Al revés

El parte meteorológico parecía dar una tregua en cuanto a precipitaciones se refiere aunque no fue por eso que estuve ganduleando el sábado en la cama a la hora de levantarme, tampoco tenía nada especial preparado en la recámara, una de aquellas rutas que te tienen absorbido días antes incluso de la salida esperando poder recorrer esos nuevos senderos que te faltan para completar el inventario, pues no, no era uno de estos días. De esta guisa, pues, me lo tomé con calma y decidí durante el desayuno tirar hacia Bunyola acortando un poco el inicio y empezando a rodar desde Caubet no desde Palma y aunque está siempre abierto preferí empezar desde la urbanización para mi tranquilidad.

Hay un pequeño paseo peatonal camuflado en el pinar en la parte más cercana a las vías que te acerca hasta el apeadero para empalmar después con la subida del hospital y cruzar por el bosque hasta el camino que te lleva al polideportivo de Bunyola y justo ahí es donde cambié la estrategia, nada de pistas insulsas y mareantes, subamos por Cocons, por donde se doblan las bielas. Dicho y hecho, tiro hacia abajo y me desvío por la carreterita (no llega a tanto) empezando a subir tranquilamente hasta Ca na Moragues donde se acaba lo liso y empieza lo divertido. Esa subida hay que tomársela por etapas, de barrera a barrera y aprovechando las paradas para abrir y cerrar para recuperar discretamente. El único paso complicado de verdad es la zona más estrecha donde se empina de lo lindo y con un piso de lo más pedregoso pero que se puede superar a base de potencia, ahí caminé pero el resto lo pude rodar y llegué a la última barrera sin pasar muchos apuros y más si en una parada estuve un poco más de tiempo quieto ya que todos los que me encontré pasaron por allí en ese momento, unos de ellos eran los sectarios que ya regresaban y departí un rato con Mapes aprovechando que él también estaba parado.

Puede que no en tiempo pero se me hizo corta la subida y además la tuve para mí solo y la pude disfrutar pedalada a pedalada, solo ví a dos más en las mesas pero ahí no paré y proseguí por la pista en dirección al Planitjar, ellos vinieron detrás pero nos separamos en el primer cruce, yo continué hacia el depósito aunque antes me distraje un poco comprobando una pista vieja que se encarama hacia arriba aunque la maraña vegetal pronto te lo pone claro, no pasarás y menos con una bici, y es verdad y volví a la pista principal sin conseguir nada. Encontré a otro bikero en el depósito pero nuestros destinos no coincidían, el mío estaba más arriba, en dirección al Penyal, pero no ninguneemos el tránsito hasta allí ya que lo primero que te encuentras es una pared de hormigón y si no lo llevas todo metido no es ninguna tontería, después se soporta mejor aunque no sé porqué los peores recuerdos de siempre que tengo de ese itinerario es la curva de la cabra cuando realmente no tiene casi inclinación, cosas de las neuronas, envejecen.

Sigo hasta el cruce del Penyal y ahí me planteo un paréntesis, quiero subir a la cima, sé que he ido pero debía ser antes de tener novia siquiera, esos recuerdos ya están borrados. Pero los vamos a regrabar con una nueva visita y parto hacia arriba donde el trayecto no es más que un simple sendero limpiado por el paso de cientos de senderistas que llega hasta la cima donde existe una plataforma de cemento y los restos de una antigua barandilla ya desaparecida con lo que todo queda ahora muy aéreo y el vacío a nuestros pies es impresionante y quiero aprovechar la estancia para dejarlo bien retratado, las cumbres y los densos bosques de pinares con un color espectacular que no podemos percibir cuando estamos circulando por el interior.

El siguiente paso es volver a la pista, sin problemas, y por ella llegar hasta el inicio del comellar d'en Cupí donde tenemos una corta zona de piedras que tengo atravesada y que una vez superada (es un decir porque la hice andando) me deja tan mal sabor de boca que vuelvo a subir por la pista en sentido contrario para volverlo a intentar. Este segundo paso me fue un poco mejor, al menos no me bajé de la bici y decidí mejorarlo en un tercer intento subiendo otra vez por la pista y bajar de nuevo pero quedó en eso, en un intento, pero vamos, no me puedo quejar.

