Lo típico

Esta vez he comenzado por el título de tan evidente que debía ser y en cambio no lo he repetido en más de 1050 entradas del blog, eso implica varias cuestiones, que son un montón de entradas y que es hasta relativamente fácil el encontrar un título para la siguiente, lo que quizás sea un poco más complicado es hilvanar lo que va a continuación del título, conformar el cuerpo del artículo porque, ¿de qué vamos a hablar que no se haya comentado ya y cómo lo vamos a estructurar? ¿Es que puede tener algún interés el saber que he subido por el monumento de na Burguesa y he bajado por los atajos de la carretera? Quizás no más allá de darme cuenta que es la misma que hice el 28 de febrero pero que si no fuera por el blog ni de coña me acordaría y menos de los detalles pero como está descrito y hasta grabado puedo aseverar que la aproximación fue diferente, no tiene misterio pero recuerdo que fui a cruzar la vía rápida (es un decir) por el puente del colegio de la Purísima para ir a parar a Madre Alberta y tirarme por una de las rampas hacia el bosque y salir por el senderillo a la rotonda misma con el pulso ya acelerado.

Si no recuerdo mal vi a uno montado por delante en el tramo de camí vell de subida saliendo de las calles de Gènova y me fui acercando a él a lo largo del resto de subida ya que parecía que subía con todo metido y a molinillo, nos reagrupamos en el aparcamiento antes de continuar, parecía guiri por el aspecto pero como no cruzamos palabra no podría asegurarlo, se fue antes y ya no volví a verle el pelo pero creo recordar que me adelantaron algunas eléctricas, y lo pongo en femenino para no catalogar al que las conduce y lo hago así para que tampoco lo hagan conmigo, no tanto a nivel de trato directo pero sí que parece que en ciertos medios o canales se nos empieza a catalogar de pulmonares, ni el que lleva una bici con motor es un eléctrico ni yo soy un pulmonar, la discusión iría por otros derroteros, defíname bici, por favor.

Había cierto movimiento en el coll des Pastors, unos señores de uniforme merodeaban por la zona, hablo de AMAs y Policía Local y algún otro que estaba apostado un poco más lejos en un vehículo sin pegatinas y que me hizo sospechar que pudiera estar manejando algún dron de vigilancia, no vi el dispositivo ni tampoco lo busqué pero me dio esa sensación, no sé si estaban allí porque esperaban algún acontecimiento destapado por algún chivatazo o porque simplemente tocaba esa guardia, lo cierto es que la sierra estaba bastante en silencio, si había motos estaban muy, pero muy lejos.

Me fui a buscar la carretera por la bajada de cemento y la pista y me paré en el coll para comer algo y descansar antes de bajar por el sendero hasta los pilones y divertirme un poco más por los atajos aunque sin alcanzar mi mejor tiempo en ese tramo, lo que sí hice fue un recto hasta línea de mar y volver por la costa en lugar de por el interior, al menos por allí el horizonte se amplía y te relaja, pero no mucho porque hay que estar atentos a los que van más relajados que tú en ese carrilito y no digamos de los que han tomado la costumbre de sentarse en los bancos con las piernas colgando hacia dentro, bendito sea el Señor.

Cumplida la premisa de la crónica como recordatorio podríamos divagar un poco sobre la necesidad de la crónica como relato público, si fuera solamente para el primer caso ni haría falta publicarla, bastaría escribirla y archivarla debidamente pero aún sin necesidad tampoco veo ningún inconveniente en que quede publicada y quizás hasta le importe a alguien aunque solamente sea para saber que por aquí seguimos, el mundo sigue rodando.


Extra, extra!!!

Crónica de un viernes, y laborable!, una salida en horario de mañana en este día no suele suceder de ninguna de las maneras pero si se tercia hay que aprovecharlo, la única medio pega es que el cuerpo me pedía algo de calma y preferí irme a lo largo y ancho en lugar de a lo alto, cierto que eso me restará emoción en cuanto a poder disfrutar de alguna bajada sobre tierra pero quizás hasta me harte de dar pedales.

Salgo en dirección a la carretera de Valldemossa lo cual me supone recorrer unos tres kilómetros por el interior de la ciudad buscando, eso sí, el máximo trayecto que pueda realizar por el carril bici, quieras o no más seguro que las vías urbanas motorizadas, y es por ahí que llego al macro hospital de referencia y lo rodeo por detrás para continuar por el camí de la Real que suele estar bastante tranquilo, antes con la carretera vieja lo usaban mucho más los estudiantes de la UIB pero desde que está desdoblada no creo que se meta nadie por allí, ni siquiera creo que lo usen ni los que odian las rotondas. No llego hasta el final y voy a buscar la tirada directa por el carrer Llarg y después la entrada a la parcela de la universidad para hacer parte del circuito perimetral por la parte de arriba. Quise comprobar si podría salir del recinto por la barrera de la Escuela de Hotelería y sí se puede por lo que pude acortar algo de recorrido por asfalto hasta s’Esgleieta, interesante llogaret de antiguas casas (no todas) agrupadas al cobijo de la iglesia y donde el tiempo parece cambiar cuando tienes la feliz idea de pararte a contemplar el lugar y puede que mienta si dijera que alguna vez había sucedido.

