Así de bien

Reunión multitudinaria en s’Horta para recorrer guiados una ruta por los alrededores, el grupo es bastante numeroso, más de diez estamos allí congregados, no voy a mencionarlos a todos so pena de dejarme alguno y más si es gente con la que no salgo habitualmente y se me olvidan sus nombres o apodos, de todas maneras todo está recogido en video, aquí está el enlace al canal, así que quién quiera reconocerlos y disfrutar de las vistas y el recorrido que se lo mire, vale la pena.

De lo que estoy seguro es de que tiramos por el camí de sa Lleona nada más empezar a rodar, primero en subida y asfaltado y después más llano y de tierra aunque siempre con tendencia hacia arriba bastante suave, y tras desviarnos de ese camino ya me perdí, numerosos cruces van apareciendo por doquier y es imposible siquiera acordarse de cuantos vas dejando atrás por lo que la descripción de la ruta va a brillar por su ausencia, solo sé que coronamos un pequeño repecho con su correspondiente sendero de bajada que nos hizo subir algo las pulsaciones. Íbamos siempre bordeando las faldas de las colinas (no son mucho más que eso) siempre picando hacia arriba hasta culminar en el coll des calçador de sa nuvia sobre los 250m, ese fue el culmen de la etapa. Después vino el descenso hacia la carretera de Portocolom alternando tramos de pista con senderos hasta alcanzar el asfalto del cual recorrimos solamente unos pocos metros antes de plantarnos delante de las barreras de una de las entradas de es Fangar.

Esta es una finca que bien podría clasificarse de latifundio y que no voy a presentar aquí, solo recordar que pasé una vez por el interior a raíz de una concentración de protesta (una de ellas) que hubo hace ya unos años por haber cerrado el nuevo propietario teutón todos los caminos públicos que atravesaban por el interior, ya por entonces quedé impresionado pero nada que ver con lo que se ha convertido después bien es cierto que nosotros no vimos nada de eso, es más creo que la zona que recorrimos, más apartada de los campos de cultivo y de recreo, pudo ser pasto de algún incendio a la vista de los jóvenes bosques y enormes extensiones despobladas de árboles. Por allí hicimos una pequeña ascensión con su correspondiente descenso sin mucha enjundia.

La salida de la finca es por la antigua escuela rural del puig de s’Alenar, casi pegada a la carretera de Portocristo la cual solamente cruzamos para ir a buscar la que lleva a Cala Murada por algún camino vecinal y un pase final divertido por el interior del bosque. Lo que vamos a hacer a continuación es rodar por asfalto en dirección a la playa pero llegando a la cala por un sendero, allí entre tontear un poco por la arena e intentar averiguar qué producían esas ondas en el torrente nos pasó un rato bueno. Había que marchar, teníamos por delante un bonito y técnico tramo costero por delante hasta Portocolom aunque más corto de lo que me hubiera gustado con visita recreativa incluida a una cueva frente al mar en la que algunos probaron el charco interior para refrescarse, la verdad es que solo entrar ya notabas la diferencia de temperaturas y desaparecía el bochorno exterior, quizás por eso no había tampoco mucha prisa por salir.

Tras atravesar la playa de s’Algar y arribar a Portocolom nos dimos de bruces con el Arenal Gran que es donde estaba previsto el bañito del cual parecían necesitados el resto del pelotón, pero como no me entusiasma especialmente tal actividad pasé del mismo. Ya reconfortados y limpios de arena debíamos emprender la marcha, lo primero sería rodear la bahía hasta cala Marçal, de ahí en adelante hicimos solamente un tramo de pista hasta enlazar un camino vecinal asfaltado que nos llevó hasta s’Horta, aunque la expresión es muy amable, hubo que pedalear con ganas para llegar arriba y volver al punto de inicio.

Esta ha sido mi primera salida organizada con este grupo, en la primera no estuve, y es reconfortante poder contar con la ayuda del guía que aparte de concretar los recorridos con anterioridad también debe estar al tanto durante la marcha ya que los itinerarios son nuevos para muchos y sin ese aporte sería imposible el poder recorrerla sin perderse. Parece que tampoco será la última por la zona, de hecho ya se está preparando la siguiente, esta vez más al norte y espero asistir, allí nos veremos.


