Semana 4 COVID

Y la empezamos como la acabamos, inmersos en las fases y pendientes de asuntos varios que no deberían haber aparecido nunca en nuestras agendas y que casi nos hacían gracia cuando formaban parte de algún guion cinematográfico en alguna peli de la tele, lo malo es que las fases y los estados de alarma desaparecerán pero las consecuencias seguirán vigentes durante muchos meses más, pero si nos ceñimos al tema que nos ocupa aquí se puede decir que el cambio más importante respecto del deportista no federado es que hemos entrado en la fase 2 y se puede practicar deporte todo el día respetando, eso sí, las franjas horarias de los mayores, es decir, de 10h a 12h y de 19h a 20h, y siempre dentro de los límites municipales. Esto beneficia a quién no le bastaban las horas iniciales del día y que ahora tiene una franja de 7 horas seguidas para su esparcimiento aunque eso implica comerse la solana de las horas centrales, que son las más desaconsejadas para hacer deporte de exterior en verano, por otra parte.

Toca madrugar, entonces, si se quiere aprovechar el día mínimamente, o salir de noche, que algunos fieles tiene, yo lo haré por la mañana y con la mentalidad aún de la semana anterior. Me fijo en Sant Jordi por ser una zona del extrarradio por la que no suelo pasar, merece pues una visita a modo de recordatorio y para no ir directo al grano empiezo por el camí Fondo hasta el coll d’en Rabassa por donde cruzo hasta el carril costero y por ahí a Can Pastilla para pillar a continuación el camí de Son Fangos hasta el Pii.larí y tomar el desvío de Son Sunyer hasta la carretera vella de Llucmajor la cual recorro unos metros para tomar los caminos vecinales que me van a llevar a Sant Jordi aunque sin llegar a acceder al núcleo ya que enfilo directamente el camino que sube a las urbanizaciones pasando primero por s’Oliveret, urbanización ilegal y se nota, despliegue de toda clase de vehículos de tamaño y condición junto a las viviendas levantadas al más puro estilo anárquico más un buen catálogo de restos de todo tipo y basura desperdigados, de pena.

Había observado que no hay ningún camino lateral hacia la zona de Sant Jordi en toda la subida, solamente había vislumbrado uno sobre la pantalla que se acercaba a una casa colindante justo antes de llegar al asfalto de la urbanización digamos legal, y quería comprobar si por allí se podía cruzar y enlazar. Vi una entrada que parecía interesante y me metí y lo que pude comprobar, y que me perdonen los lectores, es que aquello es un put… cagadero, y ahí me quedo en la descripción, procuré cruzar sin pisar mucho el material y efectivamente pude enlazar con un camino practicable que me llevó al siguiente, uno que sube desde el pueblo y que continué en subida hasta el final donde hay dos barreras cerradas, punto muerto, habrá que averiguar lo que haya más allá y su posible continuidad.

Tiro hacia abajo, paso sin parar por el desvío marcado como camí de Cal Xoroi y tomo el siguiente, asfaltado, que resulta ser el que va al cementerio y llego al siguiente camino que también sube, se trata del camí de Son Binissalom, asfaltado en su totalidad y que asciendo hasta llegar frente a la entrada de la posesión que le da nombre, por hoy no voy a continuar más allá. Sé que por el interior de la finca se puede enlazar con la urbanización de Son Gual pero quiero volver a recalcar que no es nada recomendable, lo que quiero encontrar, si es que existe, es otra alternativa.

Ya de bajada dejo de lado un ramal a mano derecha pero tomo el siguiente hasta el final constatando que no hay paso más allá, vamos a probar con el siguiente, el de cal Xoroi, y parece que tampoco estando aún más alejado de la divisoria pero me he fijado en un sendero marcado en una de las parcelas que tiene un aspecto interesante, queda en la lista de pendientes, y vuelvo a recorrer entero el camino para ir bajando en zigzag hasta el pueblo por los caminos que unen los principales que suben (excepto al de Son Oliveret que como hemos explicado, no llega ninguno).

Una vez abajo voy a buscar la línea directa a la Casa Blanca pero para no ser demasiado expeditivo me doy un garbeo por el camí de Cal Correu para volver a Son Ferriol y acercarme al hospital para acabar la ruta por donde la he empezado. Y fin.


El día 27 hubo novedades, al parecer las quejas del colectivo biker habían surtido efecto apoyadas, eso sí, por los expertos recalcando los buenos números de la pandemia en nuestra comunidad aunque añadiendo diversos detalles a las normativas que las hacen aún más confusas si cabe y que no voy a relatar aquí. La novedad más importante fue pasar del límite municipal al insular aunque respetando las franjas horarias de los mayores pero como estas franjas existen o no dependiendo del municipio el cacao está servido.

Por mi parte no me acuerdo que pasó ese día que me tocaba salir y no lo hice, me debí dormir, y lo pasé al día siguiente. La nueva normativa no me afectaba en demasía porque tenía pensado darme un garbeo por donde lo había dejado el día anterior y llegar hasta Son Gual aunque, vista la traza resultante, di unas cuantas vueltas que a primera vista parecen no tener mucho sentido pero que tuvieron su porqué, intentaré pues explicarme mínimamente.

Volví a la idea de enlazar la carretera vella de Sineu con la de Manacor por algún itinerario menos conflictivo que el golf y me metí por el camino del polígono de tiro y que también te lleva a la balsa de riego, la cual rodeé por la granja de CERDOS (Inciso: si alguno tiene el olfato muy sensible que coja el siguiente camino desde la carretera), pero ese camino me engañó, había alguna señal que me dio a entender que solo iba hasta unas propiedades particulares y di la vuelta aunque al parecer no es así y tiene salida a la carretera (punto a comprobar para poder afirmarlo con rotundidad), de todos modos, llegué al asfalto y por el carril de servicio fui a por dos retos, subir por el bosque en Xorrigo y bajar por el barranc de Son Gual.

