Copa y café

Si tienes una mtb sabes que tienes que ir irremisiblemente a ciertos sitios, y la 3k es uno de ellos, o para los más puristas, el camí nou (lo de la carena de la coma...etc., etc. es muy farragoso), que como su nombre indica, es moderno, expresado como tal en un sentido amplio, hablamos en términos de décadas, no de años. Acercamiento clásico desde Palma alterando un poco el inicio rodando en paralelo a la autopista en lugar de entrar en Son Macià por la carretera aunque también me entretuve en ir a echar un vistazo a la barrera de entrada a la finca rústica de Son..., y es que se me olvida el nombrecito, desde sa Planera que está cerrada a cal y canto y aunque creo que es posible acceder por alguna calle de la urbanización al final fui a caer otra vez al camí de Muntanya con lo que seguí ya el itinerario típico sin más dilaciones.

No me encontré a nadie en la subida ni siquiera en la zona de mesas si descontamos al chófer del 4x4 del Ibanat que rondaba por el desvío del penyal, por lo demás nadie y silencio, y punto, ni siquiera se escucha el rascado de los banyarriquers atrapados en las rústicas trampas colgadas de muchos de los árboles allí presentes, y no es porque se hayan cansado de intentar escapar, es que ya no están, las trampas me refiero, de su efectividad hablaremos el año que viene por las mismas fechas.

Me voy a ir, no hay porqué demorar más lo inevitable y emprendo ruta por la pista hasta el desvío del bosque encantado (por cierto, me volví a cruzar con el 4x4), será el primer test del día y como no voy de bromas me calzo las protecciones y salgo por patas aunque mejor sería decir por pedales. Voy bien en la parte de arriba, o yo lo creo así, la línea es fluida pero solo hasta llegar al árbol al que hay que esquivar junto con la piedra y aunque no toco ni una cosa ni otra me desconcentra lo suficiente el resto de bajada como para no sentirme del todo cómodo y el crono así lo corrobora, mal empezamos aunque en ese momento aún no lo sabía.

No paro en el cruce del pozo y sí un momento después para bajar tija en cuanto la pista empieza a inclinarse hacia abajo. La cosa va divina hasta que siento una especie de chasquido atrás, no es un golpe seco, es diferente a lo que estaba acostumbrado pero la consecuencia de ello es que a los pocos metros voy con la llanta por el suelo y debo parar, pierdo aire a espuertas y debo cambiar la cámara, así que me paro y preparo todo el equipo, espero llevarlo todo, es la primera vez que me veo obligado a desmontar la llanta y necesito una allen de las gordas que afortunadamente preparé en los primeros días. El eje sale, la rueda sale pero lo que me está costando mucho más es sacar la cubierta, de hecho hasta rompí un desmontador pero tras alguna sudada pude sacarla. Lo que no me pareció del todo convincente fue la cámara, es una de las que yo tenía y eso es lo raro ¿porqué iba yo a tener cámaras de 27.5? La pongo y me costó lo que no está escrito en volver a calzar la cubierta, hasta hubo unos instantes en que estaba seguro de que no podría y el plan B no era muy alentador que digamos. Pasemos el mal trago y vayamos directos a la fase de hinchado, otro drama, tras minutos y más minutos de bombeo llego a la conclusión de que la cámara es pequeña, del diámetro adecuado sí pero demasiado estrecha, no rellena la cubierta ni a la de tres y no me queda otra que volver a desmontar todo y cambiar la cámara por la adecuada y contrariamente al lío inicial puedo desmontar y montar muy rápidamente y sin palancas, de verdad que fue un alivio porque llevaba ahí una hora perdida.

Y aún con el sinsabor de esa larga reparación en los labios empecé la bajada donde me empecé a dar cuenta de que mejoraba con el paso del tiempo, solo podría emplear adjetivos positivos y procurando mentalizarme de cuánto más rápido, mejor, aún con toda la subjetividad que corresponde a estas situaciones. Pero sí, me estaba contentando esa bajada y de hecho hasta me extrañó de que acabara tan rápido, y ahora podría volver a repetir el final del párrafo anterior, los números no mienten. Lo que me quedo es con que no me importó en absoluto la vuelta directa por asfalto debido a la premura de tiempo, esa hora perdida me condicionó el resto de ruta que hubiera podido ser un poco más divertida aunque eso ya no tiene remedio ni importa.


Pasemos al miércoles, ¿qué va a ser, señor, té o café? Tomaré un café, cargadito a poder ser. ¿Y dónde se lo tomará el señor? Este...me lo estoy pensando, en Costa d'en Blanes, sí, me parece una buena opción.


No lo voy a complicar demasiado y me acercaré por la costa, carril bici primero, después Joan Miró hasta el término de Calvià y después el paseo hasta Costa d'en Blanes. Llevo pegado a un ciclista de ruedas finas que me ha adelantado por el Parc de la Mar y me he fijado porque era de los antiguos, bici de las clásicas (para no ofender), mariconera al cinto (eso sí que hacía tiempo que no veía una) y pedales de plataforma. No sé dónde le he perdido la pista pero me lo he vuelto a encontrar en el semáforo enfrente de Marivent y ahí me he puesto por delante, si es que no se puede arrancar a plato grande en pendiente si no estás preparado, que se ve que no era el caso, y no he vuelto a verlo hasta Portals, justo cuando me he desviado por la rotonda para arriba y me ha pasado por detrás.

Estoy parado justo en el inicio de la pista que tira para arriba comiendo algo y preparándome mentalmente para la gesta, recordaba (o creía recordar) que tenía algunas zonas caprichosamente inclinadas y así es, lo peor está en el comienzo y justo llego a una tirada bastante machacada me viene bajando un grupo de turistas y claro, no es cuestión de vencerse en sus narices y lo paso dignamente; continúa otro poco hasta la cadena que sorteo por la izquierda y prosigo hasta que debo darme por vencido y visto lo que me quedaba para si no culminar al menos apaciguarse bastante despotrico de mi falta de convicción, pero me consuelo (tontamente) argumentando que no solo con convicción se suben las rampas. De lo que no me acordaba en absoluto es de lo larga que es esa cuesta y hasta en dos ocasiones más me obliga a poner pie a tierra, el descanso bajo el pino lo tengo más que merecido, y hasta el comerme una banana por añadidura pero no voy a estar allí todo el día, quizás esas cuatro, no más, gotas de lluvia pueden ir a más así que parto hacia el coll des Pastors, una subida más aún me queda pero es mucho más facilona que la superada hasta ahora por eso ni paro arriba y giro hacia el monumento, será la última tierra que pise este día si exceptuamos el enganche al parc de sa Riera desde el parque de arriba.

Objetivos de la semana cumplidos ya que el sábado siguiente no habrá ni ruta ni crónica, quizás podría poner algo sobre estas recientes salidas documentadas por Bunyolí que no parecen de lo más adecuado visto como está el tema en estos momentos, seamos prudentes.


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