Mira por donde...

Eran las once de la noche y estaba en conversaciones con la tropa para decidir dónde puñetas íbamos el sábado. Ya que no había muchas opciones externas había pensado en acabar aquella ruta en la que no pudimos llegar al puig de Son Seguí pero me dio por mirar la página de los bous y veo que han puesto el pos-it de su salida por la Comuna de Bunyola. No me lo pensé dos veces y anuncié lugar y hora de salida confirmada, las 7,30h en casa de Carlos. A Juan casi se le quitan las pocas ganas que tenía de salir y de hecho no se presentó a la mañana siguiente pero Carlos no falló.

¿Porqué tan temprano? Porque les dije que iríamos rodando hasta Caubet para ir calentando y sumar algunos kilómetros ya que presuponía que la ruta propuesta sería corta y no quería quedarme con ganas de dar pedales. Lo que no había tenido en cuenta es que cuando salí de casa aún era de noche y hacía frío aunque no una exageración. Esperamos al ausente cinco minutos de cortesía y nos fuimos. Algunos de los compañeros habían quedado en la rotonda del polígono para llegar al lugar de reunión rodando pero yo no quería ir por carretera, y menos antes del amanecer, por lo que nos metimos por el polígono, camí del Reis y camí 140 para salir a la carretera de Sóller de la que nos desviamos enseguida por Son Reus hacia Es Rafalot y Sa Coma. La pega fue que no encontramos a nadie en el punto de reunión, habíamos llegado quince minutos tarde y salimos en su búsqueda. Tiramos hacia el hospital para coger el senderillo y después directos hacia el polideportivo.

En el aparcamiento había gente preparándose para subir pero no eran ninguno de ellos. Nosotros continuamos sin forzar confiando en que pudiéramos atraparlos en algún punto de la subida. Uno que venía detrás más fuerte nos alcanzó pero no se despegó, de hecho hizo toda la ruta con nosotros. Iba solo y habiendo gente no tenía porqué. Vimos a alguno subiendo unas curvas más arriba o sea que tranquilidad, de hecho estaban en la barrera del comellar. Sorpresa para ellos porque no había anunciado mis intenciones y saludos a toda la manada. En el grupo había mucha gente nueva para mí, del grupo ferrerets, también otro grupo con los cuales habíamos coincidido hace poco en el refugio de Tossals y fuimos juntos hasta Solleric; Carlos, Juan, Guiem, ya recuperado, y otros compañeros; en fin, un grupo numeroso bastante variopinto y con buen humor, esa fue la tónica durante toda la ruta. Ruta que por cierto querían extender hacia la zona dels freus y Coanegra, pues mejor que mejor.

Así que a fundir el comellar, bonito y fresco a esas horas. Arriba nos dejan unos cuantos y los demás seguimos recto por las dresseres hasta lo más alto. La pista está ahora mucho más limpia de broza con lo que se rueda francamente bien, lo que nos extrañó un poco era el ruido que hacían las ruedas hasta que nos dimos cuenta que era el suelo helado que crujía a nuestro paso, no recordaba que me hubiera sucedido nunca.

Entre risas se decide bajar por la trialera, recuerdo que Guiem la había buscado y llegó hasta el mismo borde, igual que yo cuando la recorrí por primera vez aunque fue subiendo, pero el lunes iba a ser el día que la hiciera entera aunque con la lógica aprensión del que acaba de salir de una lesión seria. Cada cual tenía su propio reto al ir por allí y lo solventó como pudo y supo y no hubo incidentes que reseñar.

Un poco más de bajada, otro poco más de subida y viene la gran bajada hacia la carretera. Me puse las gafas (son necesarias) y a correr por el bosque se ha dicho, ese sendero hitado es una preciosidad (aunque no todos lo conocen) y super divertido; alguno se separó de la bici momentáneamente sin consecuencias.

Un reto querer subir montado hasta el cruce de Coanegra y tuvimos que partir cuando todo un grupo de caminantes lo estaba subiendo. Después ya sálvese quién pueda, ya se sabe cómo es esa bajada, tiene de todo, pista rápida, losas, pedrolos, senderos técnicos, tramos con piedra suelta, en fin, que hay para dar y tomar, lo que es seguro es de que no defrauda a casi nadie.

Para la vuelta había bastantes opciones y el grupo se fue disgregando según de dónde hubieras venido. Algunos tiraron directos por carretera para acortar horario y otros decidimos acortar? por Es Cabàs y Son Pizà para acabar haciendo algunos kilómetros de asfalto.

No sé si los convocantes esperaban la presencia de todos los presentes pero lo cierto es que gracias a todos ellos pude pasar una mañana de lo más divertida en un entorno privilegiado. Que se repita!.


Día de Navidad

Aunque sea un día señalado en cualquier calendario no lo tuve difícil para conseguir unas cuantas horas para practicar un poco de deporte matutino y lo hice por la ciudad aprovechando que estaba prácticamente desierta por lo que no tuve ningún problema para moverme en lo que en un día entre semana es un hervidero sin control.

Llegué hasta el Paseo Mallorca sin prácticamente ver un vehículo circulando por las avenidas y giré hacia el parque de la Feixina para ir a empalmar con el carril bici del puerto y recorrerlo hasta el final. Había leído en alguna página amiga que se podía circular por el torrente que desagua en Can Barbarà, no se me había ocurrido pero no es difícil suponerlo si has paseado por la zona. Pues por ahí me metí y es bastante fácil porque tiene una tubería enterrada en el centro tapada con cemento. Muy ancho y despejado al principio se va estrechando y encapotando a medida que vamos avanzando y no tenía ni idea de por dónde iba a salir hasta que me encontré circulando por el bosque, ya no era vegetación de torrente sino matas y árboles. Por un lado estaba despistado pero por otro me resultaba todo muy familiar hasta que he reconocido el sendero que recorre el bosque del castillo de Bellver pegado a la pared que da a las casas de la Bonanova. Eso sí lo había recorrido muchísimas veces hace muchos años cuando esa zona era prácticamente lo único que conocía.

Acaba cerca de una barrera que da acceso a la residencia de la tercera edad y donde se puede empalmar con caminos más anchos que recorren toda la zona. Vislumbré enseguida el que sube hacia la parte superior y quise comprobar si sería capaz de subirlo de un tirón porque era uno de ésos en los que casi nunca lo conseguía. Esta vez no he tenido ningún problema y me preguntaba porqué aunque quizás el plato pequeño de veintiocho dientes influyera negativamente en la cuestión.

No me entretuve con el otro bikero que estaba arriba saboreando como yo la posibilidad de poder circular nuevamente por estos caminos aunque no sé cierto si la autorización (la no prohibición, mejor dicho, a no ser que la bici lleve motor) es solamente para el recorrido de circunvalación restaurado o para todos los viales del entramado. En todo caso la única orden concreta que hay en los carteles es no salirse del camino.

Salí por la barrera de acceso de Sa Teulera dirigiéndome hacia el túnel que vadea la autopista para ir a dar al Camí dels Reis junto al cuartel y seguir hacia Son Rapinya aunque me desvié por el bosque para enlazar con la zona de viales nuevos donde me entretuve un poco haciendo el ganso entre los árboles. Sigo por el vial hasta el cementerio de la Vileta y continúo hasta la rotonda de Son Roca donde una señal azul con una bici me lleva a meterme por una zona verde aunque no tiene salida y tengo que volver a salir por donde he entrado. Tras cruzar parques, sembrados, polígonos y urbanizaciones varias consigo llegar hasta Establiments y desde allí a Son Espases donde me subo al terraplén para ver mejor todo el complejo. Impresiona. Espero estar mucho tiempo en ir a visitarlo por dentro.

Ruta tranquila por los alrededores para saborear la tranquilidad de poder rodar por una ciudad dormida sin apenas circulación ni viandantes a los que molestar.


De estreno

Con la bici montada y a punto y sin saber donde ir aún el viernes. Tras sopesar algunas posibilidades y teniendo en cuenta el estado de forma del personal y maquinaria, con gente petada en plena recuperación y una bici con la transmisión con algunos problemas de ajuste, decidí plantear una ruta sencilla y eché mano de la consabida Comuna. Tiene una subida muy fácil y bajadas para elegir según ganas, pero un mensaje de Yarik a ultimísima hora en el foro anunciando su salida me hizo cambiar de opinión, subiríamos a la Fita del Ram. Juan, que estaba al quite, también le contestó y tras algunos minutos de debate logramos quedar todos de acuerdo en la ruta, el lugar y la hora.

Así pues un poco antes de las nueve estábamos probando ajustes varios de todas las bicis en la escalinata del aparcamiento del estadio de Son Moix. Los pedales iban duros y la horquilla tenía poco aire, nada no solucionable al momento mientras tanto Juan se va a la rotonda no sea que el jefe de filas se nos vaya por otro lado. Yo iba a poner de largo mi nuevo cuadro? mi nueva bici?. Realmente puede calificarse de las dos cosas porque de la 9.2 queda realmente poco.

Al poco vienen y vemos en directo el nuevo montaje de Yarik, muy chulo, las fotos que puso de muestra no le hacían justicia (hasta no parecía roja) pero en directo gana mucho, un gran cambio respecto del anterior. Torcades ses babesnos ponemos en movimiento por la carretera de Puigpunyent mientras intento convencerlos de variar un poco la ruta, para hacerla un poco más entretenida, nada más, pero no hay manera, que cabezones... Nada pues, Bunyolí. Estaba un poco mosca por el tema del peso del nuevo montaje pero si pesa más que la anterior en movimiento no se nota. Le he dicho a Carlos que pusiera el crono en marcha y arriba marcaba treinta y uno, más uno desde la primera barrera hasta el punto de inicio real de cronometraje, treinta y dos, menos dos que ya llevaba arriba, una media hora aproximadamente. Teniendo en cuenta que he llegado unos cuantos minutos antes que él me saldrían unos veintisiete o veintiocho, lo que no está mal.

Había allí en la barrera unos cuantos bikeros, uno de ellos con una Decathlon 9.1 con mi mismo cuadro (venga, ahora van a aparecer como setas) aunque la historia es muy parecida a la mía ya que también proviene de un cambio por avería, él por problemas con los rodamientos de la excéntrica, yo por la puntera del basculante. Le he preguntado cuánto tiempo estuvieron para hacer tal cambio, SEIS MESES, ha sido la respuesta. Dios, soy un privilegiado, y además con el 9.3, el tío no se lo creía. Como volvían a bajar por el mismo sitio no he podido indagar más en el proceso, mientras tanto nosotros hemos seguido hacia arriba.

Después de la drecera hemos encontrado otros bikeros que subían andando por la carretera. Uno de ellos había petado la tija pija, la llevaba hundida del todo. Aún así hemos subido un rato juntos pero tras superar Sobremunt he perdido de vista (y oídos) a todos ellos, mientras enfrente veía a otro bikero que creía del mismo grupo, pero no, era el padre del chaval que va con los Tira-tira que, junto con un amigo, lo esperaban arriba del todo.

Todos ellos han salido antes que nosotros hacia la ermita, demasiado ocupados estábamos con los settings como para ir a la caza y captura de los demás. Ahí es donde he empezado a ver serias diferencias en el rodar, ya casi no me acordaba de como se rueda con una doble. Tras atravesar la pared Yarik ha querido coger el atajo que los demás nunca habíamos hecho y la verdad es que no vale la pena porque no es ciclable y el camino oficial sí.