Dicho y hecho, de la subida no voy a mencionar nada en especial ya que no es técnica pero sí mucho más aconsejable que la del asfalto para un tipo de bici que la pueda disfrutar aunque donde más se va a notar es en la bajada por el barranco que al menos hacía varios años que no hacía, solo el año pasado estuve por el golf buscando una salida practicable por las vallas que rodean la finca y que no encontré, es lo más cerca que estuve. Bajé el sillín y no debería haberlo hecho ya que es una bajada en la que hay que dar pedales continuamente y con las piernas encogidas cuesta más y no llevas la posición adecuada, no lo subí esperando que en cualquier momento la pendiente aumentara pero no se cumplió, es prácticamente plano y está muy cerrado de vegetación, no lo recordaba así si no mucho más limpio y diáfano, de hecho creo que lo había recorrido más veces subiendo que bajando.

El tema era ahora atravesar el golf e ir a buscar el enlace con Sant Jordi y no fue tan fácil como podría parecer, tuve que pasar por el aparcamiento para llegar al otro extremo donde hay algunas construcciones agrícolas antiguas y un camino que tomo en subida buscando esa ansiada conexión lateral que no aparece. El camino enlaza con uno de los viales de Son Gual II pero está cortado por una barrera al lado de una casa muy difícil de superar, parece que por ahí no hay nada que hacer por lo que giro en redondo y vuelvo abajo donde me topo con otra barrera, esta aún más complicada, lo que me hace volver al campo y buscar por dentro yendo a dar casi al mismo sitio con otra barrera de por medio, por todo ello, y aunque no sea de mi completo agrado voy rodeando el campo por el carril de los carritos hasta una esquina donde hay otra barrera que aunque esté cerrada logro abrir y salir al camino exterior por fin y una vez allí vuelvo atrás hasta llegar al mismo punto donde se encuentra la barrera que te corta el paso.

Lo interesante es que ese camino tiene varios ramales que podrían interesarnos y los recorro, varios de ellos son accesos a propiedades de la zona con los respectivos letreros de advertencia y que no parecen los más idóneos para mis propósitos pero hay uno que sí puede interesar y que se sigue con facilidad pero por el que tampoco pude llegar a la divisoria por lo que solo marqué traza para poder visionarlo después con más tranquilidad.

De vuelta tampoco pude pasar por las casas del pla así que tuve que ir a la carretera directo para coger el primer desvío que pude para llegar a Sant Jordi, no quería volver a casa sin antes volver a recorrer los caminos superiores y confrontar todos los datos. Crucé hasta el camino central y fui a buscar de memoria por donde había entrado en la ocasión anterior desde Son Oliver y aún por el ramal correcto no vi la entrada del sendero por lo que volví atrás y fui a recorrer el otro sendero al que le había echado el ojo, y estuvo bien, nada del otro mundo pero divertido y después de gastar otro poco más de energías entre subidas y bajadas, idas y vueltas bajé al pueblo y fui a buscar el camí de sa Síquia para llegar a la línea costera y volver tranquilamente al redil.

Conclusión ya casi definitiva: Son Oliver-Sant Jordi, sí, por los pelos; Sant Jordi-Son Gual, no, pero es solo casi definitiva, queda un último punto por resolver en un próximo capítulo.


Supongo que esa era mi idea inicial cuando me puse en marcha el sábado por la mañana pero lo que no hubo fue marcha, y ahora me explico. Había tenido en los días anteriores muchos problemas a la hora de ajustar las marchas del cambio, no lograba sincronizar todos los piñones correctamente, cuando no saltaban los primeros saltaban los últimos y viceversa, lo cual me tenía un poco (bastante) mosqueado pero lo del sábado ya fue la gota que colmó el vaso, y es que no di ni una pedalada, cuando lo intenté se quedó la cadena trabada y pensé que se había salido por abajo pero no podía girarla y tuve que volver a subir a casa para desmontar la rueda y es cuando me di cuenta de que se había aflojado la piñonera y estaban los piñones fuera de sitio, imposible reparación sin la herramienta adecuada.

Qué podía hacer si no pillar la otra bici, la rígida. La había montado pero aún no estrenada con esta nueva configuración con lo que ello conlleva, prácticamente tendría que ser todo asfalto, tenía no obstante una oportunidad de juntarme con algunos compañeros que partían hacia Bunyola unos minutos más tarde y aún así me dio tiempo a pararme en el taller de Emilio, el cual me prestó una llave de tubo especial para poder apretar la piñonera en el mejor de los casos sin desperfectos en el material, como finalmente así ha sido.

Aunque la ruta pasaba por algunos tramos de tierra no preveía mayores inconvenientes aunque los tiempos de la rigidez total pasaron hace muchos años, de hecho, noté mucho más el cambio de postura, mucho más aplanado y estirado que hasta ahora llegando a tener molestias en cuello y espalda después de subir el coll de Sóller, que es hacia donde me dirigí tras dejar a los compañeros en el Garrigó, a ellos y a unos cuantos más ya que la congregación era importante, era el primer fin de semana sin la restricción del término municipal y eso se notó en la asistencia en ese punto, y eso que el otro grupo que se esperaba al parecer ya había partido antes.

No llegué a bajar a Sóller, volví a Palma aunque me quise aventurar por el camí vell de Valldemossa y fue dejar el asfalto y empezar a añorarlo, el tramo no está en tan buenas condiciones como el de Son Daviu y tuve suerte de no reventar la rueda trasera en alguna raíz o pedrusco, en sitios así no disfrutas de la bici rígida así que me olvidé de la última parte que tenía pensada, el camí de Passatemps, visto lo visto preferí no arriesgar y regresé por carretera y caminos vecinales mucho más seguros.


