Si uno despliega en la pantalla el conjunto de trazas de que dispone, los propios me refiero, aún puede encontrar huecos interesantes, de hecho la forma más fácil de corroborarlo sería confrontándolo con un mapa actualizado de la zona en cuestión aunque normalmente lo que hago es visitarla e indagar sobre el terreno. Ciertas páginas de excursiones de a pie también pueden aportar luz sobre algunas cuestiones pero suele ser siempre para descartar más que para añadir. Lo que tenía en mente era pasearme un poco por Son Macip, por la ladera de la urbanización, por donde pasé no hace mucho bajando desde el Galileu pero como estaba ya de vuelta solo fue una pasada y me planteé volver. La vez anterior donde rebuscamos un poco más fue en una salida con el grupo donde Carlos y yo tuvimos una serie de problemas mecánicos en Lluc que nos obligaron al abandono y una vez solucionados y para no volver tan pronto nos dimos un garbeo por la zona, de aquella salida solo nos quedó un buen reportaje fotográfico y alguna pista sobre esos caminos semi abandonados. Se planteaba entonces una segunda visita, esta vez con la excusa de integrarlos en alguna ruta, quizás una travessa.
Dicho y hecho, nos presentamos en Selva Joan y yo, nuevo punto de inicio de las rutas de la zona para aprovechar el tramo de camí vell limpiado o la otra bajada por el otro arcén, queda a gusto del consumidor elegir cuál se hace en un sentido u otro. El tramo entre una población y otra más la subida inicial hasta la primera curva de la subida a Lluc es el calentamiento, no hace falta ponerse gallito aún, ocasiones habrá para demostrar nuestro ímpetu durante la próxima hora. Vamos a hacer la subida alternado tierra, carretera y pista forestal hasta el coll de sa Batalla, punto neurálgico de concentración de especímenes varios durante el fin de semana, sean moteros, carreteros, bikeros, corredores, excursionistas, domingueros y algunos otros que se me escapan.
La subida ha sido tranquila, como la recordaba, con la única excepción de que no hay barrera en el inicio de la pista de la Coveta Negra, por lo demás, sin cambios y la pude hacer con el desarrollo que a mí me interesa y me motiva y tan solo nos cruzamos con algunos bikeros licrados que volvían al punto de partida. Para no alargar innecesariamente la ruta tiramos directos por carretera hasta el cruce del GR y aunque es un corto tramo es suficiente para llevarse algún cabreo con los adelantamientos, lo idóneo sería acercarse a ese punto desde abajo por el GR. Iniciamos el ascenso por la pista por la que no bajé la última vez y se las trae, vaya si se las trae aunque está bastante limpia y con ganas se hace. Debemos dejarla en un momento dado ya que hay que atravesar la pared medianera e ir a buscar otra pista muy cerca de la urbanización, esta es la que nos va a llevar hasta la casa de neu, desde donde se inicia el camino de montaña propiamente dicho, nosotros fuimos pero solamente para descartar posibles cruces aparte de uno que vi en la parte baja y efectivamente no había ningún otro pero fue el tramo donde nos encontramos más gente, sobre todo extranjeros que subían hacia arriba y que nos iban preguntando por nuestras peripecias.
Volvimos a bajar hasta el cruce y este nos llevó hasta las inmediaciones de otra pared, justo en el ángulo de intersección con otra por la que supuse que debía haber un paso que no veíamos por ahora así que volvimos atrás a buscar otro posible itinerario que no encontramos mientras íbamos recorriendo como podíamos el bosque y lo recalco porque una gran cantidad de ramas están tiradas por el suelo y no es de tala, han caído por su propio después de quedar completamente secas y ser abatidas por el viento, algunos árboles también les acompañan, el espectáculo ciertamente es penoso. Llegamos a la pared y vemos un pequeño hueco bajo la rejilla por la que es imposible pasar y decidimos bajar a su vera a ver si encontramos ese paso del que solamente suponemos su existencia, y aunque intento montar lo más posible a menudo me veo impedido por las ramas caídas pero nuestra búsqueda obtiene sus resultados y el paso existe, a lo bruto pero existe, yo había visto una pista al otro lado y solo era cuestión de tiempo que pudiéramos acceder a ella aunque lo que hicimos fue subir en vez de bajar y no tardamos en llegar a su final sin solución de continuidad por lo que volvimos atrás y repetimos esa acción en cada cruce que íbamos encontrando y que no variaba en nada del primero, todos los ramales terminan en un rotlo de sitja y no continuan, pero a medida que bajábamos la pista mejoraba y se me iba haciendo más familiar, quizás fuera la misma que recorrí con Carlos hace ya unos cuantos años, lo sabría si aparecían una serie de..., no sé como llamarlos, unos pequeños monumentos de no más de dos palmos de altura con inscripciones religiosas, la que nos interesa es el Ave María ya que desde su vera sale un sendero más que interesante, ciclable 100% y sin dificultades aparentes al menos hasta llegar a la font Nova desde donde parte una vieja tubería de uralita usada en la actualidad solamente para albergar un tubo y llevar el agua hacia un lugar indeterminado. Este tramo es menos circulable ya que se estrecha en algunos puntos y nos obliga a ir a pata a ratos al menos hasta la barrera donde vislumbramos ya una pista al otro lado.