Al llegar al inicio de la bajada hacia la ermita nos hemos protegido y hacia abajo se ha dicho pero me he dado cuenta rápidamente de que no iba a batir ninguna plus-marca personal. Me he de volver a acostumbrar a rodar con más parafernalia mecánica. Reunidos con Yarik en la ermita tampoco he podido convencerlos de bajar por el pou así que por la bajada oficial se ha dicho y otra vez se ha repetido el mismo patrón. El cubano por delante y los demás rezagándonos cada vez más, yo creo que llevaba demasiado rebote y no me fiaba un pelo de las H. Barracuda bajando de una forma más que prudente. Además Carlos ha hecho unas cuantas fotos para el nuevo calendario con lo que aún nos hemos enredado más de la cuenta. Y de los marges ni te cuento, tiene delito, un día de estos tendré que tomármelo en serio.

En Esporles solamente una paradita para comentar la jugada y salir pitando por asfalto hacia el coll de s'Heura porque el teléfono ardía y hete aquí que se presentan los del grupo que habían subido antes con nosotros. Resulta que se habían perdido y nosotros los hemos adelantado sin saberlo; después bajaron por el cemento. Reagrupados hemos vuelto rapidito por Son Malferit para despedirnos en Establiments ya que se iban a Son Sardina y nosotros a Palma.

Parece ser que el día de pruebas ha sido satisfactorio, creo que hemos dado con la avería de los saltos de cadena de Carlos, la falta de un diente del plato mediano parece ser la causa; Juan ha acabado mejor de lo que creía dentro de lo que cabe; yo estoy contento aunque también mi plato mediano está defectuoso y me provoca algún desajuste y Yarik ha quedado satisfecho con el nuevo pepino, con lo que puede decirse que ha sido, sin temor al error, un buen día.


Reportaje fotográfico en


Nos vamos de excursión

Hace ya unos cuantos meses que me pidieron hacer de guía (por decirlo de alguna manera) en una ruta que pasara por Raixeta y Pastoritx pero que se fue posponiendo una semana tras otra por mor de la ausencia de mi montura oficial, de peregrinaje por los talleres del Decathlon.

La verdad es que no conozco ningún caso en persona de reparación de dicha marca, tan solo lo que se comenta por los foros y no hago mucho caso. Lo cierto es que desde un enganchón del cambio en los radios no he dado pie con bola. La patilla que lleva la 9.2 no se rompe, se dobla y se retuerce forzando además la puntera del basculante. Patilla nueva, retocar el cuadro y poner un cambio viejo para salir del paso. Duró unas semanas hasta engancharse otra vez y tuve que llevarla al taller porque el cambio no quedaba paralelo al eje de la rueda y me lo dejaron bastante bien, hasta me lo creí si no fuera porque ahora era la rueda la que no quedaba centrada en el cuadro llegando a rozar en el mismo. Intenté solucionarlo con unos refuerzos pero tras algunos kilómetros se desajustaba. Así volvió al taller, iba y venía de Barcelona sin solventar el problema. Pasaban las semanas y todo seguía igual mientras tenía que ir haciendo unas rutas que normalmente no estilo hacerlas pero lo de Raixa no quise posponerlo ya más y le dije a Xisco que iría. Además, el resto de ruta que había pensado estaba ya claro tras varios jornadas de búsqueda, unos con más fortuna que otros. Menos mal que casi siempre había algún compañero dispuesto a compartir los éxitos y los fracasos.

Así pues pusimos día y hora ya sin más dilación y lo anuncié en la lista. Xisco a los cuatro vientos, al menos sabemos que hasta Ariany llegó la onda, y un respetable grupo de planeros y palmesanos se presentaron en el aparcamiento del metro en Son Sardina dispuestos a lo que fuera porque la ruta era un poco misterio y en algunos puntos tuve que ponerme en la delantera para guiar el rebaño. Primera etapa, camí de Passatemps al cual accedimos por un atajo por las afueras del pueblo por recomendación de su vecino. En Son Termens recogemos a Toni Font que viene de Palmanyola y hacemos unos kilómetros de asfalto hasta s'Esgleieta para desviarnos hacia Esporles y abandonar el asfalto enseguida para acometer la primera subida del día, un bonito tramo de camino que se dirige hacia Son Malloll.

La urbanización de Ses Rotgetes ha desvirtuado parte del trazado y sin posibilidades de entrar en la finca deberemos subir hasta lo más alto para poder entrar de estrangis y llegar hasta la parcelación de Son Bauzà cerca del puig d'Enmig aunque no debemos buscar una cumbre como tal, todo es bosque en esa zona. Una vez que estemos rodando por el asfalto tenemos que dar con la dirección correcta para pillar el ramal que se encarama hacia el puig de ses Rotes después de haber sobrepasado los últimos chalés donde empalmamos con la pista de bajada hasta la carretera de la que nos desviamos en el mismo coll para salir junto a la gasolinera de la otra carretera. Ahora solo falta enlazar con el camino del puig de ses Ermites y salir al asfalto con bastante fortuna. Ahora sí que vamos a ir por el itinerario marcado aunque sea por asfalto rodeando la Moleta de Son Cabaspre hasta el coll de sa Basseta donde las señalizaciones oficiales desaparecen, el GR se difumina en un limbo espacial y da paso a la marcación oficiosa, la de los hitos y marcas de pintura esparcidos por doquier.

Después del primer tramo de ascenso hay un desvío que no pasa por el pas de Son Cabaspre y que es el que cogimos para acortar, según decía Pepe. Tramo muy bonito y técnico de bajada por lo enrevesado que enlaza con el anterior un poco antes de llegar a las pistas de arriba. El siguiente tramo nos llevaría a lo alto del puig des Boixos para afrontar ya lo que sería prácticamente la única bajada como tal del día donde no paramos hasta llegar a la carretera. Los Sancho se van y los demás tiramos hacia Pastoritx por el acceso principal donde fuimos interceptados por algún vecino que no se puso muy farruco y nos dejó seguir, la vida es bella a veces!. Xisco ya veía peligrar el llegar a Raixa pero hubo suerte y no solo ahí, también en s'Ullal nos cruzamos con un vehículo (y no es la primera vez) y tampoco nos dijeron nada.

Así pudimos hacer el camino por el torrente sin más contratiempos hasta alcanzar Raixeta y Raixa a buen ritmo, aunque demasiado para mi pobre trasero y zonas afines, el masaje fue de lo más contundente en ese tramo y le acabé de poner la guinda en el camí de Passatemps por donde regresamos. Menos mal que por la tarde me llevé una agradable sorpresa cuando fui a interesarme por mi bici, sí, aquella que no sale en las fotos desde hace un porrón de tiempo; y lo mejor de todo es que tampoco va a salir más.


Rockrider 9.3



Menorquines 3

La salida de los menorquines del lunes la dejé pasar, por varios motivos entrelazados. Había salido el sábado y el domingo y necesitaba algo de descanso evidentemente; volvía a tener la familia en casa y tocaba estar de cuerpo presente. La ruta incluía una bajada demasiado larga, el barranc de Biniaraix, demasiado para mi maltrecha montura y además quería salir al día siguiente que, aunque laborable, había conseguido hacer puente.

Es que el martes era por la Trapa y se ha dado la casualidad de que es una ruta muy poco frecuentada por mí en los últimos años aunque sí lo fue bastante más hace ya muchos más años. Por eso quería ir.

Tras el tute acumulado por los isleños vecinos no se programó una ruta con especial dificultad ni dureza, más bien corta y por el lado más fácil, desde Andratx por el Camí de ses Basses. Ya faltaban unos cuantos que habían regresado y algunos otros optaron por tomarse el día de descanso mientras que del grupo de mallorquines repetían Pepe, Fibras, yo me incluía de nuevo y me llevé a Carlos conmigo.

Así pues, tras acomodarnos en las monturas, partimos hacia las afueras del pueblo en dirección a la calle Barcelona y su continuación, el camí de la coma freda, fácil acercamiento asfaltado hacia el coll de sa Gramola, solamente un último tramo hasta la explanada del coll se encuentra sin asfaltar. Tuvimos un rodar fácil por la pista del Camí de ses Basses o del Campàs donde pronto se pierden las señales de civilización y el horizonte se amplía. Tras arribar a ses Basses y superarlas nos queda un pequeño tramo en subida donde toca empujar, o colgarse, según gustos, la bici para llegar en pocos minutos al Cap Fabioler y su correspondiente mirador, también conocido como mirador d'en Josep Sastre, y del que solamente una pequeña pared te separa de un precipicio de 440 metros a plomo.

Ahora viene la parte buena de la ruta para la mayoría, la bajada por ese sendero rocoso con algunos pasos interesantes, de aquellos que “hay que tirarse” para pasarlos y, evidentemente, eso no lo hace todo el mundo. El espacio es muy abierto, la vegetación aún no ha crecido lo suficiente desde los incendios y eso no ayuda a superar esos miedos escénicos, aunque eso solamente afecta a los más pardillos, que aún quedamos.

Visita a la zona de la eterna reconstrucción de la Trapa, el cuento de nunca acabar, miradores incluidos. Hay que reponer fuerzas aunque solamente sea para poder llegar arriba del coll de ses ànimes sin desfallecer en el intento, es la opción más adecuada tratándose de un grupo numeroso que lo quiere es rodar. La bajada solamente tiene el límite en nuestra propia máquina, es sumamente larga, y solo pensar que algunas veces la he hecho de subida me hacía temblar aún más las piernas.

Reagrupación abajo para arreglar un pinchazo, más bien raja, del neumático de Fibras aunque al final tuvimos que parar a poner una cámara porque no sellaba correctamente. Ese día no perdió puntos, el boss se los condonó no sé por qué razón. Vuelta bastante rápida por el camí de la Font des Morers hasta el cementerio de s'Arracó y hasta Andratx por carretera donde hubo final feliz en un mesón de la zona aunque solamente Pepe se quedó a dar palique, los demás volvimos rápido a Palma.

El balance de estas dos rutas compartidas con estos compañeros es muy positivo a nivel personal, son gente muy agradecida, a pesar de asistir con una máquina que ya no reúne las condiciones adecuadas para poder presentar batalla en condiciones parejas. Por ello también quiero agradecerles su visita y compañía y hacer una mención para los compañeros que no han podido venir debido a problemas físicos que sé que les hubiera gustado, y mucho, hacerlo.

Ruta realizada el martes 7 de diciembre.


Menorquines 1

Si el día anterior fue bastante suave en cuanto a desniveles pensando en los asistentes el domingo iba a mejorar en ese aspecto ya que me apunté a la primera salida de los menorquines que querían rodar por Na Burguesa, zona donde los juanes les prepararon una ruta que conocen bien de sus correrías nocturnas.

Mallorquines únicamente fuimos cuatro, Juantrans, Bonus, Bridas y yo. Tomeu apareció pero solamente para saludar ya que el golpe que se dio con el manillar en el costillar aún le tiene renqueante. Yo llegué al lugar de reunión a la hora en punto y no había nadie por lo que me dispuse a esperarlos estirado en el banco de la parada del autobús. De pronto aparecieron cuatro bous a los que invité a venir con nosotros ya que también iban por la zona pero la tardanza del grupo les disuadió y ya no volvimos a verlos.

