Cinco a uno

Y no es lo que pensáis, este es un blog para todos los públicos. Puede parecer reiterativo pero el no acabar los deberes como es debido trae esas consecuencias, que vuelves a la semana siguiente pero esta vez directamente, sin aditivos ni conservantes que enmascaren un sabor natural, a todo trapo por la carretera sin perder tiempo, la única variante que me marqué fue el paso por el Decathlon porque me habían dicho que allí se iba a congregar gente pero casi convencido de que a esa temprana hora no iba a estar ni dios, como así sucedió. Proseguí pues mi camino sin esperar acontecimientos.

¿De qué trata, entonces, la ruta? Pues de ir a encontrar un paso digamos un poco escondido que enlaza la carretera con el camí vell junto al torrente, que en ese punto se encuentra bastante separado del asfalto. No es difícil de encontrar pero hay que saber donde empezar a mirar ya que parece un apaño para no tener que pasar por la entrada oficial de la finca de Son B..., cuyos propietarios parece que están muy disconformes en desenterrar viejos caminos, y nunca mejor dicho. También es muy probable que antes de este tramo haya otros pero estando como están actualmente es imposible circular, ni tan siquiera encontrarlos aunque parece que ya hay una decisión clara y rotunda de completar el recorrido, se supone entonces que irán saliendo a la luz. Por mi parte, perfecto, y puedo recorrer sin dificultad ese tramo aún no visto, y que no difiere mucho del segundo, el que hice la semana anterior, desde luego mucho más amenos y divertidos que el pestoso (y peligroso) asfalto, por eso también opté por ir hasta el pueblo por un camino vecinal más apropiado a mi condición aunque me dejara más alejado de mi siguiente objetivo pero justo enfrente de la entrada de Son Forteza por donde estuve tentado de meterme pero como la relación de los propietarios con los ciclistas parece que no ha variado lo más mínimo (o tal vez para empeorar) opté por buscar una alternativa.

Las alternativas son las entradas por sa Teulera y por sa Muntanya y me decidí por la primera, por aquello de comprobar si todo seguía tal cual lo recordaba, pero antes hay que llegar y ahí es donde me surgen algunas dudas. La primera es el enlace del torrente, que ya busqué una vez y quise convencerme de que lo había encontrado pero sin acabar de creérmelo al cien por cien, por eso volví, y esta vez fui directo, sin equivocarme y pude recorrerlo al completo. Parece tontería pero no lo es, el manillar ancho sabemos que ayuda mucho pero necesitas más espacio para circular y hay que estar más atento a los posibles enganchones laterales, con uno de esos casi me voy al torrente, momento dulce.

Tiré para arriba bien a la primera aunque no me acordara en absoluto y el escudriñar por los rincones tampoco me ayudó mucho, tal debía ser mi sensación de confusión que hasta una conductora se paró a recordarme que no había salida pero educadamente no hice caso. Algún desvío me hizo dudar con el consiguiente sube baja y vuelta a subir tras constatar el error. Y en lo más alto está la salida, con la barrera aún intacta y la misma dificultad para traspasarla, de muy malas maneras si vas solo. Un poco más lejos está el coche abandonado?, casualidad sería que estuviera allí solo cuando yo voy, y otro poco más lejos el desvío que no quiero tomar para salir precisamente al camino por sa Teulera. Desde allí a Muntanya no hay mucha distancia y llego en pocos minutos pero no paro ni para hacer fotos, de ese punto ya tengo y tampoco se aprecian cambios a primera vista por lo que no parecen necesarias.

A partir de ahora la cosa se va a complicar un poco más y aunque haya menos abundancia de pedruscos en el suelo el efecto de la pendiente se hace notar y además me equivoqué siguiendo las estacas porque en algún punto te marcan los atajos en lugar del camino principal pero cuando me di cuenta ya era tarde y tuve que poner pie en algún tramo de esos cuando quizás dando el rodeo hubiera aguantado, sea como sea es difícil esa subida. Al llegar a los pies de la última rampa oigo ecos de conversaciones en varios idiomas y cuando llego arriba ya puedo catalogarlos, dos ciclistas de la tierra con bicis eléctricas más un grupito de guiris de bastón, los de las bicis han venido por Muntanya y no tienen muy claro por donde volver y mientras cavilan la ruta llegan dos más por abajo y adivinad, e-bikes para variar, ya van cuatro, y estos sí parecen que lo tienen más claro pero cuando me lo intentan explicar lo único que hacen es liarme a mí y al final se van con viento fresco hacia quién sabe dónde mientras que los otros parece que van a regresar por donde han venido.

Yo seguiré hacia la Campaneta sabiendo que puedo ser interceptado en el tramo de pista que me lleva a la carretera y me arriesgo a ello dado que no hay alternativa posible (por ahora), afortunadamente no me cruzo con nadie en ese tramo, no así en el anterior dado que he pasado a los guiris que estaban antes en el cruce y a un corredor que ha llegado desde el coll y ha continuado por ahí. Quería venir directo por Sobremunt pero un coche parado en la barrera de la carretera me ha impedido tomar ese camino aunque en mis adentros lo he preferido, ha sido la excusa perfecta para hacer la vuelta por carretera desde ahí, ni siquiera por Son Malferit, tenía el depósito en la reserva. Y ha sido precisamente en la bajada hacia la Granja cuando me ha pasado otro en bici eléctrica que se ha ido para arriba cuando hemos llegado al cruce, total, cinco a uno, me ha parecido una burrada la proporción. Y como decía aquél, hasta aquí puedo hablar.


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