Semana 3 COVID

A raíz de una conversación con un compañero de fatigas sobre algunos caminos y rutas en estos días en que algunos se están devanando la cabeza por encontrar algún recoveco utilizable sin salirse de los márgenes empezamos por Son Pelat, ¿y porqué por allí? pues porque cumple los requisitos y con la excusa puedo acercarme para comprobar si ha habido cambios en el recorrido de una ruta que tengo colgada en el blog y dado que en algunos tramos no hay camino y se circula por el interior de fincas privadas pueden acaecer cambios y haya que buscar alternativas si aparecen problemas.

El primer tramo es periurbano y como tal sin contratiempos hasta llegar a Son Ametler salvo el tomar el vial correcto para llegar directo, allí doy un poco de voltera porque no se puede cruzar por sa Pleta y hay que ir por el camí de s’Esvait para llegar a la carretera de la Comuna, muy cerca ya de la Estación Transformadora de Son Orlandis. Esta instalación está ubicada en un terreno aún más amplio y se tenía previsto crear un área recreativa, allá por el 2017 saltó la noticia en varios medios, pero no he visto ni papa, cuentan que contrataron gente y que se empezaron los trabajos pero estos brillan por su ausencia y aún en el caso de que existiera tampoco habría contratiempo alguno en poder realizar la ruta, de hecho tomamos un antiguo camino de carro muy interesante hasta unas casas o construcciones agrícolas hoy en día en ruinas para continuar por un sendero marcado como los muchos de la finca que solamente llegan hasta las torres de alta y del que nos desviamos a los pocos metros, a partir de aquí vamos fora pista y tampoco es necesaria, se puede circular bien, solamente hay que tener la suerte necesaria para ir encontrando hueco entre los matorrales para no poner pie y llegar hasta la pared, yo recomiendo ir a buscar la pared norte aunque casi nunca lo consigo, suelo llegar primero a la este y la sigo hasta la norte o hasta que encuentro un paso bueno y la cruzo y ahí si que voy a buscar la siguiente esquina que es por donde mejor se pasa, peu pla, después solo es cuestión de ir en paralelo a esta pared e ir cruzando fincas dejando siempre de lado posibles bajadas y al final giramos a mano izquierda por un camino evidente.

Hemos cruzado la pared, estamos entonces en Marratxí y debemos voltear siguiendo la traza para ir a buscar un caminito que nos baja hasta el camí de Sant Jordi ya que desde donde nos encontramos nos será imposible. Para pillar ese caminito del que hablo primero hay que atravesar una valla en la acera que aunque parezca insalvable tiene su truco y pese a que la bajada no es nada del otro mundo hay que fijarse bien en tomar la senda más clara ya que la garriga es bastante espesa por allí y es bastante molesta, también al final hay otra rejilla abajo aunque bastante salvable. Alguno dirá que no vale la pena, puede ser, entonces solamente tiene que irse a dar la vuelta hasta el pueblo y asunto concluido.

Este camino que va a dar a la carretera vella de Sineu estaba antes sin asfaltar, ahora está ensanchado y asfaltado de arriba abajo con lo que ha perdido bastante interés aunque nos sirve para llegar a nuestro siguiente objetivo, más garriga, y aquí la pifié, sabía que tenía que desviarme en las curvas y lo hice, pero no tardé en llegar frente a una casa, aquí vamos mal, me dije, y cuando salió el habitante me lo confirmó pero me señaló el camino correcto en dirección Pòrtol y es verdad, cuando fui a comprobar lo encontré pero tampoco era por donde yo había señalado para la ruta. Miré la hora y no me entretuve más, lo dejé en la lista de confirmaciones y luego en casa ahí sí que vi el fallo, era más abajo, solo espero que todo siga igual y la ruta pueda desarrollarse sin problemas.


Eso fue el martes y como me quedé con ese mal regustillo por haberme equivocado decidí volver por la zona pero no a buscar el paso bueno si no el que enlaza las dos carreteras en esa zona, la de Sineu y la de Manacor, y lo que tenemos allí en medio es el golf de Puntiró. Tal vez si hubiera rebuscado bien en las trazas o las crónicas de cuando estuve me sería más fácil orientarme y posiblemente no equivocarme al no recordar todas las posibilidades que se dan, en esta ocasión no lo había hecho y salí a verlas venir pero debido a la restricción de horario fui directo por carretera hasta el golf y de lo que estaba seguro es de que hay un camino que lo rodea por la parte más alejada, y así es y lo seguí hasta que llegué a una casa de payés, no sé si habitada o no pero sí con perro ladrador y preferí no continuar por allí por lo que volví atrás y me metí en el recinto deportivo del que no supe salir hasta llegar a la pared de enfrente de donde había entrado, allí hay otro camino, si tiramos hacia la izquierda creía recordar que era el que acababa en una barrera intermedia a pocos metros de la carretera de Manacor y si tiramos a la derecha dudaba si era el que recorría el perímetro de varias fincas yendo a dar a la misma barrera, aunque por lo visto después es posible que tenga salida directa a la carretera, de todas maneras es un poco complicado orientarse por esos caminos vecinales si no se recorren con asiduidad, te despistan fácilmente. Yo giré a la izquierda y efectivamente llegué a la barrera que tiene al lado una puerta peatonal por donde es más fácil tirar la bici y ayudarse de un poste para pasar los bikeros, de todas formas no es nada recomendable pasar por allí, sobre todo si hay alternativa libre de paso por otro sitio, recordemos que hemos tenido que cruzar por el interior del campo de golf (y no solo este) aprovechando que están vacíos, que no cerrados al usuario aunque estos brillen por su ausencia por lo que estos caminos no son válidos para unas rutas tranquilas o de rodar, para eso hay otras opciones menos complicadas.

