MIRando la Mola

Hay veces que los planes se te van al carajo cuando menos te lo esperas y el sábado fue uno de esos días, empeñado como estaba en conseguir enlazar varios itinerarios cerca de Valldemossa decidí empezar desde Esporles por un camino diferente al habitual que ni siquiera es directo pero que no he hecho en los dos sentidos y quería probar, como digo no es el más idóneo pero quería intentarlo. Como suele ser habitual no tenía constancia de planes ajenos a excepción de los más cercanos así que no me esperaba más compañía que la del que llevo colgado de la bici pero mira por donde, justo cuando estaba ya dando las primeras pedaladas, veo aparecer a uno de los Javis de los MIR y al acercarme me comenta que una pequeña representación de ese grupo han quedado allí mismo para acometer la subida y correspondiente bajada de la mola de Planícia, vamos a ver, no es que la tenga abandonada pero tampoco voy cada semana, quizás sea buena idea acompañarles, y por contra, rechazar esa invitación hubiera sido bastante grosero por mi parte.

Van a ser pocos, de hecho no más de cinco, Luque y Javi, Víctor, Jaume P. y otro Javi que van llegando de manera muy escalonada durante la hora siguiente, nada fuera de lo habitual tampoco. Yo estoy allí porque no me ha costado mucho cambiar el chip, lo mío puede esperar, no es cuestión de despreciar una amable invitación por unas supuestas obligaciones pero lo que no voy a consentir es que empecemos la ruta por la carretera, ¡faltaría más!, habiendo camino disponible nada menos, vamos pues a empezar por donde toca, los escalones del camí des Correu que no nos llevan más de dos minutos superarlos y no dan motivo a queja.

De lo que me doy cuenta es de que vuelvo a llevar el cambio desajustado y me va saltando la cadena de tanto en cuando, se presienten problemas serios cuando no puedo hacer ni la primera subida empedrada, para no perder más tiempo del necesario voy tirando hasta el desvío del camí bord donde les informo de que me separo de ellos por el motivo anteriormente mencionado, revisaré el cambio mientras ellos se marchan, pero entonces se plantea otro dilema, creía que querían ir por el desvío pero me hablan de la pista, dicen que no lo conocen y que siguen un track (no diré de quién), lo bueno es que después de repasar las posibilidades se dan cuenta de que la pantalla les está indicando que tomen el desvío, pues ya está, asunto solucionado, seguir la traza y punto pelota.

No logran convencerme de que continúe y se van mientras me quedo toqueteando el cable para ver si es posible que pueda pedalear aunque sea sin forzar y por un momento creo entrever que todo está alineado y si lo está no tiene porqué ir mal, y quiero comprobarlo yendo tras ellos ya que desde el principio hay una subida importante, si la supero sin contratiempos podré continuar con garantías, y sucede lo mejor, paso la rampa de buenas maneras y piso el acelerador para intentar pillarles lo más cerca posible y no tener que hacer la subida solo y efectivamente los encuentro antes de llegar a la cantera parados porque la traza indica un desvío hoy en día anulado, hay que pasar por arriba como antes.

Tras superar la pendiente y la explanada ya falta poco para llegar al cruce y empezar la ascensión a lo alto de la mola de Planícia que intento afrontar con ganas desde el minuto cero pero no me esperaba tan buenos resultados con el nuevo desarrollo, cierto que la subida no es de las más exigentes pero es larga y casi siempre se suele parar a mitad de camino a reagrupar. El inicio no presenta dificultad si se toma con calma y puedo llegar al primer aujub de una tacada, ahí hacemos el descanso y se aprovecha para el repostaje sólido y líquido, falta aún un tramo hasta los segundos aujubs y uno de los tramos más bonitos, las zetas, que quiero superar sí o sí, y si no hubiera sido por un patinazo de la rueda trasera lo hubiera conseguido. Otro punto importante es la recta larga con más inclinación donde me costaba un mundo pasar de la mitad pero con este desarrollo se puede conseguir sin sucumbir en el intento, y lo mismo en los tramos de sendero de arriba donde antes ponía bastantes pies y que lo que puse en este caso fue un codo, el que se estampó contra la piedra cuando me caí pero del resto quedé muy contento.

Otro poco de descanso en el cruce, hidratación y alguna batallita comentada más la oportuna equipación de los compañeros y ya estamos listos para meternos de lleno en el fregado, me gusta esa primera parte de la bajada donde hay que trialear con tiento y pedalear con cuidado entre las afiladas puntas de las rocas. Tras un rato de caminar para llegar a la pared donde parece ser que existen algunas variantes ya te puedes explayar con más garantías aunque sea, como digo, en un sendero ratonero y lleno de obstáculos de todo tipo pero que te levanta el ánimo enseguida como encadenes varios tramos seguidos.

No tardamos en llegar a ses Rotasses pero aún es pronto para encontrar un camino más definido y el sendero seguirá tentándonos a recorrerlo cada vez con más atrevimiento y al enlazar con el camino ancho, con más velocidad exigiéndonos lo máximo de nosotros mismos y nuestras monturas aunque muchas veces frena más la prudencia que las manetas, quizás por eso tenemos crónica cada semana, pero lo cierto es que el empacho de adrenalina no te lo quita nadie, lo más parecido a la felicidad, por eso no me quiero despedir sin la continuación natural de ese camino hacia las casas de ses Mosqueres pero tomando el desvío a la carretera, sencillamente el mejor final posible aunque tras el tramo de carretera correspondiente volvimos al pueblo por donde hemos salido sin embargo algunos problemas mecánicos menores me impidieron llegar agrupado al último tramo de escalones para rematar un buen final de una muy buena jornada de mtb.


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