Me parece que le vamos a dar por Esporles otra vez, ojo, lo he puesto en plural y no es estilo, vamos a ser dos esta semana!, los demás no han confirmado así que no vienen. Dos es buen número siempre y cuando las fuerzas estén equilibradas, si no es así parecemos una romana escorada aunque era de esperar, la falta de salidas del compañero era patente y aún así se quiso presentar, es de agradecer.
No empezamos bien ya que me dejé los aparatejos atrás y tuve que volver a buscarlos, al menos unas fotos había que hacer y también a estas alturas grabar la ruta parece ya cuando menos ineludible, no tanto por los tiempos si no para saber por donde he estado ya que bastantes veces hay sorpresas y esta salida no fue la excepción, las hubo, algunas esperadas, otras, pues eso, sorpresas, de esas que si vas acompañado te hacen quedar con cara de tonto, más bien empardalat.
Salimos fríos del pueblo y debemos atacar un tramo de camino que tiene dos puntos calientes, inabordables a esas horas, dos minutos de ruta y ya empujamos, típico, pensaría alguno, algún malpensat, pero el siguiente tramo es casi llano y hasta con una bajadita, me refiero al recorrido por las fuentes de Son Tríes y es Rafal, rebosante la primera y seca la segunda (va al revés del tiempo aunque tendrá su explicación lògica). Ahora toca subir un poco por la pista rota lo que no lo convierte en un tramo agradable, al menos hasta llegar al linde del bosque donde se nivela aunque también la pierdes en algunas ocasiones, se suele seguir una trazada marcada y nunca hay que perder altura, siempre hacia arriba en los cruces.
Nos encontramos ganado con cuernos por allí, pasamos cerca pero parecían mansos, ponían cara de ¿qué putes fan aquets per aquí? y nos dejamos tranquilos mutuamente. Más o menos fue en la zona donde cruzas la pared que separa bosque y cultivo y empiezas a rodar por caminos con verdadero encanto. Hay que tener presente que tratamos de llegar lo más lejos posible sin perder altura y sin poner pie a tierra y esto supone tener que pasar de una finca a otra abandonando el camino principal que vuelve a descender sin traspasar los límites, evidentemente algo caminaremos en estos enlaces pero ni cuentan en el cómputo global, las pistas están muy cercanas. Y fue en el primer paso donde me despisté ya que al enlazar la siguiente pista me fui hacia abajo y pronto vi que no era por ahí, això no pot ser, y volvimos a subir hasta arriba donde acaba el camino en un rotlo de sitja que me sonaba aún menos, ahora sí que estoy triunfando de pleno, ni por arriba ni por abajo, volvamos a empezar, y tiramos otra vez hacia abajo con varias intentonas incluidas aunque borradas de la traza final. Me vi en la obligación para contentar al compañero que me reclamaba una rápida solución al problema de descargar y seguir otra traza mía de cuando he pasado por allí pero la falta de señal impidió tal operación, hubo que hacerlo a la vieja usanza, dejar la bici y darse un garbeo por la zona y no tardé en dar con la solución, y a pocos metros. Diré para los que se hayan quedado con la duda que es por arriba pero visto lo visto tanto da por un sitio que por otro, se trata de enlazar dos pistas que no están a la vista una de otra con una caminata de un minuto a más tardar sea cual sea la opción elegida.
Y a partir de ahí enlazamos ya con un ancho camino muy peculiar, diferente de lo que hemos visto hasta ahora, casi cinematográfico, me lo imagino cubierto de una espesa bruma con un carruaje apareciendo desde la lejanía a todo galope y... bueno, creo que es mucho imaginar pero no puedo evitarlo y así lo cuento. Pasamos el cruce de la bajada larga desde arriba y que no tomamos por ser de imposible superación en ese sentido y continuamos hasta la salida de la finca para volver a empalmar con otra pista que va siempre en descenso, cuidadín de no pasarse el forn de calç, hacerlo supondría circular a la vista de las casas, aunque lejanas, y alargar la ruta casi innecesariamente y así y todo el ramal que vamos a tomar hasta los campos de arriba no es moco de pavo, al menos la primera parte es intentable pero a partir de la curva la dificultad es ya de nota, y muchos suspenden.
Aprovechamos al enlazar con la pista principal para comer algo aunque la hora de la merienda ha pasado ya hace rato, hay que abastecerse para lo que viene a continuación, el pas de Son Noguera, para mí uno de los mejores caminos de carro de la serra, una pequeña joya que sobresale resplandeciente del despeñadero por el que nos estamos encaramando aportándonos vigor y confianza para afrontarlo con éxito, una gozada subirlo, y superarlo, aún más (por eso tendré que volver, para lograrlo de una vez).