Estando ya en el carril de servicio tomo hacia Xorrigo y voy a buscar la subida por el bosque aunque la primera parte está descarnada, recordemos el incendio ocurrido, pondría un enlace a la noticia si tuviera ganas de buscarlo pero si hay alguien interesado en esa noticia puede hacerlo e informarse. Decía pues que ese camino nos deja solo el buen sabor de boca en lo que resta de zona boscosa ya que en la parte superior es una garriga insulsa que continuamos por alguna rodada hasta alcanzar una barrera de salida al vial de servicio o casi mejor, atravesando la pared, hasta otra barrera, esta ya en la zona más alta, junto a la rotonda de Son Gual. Di alguna vuelta por allí más que nada para grabar las trazas completas y volví a bajar por el mismo sitio para volver directísimamente por asfalto hasta el refugio, día finiquitado.


Esto pasó el jueves y el sábado me apetecía cambiar un poco de rumbo así que me fui hasta la orilla del mar, donde se acaba el pequeño mundo por el que solemos circular, y llegué hasta el Arenal y ahora sí pude comprobar los estragos, ni en invierno se ve tan vacío y creo ni aún así nos queremos dar cuenta individualmente de los riesgos que aún comporta la situación, y si lo hacemos tampoco somos conscientes de las ocasiones en que los asumimos, así que, visto el patio, solo es cuestión de suerte.

Esta salida solo fue un pretexto para recordar un poco la zona del torrent dels Jueus, línea limítrofe natural entre Palma y Llucmajor, y que solo recorrí entre la línea costera y los túneles de la autopista rebuscando entradas y salidas desde arriba y desde abajo conformando unos circuitos que los bikeros locales han ido utilizando desde hace tiempo, es otra alternativa más de la zona que se puede complementar con la de Son Verí aunque esta última creo que es mucho más utilizada, al menos por los bikeros de Palma. Semana lista.


Semana 2 COVID

Y la empezamos como la anterior, semana 2 de la fase 1 sin cambios en las normativas por lo que las rutas seguirán la misma tónica de la semana anterior y pese a los intentos de la peña en ampliar horizontes las restricciones en general se mantienen, al menos para el grueso del pelotón. No voy a entrar en detalles de algo que todo el mundo ha hablado en estos días y me centraré más en contar mi película que en hacer resúmenes de BOE’s y BOIB’s.

Y empecé la serie subiendo por Bunyolí pero esta vez haciendo bucle aunque para ello deba bajar por asfalto hasta la carretera de Puigpunyent, había por ahí un circuito de descenso muy visitado aunque no por mi persona y ahora mismo no sé cual es su situación, me parece recordar que se cansaron de tanto ciclista. Estuve en un tris de subir por las viejas canteras hacia arriba pero, la verdad, me dio pereza, preferí estirar un poco más el recorrido cruzando por el interior de Establiments y después, ya por caminos llanos transversales, ir a buscar el carril bicipaseo de la carretera de Valldemossa hasta la entrada del Parc Bit para hacer un pequeño bucle y volver al paseo y ya no dejarlo hasta completar la vuelta completa y directo a la ciudad, asunto resuelto por hoy.


La segunda salida, habida cuenta de la hora de partida, no tuvo más recorrido que un simple paseo costero hasta Can Pastilla sin casi poder apreciar el enorme impacto de este retiro ya que no llegué más allá del inicio del arenal, rodando tranquilo puedes poner media hora de ida y media de vuelta aunque aún me sobraron algunos minutos para llegar frente a la catedral y volver, el día no dio para más.


Vamos por la tercera, creo que tocaba Son Malferit, otro de los puntos cardinales importantes del municipio y que aún no había visitado. Ruta muy fácil prácticamente plana para la que preparo un acercamiento desde Establiments dando las primeras pedaladas por el carril adyacente a la carretera de Valldemossa para tomar desde allí el camí del molí d’en Terra y posteriormente el de ca na Gallura que te deja ya bastante arriba de la barriada y estando callejeando por allí me pica la curiosidad de bajar por el camí de la Vela hasta abajo pero me sorprendo cuando no consigo enlazar con el ramal inferior, porque hay un ramal que sale desde abajo y en pura teoría debería ser uno solo, creo que no iba tan dormido como para no verlo pero debo marcharme sin haberlo conseguido.

Bajo por el siguiente víal y me encamino a Bunyolí casas para volver al camí de Sarrià y dirigirme hacia Son Malferit, hacia la barrera de Son Malferit, la primera barrera de Son Malferit para ser más exactos, ida y vuelta para ir a buscar la carretera de Esporles y por caminos vecinales antes de coger la cuesta de la plaza de Establiments aparecer por Son Mayol y desde allí al Parc Bit y un poco más allá, hasta la UIB donde hice un recorrido por la zona de bosque pero quise salir por la puerta principal y la barrera estaba bajada y con el guarda en la caseta que me tuvo que abrir para poder pasar, me dijo que no podía ir por allí pero sin ninguna advertencia en los posibles accesos de atrás se lo tendrá que repetir a más de uno, así que si vamos por allí lo mejor es salir por donde hayamos entrado y ni se darán cuenta de nuestra presencia. No es que hubiera ningún tipo de discusión ni nada por el estilo, de hecho cualquiera que necesite ir allí puede desplazarse en bici si quiere y pasará por la barrera, no veo mucha diferencia en lo que estaba haciendo yo.

