Sin timbre

Sabadete de agosto y no se me ocurre otra cosa que subir a la sierra de na Burguesa, mi intención es bajar por la línea del puig de Bendinat, me quedaron cosas pendientes por realizar en cuanto a solventar con éxito todo el recorrido e iba con toda la intención del mundo para conseguirlo y para ello me dirigí hacia Gènova por el carril bici del cual solamente me aparté para cruzar por el interior del parque de la Riera y una vez en la población limítrofe subí al monumento por el itinerario largo, en esta ocasión ni vi ni vino nadie en todo el recorrido hasta el coll des Pastors donde sí apareció uno que no parecía muy ducho en esto de los caminos ya que me preguntó por la vía más rápida para volver a Palma, intenté explicarle de la mejor manera posible las dos opciones más cercanas pero no lo debí convencer cumplidamente y me propuso su acompañamiento al cual no me quise negar dado que mi ruta planteada iniciaba allí mismo el retorno, entonces salimos a ello.

Tras unos minutos de pedaleo llegamos al punto del desvío no sin antes enseñarle el inicio de la bajada de la izquierda, la llamada Enduro, el hombre no era de aquí, aficionado al mtb pero conocía más bien poco, muy poco, por donde se podía desenvolver para eso de dar pedales. Intentamos la subida a la cima montados pero en algunos puntos la cosa está complicada pero son los menos y sin tiempo a mucha cháchara, solo lo imprescindible para calzarse las proteciones, emprendimos la bajada confiando en una mejora y de hecho el primer obstáculo lo superé pero en el tobogán de tierra preferí dejarlo a la mitad ya cuando la bici parece tener vida propia y desde allí vi que el compañero no se atrevía con el escalón y continuó el resto andando, después ya solo vienen tramos mucho más asequibles aunque iba haciendo paradas para reagrupamiento hasta llegar a la pista principal y hacer la continuación hasta abajo pero volví a despistarme buscando la entrada de ahí las idas y venidas de la traza hasta encontrarla.

La siguiente bajada no tiene ningún paso complicado por lo que se puede disfrutar sin problemas, el aliciente será la velocidad a la que podamos realizarla y sin mucho temor a encontrarte a alguno subiéndola, de hecho era mi sentido preferido después de haber dado don él y al que he vuelto con más asiduidad después de saber que habían limpiado y despejado de árboles tumbados la parte final. Al compañero parece le gustó bastante más ese tramo que el primero y volvimos por el sendero de s’Ermita en silencio hasta el desvío nuevo de bajada hasta la explanada de los túneles de la autopista, el que te libra de tener que bajar el rampón de tierra calentando discos y aunque el desnivel es el mismo al menos es un poco más asequible haciendo eses que haciendo un recto.

Al tocar asfalto nos separamos, él quería volver ya y le animé a presentarse a alguna salida del grupo y casualidades de la vida ya conoce a algunos de la grupeta de Andratx por medio de un compañero de trabajo así que quizás volvamos a coincidir en alguna que otra salida, por mi parte quería ver otras cosas, aún no había terminado la faena y así como por la parte de arriba la intención era mejorar, en la parte de abajo era comprobar caminos, más que caminos, itinerarios, sobre todo averiguar si podía enlazar con el polideportivo de Gènova, o de San Agustín, ahora mismo no lo tengo seguro, atravesando el túnel y hasta me atreví con la rampa a la que tanto respeto le tenía aunque después no le vi mucha continuidad y la tuve que subir empujando, seguí dando algunas vueltas por el bosque buscando y no encontrando ese enlace pero sí otro más abajo que te deja en una de las calles de la urbanización, yo accedí por una cuesta muy inclinada pero es casi seguro que puedes salir llaneando, de todas maneras dejé esa comprobación para otra ocasión y emprendí el regreso bajando ya por asfalto yendo a dar justo enfrente del club de vela de Calanova, y de allí todo recto hacia el Paseo Marítimo hasta el Molinar y que fue precisamente en ese tramo donde tuve el percance más gordo de la ruta, no mío sino de una ciclista a la que adelanté, iba justo detrás de ella ya que se nos habían cruzado unos cuantos de frente y no la avisé de que iba a pasar y se asustó al verme y fue girar la cabeza y empezar a dar volantazos con el manillar con la triste consecuencia de embestir a uno de los pilones que delimitan el carril yéndose al suelo estrepitosamente, por suerte sin consecuencias graves pero sí con una bronca por su parte, iba demasiado rápido según ella, lo cual no era nada cierto porque solo había dado dos pedaladas para coger algo más de velocidad y sobrepasarla pero sí que es cierto que no la avisé aunque creo que visto lo visto hubiera sido aún peor, de todas maneras eso no me exime de que deba llevar obligatoriamente un timbre para poder hacerlo, en ese sentido sí fue culpa mía aunque eso no quita de que en ese tramo de carril más estrecho (enfrente de la Lonja) y con esos pilones plantados hay que ir un poco más decididos y esperar que en cualquier momento te pueda rebasar un ciclista o un patinete, que ésa es otra, aún es hora de que me avise alguno que me va a adelantar.


Probando novedades

Si uno está interesado en descubrir caminos no puede olvidarse de la Fita del Ram con sus cumbres asociadas, es una zona pródiga en itinerarios y es por eso que hace unos años dedicara unas cuantas jornadas a rodar por la zona, tanto por las cumbres como por sus laderas para ir marcando trazas y averiguar cuánto tiene de aprovechable y fruto de ello se idearon o modificaron unas cuantas rutas del blog con los itinerarios más relevantes mientras que otros quedaron a la espera de nuevas incorporaciones o simplemente utilizarlos para introducir variantes en las salidas a modo de guindas pasteleras.