Estamos arriba y me calzo las protecciones, hoy las he cogido, ya que las tengo vamos a usarlas, y salimos sin tardanza hacia la ermita donde parece que han subido todos los picapedrers del pueblo a la vista de la actividad que se cuece por allí pero no estamos para charlas ni saludos, seguimos con lo nuestro y tiramos recto hacia el castellet pero que ni siquiera vimos al temerme que íbamos ya un poco retrasados y me fui directo por el refrescador hacia la font des Rafal otra vez, ahí es donde pisamos la traza en sentido contrario pero poco, casi ni cuenta. Ahora cogemos la pista de abajo hacia la carretera de Puigpunyent donde se produjo el conato serio de deserción, obviaré aquí detalles concretos de la situación que no vienen al caso y solo diré que pude convencerle con argumentos varios, pero válidos, estamos pues a las puertas del tercer bucle del día, una interesante subida por pista y caminos de bosque más que apetecibles, su dureza no les quita emoción.
Cierto que tardamos más de la cuenta en llegar arriba pero es de los sitios que vale la pena visitar, de hecho hicimos un alto para terminarnos las viandas, que eran más bien pocas visto la hora que era, pero en cambio pudimos disfrutar de las vistas que también alimentan pero de otra manera, el hambre continúa. Toca bajar y ahí es donde tengo las ideas menos claras ya que a cada pasada circulo por sitios diferentes y el sábado no fue una excepción. El primer tramo siempre coincide aunque el sendero a veces se difumina se puede seguir, en cambio el segundo tramo es más peliagudo ya que parece que no existe un único trazado, de hecho salimos al camino un poco más abajo de lo esperado y ya no vi continuación directa por lo que bajamos por el camino de carro de forma mucho más rápida y acabamos en el camí des Correu casi enseguida y sin perder mucho tiempo nos lanzamos a recorrer lo que nos quedaba hasta el pueblo de la mejor manera posible sorteando algunos caminantes de lenguas extrañas de por medio, supongo que nos desearon suerte cuando nos pasaron mientras cambiábamos una cámara por un reventón en alguna piedra de los vierteaguas pero así y todo hicimos todo el recorrido hasta el final como toca aunque con el horario desbocado pero contentos. A repetir!.
No empezamos bien ya que me dejé los aparatejos atrás y tuve que volver a buscarlos, al menos unas fotos había que hacer y también a estas alturas grabar la ruta parece ya cuando menos ineludible, no tanto por los tiempos si no para saber por donde he estado ya que bastantes veces hay sorpresas y esta salida no fue la excepción, las hubo, algunas esperadas, otras, pues eso, sorpresas, de esas que si vas acompañado te hacen quedar con cara de tonto, más bien empardalat.
Salimos fríos del pueblo y debemos atacar un tramo de camino que tiene dos puntos calientes, inabordables a esas horas, dos minutos de ruta y ya empujamos, típico, pensaría alguno, algún malpensat, pero el siguiente tramo es casi llano y hasta con una bajadita, me refiero al recorrido por las fuentes de Son Tríes y es Rafal, rebosante la primera y seca la segunda (va al revés del tiempo aunque tendrá su explicación lògica). Ahora toca subir un poco por la pista rota lo que no lo convierte en un tramo agradable, al menos hasta llegar al linde del bosque donde se nivela aunque también la pierdes en algunas ocasiones, se suele seguir una trazada marcada y nunca hay que perder altura, siempre hacia arriba en los cruces.
