre se deja de lado en detrimento de otras opciones teóricamente más interesantes. Pero hoy vamos a cambiar ese concepto simplón del mtb (¡ !) y vamos a disfrutar de cada momento, por eso, y aún no siendo una ruta muy larga vamos a procurar no dar tregua en ningún momento.

Empezamos de Esporles, desde abajo, con una aproximación indirecta por el camí des Pescadors, ruta ideal, y como hemos repetido ya muchas veces, ideal para calentar. El objetivo es llegar a Mirant de Mar para entrar en otra fase en la bajada hasta la carretera, déjate llevar desde el principio y disfrutarás, corta pero intensa. Pequeño tramo por abajo del muro de la carretera hasta una curva amplia para empalmar con el camí nou aún con los carteles tapados por ahora. Hay que dejar paso a los camiones cisterna que llevan desde diciembre pasado haciendo viajes a las fincas colindantes debido a la sequía y así nos comimos el polvo que levantan hasta el desvío de s'Arboçar donde por fin podemos empezar a respirar aire puro mientras afrontamos la subida hacia la mola por ese fantástico camino de carro, ahora en perfectas condiciones, casi demasiado perfectas, da hasta cosa pararse en la curva del mirador para llenarte de paisaje y ver de donde vienes. ¡Qué diferencia unos kilómetros más abajo cuando enfilas hacia la Trapa! Ahora tienes enfrente lo que fue de esos territorios tiempo atrás pero que nunca conociste, y no conocerás.

Recojo al compañero que viene deshecho (está falto de forma aún) y proseguimos ruta hacia el desvío del paso y nos confundimos al llegar al primer forn de calç, así que mareamos un poco al GPS buscando un paso inexistente hasta que el convencimiento del error es total. Seguimos subiendo en un tramo excelente hasta llegar al sitio correcto y nos preparamos para el descenso, básicamente bajar el sillín y auto convencerse de no pifiarla muchas veces. Sé que pasará, el sitio es complicado y no por las dificultades técnicas en sí, sino por la pendiente exagerada y las curvas estrechas y cerradas. No me voy a calificar públicamente pero se intentó.

Cuando llegamos abajo paramos para comer algo sin darme cuenta de que no estábamos aún en la pista principal, por eso me fui a por peras y no encontré. Una vez bien situados nos quedaba un tramo de relax hasta empezar la subida de na Jovera que hizo mella en la moral del compañero y empezó a urdir una escapatoria digna, lo que pasa es que más subidas ya no había, la vuelta a Planícia es cuesta abajo y con ese argumento me lo llevé conmigo. Quiero pasar por el Salt en sentido contrario de como lo hice la semana pasada y esa pista ya no es como la anterior, está muy sucia de piedras y hay que estar atento a los latigazos del manillar. En un plis llegamos a la barrera del Salt y ahí debemos caminar un rato debido al mal estado del camino, nada serio.

Pasamos por las casas y la era sin parar para ir a coger la pista de Planícia y volver a rodar en condiciones. Aquí cerca va a tener lugar otra discusión, ¿pasamos por el aljub des cristians o no?, que sea cuesta abajo también le convence y yo contento de catar ese sendero en el sentido correcto, y nos gusta, aparte también que la pista es casi plana hasta la carretera donde nos quedan unos centenares de metros hasta las desiertas casas, los únicos que vemos es una pandilla de extranjeros comiendo en las mesas. No nos unimos al convite y la verdad es que tenía hambre pero intuía que el horario se nos había descontrolado un poco y la vuelta teórica no era manca, yo le había dicho a Joan que se iría por donde habíamos venido pero sin estar yo convencido de seguir la ruta según lo previsto, tampoco tenía mucho sentido separarnos en esos momentos. No lo hicimos y volvimos por la pista y la carretera aunque ahí no me pude aguantar y bajé por uno de los tramos del camí des Correu y el tramo por asfalto muy lento porque iba pinchado y culeaba de atrás.

Es tarde pero la satisfacción muy alta, la ruta aún sin completar es perfecta, no podría ponerle un pero, para eso se ocuparán otros si es que quieren o pueden realizar, ya se sabe que las sensaciones son siempre subjetivas y hay cosas que nos gustan más y otras menos pero que se intuyen nada más verlas. Quizás convenga ir la semana que viene, puede que sea nuestra última oportunidad.


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