Un poco más tarde apareció el pelotón y tras las presentaciones pudimos ponernos en marcha definitivamente, en un principio por carretera para tratar después de subir algunos tramos por la zona militar y acortar un poco. Por ahí no tuvimos problemas y llegamos rápido a lo alto del coll de sa Creu y al coll des Vent. El que no iba tan fino era un colega de Bonus que hacía la goma en la cola del grupo y que nos abandonó poco después. Subimos por el single-track del bosque hasta la pista para dirigirnos al Mirador de n'Alzamora, donde comimos algo y descansamos. Yo había traído poca cosa (ni siquiera había llenado la bolsa de agua completamente ni había cogido las protecciones) ya que no estaba muy seguro de si acortaría o no pues alguna bajada se me podría atragantar y para bajar andando prefería bajar por pista aunque por el momento la cosa pintaba bien.

Volvimos directos al coll des Pastors y algunos se atrevieron con la trialera. No lo vi, me lo contaron, nuevamente me habían encargado vigilar la retaguardia. Desde el cruce directos hacia abajo por la pista como buenamente pude hasta el desvío de Costa d'en Blanes. Ése iba a ser el tramo donde valoraría realmente mis opciones de continuar la ruta u optar por una digna retirada y fue un sorpresón ya que bajé realmente seguro, al menos todo lo seguro que te permite el terreno, y no eché de menos una buena suspensión. Fue una sensación extraña pero muy gratificante a la vez comprobar la maniobrabilidad de la bici frente a las carencias que en teoría debe presentar en ese tipo de terrenos. De todas maneras creo que también se debió a que hacía ya tanto tiempo que no rodaba por una trialera semejante que se me han olvidado las sensaciones que comporta y aún rodando más lento y en peores condiciones ya me supuso una enorme satisfacción.

La subida posterior a la cornisa la encontré más corta y más asequible que la última vez; llegar a las rampas de cemento no me costó tanto así como el intento de superarlas. Esta vez no pude, di mal el primer giro, demasiado abierto, y quedé en el sitio malo y patiné al cambiarme de lado; después me faltaron tres metros para acabar la última rampa. Esperamos a Juan arriba durante un rato, luego nos contaría no sé qué de un pájaro o no sé que historia.

Llegamos hasta las antenas acalorados donde hubo despliegue de viandas pero de las gordas a las que me invitaron cortésmente porque a mí se me había pasado el horario teórico previsto y el metabolismo iba a menos pero yo quería más y más camino. Lo que viniera a continuación en lugar de plantearme dudas me excitaba después de la buena experiencia de la bajada anterior aunque no la recordara más que en gruesos trazos desde el último, y único, paso. Juan y Paco se habían ido antes para ganar un poco de tiempo mientras los demás acabábamos de comer y comentar lo que había dado de sí la ruta hasta el momento. Quedábamos solamente Bonus y yo y ocupamos las posiciones al frente y detrás respectivamente del pelotón.

La bajada me encantó y la disfruté como nunca con lo que tenía entre manos. Tiene algunos pasos comprometidos donde algunos probaron el suelo sin consecuencias graves y pudimos llegar sanos, salvos y eufóricos abajo. La vuelta a Palma por el paseo de Calvià sin agobiar al personal.

No voy a relatar el guirigai de vueltas y revueltas para encontrar algo abierto para tomar algo por el polígono de Son Valero un domingo cualquiera, no vale la pena, aunque al final sí pudimos tomar algo bien frío por la zona, comentando los pormenores y sensaciones vividas. Solamente si estuvieran una pequeña parte de lo feliz y contento que estaba yo ya les habría valido la pena, fue una muy buena ruta.

Ruta realizada el domingo 5 de diciembre.


Llaneando

Toca rodar en plano el sábado y en petit comité, lo que significa proponer y guiar. Carlos me había estado comentando algo de ir por Lluc pero al final decidimos quedarnos cerca de casa y salir rodando, más que nada por Juan que nos pedía que hiciéramos una ruta de iniciación por las cercanías. Dicho y hecho. Empezamos a rodar media hora (o más) tarde porque me dormí, en dirección s'Indiotería y en el tramo de carretera que la cruza tuvimos ya una discusión con algún conductor que quiso adelantarnos erre que erre a pesar de no haber espacio suficiente. Y va y me dice el tío que él también es ciclista, pues macho, dentro de un coche no se te nota nada.

Salimos del asfalto en cuanto pudimos en dirección Son Macià y Son Crever en plan tranquilón pese a mis esfuerzos para aligerar el ritmo, esfuerzos que resultaron infructuosos en toda la mañana, todo hay que decirlo. Así vamos quemando etapas, camí de Muntanya, Son Daviu y giramos hacia Son Sales. Oh, oh, la barrera está cerrada con candado y aunque saltar la rejilla no es difícil preferimos no hacerlo y tiramos por el tramo nuevo del camino hasta Ca n'Arbona donde empalmamos con el camí de Son Pizà y desde ahí a Son Vivot y el asfalto.

Nos vamos hasta la cantera y hacemos el circuito del puig no sin antes tener que solventar algunos conatos de remolonería. Que si me canso, que si hazme una foto, que si quiero merendar, cualquier excusa es válida para poner pie a tierra. Lo de mis gafas no cuenta, se me cayeron sin querer. Por lo que vimos otras especies animales utilizan el circuito para su solaz, y bien que se nota. Dimos la vuelta completa para que no les quedara ninguna duda de por dónde se movían pero para la segunda ronda no hubo voluntarios así que volvimos sobre nuestros pasos hacia la salida de la urbanización más cuando llevaba doscientos metros por carretera me doy cuenta de que no vienen. Espero y no vienen. Vuelvo a buscarlos y no los veo, en esas estoy cuando dos señoras que paseaban por allí me dicen que se han ido para arriba. Oír para creer.

Vuelven y nos vamos hacia la segunda parte de la ruta, el puig de Son Seguí, aunque esa parte la veía peligrar desde hacía rato. Volvimos al asfalto de la nueva autopista de Mallorca, la del Festival Park, subiendo hasta Marratxinet hacia el camí del Jardí d'en Ferrer pero el estado en el que llegó Juan arriba nos aconsejó dejar la última parte para otro día e ir pensando en la vuelta por lo que también dejamos de lado cualquier supuesta visita al circuito de Pòrtol.

Llegamos al pueblo y estuvimos preguntándonos dónde estaría la bajada que da a la carretera de Sineu. La hicimos veces pero no nos acordábamos por donde tomarla. Así íbamos pasando metros hasta que nos dio por meternos por una especie de canal entre dos paredes en un vano intento de recorrer los menos metros posibles de asfalto para llegar a Palma. Solo al llegar al final comprendimos que parece ser un cauce artificial de algún torrente o desagüe de la urbanización pero en lugar de volver atrás decidimos saltar la pared y ver lo que había más allá de las construcciones y máquinas en desuso. Al salir a campo abierto solamente vimos una casa y varias casetas de obra que pudimos comprobar que eran pozos de extracción de agua con sus correspondientes bombas, estábamos pues en la Vinya de Son Verí y a los perros y sus dueños que nos salieron al paso no les gustó el que circuláramos por allí. Nos echó con cajas destempladas recriminándonos nuestra actitud por lo que volvimos sobre nuestros pasos pero no del todo porque al pasar por la pared nos fuimos a buscar alguna salida por la pared del fondo. No había camino y estaba lleno de cardos por lo que me temía lo peor y al final ni había por donde salir y además pinché, aunque de eso no me dí cuenta hasta mucho después.

Esta vez sí volvimos sobre nuestras rodadas y salimos por donde habíamos entrado con lo que no nos quedó otra que volver por la carretera y fue llegar al Pont d'Inca cuando me doy cuenta de que se me va vaciando la rueda aunque pude llegar hasta el lavadero de coches donde hinché a tope mientras ellos lavaban sus bicis.

En total unos cincuenta y cinco kilómetros de semi-llaneo que casi llegan a la idea primera que tenía de llegar a sesenta con la tachuela del final en Son Seguí pero que tuvimos que acortar por falta de fuelle de algunos pero que pienso repetir hasta el final un día de estos.

Para los mirones
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Bueno y malo

Me había pedido Yarik cierta información o consejo sobre unas rutas que pensaba realizar el próximo puente de la constitución con unos amigos y estuvimos dándole vueltas al asunto durante unos días por el correo y ya se sabe que las conversaciones por escrito y a distancia suelen generar bastantes malentendidos por lo que me presté a acompañarle no ya a hacerle de guía sino a solventar algunas pequeñas dudas en el sitio mismo, no solo suyas, también mías. Y además iba a ir solo y no había porqué si podía ir con él. Es más, algún otro se apuntó al carro y formamos un grupito de cuatro; además de nosotros dos, Jauja y Félix, este poco habitual, pero que puede que se vaya animando (si no le hago caminar mucho, bien es cierto).

La ruta programada, parecida a ésta. Ir y volver sin perder mucho el tiempo para estar pronto en casa aunque tenía previsto hacer algún tramo más en cuanto ellos se marcharan más no fue así (luego sabremos porqué). Así pues pasamos el túnel con todos los coches porque algunos no las tenían todas consigo y preferían asegurar el retorno y empezamos con algún tramo nuevo para todos ellos de inicio, la subida al Pujol d'en Banya, que pilló a alguno bastante frío. Menos mal que después hay una buena tirada casi plana para recuperar.

En Can Prohom decidimos tirar por el GR en lugar de las pistas para evitar posibles problemas con los cazadores e ir sobre seguro. Ese camino no es el típico de camino de carro, te encuentras zonas de sendero, algunos tramos de escalonado viejo, otros de restaurados, otros más rocosos por lo que pasar sin penalizar es un reto, aunque es bastante divertido. Creía que no podría pero pude pasar el último tramo largo de escalones antes de llegar a la carretera, algo es algo.

No bajamos a la cala, Yarik dijo que lo conocía y prefería asegurar el horario, por eso ni merendamos casi en Deià, volvimos directamente no sin antes perdernos un poco por las calles empinadas del pueblo hasta encontrar la dirección correcta donde nos dimos de bruces con una nueva barrera en plena calle. Estábamos cavilando si saltarla o no cuando llegó una mujer en coche y la abrió con el mando y nos invitó a pasar no sin antes explicarnos que unos metros más atrás han abierto un paso de escaleras para acceso peatonal, según ella, por las quejas recibidas por la barrera. Pasamos pues e hicimos la subida sin problemas que, en honor a la verdad, se me hizo corta, aunque no llegamos al final, pasamos por delante de la penúltima casa (no lo haré más, lo prometo) y entramos en el bosque con lo que tuvimos que llegar a la fuente pateando. Ese tramo es mejor hacerlo sólo de bajada y así llegar a la fuente montado.

En el porxo del descampado había gente, nos invitaron a hierbas pero preferimos continuar serenos y tampoco pusieron pegas, al final fueron los únicos que nos encontramos en nuestro camino; bueno, no, también nos cruzamos con una mujer en Son Coll que volvimos a ver en Deià por cierto. Alguno se quejaba por el pateo y no fue para tanto, será falta de costumbre, y después pillamos el camino directo hasta la barrera aunque no faltaron las indicaciones oportunas para posibles variaciones. Llegamos a las pistas y hasta la barrera de salida lo más rápido posible aunque en mi caso mucho más lento que los demás.