Esta vez no volví directo ni mucho menos, me desvié enseguida hacia el camí de Passatemps y antes de llegar a Son Sardina crucé por el campo hasta la carretera de Sóller y desde el aparcamiento del metro hasta el camí 140 por el camí de Son Llompart, buen enlace, y más quise hacer ya que estaba metido en faena, rodar por el torrente. Es fácil entrar aunque no tanto circular por dentro pero a poco que te guste ir dando tumbos vas a quedar satisfecho pero me encontré unos obreros realizando unas faenas debajo del puente de la carretera vieja de Bunyola y no me querían dejar pasar, estuve hablando con el encargado y aunque me ofrecí a volver atrás para rodear la obra por el parque y no ponerle en compromisos dado que solamente era un tramo de 50 metros me dejó pasar cuando la pala se retiró de allí, está marcado así en la traza pero se puede obviar sin problemas, de hecho no llegué hasta el paso de la autopista, salí por la Indioteria y de ahí para casa sin más dilación.


Veamos que pasó en la siguiente salida, pues no parece que mucho, fui a coger el camí de la Real después de voltear un poco por el carril bici y desde allí, por el callejón estrecho, hasta el polideportivo del Secar con lo que me queda algo de carretera hasta llegar a la calle por la que me quiero desviar, es aquel recorrido que me llevó hace unos días a meterme por el camí de la Vela y ahora quería finalizar la comprobación tras ese pequeño fracaso, y se repitió la historia, no hay salida por arriba, entonces voy a buscarla por abajo y ahí sí hay una señal de vial cortado y mientras subo voy recordando que ya lo hice una vez y no me acordaba, supongo que era porque tampoco tiene salida, entonces ¿a qué viene que tengan el mismo nombre los dos viales? en los mapas, en esos casos, se suele poner uno A y otro B pero este no es el caso, misterios.

Nada, dejo el asunto zanjado y me voy a subir por Bunyolí que es más interesante y arriba tampoco me dejo tentar de hacer la bajada por la alternativa pese a que hace ya tiempo que los carteles no están, se ve que hay gente que cree que quitándolos va a cambiar algo, empero la situación legal sigue siendo exactamente la misma y lo único que se consigue es que quién no la conoce y se enteraría por ellos no lo hace y contribuye a agrandar el problema sin saberlo.

La vuelta no tuvo misterio, llegué hasta la entrada de Sarrià donde debí mirar la hora y vi que tenía tiempo de llegar al menos hasta el Parc Bit y tocar algo más de tierra antes de aparecer por los arrabales de la ciudad, allá por Son Espases.


Aún queda otra más de la semana y tengo que variar unos grados el punto de mira, cojo el ratón y pongo el puntero apuntando a Esporles aunque no es cuestión de ir directamente así que mejor si empezamos por el camí de Passatemps y después reculamos un poco. Venga, partimos, en primer lugar tiramos por Son Oliva y Amanecer y después ya es todo recto sin desviarse hasta sa Garriga, ahí si giro hasta la UIB y ya que me lo avisaron hacía unos días, la rodeo y me voy al Parc Bit, Son Mayol y carretera de Esporles, justo en el Muntant, ir por allí te ha quitado unas cuantas cuestas por carretera bastante insulsas, y aunque lo que sigue es hacia arriba mayormente, ya no es lo mismo.

Me pasa un coche patrulla de la Local y se mete en el vial de acceso de la parcelación de Son Bauzá, algún problemilla puede haber, no creo que vaya a vigilar nada por ahí y, aunque siento cierta curiosidad mi meta está más adelante, en la subida de las curvas. Antes de llegar me extrañó un poco ver el cartel de la Serra patrimonio mundial, eso podía indicar que ya había entrado en Esporles aunque no estaba seguro, creía que el término estaba casi en el coll aunque después comprobé que no es así, está más cerca de Palma de lo que pensaba y esa podría ser la razón del porqué a la última casa de arriba no llega la pista de la parte de Palma aunque quede a escasos metros.

De todas maneras lo que yo quería era grabar bien esa subida completa porque las veces que la hago bajando empiezo por una dressera por el bosque que no me acababa de convencer como para estar incluida en la traza final de la ruta que la contiene, así que quería una traza completa de esa subida, y de paso subirla porque, que yo recuerde, siempre la había bajado. El ascenso está bien, no te llega a exigir el 100% del desarrollo si no quieres, y además me fijé en un ramal que no tenía visitado y esta vez sí lo hice aunque no tiene mayor interés ya que no existe una conexión aprovechable ni hacia arriba ni hacia abajo.

Acabo entonces la subida y debo rodear la casa por un costado donde todo parece que ha crecido en demasía, mucho ullastre, muchas matas, y aunque corto te deja fino. El resto hasta la carretera a lo que le quieras dar, y digo hasta la carretera porque según la traza de mi ruta oficial no se pasa por ella, de hecho, casi la primera condición que me puse para editarla era no circular por asfalto, pero hoy no estoy haciendo esa ruta y el objetivo principal de la salida ya estaba realizado así que podía volver tranquilamente por donde me apeteciera solamente estando un poco al tanto de la hora, por eso volví al Muntant y me desvié hacia Sarrià yendo a parar a la barrera de Son Malferit, ida y vuelta, por ahora no hay más y el que se queja es porque quiere aunque me quedé con las ganas de recortar por dentro de la finca de Sarrià hasta el bosque y salir por es Canyar, que seguro que es posible y además la entrada por las rejillas no es complicada pero preferí no hacerlo, que se pueda hacer no quiere decir que haya que hacerlo.


