Ni uno ni lo otro

Habían presentado la previsión del tiempo casi catastrófica y la verdad no me apetecía mucho pegarme la gran chopada y menos estando lejos y tener que volver empapado así que opté por no alejarme mucho y esperar que el hombre del tiempo hubiera errado en los pronósticos, y parece que pasó así aunque mi primera preocupación fue conseguir que alguna aplicación de rutas que llevo funcionara correctamente y por lo que se ve (o no se ve, mejor dicho) no conseguí. La que ahora es mi primera opción me daba el aviso de pérdida de señal gps y la segunda que creía tener en marcha al final no grabó nada, o sea que no tengo datos de las salidas y me interesaban, no tanto por los tiempos si no para ver por donde me había metido y por el total acumulado ya que aunque dibujara la traza no me serviría en strava, al final he tenido que dibujarlas para poder tener un registro.

Lo único que conseguí tras trastear durante un buen rato fue perder el tiempo y aunque en un principio tenía pensado subir a la Comuna al final opté por rodar por los bajos alargando lo que fuera hasta la hora de comer. Mi primera meta volante sería Son Macià y es Caülls para continuar hacia el camí de sa Bomba pasando por el tramo de las vías para salir a la carretera de Bunyola la cual recorrí un par de kilómetros hasta el camí de Cas Bergantet, no es que no quisiera subir pero me paré en la barrera que hay en la recta de abajo para coger el sendero que va bordeando el puig hasta empalmar con el camino que sube arriba, no lo había hecho nunca en este sentido y es mucho más fácil que en sentido contrario.

Hay cambios arriba, y es que se ven las vistas, ha habido tala de pinos y está bastante despejado, no estuve mucho allí y opté por bajar tras comer algo y no enredarme. La bajada ya es otra cosa, más larga, rota y empinada, no me extraña que no la haya hecho aún de un tirón en sentido contrario, además hay gente en el porxo, me reciben sus perros pero no son los típicos canes guardianes que ladran a todo quisqui, son perros cazadores y evidentemente no cumplo su estándar y me dejan tranquilo. Saludo y comento con ellos (los cazadores, no los perros) el tema de la limpieza del bosque y sobre la finca en general aunque no parecen muy interesados en la charla por tanto prosigo mi camino y no sé si fue por despiste o por ir en sentido contrario que mientras voy bajando voy dudando si voy bien, está muy despejado y lo que es peor, muy cerca de las casas, evidentemente me he equivocado, toca regresar arriba y coger la otra pista, la de la izquierda bajando, la buena, la que me llevará a la fábrica o cantera que hay cerca de la rotonda donde ya no hay que sufrir para salir ya que la rejilla está en el suelo.

Mis siguientes pasos no los tenía nada claros, por eso me metí por el primer camino lateral que encontré hasta la otra rotonda y continué por asfalto hasta el área recreativa pero antes me metí por la urbanización de sa Coma con el ánimo de llegar a su zona superior y averiguar si desde algún solar partía algún camino practicable hacia algún lugar, no me pareció que fuera el caso así que después de voltear por los viales volví atrás hasta las vías del ferrocarril y regresar a la carretera flirteando por los senderos del bosque que rodean el área recreativa.

Ya que había pasado por Passatemps hacía muy pocas fechas decidí alargar un poco más la rodada por asfalto y llegué hasta la rotonda de Esporles para ir a tomar el camino de subida a ses Rotgetes, aún no había llovido y no me hubiera importado rodar unos cuantos kilómetros más pero presumía de que debía ser ya la hora de volver, con mirar el teléfono hubiera bastado, es cierto, y también hubiera visto que no estaba grabando nada, también es verdad pero no lo hice, preferí no saberlo, no estar pendiente, y continué camino hacia Son Mayol y el Parc Bit donde todo parece estar igual excepto en el inicio del camino donde en lugar de la cadena han puesto dos pedrolos grandes, así no hay que bajar de la bici, mejor.