Ahora sí puedo bajar directamente hasta el forn de calç sin continuar por el camí des Grau puesto que me dirijo hacia la pista pero no para seguir su trazado moderno sino por el antiguo lo que te lleva a tener que descabalgar en algunos puntos donde las intersecciones no son al mismo nivel aunque se gana en diversión y autenticidad. El resto de ruta es simplemente volver sobre tus propios pasos hacia el punto de inicio para completar una interesante salida a la que hemos volteado como a un calcetín para dejar al descubierto todos los recovecos y disfrutar de esos detalles que se nos escapan cuando tenemos que estar concentrados en otros menesteres.


Ruta tempranera

Ya estaba a punto de pergeñar una nueva ruta a mi aire cuando recibí una propuesta de un compañero de andanzas que hacía tiempo no se prodigaba en mis eventos, la proposición era ir a recorrer unos caminos por la zona de Alaró, y aunque no me acabé de aclarar muy bien con sus explicaciones sobre sus objetivos parecía claro que debíamos pasar por el pas de s'Estaló y volver por Coanegra, entre medias podíamos ir por donde quisiéramos, no era mal plan y me apunté.

Bueno, pues empezaríamos desde Santa María por aquello de ir calentando motores por asfalto y así, entre chismes y chascarrillos llegamos a Alaró en un visto y no visto. Jose no llevaba agua y no ha sido posible encontrar un súper abierto a esas horas porque aunque fuera completamente de día era bastante temprano, mucho más desde luego que cuando voy yo solo; finalmente ha encontrado lo que buscaba en un comercio de la plaza. Sin discutirlo mucho parecía que la subida de sa Bastida tenía todas las papeletas para llevarse el premio y hacia allá nos dirigimos, a mí particularmente me interesaba porque no recordaba haber hecho la continuación a Cas Secretari en subida, no es un ascenso muy largo pero sí tendido y con una pendiente bastante constante a todo lo largo del recorrido pero que afronté con decisión y pude acabar sin problemas.

En lo alto del Coll de s'Era ya tienes a la vista las casas de Cas Secretari y es donde termina el asfalto pero ni aún así se complica la cosa mucho más. Casi enfrente de la barrera de entrada de la casa hay que tomar un desvío lateral que te lleva hasta una barrera junto a la fuente y a partir de ahí empieza a subir fuerte hasta la explanada de las casas del Rafal donde se vislumbran varios vehículos, quizás tengamos problemas, más vale no levantar mucho la voz por si acaso. Efectivamente no vemos ni oímos a nadie y nos escabullimos por la trasera hacia la salida pero cuando monto me doy cuenta de que voy pinchado de atrás, habrá sido arrastrando por ahí abajo. No nos quedemos cerca, salgamos fuera y repararé, y nos vamos alejando unos metros hasta encontrar un sitio cómodo, en esto que suena mi teléfono y de repente mientras estoy hablando aparece el cazador con el que tuvimos una charla distendida y aproveché para enterarme de algunos aspectos relativos a la finca que me interesaban y se fue antes de acabar nosotros nuestra tarea sin ponernos pegas, tomo nota.

Salimos de la finca y rodamos por un sitio como pocos de la isla porque al menos te das cuenta de por donde pasas no como a continuación que empezamos a bajar y tienes que estar concentrado en donde metes la rueda sin poder deleitarte con las vistas. A medida que van pasando los metros me doy cuenta de que nos hemos despistado, hemos cogido el desvío de bajada sin saber cómo y ya no vamos a volver atrás y al llegar al cruce se lo comento y lo confirmamos sobre el mapa, no pasaremos por el pas de s'Estaló este día.

Falta poco para el otro cruce y para tomar ya el camino de vuelta por Coanegra, poco hay que preparar de la bici o el ciclista, solo aumentar la concentración y esperar que no pase nada. Disfrutamos de la parte inicial rápida y encontramos la primera pareja de senderistas justo en los escalones grandes iniciales donde no me quise pasar de listo, lo siento por el chaval que esperaba una demostración pero no. Pasamos la zona más complicada como buenamente podemos entre los aplausos de la chiquillería y de una tirada hasta abajo para enlazar con la pista por la que volvemos muy tranquilos, tan tranquilos que no podía dejar de pensar que me faltaba media ruta por lo menos, yo ya sabía que el horario sería a rajatabla por lo que no tenía nada que objetar, es la sensación la que comento, es aquello de que dices que te falta algo y no sabes qué, será por eso que el domingo por la mañana no me pude resistir a salir a dar unas pedaladas y fundir el mono.