Semana 1 COVID

Tenía que ser que la primera salida post confinamiento total, si se entiende por total que puedes salir varias veces al día por causa justificada, como ir a por tabaco o comprar el periódico, por ejemplo, entonces sí, aceptaremos confinamiento total como lo que estamos sufriendo. No banalicemos empero, el tema es serio y no conviene menospreciarlo, de hecho una de las consecuencias adversas ha sido no poder salir a hacer deporte, no el nuestro, ninguno. Los primeros 15 días todo el mundo tuvo claro que no había nada que hacer en el exterior y se empezaron a promover actividades de interior, toca rodillo pero ¿qué hacemos los que no tenemos? Pues a buscar uno en tiendas online o a fabricarlo vía tutorial, cristo, la de inventos que se han llegado a ver, yo mismo la última semana antes del parón me traje unos tubos imaginando que me podrían servir en un momento dado, y de hecho me dediqué a fabricarme unos rodillos con lo que tenía a mano, así salieron aunque no están descartados del todo, habrá continuación.

Lo cierto es que entre una cosa y otra pasaron casi 2 meses hasta que abrieron la veda y claro, hubo tiros por todos lados aunque las directrices eran precisas, limitación de horario, de recorrido y de compañía, casi nada. Aunque había dos turnos de salida no parecían las normas del gusto de nadie y tampoco había mucho consenso para cumplirlas, así la primera salida que hice fue a Bunyolí, menudo test para empezar aunque estuviera solo limitada a la pista de carro, un poco más allá de la cadena está el límite y no me apetecía sobrepasarlo así que volví por donde había venido después de un rato de charla con los que por allí nos congregamos. La vuelta la alargué un poco yendo a rodar por Son Mayol a fin de recuperar un poco la sensación del pedaleo.


El segundo día creo que ni pisé tierra, me dediqué a voltear por el carril bici hasta los colegios y después, aunque no recuerdo bien si esa era mi intención original, me dirigí hacia el coll de sa Creu por asfalto. No estuvo mal y tuve bastante compañía, sobre todo pasándome aunque alguno oí por detrás que no llegué a ver. Paré arriba y empezó el carrusel, pasaban de todos lados, iban y venían de todos los colores y condiciones y todos continuaban su camino tanto para arriba como para abajo, de mtb solo vi a tres que se fueron para el dh y a otros que hicieron algunas dresseres. Yo ni bajé por allí, no tenía el cuerpo entonado y preferí comodidad y por eso giré en dirección Gènova y ya que estaba por allí recorrí una calle interior que me había fijado en ella por ser mucho más segura para rodar que no la carretera que bordea la barriada, sin arcenes y llena de curvas sin visibilidad, y poco más si contamos el paseo que me di por la carretera que lleva al dique del oeste aunque sin poder pasar al muelle propiamente dicho, se extrañan esas caminatas hasta la punta.


Tercera salida de la semana, na Burguesa, por fin, y coincidí con una compañera de rutas casi desde el principio aunque con mejor bagaje físico por lo cual iba yo siempre a remolque, no me daba tregua. Subimos por la parte corta del monumento y no paró allí, me esperaba en el paso del cable pero como sabía de sus intenciones de continuar me hice de rogar pero no picó, tuve que ir a buscarla y aunque me insistió en seguir no me dejé convencer y le dije que tenía otros planes que seguramente le valdrían igual, o igual no, a saber. Volvimos abajo por el camí vell para dirigirnos a la salida de la localidad por la calle 374 que continúa por el bosque ya sin asfaltar y que después sigue como sendero por la ladera aunque en este sentido es poco aprovechable, con bastantes escollos imposibles, lo que sí pude aclarar es el porqué existe allí una rossaguera y que sospecho que son los restos de la actividad de una cantera situada más arriba, que de hecho tiene un ramal de camino de acceso que no fui a investigar, nos limitamos a bajar hacia la zona del cementerio de Gènova por el ramal de bajada, primero como camino de carro bastante deteriorado y después pista en casi las mismas penosas condiciones.

Pero el tema principal del día era comprobar algunos caminillos al otro lado de la autopista, lo que ha quedado de bosque entre las urbanizaciones de Sant Agustí y Cas Català, los cuales no he visitado casi diría en decenios, aunque por lo que se ve desde fuera tiene unos buenos desniveles y efectivamente así es y nos hace poner pie a tierra en el rampón central aunque lo que continúa desde arriba es ciclable. Dimos solamente un voltio volviendo al mismo sitio y bajando por donde habíamos subido donde la compañera se dio un buen piñazo queriendo ir más de lado que de frente pero no pasaron a mayores las consecuencias.

No era tarde pero quedaba el tiempo justo para volver, el aspecto horario ahora también hay que vigilarlo, yo que tan poco habituado estaba en ese aspecto ahora hay que tenerlo controlado pero al menos la aplicación que uso te va cantando el tiempo de actividad y sabes que la hora no puede ser menos que la que resulta sumando ese tiempo al que saliste, menos da una piedra.


En la cuarta salida tenía que comprobar un punto que me tenía intrigado pero al mismo tiempo muy desconfiado del éxito que pudiera tener, de hecho han pasado meses y años para que esto sucediera, me refiero a una subida directa desde Son Vida hasta el coll de sa Creu que solíamos realizar antaño, tanto de subida como de bajada y hoy en día solo se realiza en parte debido al corte intermedio con una barrera, pero lo que quería ver era el inicio de ses itinerario del que tampoco me acordaba exactamente donde era, así que salí dispuesto a encontrarlo y comprobar si al menos podría subir hasta la barrera y en el mejor de los casos, superarla de alguna forma.

Tras estudiar un poco la situación sobre el papel antes de partir deduje que tendría que subir por la calle Binicaubell e ir buscando por ahí la entrada, pues a esas nos dirigimos utilizando el carril bici que para eso lo tenemos y tirando directo por Son Rapinya. Ya en la urbanización busco la calle después de pasar los primeros hoyos del golf y me dispongo a apretar los dientes ya en las primeras cuestas que en realidad tampoco son tan fieras como en otros viales e iba reservando algunos piñones para más tarde. Me crucé con un ciclista de carretera que bajaba antes de llegar al sitio que debía comprobar y al que no presté mucha atención, iba más pendiente de no parar que de otra cosa lo que hice un poco más adelante en cuanto vi una especie de parque cerrado y cuidado con pared y rejilla y una barrera metálica, era allí pero imposible sortear aquello, no llegué a ver el depósito de agua que supongo utilizará para regar el golf y que tan celosamente guardan desde hace años.