En toda regla

Un imprevisto suspendió mi salida prevista para el sábado en la zona este de la isla, zona bastante conocida por algunos miembros del grupo de los Bous bufats y que se prestan desinteresadamente a darla a conocer a los foráneos y estos actos de buena fe hay que aprovecharlos porque poder contar con la dirección del sherpa no tiene precio al no tener que estar constantemente pendiente de qué curso tomar en cada cruce ni de adivinar donde te va a llevar ese camino desconocido, y esto solo centrándome en el aspecto estrictamente deportivo.

Pero el domingo sí podía tener mi chance y no la malogré, salí aunque lo que hice no puede estar muy alto en un ranking de rutas, ¿qué se puede esperar de una salida por Na Burguesa? Yo desde luego no me hice muchas ilusiones ni tampoco esperaba grandes hazañas, se supone que iría a mi ritmo de siempre y casi podría decirse que si lo alcanzaba ya sería un logro. Dejé de tocar duro cuando atravesé el parc de sa Riera pero solo fue un pequeño adelanto porque no volví a ver tierra hasta Son Puigdorfila, allá donde la plaza de toros, para continuar hasta el torrente e ir a buscar la salida por la primera rotonda, dejé de lado el paso subterráneo nuevamente, y de ahí a Gènova para cruzar por el interior y aparecer a mitad de subida por el camí vell, en la actualidad una autopista donde cada vez que paso me hago la misma pregunta, ¿quién habrá costeado toda la obra realizada? Me pica la curiosidad.

Me paré arriba, sí, lo hice, no tiene sentido hacerlo de una tirada si no es por un concepto muy estricto del deporte o que vas sobradísimo, en realidad creo que también lo hago por si viene alguno y al menos te saca un pique. Pues ni una cosa ni la otra, partí solo en dirección al coll des Pastors y no me crucé con nadie hasta llegar a la explanada, la misma que llaman los tres pinos que bien que miré pero solamente hay dos, puede que también una mata pero pinos, pinos, dos. Había gente allí, a mi lado uno que le explicaba a un guiri alguna cosa de los caminos, no me enteré, y dos más algo más alejados, después se fue el trío español y me dejaron con el extranjero con el que evidentemente no medié palabra, ni él hablaba lo que yo ni yo lo de él así que se fue con viento fresco (bueno, fresco… no mucho, la verdad) hacia la carretera, o eso supongo, porque aunque yo fui tras suyo ya había pasado mucho tiempo y no volví a verle.

El cemento es lo que bajé, y aunque estuve tentado, dejé de largo el sendero del bosque y preferí bajar por la pista ancha teniendo que pedalear solamente un tramo corto de asfalto para llegar al coll de sa Creu donde ya pude empezar a bajar por los atajos. Ya en el primero me di cuenta de que me faltaba soltura para mejorar mi tiempo, sensación que no me abandonó en todo el recorrido. El tema es que aún a pesar de poder experimentar sensaciones muy dispares haciendo la bajada el crono no fue escandalosamente malo lo cual me lleva a la conclusión de que a pesar de ir disfrutando a tope el tiempo tampoco mejora en grado sumo, un petat, vamos, o quizás que no sé valorar en su justa medida ese pequeño recorte ya que la tirada total tampoco es tan larga. De todas maneras, y creo que ya lo he comentado en alguna ocasión, ese segmento precisamente tiene un fallo y computa dos tramos diferentes como el mismo proporcionando una clasificación engañosa, eso en el caso de un premier pero como no lo soy solamente puedo centrarme en mi mejor tiempo y gracias, fue bonito mientras duró.

De nuevo en la rotonda me tiré por la pendiente hasta abajo y no me gustó nada de lo que vi, ratas muertas, ratas corriendo, quin oi, y el resto todo removido, alguna parcela parecía haber sido arada y costaba rodar entre tanto socavón, parecía que se había hecho limpieza ya que se veían cúmulos de restos vegetales, no me acabó de gustar aquello, y fue salir por Madre Alberta y ya no dejar el carril bici para nada hasta completar el bucle. Una típica vuelta de domingo en toda regla.


