Merceditas

El viernes me pasé por la tienda-taller-club de Biciarreglopalma para enterarme de si había alguna salida programada por parte de alguno de los habituales que por allí pululan y no encontré a nadie, tan solo al mecánico que me contó una historia que me dejó muy intranquilo y me olvidé un tanto del motivo de la visita, de todas maneras como no vino nadie ni me confirmaron nada quedé en pasar por allí por la mañana por si aparecía alguien y efectivamente así fue, sobre las ocho estaba revoloteando por la zona Miquelet esperando a otros compañeros con los que dar una vuelta por los alrededores, no tenía mucho tiempo para rutas y yo no quería alejarme mucho por si las moscas, podía recibir una llamada intempestiva y tener que volver por patas, había descartado por tanto rodar por las montañas y el plan de ellos, aún sin concretar por cierto, me pareció de lo más adecuado, se trataba solo de rodar por las cercanías.

Me dijeron que había dos convocatorias, una en el taller en primera instancia y otra más tardía en el decathlon y aún habiendo tenido que esperar a uno de los integrantes aún nos daba tiempo para un rodaje de calentamiento por Son Puigdorfila y pronto estamos en ello atravesando la ciudad pero tuvimos que hacer un recorte para llegar a tiempo a la segunda salida. Esta la había preparado otro grupo que no conocía y que se irían a Esporles y Valldemossa y a los que solamente saludamos porque cada grupeta siguió con sus planes originales, lo que pasa es que el nuestro se iba urdiendo a medida que iban pasando los kilómetros, cómo si no íbamos a llegar a la UIB por asfalto si no es a base de improvisación, para continuar haciendo un quiebro y apareciendo en el camí de Passatemps dispuestos a llegar hasta Raixa, yo a todo decía que sí aunque ninguna tímida propuesta me fuera aceptada, hasta fuimos a Raixeta por el camino de abajo, el que han arreglado para el paso de vehículos hasta las casas habitadas cuando el de arriba completo ya te da un buen tute y aún así lo prefiero diez veces.

Parada en las ruinas charlando con algunos conocidos que por allí rondaban aunque la vuelta la hicimos por separado. Finalmente llegamos a la rotonda de Bunyola sin el esperado pique en el tramo de camino más estrecho y que tuve que hacer en solitario y sin nadie delante. Desde allí los compañeros fueron tomando el relevo en la cabecera del grupo para demostrar como se pueden hacer un porrón de kilómetros sin moverse apenas del sitio, creo que le llaman a eso hacerse una Mercedes, o algo así, aprovechando lo que da de sí la zona de Son Pizá, Cas Capellers, Caubet y si es posible, es Rafalot. Yo proponía llegar hasta la barrera de entrada de esa finca para averiguar si podríamos entrar, encontré abierto la última vez que pasé por allí y me colé, pero el plan no tuvo el consenso suficiente así que tonteamos hasta el área recreativa y llegamos por asfalto hasta la carretera de Bunyola para meternos en la merceditas de pleno y acabar en es Caülls bordeando los límites de la finca de Son Sales, si no me equivoco, para pasar por es Caülls y salir por los caballos hasta el camí de Muntanya y posteriormente Son Macià y la Indioteria bordeando la autopista para acabar sentados alrededor de una mesa en una plaza de la barriada.

A ver, no es que despotrique de la ruta, he hecho parecidas o muy parecidas a esta decenas de veces, el tema es a qué ritmo, y ahora que todos usamos alguna que otra aplicación para conservarlas no hay excusa, yo solo seguro que habría tardado como mínimo una hora más, es lo bueno de salir acompañado, o acompañando, que quieras o no te esfuerzas más, y eso no es intrínsecamente malo simplemente es algo a lo que no estoy acostumbrado, y es que al no tener referencias tiendes a economizar energía, aunque no es solamente por este aspecto por el que añoramos compañía, bien es sabido que no solo de piques vive el hombre, a veces hasta unas patatas fritas y unas cervezas contribuyen a la felicidad.


1 comentario :

Manel dijo...

Va faltar un puiget...

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