Como no tenía ninguna intención de volver continué por asfalto hasta la rotonda de Santa María rodando por la carretera hasta encontrar algún camino de tierra por el que meterme y llegar a Son Pizá y desde ahí a por el camí de Muntanya y Son Daviu y Son Macià aún más allá, todo ello a ritmo lento y pausado, como tiene que ser cuando vas en plan paseo y bastante tocado.


Partido a partido

Desde que circulo con la Rallon pocas veces he vuelto a coger la RR9.3, diría que más bien ninguna y si lo he hecho no ha sido para realizar una ruta de cierta enjundia, y de hecho no tuve ningún reparo en pasársela a un sobrino mío para que al menos siguiera en movimiento y aunque sí tuvo algunos momentos de gloria no tardó en quedar relegada en un rincón víctima de la inacción, y así me la volví a encontrar, daba pena, puños y sillín para el arrastre, cadena oxidada, sin patilla de cambio, necesitaba algo de cariño y opté por traerla otra vez a casa y recuperarla para la causa aunque en realidad no la quería para mí, ya conté que había salido con unos compañeros nuevos y a uno de ellos me interesaba que pudiera probar una bici mejor que la que lleva, soy consciente de que el mtb te puede enganchar con fuerza si dispones de una máquina que te pueda aportar buenas sensaciones, por ahí es por donde puede resultar la cosa.

Entonces lo que hicimos fue sustituir algunos componentes para mejorar el aspecto y el funcionamiento, bien fueran nuevos o recuperados, e intenté dejar regulados lo mejor posible los cambios, cierto que ese extremo debe ser refrendado en la práctica y me daba algo de intranquilidad en ese aspecto sobre todo por el modelo de maneta que lleva ya que es la integrada, freno y cambio conjunto, y es necesario algo de adaptación y lo que no quería es que se topara con esos inconvenientes de buenas a primeras sin algo de apoyo, de ahí vino la salida conjunta, que en realidad fue solamente de dos ya que los demás se desmarcaron, los demás de su camarilla, me refiero, ya que ni se me ocurriría plantearla al grupo visto lo que tenía de paseo y toma primera de contacto, y por tanto tampoco en sentido contrario, es decir, que se viniera con nosotros siendo tan primerizo. Mira si era suave la ruta que ni siquiera puse una tachuela en el itinerario, rodar por tierra sí pero sin forzar en absoluto.

Hicimos la escapada clásica por Son Macià hacia el camí de Muntanya y rodando por él hacia Planera dirección Son Pizá, todo llanito, llanito, pero se me ocurrió ir a hacer el sendero que circunda los bajos del puig de s’Estremera por aquello de salirnos un poco de las pistorras y así lo hicimos y resultó ser un buen, aunque corto, test de prueba a pesar de verse un poco trastocado por varios pinos grandes atravesados lo que provoca que le reste algo de fluidez. Pasamos por la urbanización y paralelos a la carretera vamos a buscar la salida por los depósitos o fábrica de vete tú a saber qué que hay al final y donde efectivamente se cumplieron las peores previsiones, si siempre se había podido salir bastante bien por las barreras o las rejillas ahora está un poco más complicado, se puede pero está más dificultoso.

No es muy tarde y vamos a alargar un poco más por eso al llegar al cruce de las vías nos metemos por el bosquecillo para salir por el apeadero y subir hasta el hospital donde hacemos parada y fonda en uno de los bancos del jardín delantero con toda la ciudad presente en el horizonte, nos quitaron el de sombra así que no estuvimos más de lo necesario expuestos a la solana y nos fuimos por el aparcamiento por el sendero hasta el camí de sa Cantina y allí decidimos no alargar más la traza y emprendemos el regreso y vamos a ver si es posible volver a pasar por el Rafalot, ya sabemos que cerraron todo el perímetro (ya me encargué en su día de comprobar todas las entradas y parece que siguen igual) pero si encuentro las barreras abiertas me cuelo, vale la pena el paseo por el interior, por ello volvemos a las vías y otra vez por el bosque hasta la carretera que solamente tenemos que cruzar para meternos por la pista paralela a las vías hasta la barrera principal del Rafalot y ahora sí sabremos si la que da acceso a los campos está abierta, pues no, y preferimos continuar hacia la urbanización en lugar de ponernos a saltar rejillas, otro día será.

Desde la carretera solo nos queda cruzarla y aprovechamos para rodear Palmanyola por detrás siguiendo el paseo peatonal hasta la otra carretera y enlazando con el camí de Passatemps sabiendo que será ya el último tramo de tierra que toquemos y no mucho más lejos después de empezar a rodar por asfalto nos desviamos hacia la carretera de Sóller y desde ahí hacia la Indioteria.

Creo que fue un buen día de test y toma de contacto que preferí fuera suave y gradual ya que las diferencias a nivel de sensaciones son grandes y no conviene empacharse de inicio, de todas maneras no puedo influir en la velocidad de asimilación de la nueva realidad, ya no depende de mí, lo único que puedo hacer es mostrarle algunos sitios que me parezcan los más adecuados para avanzar adecuadamente en esa progresión, partido a partido.