Pasados por agua

Hubiera sido muy extraño que no se anunciara una salida en día de fiesta, aunque fuera de las cortitas. Ésta lo ha sido pero creo que intensa a la vez, aunque eso depende de cómo se lo tome cada uno. Juan me apremiaba ayer noche y Carlos a su vez a él y mientras sin ponernos de acuerdo ni en el lugar ni la hora. Bastó una llamadita por teléfono para concretar y ya estuvo todo arreglado. Pepe, el primer instigador, no daba señales de vida, por lo que le dejamos el recado en el correo y ya veríamos si aparece. Aunque en un primer momento se hablaba de la Comuna de Bunyola propuse cambiarla por la de Valldemossa, que hacía ya mucho que no íbamos y los nuevos lo íban a agradecer (en teoría).

Nos presentamos en el Estret a la hora indicada. Yo casi no llego por ligeros contratiempos con el coche (que no encontraba) y un cajero, que me han retrasado. Quería llegar mucho antes y empezar desde s'Esglaieta para subir por carretera y calentar, pero no me ha sido posible. De todas maneras no me ha supuesto un gran quebradero de cabeza no hacerlo. Tranquilamente hemos puesto rumbo a la subida dura del día dispuestos a hacerlo de la mejor manera posible pero la exigencia es muy grande, aunque pasar por allí ya vale la pena y los sudores.

Después de acabar con la parte complicada, en un receso, nos ha alcanzado Pepe que nos venía persiguiendo, o más bien, confiando en que nos perseguía ya que no sabía si habíamos tirado por Son Brondo, aunque con los problemas de paso de la barrera aún vigentes, subir por donde lo hacíamos parecía lo más sensato. En ese tramo hemos buscado, sin éxito, alguna indicación o desvío que nos lleve a la barrera de abajo directamente, pasando por el abric de Son Matge. No hemos visto nada y cada uno parecía que tenía unos recuerdos diferentes. Yo mismo lo había subido con mi hijo hace muchos años y ahora soy incapaz de situarlo. Hemos seguido el camino hasta el final y empalmamos con la pista por el coll de tords. Quién se crea que ya ha acabado todo va listo. Queda aún un kilómetro aproximadamente de exigente trazado para coronar el Puig des Boixos. Después, todo bajada, y a rutear un poco por la Mola de Son Pacs. Hubiéramos podido ir al inicio del paso de lo que un día será el GR directamente, pero hemos ido a hacer un poco de turismo hacia la cima de la Mola de Son Pacs y comer algo mientras disfrutamos de las vistas desde tan privilegiada atalaya. Hemos subido por el camino ancho antiguo pero la bajada ha sido forapista .

No sé ni cómo pero hemos ido a parar a un camino lateral que nos ha llevado hasta la paret de partió sin pasar por los aujubs y desde allí al paso, desde luego superexigente si pretendes pasarlo encima de la bicicleta. Sigue un tramo muy divertido si controlas el giro en las curvas y te presentas en el Coll de Sant Jordi en un santiamén. No hay novedades en ese punto, es más, diría que ha desaparecido el poste que había, por lo que creo que el tema de los convenios debe ir lento. Eran las once y media; íbamos bien de tiempo y comenzamos el ascenso hacia la Comuna, solo practicable en los primeros metros, después se empina como el demonio. Juan se ha dado buena cuenta y su rodilla también por lo que le he ayudado en el transporte de la bici en el tramo final (tal vez el peor). Carlos se lo pasaba mejor con su reportaje fotográfico particular.

No me esperaba encontrar la zona cero totalmente restablecida, no quedan restos de actividad cazadora por allí, se lo han llevado todo. Ha sido una grata sorpresa, lo que no sé es quién ha sido el restaurador. Lo que sigue es por lo que vale la pena hacerse la subida anterior, un tramo exigente de verdad donde he disfrutado aunque sea de verlo superar a otros. ¡Muy bien, Tomeu! Pepe, aunque menos espectacular y con más pieses, también merece mi aplauso. Carlos no quiere perder comba; yo hago lo que puedo para intentar trabarme lo menos posible y Juan está más pensando en la bici nueva que a esforzarse con la que tiene.

Empezaba a lloviznar justo donde se tenía que decidir la vuelta, si por el GR marcado o por el camino de la casa de neu. Tomeu ha decidido rápido y no nos ha quedado más remedio que seguirle, y ahora se lo agradezco con ganas. Después de no quedar demasiado satisfecho con la ruta de la semana pasada esta ha sido todo lo contrario. Me he atrevido con algunas curvas a izquierda y las he pasado bien. Las de derechas se me resisten más. Y el trazado permite la bajada sin tener que arriesgarse a pasar por encima de rocas que hubiera sido patinazo seguro. Y ya en la parte final agua a tutiplé. Es como una purificación, te limpia por fuera y por dentro. Me encanta.

Qué más puedo decir... haber venido.


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