En la siguiente curva sí parece que hay un acceso practicable pero hacia una zona muy escarpada, quizás algunos senderistas circulen por ahí o tal vez visitantes de alguna cueva, desde luego en bici ni pensarlo, me queda entonces la otra opción, subir hasta lo más alto de la urbanización y empalmar con la pista de la carena, no esperaba complicación en ese aspecto pero mientras voy rodando también voy bajando por lo que no auguro nada bueno, todo lo que bajo voy a tener que subirlo otra vez en un tramo mucho más corto lo que se traduce en una mayor pendiente, habrá que echar mano (o pies) a esos piñones de reserva. Como no estoy situado mentalmente sobre el itinerario voy pillando todas las bocacalles que encuentro hacia arriba hasta llegar a un cruce con varias, tomo la de la izquierda y aquello no tiene fin pero me siento tentado de superarlo y voy haciendo eses para no tener que comerme la cuesta en todo su esplendor y en una de esas veo que viene alguien por detrás y en bici de carretera, ya le vale, pero no me llega a coger porque giro por la calle Morneta que es por donde creo que tengo que ir, nada más lejos de la realidad, no tiene salida y ya puestos que mas da meter otro poco de desnivel, no?. Vuelvo atrás para seguir subiendo mientras veo que el otro ciclista que ha llegado arriba empieza a bajar y nos saludamos y es cuando lo reconozco, es Pepefz y le pego un grito pero con la inercia está ya muy abajo y no para, no sé si me habrá oído, tampoco paro yo, solo me quedan unos metros para poder bajarme del sillín y estirar un poco las piernas que llevo ya un buen tute sin parar.

El tema es que lo que tengo delante es un enorme muro con su portón incluido, eso no estaba antes, lo que pasa es que el antes es de muy antes y las cosas cambian por lo que hay que ir actualizando estos detalles más a menudo y tampoco es que hubiera visto muchas trazas de visitantes de la zona, que seguro las habrá pero no me puse a comprobarlo, de hecho lo hice más tarde en casa y efectivamente hay una alternativa que rodea los chalés y que no supone mayor desgaste dada la poca distancia que hay que recorrer, pero dado que son situaciones que se me dan con frecuencia no me provocan mayor desazón, vuelvo otro día y se resuelven sin más.

No es muy tarde y decido ir a buscar una bajada que va a dar a Pinar Park y que una vez encontré pero fue subiendo por lo que ahora estoy bastante despistado y no me queda otra que ir a fisgar toda calle que me encuentre e ir descartando, las dos primeras no tienen salida, la que estoy buscando tampoco pero está más abajo y la encuentro al tercer intento no sin antes saborear la última rampa hasta los últimos edificios, desde allí sale este corto descenso, que ahora tiene algunos troncos cruzados de los que se harán cargo pronto los mantenedores de caminos supongo.

Una vez abajo me voy a voltear por los ramales que rodean el campo de golf y que una vez fueron objeto de controversia ya que al delimitar unos terrenos se cortó el paso con vallas y hasta se pusieron barreras en su inicio, en el cementerio, pero ahora, y tras la intervención del ayuntamiento, están libres de paso para cualquier usuario, y eso es lo que hago, pasar, aunque algunos de ellos han perdido gran parte de su encanto tras las obras de los tendidos eléctricos que cruzan estos parajes, la última torre desde luego es para ir a verla, en todo caso alguno queda aún con alguna piedra para ir a dar unos cuantos brincos.

Es lo que dio de sí la semana, son (casi ni se pueden llamar así) rutas cercanas, cortas en tiempo y distancia, que conforman una especie de barrido del término municipal, circunstancia esta que obliga a tener en cuenta ciertos detalles que, o bien se pasaron por alto o bien se iban dejando para otra ocasión por aquello de que como están ahí al lado puedo ir cuando quiera y al final se van olvidando, aparcados en vía muerta.

Cierto que el término de la mayor ciudad de las Baleares, por tanto donde más usuarios de mtb hay, no posee montes significativos, su mayor altura podría considerarse que es el Pujol des Gat, a unos 500m de altura y que al menos se puede llegar rodando aunque sea por una pista forestal, pero otros municipios nos ganan por goleada en ese aspecto, envidias que han provocado no poca crispación entre algunos bikeros, cada uno recordará estos días a su manera.


Palma a vista de pájaro

Fase 1

Fue como descorchar una botella de champán, había motivos más que suficientes para una celebración, por fin después de 2 meses volvía a calzarme el disfraz de bikero pero la fiesta estaba ya aguada desde su inicio, había normas, normas extraordinarias me refiero porque de las ordinarias siempre ha habido y aunque estas están ya asumidas, y no quiero decir respetadas siempre, y que básicamente se refieren en su mayoría a aspectos legales sobre los caminos, o accesos a ciertas propiedades, temas por el estilo que no afectan para nada a nuestra libertad más íntima.

Ahora, en cambio, debo cumplir un horario, de tal a tal hora bien por la mañana o bien por la tarde, además debo ir solo y no contentos con estos nimios detalles, tampoco puedo salir del término municipal, no hay que ser un lince para constatar que tras tamaña osadía por parte de los gestores las redes están que arden, arden las redes, menuda frase pero son las condiciones que se han establecido para este dichoso ESTADO DE ALARMA.