Nos encontramos ganado con cuernos por allí, pasamos cerca pero parecían mansos, ponían cara de ¿qué putes fan aquets per aquí? y nos dejamos tranquilos mutuamente. Más o menos fue en la zona donde cruzas la pared que separa bosque y cultivo y empiezas a rodar por caminos con verdadero encanto. Hay que tener presente que tratamos de llegar lo más lejos posible sin perder altura y sin poner pie a tierra y esto supone tener que pasar de una finca a otra abandonando el camino principal que vuelve a descender sin traspasar los límites, evidentemente algo caminaremos en estos enlaces pero ni cuentan en el cómputo global, las pistas están muy cercanas. Y fue en el primer paso donde me despisté ya que al enlazar la siguiente pista me fui hacia abajo y pronto vi que no era por ahí, això no pot ser, y volvimos a subir hasta arriba donde acaba el camino en un rotlo de sitja que me sonaba aún menos, ahora sí que estoy triunfando de pleno, ni por arriba ni por abajo, volvamos a empezar, y tiramos otra vez hacia abajo con varias intentonas incluidas aunque borradas de la traza final. Me vi en la obligación para contentar al compañero que me reclamaba una rápida solución al problema de descargar y seguir otra traza mía de cuando he pasado por allí pero la falta de señal impidió tal operación, hubo que hacerlo a la vieja usanza, dejar la bici y darse un garbeo por la zona y no tardé en dar con la solución, y a pocos metros. Diré para los que se hayan quedado con la duda que es por arriba pero visto lo visto tanto da por un sitio que por otro, se trata de enlazar dos pistas que no están a la vista una de otra con una caminata de un minuto a más tardar sea cual sea la opción elegida.
Y a partir de ahí enlazamos ya con un ancho camino muy peculiar, diferente de lo que hemos visto hasta ahora, casi cinematográfico, me lo imagino cubierto de una espesa bruma con un carruaje apareciendo desde la lejanía a todo galope y... bueno, creo que es mucho imaginar pero no puedo evitarlo y así lo cuento. Pasamos el cruce de la bajada larga desde arriba y que no tomamos por ser de imposible superación en ese sentido y continuamos hasta la salida de la finca para volver a empalmar con otra pista que va siempre en descenso, cuidadín de no pasarse el forn de calç, hacerlo supondría circular a la vista de las casas, aunque lejanas, y alargar la ruta casi innecesariamente y así y todo el ramal que vamos a tomar hasta los campos de arriba no es moco de pavo, al menos la primera parte es intentable pero a partir de la curva la dificultad es ya de nota, y muchos suspenden.
Aprovechamos al enlazar con la pista principal para comer algo aunque la hora de la merienda ha pasado ya hace rato, hay que abastecerse para lo que viene a continuación, el pas de Son Noguera, para mí uno de los mejores caminos de carro de la serra, una pequeña joya que sobresale resplandeciente del despeñadero por el que nos estamos encaramando aportándonos vigor y confianza para afrontarlo con éxito, una gozada subirlo, y superarlo, aún más (por eso tendré que volver, para lograrlo de una vez).
Estamos arriba y me calzo las protecciones, hoy las he cogido, ya que las tengo vamos a usarlas, y salimos sin tardanza hacia la ermita donde parece que han subido todos los picapedrers del pueblo a la vista de la actividad que se cuece por allí pero no estamos para charlas ni saludos, seguimos con lo nuestro y tiramos recto hacia el castellet pero que ni siquiera vimos al temerme que íbamos ya un poco retrasados y me fui directo por el refrescador hacia la font des Rafal otra vez, ahí es donde pisamos la traza en sentido contrario pero poco, casi ni cuenta. Ahora cogemos la pista de abajo hacia la carretera de Puigpunyent donde se produjo el conato serio de deserción, obviaré aquí detalles concretos de la situación que no vienen al caso y solo diré que pude convencerle con argumentos varios, pero válidos, estamos pues a las puertas del tercer bucle del día, una interesante subida por pista y caminos de bosque más que apetecibles, su dureza no les quita emoción.
Cierto que tardamos más de la cuenta en llegar arriba pero es de los sitios que vale la pena visitar, de hecho hicimos un alto para terminarnos las viandas, que eran más bien pocas visto la hora que era, pero en cambio pudimos disfrutar de las vistas que también alimentan pero de otra manera, el hambre continúa. Toca bajar y ahí es donde tengo las ideas menos claras ya que a cada pasada circulo por sitios diferentes y el sábado no fue una excepción. El primer tramo siempre coincide aunque el sendero a veces se difumina se puede seguir, en cambio el segundo tramo es más peliagudo ya que parece que no existe un único trazado, de hecho salimos al camino un poco más abajo de lo esperado y ya no vi continuación directa por lo que bajamos por el camino de carro de forma mucho más rápida y acabamos en el camí des Correu casi enseguida y sin perder mucho tiempo nos lanzamos a recorrer lo que nos quedaba hasta el pueblo de la mejor manera posible sorteando algunos caminantes de lenguas extrañas de por medio, supongo que nos desearon suerte cuando nos pasaron mientras cambiábamos una cámara por un reventón en alguna piedra de los vierteaguas pero así y todo hicimos todo el recorrido hasta el final como toca aunque con el horario desbocado pero contentos. A repetir!.
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