No sé si lo sabéis pero en ese lugar hay una era de batre muy grande y un pequeño tramo escalonado de camino que no suele tener más historia pero que de bote pronto impone un poco. Jauja lo bajó primero y después Yarik y en el segundo escalón noté, vi, intuí, cualquiera vale, un vaivén en la rueda trasera pero como siguió bajando por el camino no le dí más importancia pero al llegar a la barrera de las casas estaba parado Yarik porque también había notado algo raro. En un principio no vimos nada anormal pero al voltear la bici enseguida vi el crujido en la soldadura de la puntera trasera, ¡se había partido de arriba abajo!. Cuando se dio cuenta el dueño se vino abajo, estaba sumamente desconsolado, no es para menos, pero se recuperó en unos minutos, el cuadro está en garantía aunque no hay distribuidor en España por lo que tendrá que lidiar con el fabricante directamente. Se supone que no tiene que haber graves problemas para solucionarlo.

(El tema de mi garantía no voy a comentarlo en este momento aunque ganas no me faltan, merece un capítulo aparte).

Como había llevado la furgo y caben varias bicis de sobra bajé a buscarla rápidamente mientras los demás se quedaban con él arriba esperando mi regreso. Cargamos, bajamos y nos despedimos rápidamente. En ese momento podría haber continuado con mi plan inicial pero ya se me habían pasado las ganas y también tomé las de villadiego. Si no hubiera sucedido este imprevisto se podría decir que se habían cumplido los objetivos que, aún siendo la misma ruta para todos, eran bien diferentes para cada uno de nosotros.


El mal parlar


¿Alguien sabe dónde está esto?


Pas de s'Escaleta

Tras algunos intentos infructuosos de llevarme a ver los pantanos de Escorca por parte del Sr. Jaujadurante la semana finalmente la cosa no fue tan elevada e hicimos una ruta por la miniserra, la que dormita a los pies de la Serra d'Alfàbia y los picos de l'Ofre y Tossals Verds, y que se extiende desde Bunyola hasta Mancor, desde el macizo de la Comuna, la Talaia de Cals Reis, el Puig d'Alaró, el Puig d'Alcadena y el Puig de sa Creu, a grandes rasgos. Está separada de su hermana mayor por un pasillo geológico que se expresa en todo su esplendor en el valle de Orient y una serie de valles transversales que posibilitan interesantes combinaciones para conformar rutas muy atractivas.

Su punto álgido es la Comuna de Bunyola, el paraíso bikero de Mallorca por excelencia ya que tiene una subida cómoda por pista y bajadas para todos los gustos y niveles. Otra zona muy frecuentada es el Castell d'Alaró, muy concurrido pero con menos posibilidades y a medida que nos alejamos hacia Mancor disminuyen las rutas que por esos lugares discurren.

En nuestra salida obviamos la Comuna para ir a surcar el valle pero sin tocar asfalto; para ello nos atrevemos a recorrer el Camí des Verger, hoy en día coto cerrado. Ya quedan lejos aquellos días en que lo recorríamos sin trabas, aún no se había inaugurado el túnel de Sóller y solíamos hacerlo tanto de subida como de bajada. Nosotros no tuvimos problemas, tal vez por lo temprano de la hora y no armar mucho jaleo. Prácticamente no ha habido cambios en la zona y lo encontré mucho más fácil que antaño; quizás puede deberse a que ese fue realmente el primer camino de montaña (si es que puede llamarse así) que recorrí en mi primera ruta como tal. Así han cambiado las cosas.

No íbamos a hacerlo completo, iba a tomar el desvío hacia el ramal superior pero en dirección Orient aunque nos equivocamos y recorrimos un tramo en sentido contrario. Tras dar con la dirección correcta imprimí un poco de ritmo a ver si esos dos se animaban un poco porque dos Carlos con dos Cubes y con cámara de fotos hacen mala combinación, se anulan entre sí y se lo toman con calma. Y es que también el sitio no es para menos.

Cuando llegamos otra vez al camino principal tuvimos que hacer bastantes metros andando porque lo han llenado de restos de poda hasta arriba y cuesta pasar montado. Seguimos por la pista en dirección al Coll des Vent sin más problemas que unas cuantas rampas más empinadas de la cuenta. Eso cuando subes porque cuando empieza el descenso te cambia la cara aunque ya digo que la ruta transcurría con bastante calma, claro que la excusa era que para no dejarme muy atrás.

Llegamos a la carretera y nos dispusimos a remontar hasta lo alto del coll d'Honor para tomar el desvío hacia el coll des Picot ya fuera del asfalto pero solamente hasta el desvío de Ses Clavegueres. José Carlos lo hacía por primera vez entero y encontró algunos obstáculos insalvables, según él porque no llevaba las protecciones puestas... Y lo dejamos aquí.

Comimos algo en el torrente y nos fuimos hacia Orient por el camino de la orilla de enfrente, por bosque primero y después por en medio de los sembrados aunque también sin problemas a pesar de encontrar gente trabajando por la zona. No paramos en el pueblo y continuamos hasta la barrera del huerto para atravesarlo y entrar en el bosque por la otra barrera. Cuando llegué JC estaba haciendo prácticas de idiomas con un senderista y la cara que ponía el alemán y como decía las cosas no me gustó nada porque entender no entendí nada pero me bastó mirarlo. ¡Pero hombre, si llevan Cube, un poco de respeto, que te dan de comer!.

No me acordaba de la subida hacia el coll de ses Tosses y no es larga pero sí pejiguera. Coroné primero y aún me dio tiempo a tener una charleta con unos excursionistas, al menos compatriotas y mucho más simpático(a)s que los anteriores. La bajada hacia el Pas de s'Escaleta tiene una primera parte no muy exigente para ir complicándose a partir del paso propiamente dicho y presumo que muy pocos pasarán ese tramo montados. Bajada rápida por el cemento hasta Ses Artigues y habría que preguntarse de quién fue la feliz idea de tapar el magnífico empedrado que lucía ese camino hasta no hace mucho.

Como se trataba de una ruta improvisada y un poco justa de tiempo fijamos la vuelta por el Camí vell de Bunyola que se encuentra asfaltado; solamente se conserva un tramo del empedrado original cerca de Son Torrella. A partir de este punto la cosa cambia a peor y al atravesar Es Cabàs desaparece, aunque no por arte de magia o los efectos del tiempo sino bajo las zarpas de algún tractor agrícola. Como no sé si voy a ir el día 28 decidimos reivindicarlo por nuestra cuenta una semana antes.

Abandonamos Es Cabàs saltando la rejilla por encima de un pino del camino que han cortado y tirado encima de los alambres a modo de pasarela para adentrarnos en s'Estremera. No suele haber ningún problema mayor hasta llegar a las casas donde dormitan varios perros con bastantes malas pulgas y ganas de morder que montan una escandalera bastante gorda lo que te hace pasar rápido por delante. Teníamos que haber girado en dirección a Cocons pero lo único que he visto ha sido una barrera cerrada por lo que otra vez hemos llegado a la carretera finalizando con un paseo por el pueblo hasta llegar al aparcamiento con el horario cumplido.


Darreres notícies

El Consell acredita que el camí del Rafal de Planícia és públic
18/11/2010, M. Ramis

El camí antic de Banyalbufar a Planícia i el camí del Rafal són de titularitat pública. Així consta en les conclusions de l'informe que ha elaborat el departament insular de Medi Ambient i que la seva titular, Maria Magdalena Tugores, lliurà ahir al batle de Banyalbufar, Mateu Ferrà. Aquest estudi, sol·licitat per l'Ajuntament, servirà per acreditar la titularitat pública dels camins i així poder desbloquejar per via legal l'obertura del camí, sostenen des del Consell.
En les conclusions de l'informe també es destaca que el camí nou de Planícia en els trams on se superposa al camí antic de Planícia és igualment públic, tant l'accés de vianants com amb bèstia. Pel que fa als trams d'aquest camí que es crearen al marge de l'antic camí de Planícia, l'informe conclou que la via ha tingut ús públic i pacífic de manera continuada i que l'Ajuntament de Banyalbufar ha contribuït al seu manteniment.


Reacció
Per altra banda, el batle mostrà la seva satisfacció per l'informe, el qual ara "estudiarem amb detall". En aquest sentit, el primer edil de Banyalbufar indicà que la documentació del Consell "ajudarà" en cas que l'Ajuntament interposi un contenciós contra la propietat del Rafal, que té tancat el camí d'accés a Planícia. Això no obstant, Ferrà considera que optar per aquesta via "allargaria el procés entre 3 i 4 anys", per la qual cosa aposta perquè sigui el Govern qui actuï a través del pla especial de camins. D'aquesta manera la primera vara del municipi mallorquí indicà que el Parlament aprovà una llei el mes de juliol passat a través de la qual la Conselleria de Medi Ambient pot elaborar l'esmentat pla, "que habilita el Govern per a l'expropiació del camí de manera immediata".


Muy bien pero... sería otra forma de decirlo. El ayuntamiento de Banyalbufar le pasa la pelota al Govern para que sea este quién mueva ficha y haga algo para resolver el asunto, al fin y al cabo son ellos los propietarios de una décima parte de la finca. Seguro que en el Rafal se duerme bien a gusto.

Noticia aparecida donde marca el enlace del título.


Que te voy a contar que no sepas

Me había quedado con ganas de más el sábado, me faltaba la competencia y un itinerario de nivel, aunque los resultados fueron bastante buenos. Por eso me planteé volver a salir el domingo unas horitas. De hecho podría haber formado parte de algún equipo para disputar las nosecuantas 4 horas pero no me apetecía. Lo hice una vez con los Toys y fue una grata experiencia, físicamente no tuve problemas para acabar y el circuito no tenía excesivas dificultades para mi bici pero, aunque en conjunto fue una buena tarde, no he vuelto a repetirla.

Pero tampoco quería salir solo otro día así que me apunté a la salida de los bous, y vaya si había ganado con muchas caras nuevas. Parece ser que se ha apuntado con ellos un grupo de peninsulares con muchas ganas de aprender y conocer la isla a lomos de una máquina. Buena gente. Hicimos solamente una rutilla por las cercanías en plan relax aunque a algunos les pareciera bastante dura. Y si me quedé con ganas el sábado con más me quedé el domingo, la trialera de la cantera me susurraba, “ven, ven a por mí” pero no estaba el grupo para tracas así que no insistí porque de todas maneras tampoco la habría bajado. Ni siquiera la parte final por el valle del silencio consiguió elevarme la adrenalina, está visto que tendré que esperar la llamada del mecánico para poder curarme este mal.

A la vuelta, cuando ya iba solo, me encontré con Carlos que también había salido a probar la bici después del arreglo del basculante y parece que ha sido satisfactorio. Con unas cuantas salidas se vuelve a recuperar la confianza en la máquina y se rueda liberado de congojas.

Para el sábado que viene iremos a Sóller unos cuantos a dar unas vueltas por ahí, seguramente para bajar el barranco, aunque puede haber algún cambio de última hora, dependerá de los estados de ánimo de ese día. Espero que no me la hagan perder los del Decathlon.


A por el machete

Otro sábado más menguado de bici aunque he tenido ya noticias de ella y espero tenerla para el fin de semana próximo del que ya tengo plan, una rutita por Sóller para empezar la nueva temporada porque ya ni me acuerdo de cuando fue la última vez que la saqué a pasear. Así que tocaba ir otra vez relajado y sin mucho tute. No quedé con nadie en particular por lo que se me ocurrió ir a buscar el enlace que me faltaba por la Serra de Son Bauzà desde ses Rotgetes.