Así pues no se puede decir que haya sido un mal fin de semana, todo lo contrario diría yo, con dos rutas improvisadas pero que cumplen su función perfectamente y ya pensando en las próximas citas, que no falten.

Nótese que no he mencionado para nada el tema de la cadena, será por algo.


Fin de semana plano

Me habían dicho el viernes que estuviera el sábado en casa a las doce dado que era fiesta en Palma y tenía otros compromisos, hora algo temprana para poder montarme una ruta en condiciones así que organicé algo ligero y liviano para no retrasarme ni un minuto, llaneo pues, y más llaneo que el paseo hasta Can Pastilla creo que no hay, hacia allá iría pues y creo que hice bien porque a esas horas había muy poca gente paseando y no hay que estar tan al tanto. Para no hacer solo ida y vuelta directa continué por Son Verí hasta enlazar con el tramo de paseo que tienen por allí y que al final te deja en la carretera cerca de la rotonda y no queda otra que continuar por el arcén, arcén al fin y al cabo aunque esté pintado de rojo. Yo seguí cuesta arriba hasta la entrada de Las Palmeras junto con dos carreteros que me adelantaron solo para quedarse delante y que no volví a pasar para no avergonzarles, mi propuesta era ir a coger el antiguo trazado ferroviario sentido Arenal que es el que por ahora se puede recorrer, no completo porque queda algún tramo sin limpiar obligándote a meterte en la finca colindante para reincorporarte un poco más adelante.

Al llegar a la población se ha perdido el trazado y hay que recuperarlo cerca del viaducto del torrente siendo este el único vestigio visible en esta parte del recorrido, más adelante ha desaparecido. En esta zona sin asfaltar partí cadena y fue justo en el empalme que había hecho creo que con un trozo distinto y no muy compatible por lo que se ve, le cambié el añadido por otro de mi propia cadena que llevaba preparado y palante, agradecí bastante en esos momentos no haberme metido en camisa de once varas montaña arriba y más cuando al llegar a casa comprobé que el nuevo empalme también estaba a punto de saltar así que no me quedó otra que cambiar un eslabón fijo por otro temporal para dejar la bici preparada para la salida del domingo.

De vuelta en la ciudad y ya que iba bien de tiempo pese al parón por avería me pasé por el centro para ir a fisgar un poco en el lugar de salida de la bicicletada de Sant Sebastià de la que no iba a tomar parte pero al menos pasaría para ensumar el ambiente. No estaba llena la plaza, la vecina de Santa Eulália parecía estar más animada pero la numeración de los dorsales me avisaba de una alta participación, solamente encontré un conocido con el que departí un rato esperando las campanadas d'en Figuera anunciando la salida tras las cuales nos despedimos, por ahora el sábado lo tenía completo.

El domingo saldría también y tendría que ser con el horario si no clavado sí muy aproximado aunque esta vez elegí el punto cardinal contrario, el norte, aunque no solo era esta la única diferencia, hacía un viento del copón y parecía que te venía de todos los lados. Quería ver unos itinerarios por el interior de es Rafalot para comprobar si nos podían servir y para ello me acerqué a Son Reus por el camí de sa Fita. Hay una urbanización por allí justo pegada a la montaña de basura por la que puedes circular hasta alcanzar el polígono contiguo y por lo que vi bien puedes hacerlo por los viales industriales, no habrá mucha diferencia. Hay una vieja pista que rodea el exterior del recinto de los vidrios donde en cierto punto han tirado la rejilla abajo para poder entrar en la finca y por allí me metí y continué por otra pista en mejores condiciones que me lleva hasta otra entrada con barrera motorizada desde otra urbanización por cuya calle principal desembocas en la carretera de Santa María justo enfrente de Ca na Sili por lo que nos queda un corto trecho antes de llegar a las vías del tren por donde me metí ya por los bosques junto al área recreativa y enlazar con la subida al hospital y su posterior bajada acercándome a Bunyola por el camí vell.

