8 simple

Si te proponen ir a Sóller ¿quién es el guapo que dice que no?, apuntado estoy desde el primer minuto. La ruta desde siempre me ha parecido, ¿cómo lo diría? ¿sencilla, quizás? puede ser, pero cuando repasas bien el dato del desnivel positivo acumulado el gesto te cambia un poco, eso quiere decir que hay más subida de lo que parece y por terreno no tan fácil, por tanto, un respeto. Además, cuando me hablan de esta ruta inevitablemente me imagino la mía y ésta difiere un poco, vamos a bajar por Muleta en lugar de por el Rost, con lo que la dificultad sí aumenta un poco más, amén de la longitud que también se incrementa aunque es poco significativo ese aumento.

Vayamos por partes y empecemos por el principio. Suena el despertador a las…, bueno, tampoco hace falta tanto, situémonos en el aparcamiento directamente y mientras esperamos a los rezagados, que los hay, vemos pasar a otro numeroso grupo que parece tomar nuestro mismo itinerario, tampoco falta algún que otro ajuste de última hora y entre pitos y flautas ha pasado ya media hora, retraso asumible por el momento, y ya sin más demora iniciamos el ascenso por las empinadas cuestas del camí vell de Ciutat desde la misma rotonda de entrada al pueblo y nos dirigimos a buscar el nuevo inicio del camí de Castelló bien señalizado para no errar aunque creo que no todos lo recorrieron y algunos cruzaron las vías. Al llegar a las casas dejamos el asfalto y comenzamos a rodar por el camino de tierra, momento ya ansiado y que hace que el grupo se estire aunque no tanto como para pararte y darte cuenta de que no viene nadie por detrás, de momento solo somos tres los reunidos en el cruce del camí de Rocafort pero tras varios minutos de espera la incertidumbre se va apoderando de todos nosotros y alguno retrocede para averiguar el motivo, yo no llegué a contactar visualmente con el grupo, me quedé en la curva de piedras a practicar un poco esa entrada a la tengo un poco de tirria, la verdad y mientras sigue cayendo la minutada hasta que por fin aparecen y ya falta uno, ha roto la cadena y también ha pinchado así que ha vuelto atrás para esperarnos abajo, imposible continuar.

Con todo el follón casi se ha pasado el arroz, por poco que nos enredemos más adelante vislumbro recorte final. Alguna parada más hubo también hasta llegar a Deià lo cual hicimos desde el pont de sa cala ya que seguimos el GR hasta abajo para subir por el camí de sa Vinyeta, bonito de verdad pero entre el paso roto de los marges, los dos botadors y la gran afluencia de senderistas le quitó parte de su encanto, y no digo ya tener que seguir las señales de tráfico que te llevan hasta la salida del pueblo al no poder pillar la calle del refugio, mucho más céntrica y directa.

Parada larga en el centro ya que el simple hecho de querer comprar algo en un comercio se ha convertido casi en una peripecia. En las subidas hay que saber aprovechar las inercias y cuando uno está metido en faena continuar hasta el final, lo prefiero a tener que empezar de cero en cada tramo, seguramente a muchos les dará igual pero es mi estrategia, y hay que decir que lo que viene a continuación no es fácil ni mucho menos, una subida bastante dura hasta sobrepasar las últimas casas del pueblo que pude hacer todo montado ya que unas vecinas pasaron con el coche y abrieron la barrera, creo que fue por allí donde bajó el grupo que habíamos visto por la mañana, de hecho fueron los únicos que vimos en todo el día.

No todos habían secundado esta opción, la misma subida o el pateo que viene a continuación habían hecho desistir a unos cuantos de seguirla y se habían ido por carretera directos al desvío de Muleta. No fue fácil llegar a la font de sa Senyora (allí comentamos ca l’Abad pero no, es femenina) aunque es más ciclable de lo que recordaba antes de llegar al camino de carro y que una vez enganchado ya no pierdes el ritmo hasta salir por la barrera, lo que no vi es el enlace con las pistas superiores y mira que lo busqué, me lo pasé sin darme cuenta.

Una vez en la era había que decidir, Muleta nos iba a retrasar bastante y se decidió bajar directos por el Rost aunque no sea una de mis bajadas preferidas, pienso que necesita un ajuste muy concreto de las suspensiones que no soy capaz de encontrar y sufro más de la cuenta, y si a todo ello sumo que desde hacía un tiempo notaba que la horquilla no estaba trabajando como debiera, perdía recorrido y se quedaba comprimida sin hacer lo que se supone debía, llegas a la conclusión de que no has disfrutado casi nada de la bajada y se impone una revisión mecánica urgente.

Final y distribución de la peña entre varios locales por aquello de los cupos y aforos ya que los que habían vuelto por carretera ya estaban allí más el que había vuelto atrás al principio así que no estuvimos reunidos más tiempo del necesario para tomarnos un birra rápida y despedirnos hasta la próxima que será en? A ver qué sorpresa nos espera, mientras podréis recorrerlas virtualmente en el canal de video de Sitobike&bousbufats.


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