Esta salida de acompañamiento forma parte de un plan de trabajo al que me han invitado a participar y que seguramente tendrá continuidad con otras rutas que pueden ser interesantes y extendidas a otros participantes si no surgen inconvenientes, se irá informando.


Rayos y truenos

Ha sido bastante fácil encontrar el título, más que la ruta en sí, diría yo, porque no tenía ni idea de dónde iría cuando salí por la puerta pero una meta estaba fijada, Lluc. ¿Porqué? No sé, me apetecía, y hacia allá me fui. Salí desde Selva cuando lo suyo es empezar en Inca, toparse con las cuestas de buenas a primeras no es muy recomendable para uno que no aplica métodos deportivos en sus salidas, por tanto el calentamiento debe formar parte de la ruta. Pero no era eso lo que más me preocupaba sino la mecánica, aún sabiendo que llevaba el cambio bien ajustado no me acababa de creer que todo fuera a funcionar correctamente y me planteé subir a Lluc por carretera por donde se puede dosificar mucho más y es que tampoco me apetecía rodar en plato pequeño toda la subida, así que me fui por asfalto.

Ya en la segunda curva tuve la confirmación de que la transmisión seguía yendo mal aunque me permitía subir a un ritmo cómodo. Aparte de los carreteros no me esperaba encontrar a nadie más pero me salió uno en Son Canta que venía por el camino y se puso por delante aunque subía a plato pequeño y le pasé y va el tío y se me engancha detrás sin darme ni pizca de conversación, le veía por el rabillo del ojo pero no decía ni mú. Cuando pasamos es Barracar me pasó bajando unos cuantos piñones, ni se despidió el pavo y al girar la Bretxa Nova ya lo ví que llegaba a la siguiente curva a lo lejos pero poco le duró la iniciativa porque le volví a pasar antes de llegar al puente y ya le perdí de vista, de hecho ese fue el tramo que hice más rápido en la subida, fue el único bikero que vi en toda la mañana.

Fui a tomar el sendero que baja hasta Son Amer y me pareció que la primera parte la han arreglado, no me acordaba de nada. Aproveché para turistear un poco en el refugio y bajé hasta Lluc para comer algo a la sombra, tenía que decidir además el próximo paso y pensé en subir hasta Binifaldó. Dicho y hecho, me encaminé hacia el campo de fútbol para hacer el primer tramo de la carretera vieja y cuando llegué a la barrera di las gracias de que estuviera abierta para no tener que saltar por el botador que desde lejos parece hecho para los de la NBA, poned más travesaños, copón!!!.

Es salir al asfalto y fijarme en un punto del margen opuesto, pero si parece que se pueda ir por allí, y efectivamente se puede ir, es más diría que se debe ir, hasta parece formar parte del itinerario original de ese recorrido y no me había fijado hasta ahora, se cumple una semana más que haga algún tramo nuevo, en ese momento mi nivel de satisfacción aumenta considerablemente y convengo en que solamente por ese tramo ya ha valido la pena subir hasta allí, alguno pensará que me conformo con poco y no le faltará razón.

Sigo por asfalto hasta Menut que tiene las barreras cerradas pero al poco de continuar veo un letrero nuevo por allí cerca que no me entretuve a leer porque ya estaba metido de lleno en el sendero. Es nuevo, tiene buena pinta y tira para arriba con bastantes posibilidades aunque yo iba con muchos miedos a la hora de tensar la cadena así que no quise probar en algunos sitios y pasé andando. Han trabajado por allí las brigadas, han recompuesto las barracas y las sitjas y han montado un mirador con buenas vistas, todo lo dejé inmortalizado mientras me preguntaba hasta dónde me llevaría el camino, pensaba en la ermita pero luego me dí cuenta de lo lejos que estaba y fue al desembocar en una pista que reconocí como la que baja a Menut cuando me situé, la que baja o la que sube a la mola, según se mire y hoy era esa mi dirección. La bici se portó en las rampas duras y pude llegar arriba sin problemas, fantástico camino de subida que te pierdes si vas siempre de bajada.