Hacía calor y bastante buen estar aunque fuera a la sombra en la plaza donde tomé algo sólido antes de seguir ruta hacia la rotonda de Can Penasso y coger dirección Raixa, esta vez quería pasar por las casas para dirigirme a Raixeta por el camino empedrado y es lo que hago, ida y vuelta casi directa con encuentro con otro bikero que me salió de no sé por dónde y cruce con bastante gente que hacía mi mismo recorrido. Después salida a la carretera y entrada al camí de Passatemps en lo que es ya el tramo final de ruta que parece trazada con tiralíneas desde Son Termens.

Como vemos dos rutas planeras sin grandes pretensiones, quizás tan solo acumular unos cuantos kilómetros en la mochila, lo que viene a ser puro ejercicio de mantenimiento, y también de desgaste en la bici, todo hay que decirlo, menos mal que el empalme de cadena parece funcionar correctamente aunque me falta probarlo en condiciones de máxima tensión, ¿aguantará?.


Toco madera

Sin haber podido hacer un gran papel la semana pasada en teoría debería haber resarcimiento en esta, pero ¿de qué tipo? Burrada de kilómetros?, animalada de desnivel?, caminos complicados?, habrá que calibrar bien la jugada y elegir adecuadamente porque todo a la vez no va a poder ser, la máquina no da para más, ¿y si metemos un poco de todo sin pasarnos y nos conformamos?, creo que será lo mejor, y como había estado revisando unas informaciones más o menos recientes que podían ser interesantes me he decidido para ir a dar una vuelta por Esporles y la costa que hay más allá de su territorio.

Me habían comentado una salida más o menos numerosa de los MIR o los Biciarreglo, ya no sé muy bien a qué atenerme, que cubrían en parte la misma zona pero con otro enfoque, salida más tardía desde Palma sin llegar a tocar costa, la verdad es que será difícil, por no decir imposible, coincidir ya que no quiero comerme la ida y vuelta porque sí, y menos si no sé lo que me pueda encontrar por el camino, por todo ello preparo mi ruta desde Esporles en solitario.

Quizás hubiera podido encontrar a alguien en el aparcamiento pero no había nadie, parecía que no tendría compañía por el momento, hasta un paseante me comentó que era el primero que veía subiendo por el camí de Pescadors, sería verdad que no habría nadie por la zona. Llego a la explanada de Mirant de Mar y me dispongo a subir hasta la urbanización por el camino de tierra donde me veo obligado a poner algunos pieses, evidenciando la falta de punto ya que es perfectamente rodable de principio a fin pero no pasa nada, la cuestión es no parar.

Llego a la carretera y voy a buscar enseguida la entrada de ses Piotes donde me encuentro a un numeroso grupo mixto XC que vienen subiendo, después de ellos la paz. La bajada se hace corta sin apenas complicaciones pero no vi el desvío a la primera para rodear el campo de cultivo pero como no quise saltar la pared volví atrás para buscarlo y poder rodar sin problemas. Corta parada en el mirador des Coloms para tomar alguna instantánea y poco más, había que empezar la exploración del nuevo itinerario y para ello debía ir hasta el siguiente mirador, no sé exactamente su nombre pero es muy fácil de encontrar, de hecho ya había estado por allí en una época donde buscar caminos no era mi prioridad y seguramente lo vi pero borrados quedan esos recuerdos.

No hay problema para empezar pero es solo una ilusión, la cosa se complica a las primeras de cambio y eso que dicen que está limpio, y no digo que no pero la habilidad para transitar por él debe ser mayúscula y la bici debe acompañar, desde luego. Está claro que no se me dan tales condiciones y visto desde fuera podría decirse que fue un descenso penoso aunque se intentó. Y resulta que esta primera parte es la mejor, pues si que vamos bien, ya que al circular después con menos pendiente el camino pierde definición al no estar elaborado, está más trabado y eso que se sigue notando que por aquí también ha tenido algún arreglo. Damos a la pista de la Cova muy cerca de la barrera, eso quiere decir que queda bastante descenso hasta el mar, y me pregunto si habrá algún otro ramal que continúe fuera de la pista principal, no lo vi desde luego, cualquiera aparta la vista siquiera una décima de segundo de lo que tienes delante, por lo que bajé directo hasta la playa donde hice un receso, debía reponer algunas calorías y afrontar el largo trecho que tenía por delante hasta Banyalbufar.