Sin mirar el reloj pero con la casi certeza de que ya era tarde nos fuimos hacia abajo hasta encontrarnos con el asfalto, un poco más lejos de donde creía, hay que ser sincero pero ya estaba todo dicho, la vuelta debía ser rápida por asfalto al menos hasta el coll de sa Batalla, tampoco quería renunciar a la vuelta por el camí vell, quince minutos más o menos ya no vienen al caso y hacemos una vuelta un poco diferente, más acorde con el trazado real del camino sin tomar mucho en cuenta las protestas del compañero respecto a ir por un lado o por otro, aún así no llegamos a las manos, hagamos constar, eso sí, que el final de ruta elegido tiene su miga, una guinda que se añade al pastel.
Dicho y hecho, nos presentamos en Selva Joan y yo, nuevo punto de inicio de las rutas de la zona para aprovechar el tramo de camí vell limpiado o la otra bajada por el otro arcén, queda a gusto del consumidor elegir cuál se hace en un sentido u otro. El tramo entre una población y otra más la subida inicial hasta la primera curva de la subida a Lluc es el calentamiento, no hace falta ponerse gallito aún, ocasiones habrá para demostrar nuestro ímpetu durante la próxima hora. Vamos a hacer la subida alternado tierra, carretera y pista forestal hasta el coll de sa Batalla, punto neurálgico de concentración de especímenes varios durante el fin de semana, sean moteros, carreteros, bikeros, corredores, excursionistas, domingueros y algunos otros que se me escapan.
La subida ha sido tranquila, como la recordaba, con la única excepción de que no hay barrera en el inicio de la pista de la Coveta Negra, por lo demás, sin cambios y la pude hacer con el desarrollo que a mí me interesa y me motiva y tan solo nos cruzamos con algunos bikeros licrados que volvían al punto de partida. Para no alargar innecesariamente la ruta tiramos directos por carretera hasta el cruce del GR y aunque es un corto tramo es suficiente para llevarse algún cabreo con los adelantamientos, lo idóneo sería acercarse a ese punto desde abajo por el GR. Iniciamos el ascenso por la pista por la que no bajé la última vez y se las trae, vaya si se las trae aunque está bastante limpia y con ganas se hace. Debemos dejarla en un momento dado ya que hay que atravesar la pared medianera e ir a buscar otra pista muy cerca de la urbanización, esta es la que nos va a llevar hasta la casa de neu, desde donde se inicia el camino de montaña propiamente dicho, nosotros fuimos pero solamente para descartar posibles cruces aparte de uno que vi en la parte baja y efectivamente no había ningún otro pero fue el tramo donde nos encontramos más gente, sobre todo extranjeros que subían hacia arriba y que nos iban preguntando por nuestras peripecias.
Volvimos a bajar hasta el cruce y este nos llevó hasta las inmediaciones de otra pared, justo en el ángulo de intersección con otra por la que supuse que debía haber un paso que no veíamos por ahora así que volvimos atrás a buscar otro posible itinerario que no encontramos mientras íbamos recorriendo como podíamos el bosque y lo recalco porque una gran cantidad de ramas están tiradas por el suelo y no es de tala, han caído por su propio después de quedar completamente secas y ser abatidas por el viento, algunos árboles también les acompañan, el espectáculo ciertamente es penoso. Llegamos a la pared y vemos un pequeño hueco bajo la rejilla por la que es imposible pasar y decidimos bajar a su vera a ver si encontramos ese paso del que solamente suponemos su existencia, y aunque intento montar lo más posible a menudo me veo impedido por las ramas caídas pero nuestra búsqueda obtiene sus resultados y el paso existe, a lo bruto pero existe, yo había visto una pista al otro lado y solo era cuestión de tiempo que pudiéramos acceder a ella aunque lo que hicimos fue subir en vez de bajar y no tardamos en llegar a su final sin solución de continuidad por lo que volvimos atrás y repetimos esa acción en cada cruce que íbamos encontrando y que no variaba en nada del primero, todos los ramales terminan en un rotlo de sitja y no continuan, pero a medida que bajábamos la pista mejoraba y se me iba haciendo más familiar, quizás fuera la misma que recorrí con Carlos hace ya unos cuantos años, lo sabría si aparecían una serie de..., no sé como llamarlos, unos pequeños monumentos de no más de dos palmos de altura con inscripciones religiosas, la que nos interesa es el Ave María ya que desde su vera sale un sendero más que interesante, ciclable 100% y sin dificultades aparentes al menos hasta llegar a la font Nova desde donde parte una vieja tubería de uralita usada en la actualidad solamente para albergar un tubo y llevar el agua hacia un lugar indeterminado. Este tramo es menos circulable ya que se estrecha en algunos puntos y nos obliga a ir a pata a ratos al menos hasta la barrera donde vislumbramos ya una pista al otro lado.
Sin mirar el reloj pero con la casi certeza de que ya era tarde nos fuimos hacia abajo hasta encontrarnos con el asfalto, un poco más lejos de donde creía, hay que ser sincero pero ya estaba todo dicho, la vuelta debía ser rápida por asfalto al menos hasta el coll de sa Batalla, tampoco quería renunciar a la vuelta por el camí vell, quince minutos más o menos ya no vienen al caso y hacemos una vuelta un poco diferente, más acorde con el trazado real del camino sin tomar mucho en cuenta las protestas del compañero respecto a ir por un lado o por otro, aún así no llegamos a las manos, hagamos constar, eso sí, que el final de ruta elegido tiene su miga, una guinda que se añade al pastel.