Pasé del carril bici y pensé en tomar un camino alternativo casi directo fuera de las carreteras, tal como el Camí de Passatemps. Tan solo debía llegar hasta la rotonda de la ITV y lo hice por el Camí dels Reis desde s'Indiotería, rodeando el polígono. Desde la rotonda es directo hasta Son Termens, atravesando primero Son Sardina y después por carreterita asfaltada hasta acabar en un camino de carro en medio del campo hasta el Hort de Son Termens para salir frente a la sala de espectáculos el Compte Mal.

Un kilómetro rascado de asfalto hasta s'Esglaieta para pillar un camino antiguo que enlazaba Bell-lloc, Can Roses y Can Maiol (o Mallol) hasta la carretera de Esporles. Actualmente está dividido en varios trozos, el primero conserva su tipología hasta desembocar en un vial de la urbanización de Ses Rotgetes cerca de Can Roses. Al final de la calle comenzamos a bajar pero pronto se dirigía hacia las casas de Can Maiol y actualmente seguimos recto hasta el cruce con un ramal que se dirige al Parc Bit. Hasta hace poco se entraba en la finca en ese punto, ahora ya no ya que han blindado la entrada y han acondicionado un ramal exterior que rodea la finca.

De todas maneras por ahora solo me interesaba ver esa subida porque me desvié por las calles de la urbanización. Mi objetivo es la cumbre, al lado del depósito de agua, y hacia ahí me dirigí para practicar el salto de rejilla con bici y buscar la pista que descendí hace unas semanas equivocadamente, porque lo que hay que hacer cuando la encontramos es subirla, coronar el Puig d'Enmig y continuar la pista hasta el final donde vemos una pared con rejilla enfrente y al otro lado una pista vieja asfaltada que me resulta muy familiar. ¡Conseguido! Ya tengo el enlace marcado con lo que me puedo olvidar de la(s) carretera(s) de Esporles mientras no sea un caso de extrema urgencia.

Hay que salir al vial ancho para empezar a subir y rodar casi pegados a la pared medianera que separa Palma y Esporles durante todo el trayecto final hasta Les Quintanes. Allí dudé porque me han hablado de una bajada hacia el campo de fútbol que no quise comprobar porque podría haber estado allí toda la mañana y quería ir a por el segundo enlace que me faltaba por confirmar. Bajé hasta la carretera y luego a la gasolinera rodeando el Puig des Moro por la zona de la trialera en lugar de la pista. El día se estaba dando bien por el momento por lo que paré en la plaza del pueblo para tomarme el primer bocata e ir apuntalando datos. No pude, el lugar era un hervidero y, la verdad, había otras cosas en las que fijarse.

Siguiente paso, Son Simonet por su dressera. Allí me encontré una pareja de caminantes con niños y el marido me preguntó por el GR y su dificultad. Le dije la verdad, que hasta la Mola de Son Pacs es factible pero que a partir de allí es sálvese quién pueda. Parece ser que el tema no avanza en los despachos. De todas maneras dudo mucho de que llegaran siquiera al Coll de sa Basseta donde sí quería llegar yo pero desde la Coma d'en Llobera y para eso había que ir a investigar un poco.

Me metí por el ramal de Son Simonet para dar unas vueltas infructuosas por la zona. Subir por los bancales no es una opción válida y querer atravesar el pinar virgen tampoco, muy sucio y escabroso como para empujar la bici aunque lo intenté. Seguramente habría llegado arriba pero la idea de ir con un grupo de gente por allí no me convenció lo suficiente para tomármelo con más ganas. Iba haciendo mis cábalas cuando me di cuenta de que había un camino que parecía que bajaba y lo recorrí un rato andando, tenía continuidad por lo que intenté hacer algunos tramos montado. Me fue prácticamente imposible, por la bici, por mí mismo, por las piedras, por lo cerrado que está, ¡falta el machete! pero le vislumbré buenas posibilidades tras una buena poda, aunque limpio tampoco será fácil.

Iba yo bajando al lado del torrente cavilando dónde saldría, intentando averiguar de dónde venía ese ruido infernal de motosierra y acordándome de las palabras de la madona aunque burros no vi. Lo que no imaginaba es encontrarme ese almacén de material de obra y herramientas en pleno monte. A partir de allí pista asfaltada hasta la carretera de Esporles, ya muy cerca del pueblo. Aún así antes de salir al asfalto me dio tiempo de investigar una pista vieja de la que me habían hablado ya que el primer día que fuimos nos equivocamos de barrera y llegamos más arriba.

Una vez comprobada la hora que era con el horario del bus del TIB decidí que podría alargar un poco más la ruta y me fui a merendar por segunda vez a la plaza. Estaba igual que antes, petado de familias dividiendo su tiempo entre el parque infantil y las terrazas de los bares, hasta el niño del patín saltarín seguía por allí dando botes aunque los tenderos del paseo ya se aburrían un poco más. Yo no me aburría pero tampoco quería enfriarme mucho porque quería subir al coll de s'Heura y volver por Son Malferit, la bici lo resistiría. Y eso hice y lo hice directo por el asfalto sin acordarme de ir a ver la labor de unos colegas por la zona de Bellavista. O sea que no tuvo más historia la salida que la vuelta típica por Sarrià y Establiments.

Mira que me pone de los nervios ese tramo de carretera, sobretodo si me roza un coche de los cajones; tendría que haberme ido por el callejón.

P.D. En total cincuenta kilómetros de tute pero como iba a mi ritmo y disfrute pues como que no me puedo quejar, todo al contrario.


Rafaubetx

Vamos a ver si esta semana se aclara algo el tema de la bici porque estoy ya un poco más que mosqueado. No sé cuál es el problema real que tienen entre delegaciones, unos dicen que es la rueda, otros que el basculante, y así estamos, compuesto y sin novia. Siguiendo con el símil se podría decir que tengo una amiga, pero está flaca y en lugar de botas lleva chanclas y claro, así se cansa antes y es difícil sacarla a pasear por según dónde. Tengo que buscar caminitos que le vayan bien y no proteste mucho. Además esta semana he estado algo cansado y el cuerpo no me pedía trepar a las alturas, así que me decidí por tirar más a lo largo que no a lo alto.

Iba a salir solo así que tranquilo me lo tomé y más que enseguida que estuve montado ya noté que no habría lugar a florituras, o sea, un desarrollo cómodo y tira millas. Un día precioso, casi caluroso a primera hora, aparecía ante mis ojos a medida que iba comiendo metros en dirección a Porto Pi y Cala Major. Una vez entras en Calvià y su inmenso paseo pues que aún te relajas más ya que sales de la circulación rodada y solamente debes preocuparte de algunos caminantes que te puedas cruzar y a esa hora eran más bien pocos, y ciclistas menos aún.

¿Dónde llegaré? Quería ir a la zona militar de Rafaubetx por lo que me he desviado por el ramal de Magaluf hacia los parques acuáticos aunque uno de ellos está desmantelándose actualmente. A su lado aparece un palmeral tupido y un olivar, pero no son naturales, son la mercancía de los viveros Sa Porrassa que rodean casi por completo las casas que están en un ramal separado de la actual carretera. Estas casas siempre me habían llamado la atención porque en su jardín había un avión antiguo (no sé porqué me suena que era un DC3) reconvertido a sala de fiestas (o boite). Muy chocante. Esta gran finca, que liga su nombre al paso del Rei Jaume I en su conquista de Mallorca, ha ido perdiendo importancia y sobre todo terrenos en favor de la colonización moderna de la zona, donde hoy podemos encontrar parques acuáticos, colegios de lujo, pista de karts, gasolineras, bares, urbanizaciones y demás panoplia moderna, aunque también es el inicio de una extensa área virgen, la mal llamada “península de Calvià” que es lo que queremos explorar, en concreto la zona comprendida entre la urbanización de el Toro y la del Sol de Mallorca.

Esta zona es una enorme mancha verde en el mapa al sur de la carretera que continua hacia el Toro. Hoy en día existe el Gof de Poniente y los enormes campos de cultivo de Son Llebre y Can Vairet. Una carretera estrecha se adentra hacia el bosque y se dirige hacia Portals Vells con una urbanización que no llegó a cuajar pero que ha dejado un acceso muy fácil a estas playas donde en verano realmente se hace difícil encontrar un hueco libre. Y cuando iba por allí siempre me quedaba una duda, saber lo que había tras la barrera y el letrero de “Zona militar”.

Hoy en día se puede pasar, el cuerpo de guardia aparece desierto desde hace años, permaneció un retén después del desmantelamiento de la batería costera de Rafaubetx en 1996 aunque debieron retirarlo por aburrimiento. Además, esa zona está contemplada como Parque Municipal por el ayuntamiento de Calvià para uso y disfrute de los vecinos y foráneos. Sigue siendo de propiedad del Ministerio de Defensa y necesitará un plan especial que regule su uso, aunque, según tengo entendido, estos terrenos deben revertir a sus legítimos propietarios en cuanto dejen de tener el uso por el que fueron expropiados, o más bien, “dejen de tener uso”, que no es lo mismo.

El motivo por el cual algunos bikeros han rodado ya por allí es que existen unos túneles que comunican las distintas baterías de casi un kilómetro de longitud, pero mi objetivo no era ése yendo solo. Aparte de dar unas vueltas por la superficie y descubrir a toro pasado lo que allí se cocía quería llegar hasta la punta del Banc d'Eivissa, el cual solamente había visto de lejos por mar o por aire alguna que otra vez. Dando algunos rodeos he llegado hasta los acantilados de la cala de Rafaubetx a bastantes metros sobre el nivel del mar, más o menos por donde está hecha la foto de la entrada anterior y supongo que en la caseta que hay ahí se puede acceder ya a los túneles. Después, siguiendo las pistas interiores, he llegado hasta la vertical de la punta y he seguido el sendero que hacia allí se encamina. He continuado hasta donde he podido, hasta el lugar donde hay que realizar una desgrimpada por unos escalones bastante altos y con la bicicleta a cuestas no me he querido aventurar. La vista era privilegiada y el día en su mejor momento por lo que he aprovechado para comer algo y disfrutar del sol y del paisaje.

La verdad es que me ha costado levantarme, entre el cansancio que llevaba y la relajación que he pillado he entrado casi en un estado catatónico. Había que volver, y más o menos lo he hecho por donde había venido, con la salvedad de que he ido hasta las playas de Portals a echar un vistazo, algún grupito de guiris tomaba el sol por allí, unos más vestidos que otros. He comido algo en la Playa del Mago en la terraza del restaurante que se ha comido la playa y el torrente. Y después derriban Can Ganxo, menuda vergüenza!. Quería ver si era posible llegar hasta Cala Falcó por la costa pero después de dar unas cuantas vueltas por la urbanización tenía que sortear otra pequeña cala que aunque tiene un camino de acceso escondido por algún vial he preferido volver directamente a Palma recorriendo en sentido inverso el recorrido de la ida.

¡A ver si otro día acompañado nos metemos en los túneles y podemos llegar a la punta del Banc d'Eivissa!