Ahora sí

Como parece no han tenido suficiente con ir a rodar por el Caragolí me plantean otra ruta por Sóller, y la verdad es que me parece estupendo pero no sé porqué motivo no se quiso presentar nadie más que el convocante, puede ser porque el recorrido no estaba del todo claro o es porque es verano y se pueden tener otros planes que nada tienen que ver con salir a rodar, lo cierto es que solamente fuimos dos y si bien no sabíamos seguro si vendría alguien más al final nadie se presentó en el punto de salida. Después pude comprobar que otros compañeros sí estuvieron pero no coincidimos en el horario y además nosotros salimos antes, es lo que tiene no estar ahora en ningún grupo de mensajería pero la verdad es que me lo olía, algo me inclinaba a pensar que eso podría suceder, pero lo más seguro es que las premoniciones no existan.

Él tenía otra idea de la ruta pero se avino a modificarla cuando le comenté mis planes, haríamos algo entre el paseo y el DH, un poco de sube baja por el valle intentando tocar todos los palos y de paso comprobar algunos tramos de caminos que sabía habían sufrido algunos cambios, ese era un tema importante al fin y al cabo.

Empecemos por el principio, ses tres creus, un monumento inacabado que se levantó en una montaña, más allá del cementerio, digo inacabado porque debía construirse una ermita que nunca se empezó y ha quedado solamente el monumento que consiste en una escalinata doble que rodea una enorme pared de piedra con las tres cruces en relieve, artísticamente no aporta nada pero las vistas son espectaculares con el puerto de frente. La subida es fácil y cómoda al tratarse de una carretera asfaltada y sin apenas pendiente aunque se suba hasta los 200 metros de altitud, tiene más pendiente la calle que sube al cementerio que el tramo que le sigue.

Lo más interesante es la bajada, solo la hice una vez hace unos 12 años y no me acordaba de casi nada, sabía que había que tirar hacia el porxo pero parece que ya se han cansado de ver gente por delante y han hecho un desvío por detrás con los suficientes carteles orientativos que es imposible alegar ignorancia. El camino es un sendero propio de montaña pero no pensado para bicis, o mejor dicho, para ciertos bikeros, cuesta horrores meter la bici en las curvas y recorrerlo con un mínimo de decencia, está claro que si eres un paquete bajando ése es tu lugar de entreno.

Volvimos a la carretera junto a la rotonda de entrada al pueblo justo después de cruzar las vías para tomar enseguida la subida por el camí vell de ciutat con sus buenas cuestas iniciales, este camino hay que abandonarlo para continuar por el que se dirige al pujol d’en Banya y fue al cruzar las vías donde vimos un desvío señalizado que no recordaba, el inicio es muy prometedor y no nos quedó más remedio que ir a investigar. Muy bonito y ciclable por el interior del bosque rodando junto a una pared y después encajonado para acabar de nuevo en el camino ancho y señalizado como camí de Castelló, interesante, interesante y por supuesto me va a obligar a modificar ese itinerario y algunas rutas que lo engloban, cambio mínimo pero de enjundia, vamos de bien a mejor por ahora.

Volvemos por el mismo sitio hasta el punto donde dejamos la subida y la recorremos hasta las casas para continuar ya nivelados en dirección Deià aunque no por mucho tiempo ya que el desvío del camí de Rocafort no se encuentra lejos, ese es nuestro objetivo, otro camino también muy poco recorrido pero bien recordado porque la nata que me pegué allí fue buena, en esta ocasión solamente ha sido un pinchazo de la rueda delantera aunque ya después en casa he podido comprobar que todos los males venían de los fondos de llanta que ha habido que jubilar.