Llego arriba y pienso que bajar ahora por la ermita y volver al valle puede ser un sacrilegio en toda regla y no me hace falta mucho más para lanzarme por la pista de Alcanella. Muy buena bajada, divertida y sin contratiempos, al final se estrecha un poco más impidiendo el paso de vehículos motorizados dejando vía libre a los que vamos bikerizados. Al volver a empalmar con la pista al otro lado encontramos el 4x4 espanzurrado hasta quién sabe cuándo, paso por el costado y emprendo la bajada hasta el cruce del camino antiguo por el que me dirijo hacia el vallado, lo prefiero de todas todas, es mucho más divertido y prácticamente ciclable de principio a fin. Rodeo el campo otrora cultivado y hoy en día abandonado a su suerte, la finca tiene ahora interés cinegético, no agrícola, y empalmo con el camino del otro lado bajo el macizo de la Capella Blava, bravo guardián de estos parajes.

Recordaba este camino como muy perro, áspero y complicado hasta para ir andando pero parece que está muy pisado y hasta limpiado y diremos que se deja querer en algunos puntos si eres de los que no te importa acabar con el cuerpo arañado y andar subiendo y bajando de la bici continuamente. El tramo más largo que se puede montar es cuando nos acercamos al cruce de ses Figueroles, en realidad casi todo el camino transcurre por esa finca ya que hace ya tiempo que hemos cruzado el portillo con el letrero informativo de refugio de fauna. Tengo que parar allí, necesito recargar y vaciar a la vez y me entretengo en sacar algunas fotos de la zona buscando las casas de ses Figueroles sin llegar a verlas, lo que sí se veían eran los rayos a lo lejos con sus buenos truenos asociados, y pasó lo que se venía anunciando, se pone a llover, no fue gran cosa pero lo suficiente para bañar la roca y dejarla patinadora, patinadora, me di cuenta al subir hasta el paso donde cambiamos de vertiente habiendo dejado ya el torrente muchos metros más abajo, ahí es donde se ve lo que tenemos que bajar ya que debemos volver a cruzarlo unos minutos más tarde.

Esta primera parte de descenso es la más difícil ya que es donde el camino se encuentra en peores condiciones aunque no hay nada imposible dicen. Le sigue un tramo de transición antes de afrontar la parte larga de bajada donde ahí sí que puedo encadenar largas trazadas montado. Desemboca en el camino que sube a la Coma Llarga que reconocí hace algunos meses después de haberlo dejado abandonado durante años al no tener ninguna conexión válida para nuestros intereses. Al llegar abajo vuelvo a circular junto al torrente pero ahora por pista amplia y cuesta abajo, hay que estar atento al cruce para cruzar el torrente y dirigirse hacia el segundo torrente, el del Guix, para empalmar con la carretera asfaltada que se dirige hacia sa Coma, ahora sí que llueve con fuerza y voy notando el peso del agua que se va acumulando en todo lo que llevo encima y voy aprovechando para hacer las últimas fotografías antes de proteger la electrónica y dirigirme bajo el chaparrón hacia Binibona y Caimari donde ya antes de llegar ha amainado por completo y hasta sale el sol por lo que casi me dió tiempo a secarme antes de llegar a Selva, se agradece estar en estas fechas donde a pesar de estar completamente empapado no sientes nada de frío.

Lo dicho, una ruta improvisada con unos resultados magníficos prácticamente en soledad, salir de Lluc y perder de vista y oídos todo rastro humano y mecánico, yo mismo y lo que iba conmigo nada más, y nada menos.


Torraos

Me doy un garbeo el viernes por la tarde por la tienda-taller de Emilio para cotillear un poco tras sus vacaciones y comprobar como lleva la vuelta, también para saber noticias frescas de alguna salida ya que estos días estoy bastante desconectado de los foros y efectivamente ha tenido que entrar al trapo desde el primer minuto porque los clientes parece que se empeñan en romper y pinchar y en querer cambiar componentes sin descanso. Salidas también habrá, alguna multitudinaria en plan ruta y algo más concreto en vistas a la próxima edición de las 4h de Cala Falcó, solo me interesa la primera. Me cuentan que quieren ir a Son Roca, me acuerdo de haber ido a ese sitio con ellos y ya hubo deserción masiva solo empezar por lo que esta vez no quiero plantear dilemas innecesarios y acato las decisiones del cherpa sin rechistar, solo las consabidas chinitas de sondeo que caen en saco roto, habrá que obedecer al mandamás, pues.