¿Alguien tenía idea de qué es eso? Sí, hubo ya uno en el 2010 con motivo de la crisis de los controladores pero no tuvo efectos personales en la sociedad civil directamente, quizás hubiera en algún momento alguna restricción en el transporte aéreo pero más por motivos organizativos que otra cosa pero esto, esto es otra cosa, esto es mucho más gordo, de hecho tan gordo que afecta a todo el globo aunque alguna excepción hay. Es como si en una buena bajada y yendo totalmente confiados apareciera de repente un muro de hormigón delante de nuestras narices y quedáramos allí estampados y pretendiendo además tirarlo abajo a lametazos, ha habido que improvisar a todos los niveles, en las películas siempre hay un plan preparado pero aquí el guionista estaba de vacaciones, y así nos ha ido.

Sin embargo parece que estas tres simples normas nos afectan en lo más hondo y nos hacen plantearnos cuestiones de lo más profundas, ¿porqué he de ser yo el pringado que tenga que poner el despertador a las 5 de la madrugada?. Joder, me han quitado mi rutita de las tardes yo que termino a las 3 de currar, ¿tendré que comprarme ahora unos focos para salir de noche?. ¿Cómo que no puedo salir del término municipal y donde ostias está el término municipal?, en la montaña no hay fronteras!. Discusión hay para rato aunque más o menos se entendían en la llamada Fase 0 con desplazamientos mucho más restrictivos pero ahora que estamos en la Fase 1 con más laxitud en los recorridos menos se comprenden pero es porque lo analizamos en términos propios e individuales, buscando solo lo que nos afecta a cada uno y hay que visualizarlo en modo colectivo, la clave del éxito es la reducción de la interacción, en centros de trabajo, en colegios, en locales de ocio, en transportes, etc., se ha cortado por lo sano pero la vuelta va a ser hasta dolorosa, no parece que estemos entrando en una nueva normalidad, más bien nos estamos empeñando en volver a la que teníamos y cuanto antes asumamos que ya no va a ser así mejor nos irá, y acatar el cumplimiento de estas tres normas (temporales, por otra parte) podría ser un buen comienzo.


Ueeeep, com anam?

Nuestro deporte suele tener unas vías de rodaje, es decir, transcurre por senderos, caminos, pistas, carreteras y similares, de hecho hacerlo fuera de estos recorridos está prohibido, por tanto, podremos concluir que es así, a grandes rasgos. Se puede aseverar también que nuestras rutas no tienen barreras en tanto nos desplazamos por el territorio, entendámonos, barreras físicas sí que hay, y muchas, ya que en gran parte del recorrido podremos estar circulando por caminos privados y aún encontrarlas aunque sea público, pero no me refiero a esas barreras, me refiero a los límites administrativos, eso nunca se ha tenido en cuenta, interesa más otras cosas, pendiente, velocidad, crono, lo que puede subirte la adrenalina, vamos.

Pero ahora se nos pide que respetemos los límites del municipio para hacer deporte y se plantean dudas, muchas dudas, ya que mucha gente no está acostumbrada a revisar las rutas desde esta perspectiva y con esta entrada quisiera aclarar algunas aunque solo del municipio de Palma, por supuesto, no me voy a meter en camisas de once varas con los límites de los pueblos, sería un no acabar, aunque es un tema que voy revisando habitualmente en el otro blog, no me pilla desprevenido y que de hecho he realizado en estos días de parón, por cierto.

Veamos como lo podemos explicar que se entienda mínimamente y sin poner un mapa, iré tomando los puntos claves que todo el mundo conoce si suele salir por Palma.


1. Génova, subida al monumento de la virgen (lo recalco porque aún hay alguno/a que cree que lo que hay ahí arriba es macho) y poco más, en los pilones del cable está el límite.

2. Genova, cementerio y rampón, arriba se acaba aunque si atravesamos el túnel podremos rodar prácticamente por todo el bosque sin problemas.

3. Coll de sa Creu, final arriba, en los pilones, km5. El límite está en la divisoria del cortafuegos, tanto en un lado como en el otro por lo que las bajadas son las conocidas por dentro de la zona militar. Una variante sería subir por el PT3 y salir en la siguiente curva de la carretera, a 200m escasos del coll, ahí lo dejo, y uno podría decir, y si voy por la dressera hasta el siguiente coll, el coll des Vent, pues bajo tu responsabilidad porque al enlazar con la carena de la vertiente de Palma no llegaremos a la divisoria hasta haber completado la ascensión, un poco antes de empezar la subida a pata por las zetas del Pujol des Gat. Cada uno que decida.

4. La Vileta. Tanto si subimos por la Vileta o por la cantera no podemos pasar de la pista de la carena hasta el límite que he señalado antes, es decir, no podrías llegar a la carretera, y todas las bajadas admitidas están en la vertiente de Palma excepto las comprendidas entre Bunyolí Nou y la cantera.

5. Bunyolí. Hasta la cadena, está todo dicho, tanto si subes por el camino como por asfalto.

6. Son Malferit. Hasta la primera barrera.

7. Carretera de Esporles, hasta 1 km del coll d’en Portell. Son Bauzá queda cerca.

8. Ses Rotgetes, inicio urbanización.

9. Camí de Passatemps, hasta las casas, no la carretera de s’Esgleieta.

10. Puntiró. Se puede llegar desde Palma por caminos secundarios y fuera pistas y desde allí enlazar con la zona del golf hacia Son Gual, Sant Jordi y s’Aranjassa hasta el Arenal, pero no es recomendable enlazar Son Gual con Son Binissalom directamente.


La verdad, no sé si habré aclarado algo o lo habré empeorado, pero ahí lo dejo aunque para pulir detalles lo mejor es confrontarlo con un mapa que nos indique, en éste está bastante claro.

Un saludo y nos vemos, nuevamente, por los caminos.