Clot d'Almadrà, mapa y fotos


Éste es el recorrido aproximado de la salida del sábado y es aproximado por varias razones:
1. Porque subimos al Refugio de Tossals.
2. El tramo GR que sustituye a las pistas en Solleric está hecho a mano pero no tiene ninguna dificultad de orientación porque se encuentra señalizado.
3. La salida por Son Ordines la hicimos directa hacia las casas pero se recomienda recorrer la que está dibujada fuera de la vista de quién pueda estar por la zona. No somos bien recibidos por esos lares.

Falta enlazar con la zona de Biniatzent y comprobar si hay dificultades de paso. En caso afirmativo la ruta desde s'Estorell vell debería ir en dirección Norte y en ascenso para rodear el Puig de sa Creu en sentido contrario. Una opción totalmente válida por otra parte en la que se añade mucho más desnivel.



No os las perdáis, hay algunas muy buenas.


Clot d'Almadrà

Siguiendo con la tónica habitual de las últimas semanas me monto una ruta asequible a mi montura actual pero aprovecho parte del recorrido para ir a saludar a mis compañeros que han programado un ruta que me hubiera gustado hacer, al menos la parte conocida ya que también había una parte de exploración que no se sabía cómo podría acabar y a estas horas aún no lo sé, lo único seguro es que hubo diversidad de opiniones. Debido a ese factor de improvisación no tendría problemas en que Carlos me acompañara y además trajo (es un decir) a un amigo suyo que también se ha aficionado, por ello no le recomendé que siguiera camino con el grupo porque por donde podría acortar no lo conocía y yo no podía llegar hasta allí por lo que vinieron conmigo a recorrer algo más ciclable.

Más o menos podría tratarse de llegar con ellos al refugio de Tossals Verds, volver a bajar y recorrer algunos caminos por las faldas del Puig d'Alcadena, volver a bajar al Clot d'Almadrà y hacer lo mismo en la montaña de enfrente, el Puig de sa Creu, para pasar al Puig de Suro y así sucesivamente hasta Caimari. La ruta tiene la gran ventaja de poderla acortar en casi cualquier punto del recorrido pero también que no tiene un metro plano (excepto el principio), no es un paseo, como quién dice.

Como digo, el principio es por asfalto, sin desniveles apreciables hasta el Clot d'Almadrà y perfecto para calentar y charlar un poco de todo sin agobios, ya vendrán después los resoplidos. Y algunos tuve que dar para llegar arriba sin meter plato pequeño y sin morir en el intento. Pillar agua del grifo y verlos partir con la bici a cuestas es lo único que tuve que hacer arriba mientras que iban llegando también otros que habíamos visto en la barrera de abajo y que oí que querían llegar a Solleric, entonces les propuse ir juntos para allá. Luego querían continuar hacia Alaró siguiendo más o menos la ruta de la quedada Maifren y les comenté mis intenciones; en la Font Figuera decidirían.

Tampoco conocían aún el nuevo trazado GR de Solleric y vinieron tras de nuestros pasos, iban un poco más lentos, se ve que había gente un poco más novata, aunque uno de ellos me reconoció y me refrescó la memoria, habíamos salido juntos unas cuantas veces hace algún tiempo.

En la placeta d'en Sión me entraron varias llamadas y mensajes al móvil y como tengo a mis hijos fuera no dudé en contestar. Había mala recepción y eso me retrasó mientras la gente se iba yendo. En la barrera de Solleric otro que tal aunque ahí sí pude contactar y eso me retrasó aún más, tanto que el otro grupo se marchó camino de Alaró. Tras solucionar los problemas de un cliente pude colgar y continuar la marcha, hacia la Font Figuera y Oliclar, no sin antes tener que subir el duro coll entre medias. Toni, el nuevo, lo subió muy bien, no parecía preocupado en ese aspecto sino más bien en el equipamiento de la bici ya que le había puesto unas cubiertas LarsenTT muy finas, de 1,9”, que le comentamos que para alguna ruta con algo más dificultad de piso, más rocosa, más trialera, le iba a faltar agarre aunque para la que hacíamos hoy no iba a notar mucha diferencia, si acaso a mejor.

Desde Oliclar bajamos en dirección al muro de piedra para encontrar el portillo por el que pasé la primera vez que estuve por allí y por el que no había vuelto a pasar que encontramos sin dificultad para quedar después muy expuestos, hay que salir de allí sin llamar la atención lo más rápido posible y quería hacerlo por la pista que enlaza con el camino de Tossals pasada la barrera del hormigón pero no sabía si ir hacia arriba o hacia abajo. La pereza me venció y tiramos hacia abajo y nos topamos con un vehículo que salía por una barrera y aunque nos parapetamos tras un olivo alguno nos vio y fuimos hacia ellos. Tras abroncarnos un poco el chaval nos dejó salir hacia las casas, total, íbamos a estar más tiempo dentro de la finca para salir por otro lado o volver atrás que si continuábamos y tiramos hacia abajo; si en realidad ningún mal haces, no estropeas el camino, no saltas rejillas, no espantas animales, es tu simple presencia la que molesta, es normal, es privado, lo sabemos, pero somos muy cabezones. En el mapa he puesto el recorrido que deberíamos haber hecho, no el que realmente hicimos, que es directo hacia las casas.

Y volvíamos a estar en la barrera deshaciendo el camino hecho unas horas antes. Delante del Filicumis entramos por la barrera al Hort Gran para tomar el Camí de s'Estorell adonde paramos a comer algo y continuar por la pista hacia la falda del Puig de sa Creu. Esa pista no tiene salida, ni tampoco ninguna de las laterales (lo comprobé hace ya un tiempo) que solamente acceden a campos cultivados (u otrora cultivados) pero lo que nos interesa es el enlace con las pistas de Biniatzent ya que entre éstas y el Rafalet d'en March no hay comunicación directa. El susodicho enlace debería realizarse desde prácticamente el final de la pista bordeando el bosque y no está a más de doscientos metros, lo que pasa es que tiene desnivel y está bastante sucio, pero más que nada fue el no pasarnos de horario lo que provocó que diéramos la vuelta después de subir un tramo. Y fue en la vuelta por la pista cuando oímos un crack seco y repentino de una vaina de basculante de una Cube cuando se parte por la mitad. Menuda faena, aún si lo vas provocando tiene un pase pero en una pista casi plana y sin motivo tiene guasa. Con un llave inglesa metida en el tubo y una cuerda se pudo apañar de tal manera que podía montar mientras íbamos Toni y yo a buscar el vehículo y acudir al rescate. Ahora se trata de buscar la mejor solución al problema.

No dio para más el día pero de cada vez me gusta más esta ruta, la apertura de Solleric le da un aliciente extra y aún hay que pulir algunos detalles, mi intención es llegar al menos a Biniarroi configurando una ruta cien por cien rodable pero sin pardaleríes.


Una de asfalto

Así, de sopetón y sin anestesia, me la he comido esta mañana. Durante la semana no sabía adonde ir, es decir, adonde ir con la bici que llevo. Confiaba en encontrar un plan fácil y atractivo a última hora pero me hacía el remolón, o sea que lo dejé para el último momento como otras veces, más bien el primero, es decir, justo después de despertarme el sábado por la mañana. Es obvio decir que en días como éstos voy solo. Pues ya está, hacia el coll de Sóller que me encamino y, como es habitual en los últimos tiempos, atravesando la planicie entre Palma y Bunyola. Hoy he cruzado el parque de Son Reus, el polígono de ses Veles, los dominios des Rafalot, la urbanización de sa Coma, el Hospital Juan March (Caubet) y he salido por el polideportivo de Bunyola hacia el pueblo para atravesarlo y salir a la carretera frente al desvío de Biniforani. A partir de aquí asfalto y más asfalto.

No me he encontrado a muchos ciclistas subiendo, tal vez me he cruzado con uno. Un poco de descanso arriba para comer algo y decidir si me daba la vuelta para volver por donde había venido o continuar. Decido lo último y me abrigo un poco para la bajada, más larga y siempre por la sombra y la humedad aunque el piso estaba impecable.

He subido por el primer ramal del antiguo Camí vell de Ciutat pero no he podido enlazar con el tramo del túnel porque no he llegado hasta allí por lo que he vuelto a bajar y he subido por otro de los ramales hasta el Pujol d'en Banya enlazando con el Camí de Castelló y ahora sí continuándolo hasta el asfalto frente Cas Xorc. Tenía en una primera idea seguir hasta Son Coll y bajar a la carretera desde allí pero he preferido no pasar por los tramos más complicados del camino y he bajado directamente hasta la carretera para continuar tranquilamente hasta Deià donde me he parado a hacer la tercera merienda. Eran la una y media y no he estado mucho rato parado, ni siquiera me he sentado, los sitios libres estaban muy solicitados, aún quedan muchos turistas dando vueltas por ahí y haciendo de las suyas.

En concreto he visto de cerca dos, una en lo alto del coll de Sóller, donde uno que venía de Palma y ha visto el bar abierto ha frenado y se ha puesto a dar marcha atrás justo en la curva por el mismo carril en que circulaba; mi posición era privilegiada, los veía a los dos yendo uno hacia el otro y pensando “que le da, que le da”. Pero cómo te puedes imaginar que en una carretera te vas a encontrar a uno reculando por tu carril dentro de una curva. Menos mal que no iba muy rápido el que subía y ha podido frenar pero no ha dicho una palabra. El otro percance ha sido llegando a Deià cuando me adelanta un coche y en la siguiente curva tiene que dar un frenazo porque hay uno parado y los de atrás intentando adelantarle en un tramo de veinte metros sin ninguna visibilidad. Y yo pensando que debo compartir la carretera con semejantes personajes hasta Palma aunque, en honor a la verdad, es que aparte de estos incidentes, la vuelta ha sido bastante tranquila.

Lo único reseñable de la vuelta es que desde Valldemossa hasta la rotonda de Esporles no he tenido que dar pedales, he llegado con la inercia y tampoco es que haya bajado muy rápido porque no he frenado en ninguna curva. Hombre, he llegado muy despacio, pero he llegado. Después un poco de ritmo a plato por el carril bici donde me sentía mejor incluso que cuando he salido por la mañana, sensación que se ha prolongado a lo largo del día para mi sorpresa. Y más cuando me he entretenido en hacer un track de la ruta para averiguar el kilometraje, y han salido setenta y cinco kilómetros. Pues son bastantes más de lo que me pensaba pero también hay que reconocer que los he hecho sin tener que acoplarme al ritmo de otros aunque solamente he hecho tres pausas pero por las vías del tren he perdido algo de tiempo. Mientras volvía estaba yo dudando si tendría que echar mano a los brebajes que prepara éste.

En resumen, que aunque la cosa haya ido mayoritariamente por asfalto ha estado muy bien porque en cuanto he podido me he salido de la trazada, eso es lo bueno de ir con una máquina que lo permite aunque sea por caminos fáciles.


Ruta de transición

Así podría clasificarse pero podría haber muchas más según cómo se mire o por donde se tome. Esta es una clasificación benévola por mi parte a modo de autocomplacencia ya que los resultados no han sido de lo más satisfactorios y ha habido que ir improvisando sobre la marcha. Decir que sigo estando sin bici, y cuando digo bici digo bici doble, que visto el grado de dependencia adquirido con estas máquinas, supone una gran desventaja no poder contar con ella, aunque eso no es totalmente cierto pero en mi caso particular la de repuesto no dispone de una horquilla de suspensión de calidad y ahí es dónde radica la desventaja más clara. Por eso, mientras dure la ansiada reparación, las rutas se han visto rebajadas en lo que a dificultad se refiere, aunque eso me reporta la excusa idónea para poder hacer itinerarios un tanto atípicos y eso es sinónimo también de asistencia baja ya que la gente prefiere tener la diversión asegurada.