A pesar de rodar bastantes semanas por allí aún no recorrí todas las variantes posibles y últimamente había visto en algunas salidas de compañeros que utilizaban una de las que no había hecho, o al menos que yo hubiera trazado, pudiera ser que sí la hubiera recorrido anteriormente pero no estaba seguro por lo que decidí ir a comprobarlo y para ello debería subir a las antenas de Sobremunt, sin mucho convencimiento, la verdad. Se puede decir que pasé bien Bunyolí, descansito en la cadena sin nadie con quien platicar y sigo adelante todo por asfalto, todo sea para mantener el ritmo sin sobresaltos. Cruce de Sobremunt desierto y continúo subida y más que falta de fuerzas, que también, es falta de ganas de continuar, me tomo unas sosas galletas que no me aportan ninguna convicción y mientras me debato entre seguir o volver llega uno con una rígida que ni me saluda y prosigue camino, le sigo con la mirada y observo que va a trompicones, tanto que se para y vuelve atrás, se da unas cuantas vueltas por la explanada y lo vuelve a intentar, esta vez con mayor acierto y prosigue mientras que parece que yo tengo las mismas sensaciones, de hecho di unas pedaladas cuesta abajo pero algo se me activó en mi interior y me hizo parar, di la vuelta y fue como un chute, fue meterme en el sendero y desaparecer toda duda y cansancio, disfruté del camino como nunca, hasta pasé la zona chunga después del desvío sin poner pie, no diré que estaba en el top de la euforia pero casi.

Al tipo me lo encontré poco después fisgando por encima de una pared y rodamos un rato juntos hasta que se desvió hacia la cumbre en el primer cruce, me pareció raro porque no se suele tomar esa opción y una vez que lo hice enlacé con la otra subida junto al porxo, el tío iba montado aunque no sé por cuanto tiempo. Yo continué hasta la bassa para tomar allí un desvío de un desvío e intentar hacerlo lo mejor posible en esa bajada aunque hay algunos pasos técnicos que por falta de pericia no conseguí superar sin poner pie pero que me dejó bastante contento. Ésta era la parte que ya sabía y que enlaza en un camino ancho a media altura, que marchemos a derecha o izquierda dependerá de la ruta que queramos continuar, en mi caso, derecha hasta el primer cruce desde donde parte otra pista de bajada que es la que quería comprobar, sospechaba que mientras circulara por dentro del bosque iba a poder disfrutar de un buen camino de tierra y que esperaba que estuviera en buenas condiciones, mi anhelo era que ese paso por el bosque durara lo máximo posible y la verdad es que no tengo queja de esa bajada, larga, rápida y con esos tramos un poco más expuestos debido al paso del tiempo y al poco (o nulo) uso que ha soportado en décadas, de todo ello solo puede traducirse en pura diversión, el único uyuyuyuy que tuve fue en un paso con dos grandes escalones que me los comí con guarnición y ni sé cómo los pasé, porque la bici pasó, que si no…

Desemboqué a través de un portillo a la pista de bajada que va a dar a la carretera y mi duda era a qué altura realmente estaba por eso cuando pasé por el primer cruce me metí por él para intentar enlazar con alguna de las pistas que se dirigen a la font del Rafal pero casi al momento perdió continuidad y se ensució bastante, estaba claro que por ahí no iba a llegar a ningún lado y tuve que recular y seguir bajando llegando a la barrera de salida casi enseguida, estaba mucho más abajo de lo que pensaba y tuve que saltar y rodar un minuto por asfalto hasta la barrera de la curva por donde me metí pudiendo llegar directo a la fuente.

Hacía bastante calor y no utilicé los pilones y la mesa para descansar y comer algo ya que estaban al sol, preferí la sombra para no quedar frito en pocos minutos. Me acordé de que en los mapas existen dos enlaces directos entre la fuente y la bajada de la ermita y que una de ellas no la conocía más que nada porque alguno que la había realizado andando ya me advirtió en qué condiciones se encontraba y siempre la había dejado de lado pero esta vez quise comprobarlo, tal vez la sorpresa fuera de signo positivo aunque primero debía encontrar el inicio y quise verlo en la primera curva una vez encaras el rampón, lo que parecía un hito de piedras podría ser la señal, subí los escalones y continué caminando, cabalgar descartado y no solo eso, empeora aún mucho más, tanto que ni pasas con la bici y ni siquiera sin ella podrías asegurar que vas en la dirección correcta, toca dar media vuelta y salir de allí lo antes posible, el que marcó el sendero en el mapa debió verlo claro en su día pero ahora sin marcas y sin limpiar es tarea casi imposible siquiera pasar, un fracaso.

Tomo el acceso principal cuya única dificultad es la pendiente inicial y cruzo la bajada de la ermita para tomar el sendero que me llevará a la otra fuente que en esta ocasión sí está concurrida de botelleros pero a la velocidad que se llenan las garrafas les auguraba a los que esperaban turno media hora de espera mínima, y no digamos al grupo que se acercaba con otra tanda de botellones, pero está la mesa de la mora para jugar unas partidas mientras esperas, si quieres.

Vuelta por Son Malferit donde aún siguen los carteles colgados de las barreras y que nadie parece tomar en cuenta, también ayudado que casi nunca te encuentras a nadie por allí, pocas veces he visto a alguien, en una ocasión me crucé con un quad o con obreros arreglando las paredes pero esto a lo largo de los años, quizás entre semana esté más concurrido pero tampoco parece que se pongan tan bordes como en Son Dameto, por ejemplo, y allí con menos razón todavía.