Este itinerario no es uniforme ni mucho menos, partimos de la costa ascendiendo por el bosque por un sendero muy empinado y sucio que hace imposible nuestros esfuerzos de recorrerlo dignamente para salir a los terrenos cultivados de Can Sales donde hay bastante actividad, tanto en las casas como en los terrenos más bajos a los que voy descendiendo por la pista roja hacia el mar aunque antes hay que saltar la barrera correspondiente (que no falten) por el botador. Repetición de la jugada, cruce de torrente y sendero por el bosque sin mucho valor, buscamos una rejilla por la que vamos colgados hasta otra barrera y subimos por el espacio dejado entre la rejilla y la pared que al menos han limpiado y salimos junto a la Casa Blanca cruzando por delante y saliendo a los viales de la urbanización por la barrera principal.

¡Que diferencia entre una estación y otra! Aparcamientos vacíos y solamente dos jubilados paseando del brazo frente a la vorágine acaparadora cuando llegan tiempos mejores, por eso no puedo dejar pasar la oportunidad de relajarme un rato en los bancos de la terraza-mirador sin tener que preocuparme de buscar una sombra en la que cobijarme. De todas maneras no puedo dejar pasar mucho tiempo en la inopia, me queda aún vuelta por recorrer y el descenso por los infiernos me ha trastocado un poco el horario, toca salir, no pitando pero sí sin pausa y es lo que hago y los únicos que encuentro por el camino son paseantes, bikeros ninguno aunque algunos han estado por allí antes que yo.

En la carretera descanso otro poco y me como los restos porque toca otra vez tirar hacia arriba y aunque tengo tareas pendientes por la zona no es cuestión de plantearlas ahora, cada cosa a su tiempo y hoy se ha ido a la descubierta, servidos vamos. Un ratito de carretera y me desvío por el camí de la Terra Nova, anticipo de lo que nos encontraremos en el camí des Correu, tanto en su parte asfaltada como en la empedrada, el primer tramo ni siquiera lo intento, subo por la variante y empujo hasta superar las siguientes curvas donde ya sí puedo volver a pedalear, la cuesta empedrada no será problema ni tampoco lo que viene a continuación. Me sigo encontrando a gente, bastantes parejas con niños que me obligan a pasar con tiento a su lado pero ningún ciclista por ahora. Vi a dos bajando por la carretera hacia la Granja cuando ya había yo cruzado y hacía el recorrido superior, después volví a cruzar para encarar la última subida antes de los escalones finales que por cierto, de cada día me parecen más altos, no sé si será cosa mía o será verdad pero a mí me lo parece.

Acabé bien y dentro del horario más o menos aceptable para una salida de sábado y sobre todo sin incidentes negativos reseñables en cuanto a averías, roturas o caídas y aquí alguno pensará “normal que no te caigas, pardal, así como vas...”, eh, que ha habido ocasiones que me he caído varias veces subiendo, que no todo es bajar escopeteado para poder hacerte daño, toco madera. Y nunca mejor dicho lo de tocar madera, hoy domingo he salido a rodar un poco, subir al monumento de na Burguesa y volver, nada del otro mundo, y he visto a uno delante mío en la subida que no creía conocer a pesar de llevar un maillot que me era familiar pero él sí me ha reconocido y me ha llamado, y después sí, al fijarme bien he sabido quién era y hemos subido juntos y mientras lo hacíamos me ha explicado porqué hacía casi un par de años que no lo veía, suponía que por circunstancias lo habría dejado pero no, ha superado una grave enfermedad y vuelve a estar en circulación, empieza de nuevo con determinación, gran lección de superación, y cuando lo piensas te das cuenta de que a veces hay que recomenzar muchas cosas desde cero, temas vitales de verdad, borrón y cuenta nueva a lo bestia, toco madera.