Hoy ha sido así si bien dos Carlos se han sumado a la convocatoria, uno de Palma y otro de Llucmajor un poco a la aventura ya que no conocían siquiera el trazado aproximado de lo que les esperaba. Así pues nos vimos en la rotonda en obras del hospital nuevo para coger carril bici e ir un poco más tranquilos hacia el Parc Bit, al menos da para ponerse al día de lo que requiere más de dos correos en el pc. Destino, ses Rotgetes y en particular la calle 32 pero primero hay que pasar por la 29 y su pared de asfalto que, de forma sorprendente, la pude pasar sin tener que poner el plato pequeño (no lo hubiera dicho el viernes ni en broma). Arriba estaba confiado en encontrar la citada calle 32 para salir de la urbanización y enlazar con el vial superior de la parcelación pero no la encontramos; no estoy seguro si es que no tenía el cartel puesto o que tiene el nombre cambiado, lo cierto es que tampoco me acordé de que podría haber llegado al mismo sitio si hubiera entrado por el mismo lugar que la vez anterior. Eso lo confirmé sobre otros mapas mucho más completos que las fotografías del GE que además en el caso de Mallorca suelen tener cuatro o cinco años de antigüedad.

Ese fiasco nos obligó a hacer unos kilómetros por carretera y aproveché para ir a echar un ojo al vial de acceso a Miralles y pese a las indicaciones que me dieron me pasé de metros y me confundí de lugar. Tomadas las notas oportunas nos dirigimos a la siguiente entrada para hacer la subida nueva que gustó bastante al personal aunque creo que la encontraron más dura de lo que les había pintado. El tema puntiagudo de este itinerario parece ser la salida y quería encontrar una que no fuera por una barrera particular, y aún no sé si va a ser posible ya que por donde quería hacerlo había gente, más bien parece un vertedero y el lugareño con el cual estuve charlando me confirmó que no había ningún camino que cruzara por los olivares. La lástima es que la pared se encuentra a menos de doscientos metros. Habrá que encontrar una salida alternativa menos conflictiva aunque eso suponga muy probablemente tener que cruzar el bosque sin camino.

Volvimos pues al asfalto del Camí de Son Cabaspre para llegar al Coll de sa Basseta por el itinerario normal. José Carlos no lo conocía y allí pudimos merendar un poco mientras se iba situando mentalmente, George Sand, Pas de Son Cabaspre, Coma d'en Llobera, su cabeza almacena datos para futuras salidas mientras el otro Carlos, más pragmático, da buena cuenta de los madroños que proliferan por doquier (ponerle a la ruta el título de Concierto Madroño hubiera quedado un poco cutre, no?).

Así pues. merendados y bebidos, decidimos bajar por la coma pese a la limitación de horario del llucmajorer y a sabiendas de que no conocemos el itinerario. Yo la había hecho una vez y tuve que volver atrás al alcanzar una barrera infranqueable aunque ahora no lo es tanto. Lo que pasa es que no hubo mucha diferencia entre esa bajada y ésta ya que la bici no ayudaba nada en esos empinadísimos tramos de pista rota. Los otros dos podrían haber disfrutado mucho más si no estuvieran pendientes de mí, aunque para mi gusto no es que sea de mi tipo de bajadas favorito.

Como era de esperar nos equivocamos y llegamos donde no teníamos que llegar pero es que tampoco quería buscar la salida correcta por lo complicado de los cruces y la premura de tiempo, por eso confiaba en que la línea recta hasta la carretera fuera la opción más corta. Pues no, dando vueltas y reculadas no pasamos por la cocina de las casas por vergüenza pero tuvimos que cruzar las caballerizas después de buscar una alternativa un poco alejada de las casas que resultó un fiasco, con salto de rejilla incluido. Luego ves el track y piensas, pero que tontolaba! pero en aquellos momentos estábamos un poco agobiados y deseando que apareciera alguien que nos señalara el camino de la salida (eso en el mejor de los casos).

Por fin pudimos llegar a la barrera de la carretera, cerrada por supuesto y tuvimos que hacer una cadena para sacar las bicis y saltar por un costado. En eso que Carlos repara en un poste y arriba del todo una cámara de vigilancia, ¡salta, que nos pillan! Y fue verdad porque no nos habíamos montado en las bicis cuando se empieza a abrir la barrera y llegan dos coches. Del primero se bajó una señora extranjera que nos pregunta si queremos entrar, noooo, salir! Tras varias excusas varias (las típicas) nos recomendó que no pasáramos más, por el estrés de los animales, a la señora no le gusta, etc, etc. y nos mostró, medio riéndose, el pulsador para abrir la barrera, que con las ganas de salir que teníamos ninguno reparó en el pilón ahí al lado.

Menos mal que quedaba la vuelta para que se nos pasara el mal sabor de boca y coger ánimos para poder ir preparando nuevas rutas con las que saciar nuestra curiosidad. El deporte es otra cosa.

Álbum completo de fotos:

http://picasaweb.google.com/presionador/Dia161010SalidaBike#
http://picasaweb.google.com/Jauja76/20101016CollDeSaBaseta#


112

He tenido esta semana una serie de contactos con unos compañeros de Inca que están preparando su Travessa para el fin de semana próximo y planteaban alguna duda respecto al itinerario, no me pidieron ayuda directamente pero se la ofrecí. Ahora, entre una cosa y otra, parece que lo tienen claro y la semana se les va a hacer larga, muy larga, pero el comentario va por otro lado.

Les pedí una traza del itinerario cuando lo tuvieran decidido por si hiciera falta echar una mano aunque se supone que es un tema que cada uno habrá resuelto con su gente más cercana pero lo que quería recalcar es que existe un servicio externo para estos casos. El 112 lo tiene establecido aunque no he llegado a usarlo nunca, ni aún en el caso de haber salido solo. Se trata de un formulario bastante completo aunque sin posibilidad de enviar ficheros lo que deja la hipotética localización en manos del teléfono móvil y su grado de cobertura de radio, independientemente de si podemos o no realizar una llamada, aunque si somos capaces de contactar con éxito es seguro que nos van a localizar, es solo cuestión de tiempo. En caso de no poder efectuarla dependeremos de la recepción de la emisión de radio de nuestro terminal por parte de al menos una antena.

Por si acaso la tecnología falla dejo el enlace por si alguno quiere echarle un vistazo.http://www.caib.es/sacmicrofront/contacto.do?idsite=264&cont=180


Aquí no hay fotos

Quorum para este fin de semana: uno, o sea que tengo vía libre para irme donde me dé la gana sin tener que dar cuentas a nadie. Bueno, eso es la teoría, en la práctica siempre hay alguien que te espera y no puedes fallar; tampoco tengo bici para según que cosas, más bien para ninguna, el listón ha bajado escandalosamente con la de repuesto. Ante tales premisas y tras algunas cábalas me decidí a ir a hacer algunas averiguaciones para comprobar si era capaz de llegar al Coll de sa Basseta sin tocar asfalto, al menos sobre el papel era posible.

Primer paso, ses Rotgetes. Técnicamente no hay asfalto, ruedas por el carril bici hasta el Parc Bit, te desvías hacia Son Maiol y subes hasta la urbanización. Hasta ahí todo correcto. Subo a la calle 29, y digo subir por no decir escalar (al menos así lo llaman en la tele, escaladores) porque las cuestecitas se las traen. Una pared con rejilla y bastante alta cierra la entrada a campo abierto por lo que hay que buscar alternativas, o sea, entrar a lo bruto aunque veo que no soy el primero en colgarme por los alambres. Encuentro rápido lo que busco al otro lado y bajo patinando hasta la caseta de cazadores y giro a la derecha por una pista llana donde me encuentro la primera barrera, una cosa cutre que me barra el paso y lo único que me indica es que no me quieren ver por allí. Muy cerca se encuentran las casas pero hay vehículos y no puedo cruzar así que las rodeo, me alejo pero no puedo salir, una barrera motorizada me lo impide. Me podría extender en detalles pero la conclusión es que tuve que saltar dos rejillas consecutivamente para salir de allí. Salgo al kilómetro ocho de la carretera y la premisa de no tocar asfalto se ha ido al carajo pero no puedo volver atrás así que sigo dando pedales intentando consolarme.

Al pasar por delante de un cartel que pone “Parcelación Son Bauzà” no me lo pienso y tiro para arriba, debería haber llegado por el primero de los cruces pero eso lo supe a posteriori y además falta confirmación, pero voy subiendo despertando el ansia salvaje de todos los perros de la zona, ¡qué pesados!. En la bifurcación de arriba tiro a la derecha pero salgo del asfalto en la próxima curva. Pista de asfalto viejo que probablemente tapa un antiguo camino de carro que sube hasta lo alto de la montaña pero las pocas vistas y las zonas de basura de obra que me encuentro no me alegran el día. El croquis que llevo tampoco me saca de muchas dudas así que no tardo en largarme no sin antes comerme una ración.

Al volver al vial sigo subiendo a sabiendas de que no habrá salida. Unas cuestas más y ya estoy arriba. Despacho al perro pejiguero (l.l.) que me da la lata y doy unas vueltas por el bosque. Una construcción camuflada allí dentro espera el día de la piqueta, si es que la descubren. Vuelvo hasta el cruce y sigo por el otro vial, no tiene salida pero queda muy cerca del final de otro ramal así que voy para allá, hay una casa en medio (y una buena cuesta antes y me la chupé con el veintiocho por tonto) y cómo no, una pared con rejilla hasta arriba y unas pistas al otro lado que me despistan. Tomo nota y continúo. Rodeo la casa pero en lugar de tirar por el vial me adentro por el pinar hasta encontrar otra casa, y otro perro, faltaría más, que me cierra el paso. Harto de bosque me paro en una mesa de picnic que hay por ahí a merendar y así darme cuenta de que tengo el vial a cincuenta metros, lo que me lleva a la carretera en un santiamén. Todo lo que he hecho hasta ahora solo para ahorrarme dos kilómetros de asfalto, a veces vale más ir solo.

Pero me queda la segunda parte de la ruta, la del otro lado de la carretera y pasamos al segundo croquis. Parece bastante fácil pero a los cien metros ya iba despistado. Al final del vial me encontré un magnífico camino de carro, un poco sucio pero de buen firme que me dio buenas sensaciones desde un principio. Tiene algún tramo donde necesitaba más tracción y potencia por eso empujé más de lo necesario aunque no mucho, tampoco es que tuviera el mejor día. Magnífico recorrido, largo y completo, tanto de subida como de bajada que hay que volver a experimentar.