Es pronto y ya llevamos dos buenas bajadas, no excesivamente largas pero lo suficientemente técnicas como para no quedar insatisfechos, toca ahora un tramo de paseo y es cuando volvemos a aparecer en la carretera para tomar el carril bici y el desvío hacia ca n’Ai y Binidorm, la intención es recorrer el tramo de camino hasta el torrente y volver atrás hacia el Monument donde iremos a buscar el camí vell des Port cruzando frente a las casas de can Tamany dejando un poco de lado el camino directo y tomando los tramos más antiguos. El coll d’en Borrassar es su punto álgido y continuamos por el camino ancho hacia Son Llampaies, debemos estar atentos en la curva siguiente para tomar un desvío cementado pero con mucha pendiente que se dirige a un olivar, esta pista acaba en el porxo pero justo al traspasar la barrera de entrada los carteles te conminan a tomar una alternativa que no es ciclable y que te das cuenta de que es un rodeo cuya única y exclusiva finalidad es que no pases por delante de las casas, para los que vamos en bici es un verdadero incordio pero supongo que habrá sido condición sine qua non para permitir el paso por el interior de esa propiedad, y digo esto sin querer meterme en divagaciones sobre las circunstancias propias de ese itinerario. Nos toca salir por la barrera de salida teniendo ya a la vista la siguiente barrera y su correspondiente desvío, este era precisamente el tramo que creía que se había restaurado pero tras finalizarlo comprobé que no ha sido así, es el mismo de antes y está como antes con sus mismos inconvenientes, impropios de un olivar y que solamente generan inconveniencia si vas en bici, casi diría que preferiría continuar por la pista y llegar al coll d’en Marqués por carretera, una pequeña decepción.

En ese punto ya es donde deberíamos haber llegado mucho antes para poder tener tiempo suficiente para subir a Bàlitx por cas Bernats pero decidimos acortar por el camí de sa Figuera aún a pesar del pateo inicial, en fuerte subida al inicio y después más llano pero aún así, incómodo. Como vayas por aquí con algunos un poco quejicas te van a doler los oídos, y si tienes que empujar una eléctrica ya ni te cuento pero no fue el caso, menos mal. Llegamos a la parte llana donde uno puede resarcirse de todo ese esfuerzo y en el cruce con la carretera vella de Bàlitx tenemos también la bajada directa, aquí valoramos la opción de llegar a Fornalutx que también desechamos por el horario pero que si se realiza es muy gratificante.

La bajada es por el camí de Bálitx en los primeros tramos pero hay que estar atentos un poco antes de llegar a la Capelleta de coger el desvío de la costa d’en Flassada, está saliendo de una curva, de las peores del recorrido, pero la continuación es muy sabrosa, rápida y divertida, aunque sin un metro de despiste y que te deja cerca del campo de fútbol con una sonrisa de oreja a oreja.

Vuelta al punto de origen sin respeto a las señales de tráfico (no hagáis esto en casa, como dirían en ese programa de la tele) pasando por la plaza donde había mercadillo, sorteando viandantes y con bastante ambiente aunque eso en los tiempos que corren puede ser de lo malo lo peor. Me sabría mal tener que acabar la crónica con este vocablo pero tener el pensamiento dividido permanentemente entre la cabeza, el corazón y el bolsillo me hace a veces dudar más de lo aconsejable, pero no seamos más pesimistas de lo estrictamente necesarios y si el saber que la semana que viene tenemos previsto el estreno de una ruta (aunque siendo exactos estreno solo hay uno, ¿qué sería entonces, reestreno?), digo que si tal cosa nos puede animar aunque sea un poco quedémonos con eso, aunque dan tormenta ¿premonición o casualidad?.


No es crónica

Antes que la crónica voy a poner un enlace a un nuevo canal de video en Youtube donde se van a subir unos resúmenes muy interesantes de las rutas de su autor y no es porque precisamente aparezca en uno de ellos la razón por la que quiero compartirlo aquí, esa circunstancia no es nada más que fruto de la casualidad, Sito me comentó su deseo de realizar una ruta por Sóller en la anterior salida que realizamos y conociendo mi querencia por ese sitio me propuso que le acompañara, gesto que se agradece y se hace constar públicamente.


Enlace directo al canal y disfrutadlo.


Ruta de altura

Lo del calor extremo de la semana pasada no iba en broma, continuó más o menos en la misma tónica durante la los días venideros y me hizo dudar sobre la conveniencia de ir a rodar por els Cairats, y no porque ya de por sí la sola mención de ese nombre asuste a la mayoría si no porque la continuación no augura nada bueno si el día está soleado y además es agosto. Estaba de bajón y propuse un cambio de ruta a última hora lo cual no propició que se me tuviera muy en cuenta ya que se habían apuntado unos pocos y no era cuestión de ir meneando el puchero una vez ya está cocido, iría y que pasara lo que tuviera que pasar.