Gris como el día

Era día 6 de Enero y no parecía un sábado cualquiera, por dios, es el día de Reyes!, cabe esperar un poco de alegría tal día como hoy y a pesar de ello me levanto no de mala uva pero, ¿cómo díria?, poco motivado parece más acertado. El día está plomizo aunque parece que se aventura una tibia recuperación en el horizonte y eso me anima a partir de ruta, no va a ser tan extensa como en un sábado normal y pienso que tal vez una Fita sea suficiente, deberá serlo. Me encamino pues hacia el punto de inicio habitual, Bunyolí y su puesta a prueba, será un buen test para decidir el resto, el acercamiento hasta ese punto solamente supone un calentamiento a ritmo muy suave y como he salido ligero de ropaje, también incómodo por lo fresca de la temperatura aunque es algo con lo que hay que contar de antemano, llegarán momentos más calurosos donde sobran hasta los calcetines, de eso no hay duda.

Me cruzo con Joantoni, tanto tiempo sin vernos y ahora me lo encuentro casi cada semana y en el inicio de la subida me topo con otro compañero bou con el que charlo otro poco antes de emprender la subida que por lo que voy notando casi desde el inicio no va a ser de las mejores aunque me decido a conservar el último piñón para un caso necesario. No ha pasado mucho tiempo tras llegar a la cadena cuando oigo acercarse a alguien y tras él otro más y algunos minutos después, el último de la fila, ahora ya está el grupo completo pero ellos no suben, bajan hasta la carretera y se meten por na Burguesa, no es mi plan, yo quiero subir a las antenas, llevo varias semanas sin casi meter desnivel en las salidas y tengo que probarme por lo que nos despedimos y emprendemos caminos diametralmente diferentes.

No paro en el cruce de Sobremunt y sigo la subida curvas arriba hasta las antenas y el final de la pista cementada donde paro a comer algo porque otra cosa no se podía hacer. Normalmente gozas de una vista que se extiende hasta casi la otra punta de la isla y esta vez está completamente cegada, la niebla y las nubes bajas nos rodean y te envuelven en un abrazo húmedo y desapacible, ni siquiera la llegada de unos bikeros que sí van a continuar me anima a seguirlos y es que estoy como el día, gris y sin ganas, bajaré pues por donde he venido y aunque le voy dando vueltas a continuar por asfalto hasta abajo y volver por Son Malferit al final me decido por Bunyolí y pese a que no tenía muy claro si bajar por el sendero o por el camino ancho el traqueteo machacón de este último me lleva a decidirme por el primero.

Llevo varias semanas sin poder ver mis cronos de las últimas bajadas por la zona ya que desde la última actualización de la aplicación que utilizo esta se para aleatoriamente y aunque alguna vez arranca de nuevo en otras se queda definitivamente parada echando a perder definitivamente la traza y exactamente no conozco el motivo, antes no pasaba, por lo que he mirado otras similares y por los comentarios parece que se repite el fallo más de la cuenta, la próxima salida probaré alguna otra a ver qué tal a la espera de una supuesta mejora de la fiabilidad en ese aspecto. No es solamente el tema de los tiempos lo que me interesa, resulta que esta aplicación me selecciona rutas para aparecer en GE con un criterio adoptado por ellos mismos y del que no soy partícipe y la única solución que me dan para que eso no suceda, en el caso de no estar de acuerdo, es que las pase a privadas, circunstancia a la que me veré obligado por ahora al no darme otra alternativa, de todas maneras tendré que hacer una revisión general de todas las que se han ido subiendo para evaluar su calidad y decidir sobre su inclusión o no en esa aplicación.