A medida que voy subiendo me voy dando cuenta de que no se dónde estoy. Ni siquiera cuando llego arriba donde está más despejado se disipan las dudas, es más, aumentan, no reconozco los lugares. Cruzo una barrera, dejo un desvío hacia una casa y prosigo en lo que creo que es la dirección correcta por eso cuando la pista gira en sentido contrario me paro un poco a descansar y acabarme lo sólido que llevaba para volver atrás dejándome llevar por el instinto. Otra pared aparece con un portillo tapado por palés que desmonto para poder pasar dado lo precario del invento. No me detengo lo suficiente delante de un tinglado que aparece para saber lo que es, la visión de unos huertos y unas casas me puede más y tiro para abajo, aún así tengo que sortear dos barreras más antes de salir a campo abierto mientras el camino me conduce directo a una casa. Al rodearla sale la dueña de un portal y toda amable ella me dice que no me conoce, que de dónde soy. Ése fue el principio de una grata conversación donde no hubo ni un reproche siquiera, hasta me invitó a cerveza fresca preocupada como estaba por si el agua de la mochila ya estaba caliente y me dio algunas indicaciones interesantes sobre el lugar.

No podía continuar la exploración, debía volver sin tardanza, pero estaba ya muy cerca del final, acabar hubiera sido un buen colofón, lo haré otro día y procuraré hacer el camino en sentido inverso (con permiso de la madona) cuando pueda disponer de la doble, de la que por cierto, aún no sé nada. Y quizás busque también el camino de Miralles, cuando los burros lo hayan terminado de limpiar. ¡Que tiempos aquellos!.


218

Necesitaría una confirmación por otra vía para corroborarlo porque el número me parece excesivo pero vi a Mateo contarnos (yo no lo he hecho), o sea, que es bastante difícil que se haya equivocado. En cualquier caso éramos muchos en la primera quedada Maifren celebrada esta mañana en tierras del Raiguer. Mateo había dado la cara por los distintos foros bikeros para anunciar y reclamar la presencia de todos los bikeros a ellos adscritos y pardiez si ha dado resultado, mientras el resto de compañeros de grupo se han repartido diversas tareas, tanto logísticas como de señalización y guía. Había visto el track de la ruta y me fijé mal, creía haber visto que subíamos por Oliclar, hacer cima y bajar a la Font Figuera pero me equivoqué. La ruta elegida era por Sollerich, aprovechando la apertura de los viales que por allí se ha realizado.

O sea que puntualmente va llegando gente a Binissalem hasta formar una buena congregación. Trabucats, Ermassets, Pobleros, Poferos, Toys, Llucmabike, Algaidimonis, Tira-tira, Tramuntanaenduro, Webbalear, Kinpedal, Bous Bufats, Maifren por supuesto, gente de por libre, Jauja, l'amo Andreu, Minguillón, Arenas, Joselinx y muchos otros de los que no tengo conocimiento preciso han conformado un abultado pelotón que ha empezado a desplazarse por las reviradas calles del pueblo buscando una salida en dirección a Lloseta.

No llegamos a entrar en el pueblo, nos encaminamos hacia el Clot d'Almadrà rápidamente pero el ancho de la vía y el cómodo firme permitía un poco de relajación y compadreo. Apelotonamiento en la barrera después de la cuesta de cemento y sorpresa para mí al llegar a la siguiente ya que no hay que cruzarla porque se ha señalizado un itinerario GR nuevo por el interior de la finca. Hay de todo, tramos sin trazado aparente, tramos con el piso más elaborado y tramos de pista hasta llegar a la Placeta d'en Sión ayer ocupada por numerosos vehículos de gente que merodeaba por la finca. No llegué el primero pero no vi momentos de tensión ni oí quejas o sea que todo estuvo bien.

Iniciamos descenso rápido hacia las casas, las rodeamos y seguimos hacia la Font Figuera y el camino en restauración, que pasamos sin inmutarnos. La verdad, egoísticamente lo prefería como estaba antes pero he de reconocer que su estado original es el que ahora aparece. Al final, junto a la barrera de salida, pasado ya el torrente, instalaron una parada para repartir viandas al personal, pan con sobrasada, pastelitos, bebida azucarada y cervezas. Bocados, tertulia, saludos con algunos que iban apareciendo que aún no había visto y foto de grupo, aunque me parece que no había objetivo capaz de enfocar a tanto personal.

Salí de los últimos de la zona e hice parte de la subida con Miki de Tramuntanaenduro con el que departí hasta que dijo basta (basta de subida, me refiero. No se sentía bien y prefirió parar a recuperarse). Yo continué, subía cómodo a plato mediano sin tener que forzar para no ir atrancado, y así llegué hasta el aparcamiento donde esperé a que llegaran Carlos y Juan y saber si éste continuaba ya que está un poco perjudicado. Dijo que continuaba, o sea que volvimos a salir de los últimos, excepto algún grupo que parecía que no lo tenía muy claro.

Subida buena la que resta hasta el Pouet pero también facilona al fin y al cabo, cementada en mucha parte del recorrido y donde no lo está, muy pisada. Hay que favorecer el acceso de los vehículos lo más cerca posible del castillo, hay que tenerlo en cuenta. Unas cuantas motos de enduro nos pasaron en ese tramo.

Cuando llegué al punto de reunión la gente estaba decidiendo por donde bajar, si por las escaleras del Castell, si por la pista o hacia Orient como señalaba alguno. Yo lo tenía claro, pista, la bici que llevaba no me permitía ni bajar un escalón. Es una rígida con la horquilla petada con lo que me va bien para rodar por zonas más o menos llanas o algo bacheadas pero hay que huir de los escalones. Y así, mientras Carlos y Albert buscaban la razón de los males de la SC, Juan cambiaba la cámara y yo saludaba a un viejo amigo motero los demás se fueron yendo quedando arriba cuatro gatos hasta que decidimos bajar, aunque no hubo uniformidad en el recorrido, cada uno se metió por donde quiso y donde le vino en gana, y así hasta abajo. Lo único que no me gustó fue la parte final del asfalto porque tiene unas curvas muy reviradas, sin visibilidad, y los frenos que llevo van muy justos para parar rápido, esa fue la parte donde casi nos comimos el coche de la Guardia Civil que subía, hasta creo que se asustó más que nosotros.

No tiramos por la dirección correcta al llegar abajo y nos fuimos al pueblo con lo que no nos quedó más remedio que hacer unos kilómetros de carretera hasta pillar el Camí des Raiguer donde ya fuimos más tranquilos. Yo, en estas concentraciones, si me sé el recorrido me lo tomo con bastante calma. Fuimos encontrando a algunos por el camino que también andaban un poco despistados y agrupados llegamos al punto de reunión. Ya quedaban pocos y nosotros no teníamos tiempo para más por lo que no tardamos mucho en partir.

Fue una buena salida, corta y sencilla, lo ideal para contentar a un grupo numeroso, muy numeroso, con guinda final opcional para el que la quisiera degustar. Eso propició que no hubiera tampoco retrasos por averías aunque puede que algunos se retrasaran o incluso abandonaran por algún motivo mecánico. Si así fuera no sería yo quién debiera valorar esa circunstancia. Así pues, enhorabuena al grupo Maifren por permitirnos compartir entre todos ese buen día de ciclismo.

Ah, y aquellos que no pudieron venir por no estar en condiciones que sepan que nos acordamos de ellos.


Así da gusto

Me acosté el viernes con la idea de dar una vuelta por la Comuna de Bunyola pero cuando me levanté había cambiado de idea, la Mola de Son Pacs me parecía mejor opción, y no me equivoqué. Nada de coches, saldríamos en bici desde casa, tampoco íbamos a ir tan lejos. Nos vimos un poco más tarde de lo que quedamos en un principio debido a un retraso mío sin importancia, pero no se iba a ir sin el guía. Nos fuimos rodando hacia el hospital Son Espases donde habrá que esperar a que acaben las obras del puente nuevo para volver a tener continuidad en el carril bici. Llegamos al Parc Bit y cogemos el camino que nos lleva hasta Ses Rotgetes donde no nos queda más remedio que volver a salir a la carretera ya que el día que fui a investigar por las alturas de la urbanización no encontré por donde meterme aunque es muy probable que exista paso al menos hasta Son Bauzà. Es un tema que queda pendiente para otras fechas de momento nos fuimos a Esporles por carretera.

Hacíamos cábalas sobre cuando empezaría a llover, la previsión era de que lo haría a las nueve y eso pasó más o menos aunque lo que cayó no llegó a pasar de ligera llovizna, cuando llegamos a Son Cabaspre prácticamente estaba seco. Sudé la gota gorda hasta llegar al Coll de sa Basseta, había mucha humedad en el ambiente y gracias que refrescó bastante a partir de allí cuando empezamos el pateo, el interesante paseo hasta el Pas de Son Cabaspre, uno de esos itinerarios de los que piensas que vas al contrario de lo que deberías. Sigue subiendo después de pasar la pared pero ya se puede empezar a montar, y eso hicimos, aunque las piedras mojadas no ayudaban mucho que digamos, pero el fresco que hacía por allí nos revivió un poco.

Cruzamos la mola, esta vez no hubo paseo hasta la cima, y nos fuimos directos hacia el Puig des Boixos, más que nada porque ya teníamos hambre y queríamos comer ya. El cielo se había abierto y pudimos hacerlo al calor del sol, estábamos en la cumbre de la ruta y empezaba una parte totalmente distinta. Pisteo hasta los aljibes, con fotos de rigor, y desvío por el portillo. No me acordaba de lo bueno que era ese tramo, qué pasada. Y el camino ancho, memorable. Que corto que se hace en ese sentido, en pocos minutos estábamos en el Estret, aunque yendo con Carlos siempre hay que contar con esos tiempos muertos en los que va retratando todo lo que encuentra interesante, ya sea persona, animal o cosa.

No sabía que hora era ni me importaba cuando comenzamos a subir el asfalto hacia Pastoritx. Cerca de la barrera bajó alguien con un vehículo pero no nos dijo nada y pudimos seguir sin problemas. Desvío por la pista hasta el torrente por donde continuamos a su vera por un tramo de camino empedrado que parece morir en su cauce. A partir de ese punto hay que seguir el sendero que parece haber sido limpiado entre el carrizo por lo que es bastante practicable. Nos entretuvimos en un paso donde en un primer momento nos arrugamos pero que después de varios intentos logramos pasar. Es lo que tiene no ir a machete. Alguno me ha pedido que le guíe por la zona y de cada vez estaba más convencido de que estábamos haciendo el recorrido en el sentido correcto ya que en un principio pensé en recorrerla en sentido contrario. Lo único que no me gusta tanto es el tramo de asfalto inicial pero puede que surja alguna alternativa que lo haga menguar, aunque se tendrá que investigar anticipadamente.

Como esperaba ya no hay troncos atravesados en el camino por lo que pudimos pedalear a gusto hasta Raixa, aunque esto que he puesto, lo de pedalear a gusto, es bastante optimista ya que dado que mis problemas con la puntera del cuadro aún perduran no pude hacerlo en toda la mañana a plato mediano, saltaba la cadena al tensionar con fuerza y me tuve conformar con el pequeño.

Salimos a la carretera de Sóller y nos fuimos hasta el apeadero de Caubet rodando por las vías del tren aunque antes de llegar a la carretera de Santa María tuvimos que dejarlo pasar. Te metes por la urbanización que tienes enfrente hasta el final de la calle y después por algunas de las numerosas pistas y caminos que surcan Es Rafalot, siempre en dirección a Palma para entrar en terrenos de Ses Veles d'en Company y su famoso polígono, atravesándolo para tomar la larga recta hacia Son Reus, donde giramos a la izquierda para revolotear un poco alrededor del cubo y volver a Palma por el Camí de la Fita hasta la Indiotería donde empieza ya el recorrido urbano.