Nos presentamos un grupito de seis? en el punto de partida para empezar a rodar directos a la finca pública de Son Moragues aunque ya en el mismo pueblo unos tiraron por un lado y el resto por otro invirtiendo así ya en la primera barrera el orden de salida. Me lo tomé con calma esos primeros metros ya que gastar energías innecesarias allí es tontería, casi tanto como querer guardar, dicho sea de paso, lo que viene a continuación lo subes o no, tienes lo que hay que tener en las piernas o no, así de claro, yo desde luego no, y ese día menos, me ha ido mejor otros días y patinar en la primera rampa de tierra no ayuda a convencerte de que puedes, creo que la definición adecuada sería la de milagro si lograra encadenar al menos media subida montado.

El verdadero problema podría venir a continuación pero no fue así ya que es donde me sentí más cómodo pudiendo pedalear bastante bien en todos los tramos. He de hacer constar que aunque me pueda parecer extraño no todo el mundo que va en bici, y no digo novatos precisamente, ha estado en todos los lugares y eso hace que tuviéramos más paradas de las recomendables, no digo que no debamos hacerlo pero no ayuda a mantener el timing adecuado, lo del bañito cada vez se me antojaba más lejano y no solo por la distancia, que era mucha pero ya todo cuesta abajo y así y todo casi utópico. Desde que vimos por primera vez el mar paramos unas cuantas veces más, una de ellas en la cueva del ermitaño aunque no llegué a acercarme, y mejor porque había una plaga de moscas en el interior que hacían imposible siquiera el asomarse, y tampoco olía muy bien me parece.

Desde el coll de Son Gallard es todo bajada por el camino de carro hasta el desvío del mirador pero no hay que fiarse en absoluto, tiene algunas zonas muy levantadas y hay que surfear con tiento. Solo me paré para pedir una foto en un cruce ya que la traza de la bajada que tengo publicada en el blog creo que deja bastante que desear y seguramente si la que estoy grabando la mejora la cambiaré, lo de la foto es más para tener las coordenadas que para acordarme del sitio, eso ayuda bastante para situar los puntos sobre las trazas y los mapas.

Nueva parada en el mirador sin vistas, solo las de arriba no están ocultadas por las copas de los pinos, antes de emprender el divertido descenso hasta la carretera, no directo porque aún quedan algunos sitios en los cuales es imprescindible hacer un alto. Y mientras el reloj no para de rodar, o de avanzar, según sea el estilo de nuestra pantalla, pero les convenzo de que tenemos tiempo suficiente al menos para bajar hasta el camí de ses Vinyes y vuelta por asfalto, yo lo tengo claro.

Buena bajada desde el aparcamiento del hotel metiéndonos por las escaleras y pasando por el mirador. El único paso comprometido está un poco antes del desvío, donde el cable, y es preferible y muy recomendable el hacerlo a pie porque cualquier pequeño error puede costarnos caro (y no me estoy refiriendo al precio de la bici). La verdadera diversión empieza precisamente en el desvío ya que estamos en el interior del bosque fuera de todo peligro y podemos explayarnos concentrándonos solamente en hacerlo lo mejor posible, realmente me gustó el poder saborearla como se merece aunque no fui el único que tuvo esa reconfortante sensación, y es que realmente esa ruta nunca defrauda, y no digamos si después puedes disfrutar de un paseo sobre la balconada de ese tramo de costa que te reconforta de todo el esfuerzo anterior, y ni siquiera el tener que soportar el vaho del asfalto al subir puede hacer que te arrepientas, ese calor que se desprende más el que se concentra de por sí en ese valle y que te atrapa en una especie de burbuja de la que parece no puedes escapar, solamente en los tramos en los que tienes algo de brisa en contra encuentras algo de consuelo, así llegué arriba y tuve que pararme un rato a la sombra para lograr recomponerme antes de que llegara el resto que iba por detrás porque también había una parte que iba por delante y no pararon hasta el pueblo.

Casi clavamos el horario, nos pasamos de un cuarto de hora aunque para ello tuvimos que hacer un recorte importante, no es que estuviera lejos en distancia pero si había que seguir el plan la parada hubiera sido muy extensa, mejor como lo hicimos y santas pascuas. Y la ruta, al parecer, un completo éxito.