Ahora sí

Como parece no han tenido suficiente con ir a rodar por el Caragolí me plantean otra ruta por Sóller, y la verdad es que me parece estupendo pero no sé porqué motivo no se quiso presentar nadie más que el convocante, puede ser porque el recorrido no estaba del todo claro o es porque es verano y se pueden tener otros planes que nada tienen que ver con salir a rodar, lo cierto es que solamente fuimos dos y si bien no sabíamos seguro si vendría alguien más al final nadie se presentó en el punto de salida. Después pude comprobar que otros compañeros sí estuvieron pero no coincidimos en el horario y además nosotros salimos antes, es lo que tiene no estar ahora en ningún grupo de mensajería pero la verdad es que me lo olía, algo me inclinaba a pensar que eso podría suceder, pero lo más seguro es que las premoniciones no existan.

Él tenía otra idea de la ruta pero se avino a modificarla cuando le comenté mis planes, haríamos algo entre el paseo y el DH, un poco de sube baja por el valle intentando tocar todos los palos y de paso comprobar algunos tramos de caminos que sabía habían sufrido algunos cambios, ese era un tema importante al fin y al cabo.

Empecemos por el principio, ses tres creus, un monumento inacabado que se levantó en una montaña, más allá del cementerio, digo inacabado porque debía construirse una ermita que nunca se empezó y ha quedado solamente el monumento que consiste en una escalinata doble que rodea una enorme pared de piedra con las tres cruces en relieve, artísticamente no aporta nada pero las vistas son espectaculares con el puerto de frente. La subida es fácil y cómoda al tratarse de una carretera asfaltada y sin apenas pendiente aunque se suba hasta los 200 metros de altitud, tiene más pendiente la calle que sube al cementerio que el tramo que le sigue.

Lo más interesante es la bajada, solo la hice una vez hace unos 12 años y no me acordaba de casi nada, sabía que había que tirar hacia el porxo pero parece que ya se han cansado de ver gente por delante y han hecho un desvío por detrás con los suficientes carteles orientativos que es imposible alegar ignorancia. El camino es un sendero propio de montaña pero no pensado para bicis, o mejor dicho, para ciertos bikeros, cuesta horrores meter la bici en las curvas y recorrerlo con un mínimo de decencia, está claro que si eres un paquete bajando ése es tu lugar de entreno.

Volvimos a la carretera junto a la rotonda de entrada al pueblo justo después de cruzar las vías para tomar enseguida la subida por el camí vell de ciutat con sus buenas cuestas iniciales, este camino hay que abandonarlo para continuar por el que se dirige al pujol d’en Banya y fue al cruzar las vías donde vimos un desvío señalizado que no recordaba, el inicio es muy prometedor y no nos quedó más remedio que ir a investigar. Muy bonito y ciclable por el interior del bosque rodando junto a una pared y después encajonado para acabar de nuevo en el camino ancho y señalizado como camí de Castelló, interesante, interesante y por supuesto me va a obligar a modificar ese itinerario y algunas rutas que lo engloban, cambio mínimo pero de enjundia, vamos de bien a mejor por ahora.

Volvemos por el mismo sitio hasta el punto donde dejamos la subida y la recorremos hasta las casas para continuar ya nivelados en dirección Deià aunque no por mucho tiempo ya que el desvío del camí de Rocafort no se encuentra lejos, ese es nuestro objetivo, otro camino también muy poco recorrido pero bien recordado porque la nata que me pegué allí fue buena, en esta ocasión solamente ha sido un pinchazo de la rueda delantera aunque ya después en casa he podido comprobar que todos los males venían de los fondos de llanta que ha habido que jubilar.

Es pronto y ya llevamos dos buenas bajadas, no excesivamente largas pero lo suficientemente técnicas como para no quedar insatisfechos, toca ahora un tramo de paseo y es cuando volvemos a aparecer en la carretera para tomar el carril bici y el desvío hacia ca n’Ai y Binidorm, la intención es recorrer el tramo de camino hasta el torrente y volver atrás hacia el Monument donde iremos a buscar el camí vell des Port cruzando frente a las casas de can Tamany dejando un poco de lado el camino directo y tomando los tramos más antiguos. El coll d’en Borrassar es su punto álgido y continuamos por el camino ancho hacia Son Llampaies, debemos estar atentos en la curva siguiente para tomar un desvío cementado pero con mucha pendiente que se dirige a un olivar, esta pista acaba en el porxo pero justo al traspasar la barrera de entrada los carteles te conminan a tomar una alternativa que no es ciclable y que te das cuenta de que es un rodeo cuya única y exclusiva finalidad es que no pases por delante de las casas, para los que vamos en bici es un verdadero incordio pero supongo que habrá sido condición sine qua non para permitir el paso por el interior de esa propiedad, y digo esto sin querer meterme en divagaciones sobre las circunstancias propias de ese itinerario. Nos toca salir por la barrera de salida teniendo ya a la vista la siguiente barrera y su correspondiente desvío, este era precisamente el tramo que creía que se había restaurado pero tras finalizarlo comprobé que no ha sido así, es el mismo de antes y está como antes con sus mismos inconvenientes, impropios de un olivar y que solamente generan inconveniencia si vas en bici, casi diría que preferiría continuar por la pista y llegar al coll d’en Marqués por carretera, una pequeña decepción.

En ese punto ya es donde deberíamos haber llegado mucho antes para poder tener tiempo suficiente para subir a Bàlitx por cas Bernats pero decidimos acortar por el camí de sa Figuera aún a pesar del pateo inicial, en fuerte subida al inicio y después más llano pero aún así, incómodo. Como vayas por aquí con algunos un poco quejicas te van a doler los oídos, y si tienes que empujar una eléctrica ya ni te cuento pero no fue el caso, menos mal. Llegamos a la parte llana donde uno puede resarcirse de todo ese esfuerzo y en el cruce con la carretera vella de Bàlitx tenemos también la bajada directa, aquí valoramos la opción de llegar a Fornalutx que también desechamos por el horario pero que si se realiza es muy gratificante.

La bajada es por el camí de Bálitx en los primeros tramos pero hay que estar atentos un poco antes de llegar a la Capelleta de coger el desvío de la costa d’en Flassada, está saliendo de una curva, de las peores del recorrido, pero la continuación es muy sabrosa, rápida y divertida, aunque sin un metro de despiste y que te deja cerca del campo de fútbol con una sonrisa de oreja a oreja.

Vuelta al punto de origen sin respeto a las señales de tráfico (no hagáis esto en casa, como dirían en ese programa de la tele) pasando por la plaza donde había mercadillo, sorteando viandantes y con bastante ambiente aunque eso en los tiempos que corren puede ser de lo malo lo peor. Me sabría mal tener que acabar la crónica con este vocablo pero tener el pensamiento dividido permanentemente entre la cabeza, el corazón y el bolsillo me hace a veces dudar más de lo aconsejable, pero no seamos más pesimistas de lo estrictamente necesarios y si el saber que la semana que viene tenemos previsto el estreno de una ruta (aunque siendo exactos estreno solo hay uno, ¿qué sería entonces, reestreno?), digo que si tal cosa nos puede animar aunque sea un poco quedémonos con eso, aunque dan tormenta ¿premonición o casualidad?.


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