Paso por delante de la tienda el sábado y no hay nadie pero sí un poco más arriba, junto a las vías, es Pina que me confirma que el capo no viene, no se encuentra en condiciones tras una noche de insomnio, le dejamos pues que descanse. Nos dirigimos al centro comercial donde ya hay algunos esperando y esta vez parece que estamos todos sin acumular mucho retraso y salimos rumbo al camino asfaltado que sube al Verger directamente. El grupo es nutrido y se rueda compacto en los primeros compases, veremos que pasa en las rampas, porque subimos por las rampas no por el camino, según ellos no ciclable, cuestión de gustos, y allí ya tengo los primeros traspiés, la cadena salta de atrás, debo meter todo (por otra parte, lógico) para que ruede medianamente bien y pueda subir. Pronto se forma el grupito cabecero que no para y los que nos vamos descolgando por atrás por uno u otro motivo, alguno hasta camina en algunos tramos, se le está haciendo duro.

Reagrupamos en el cruce y me voy antes para tener tiempo de sacar algunas instantáneas antes de la bajada y ahí les cambia la cara a muchos aunque la verdad es que ese camino no me dice nada bajando y algunos también prefirieron bajar más comedidos por los patinazos y el descontrol. Uno pinchó, más bien reventó la cubierta por dos sitios y nos señala que no lleva ni cámaras ni bomba, le auguré poca vida más pero consiguió llegar abajo y parecía que la cubierta resistía y quiso seguir, adelante, todo tuyo.

Nos vamos por carretera hasta Puigpunyent y en vista de que siguen con el plan inicial de subir por asfalto en un momento dado les señalo “a la izquierda, a la izquierda” y me sorprende que lo hagan sin oponer resistencia, bien, vamos a subir al Coverany y Conques para ir a buscar el Pas de na Ventalla. La subida es bonita, serpenteando por la ladera entre las casas con las mejores vistas del valle hasta que llegamos a la barrera final y rodeamos la parcela pegados a la pared con el tramo posterior muy limpio y muy jodido pero que se puede hacer, o no hacer si prefieres no quemarte tan pronto.

Otra ración de asfalto viejo en pendiente para acabar de dorar la tostada antes de entrar en el bosque y ahí refrigerarnos un poco, es todo psicológico porque el calor es asfixiante y la única humedad es la que sale por tus poros. Llegamos al pozo y paramos un rato antes de emprender la subida directa hacia el paso, tramo que hay que realizar andando y después afrontar con decisión la tarea de subir las bicis por la cornisa de la manera más elegante posible, y fracasamos, en lo de la elegancia, me refiero.

Viene ahora lo mejor aunque alguno no se lo creyera y eso que el camino no está lo suficientemente limpio como para estar perfecto pero se puede ciclar bastante bien. Es llegar al Pla de Son Cortei y salir a la solana, día limpio y diáfano sin ningún obstáculo en la atmósfera entre el astro rey y nuestros cerebros por lo que no es de extrañar que las ideas no fluyan con la consistencia necesaria y las fuerzas empiecen a flaquear y quizás algunas pesadillas empiecen a tomar forma; agua, burotell, bajada, calor, son vocablos que empiezas a oir repetidamente te muevas donde te muevas y aún falta un tramo de conexión con el GR por pista y luego ese tramo espectacular donde me pude explayar porque me fui el primero aunque no quedara del todo satisfecho porque con la faena de la cadena no pude meter el plato mediano y no controlo bien los desarrollos con el pequeño con el que uso solamente los tres últimos piñones y en esta ocasión no me bastaban para ir a la velocidad que yo quería ir, afortunadamente mantuvimos el orden en que salimos y no tuvimos problemas.

Llegamos al desvío de la coma de s'Aigo y al poco encontramos la barrera cerrada pero sorteable y en vista de lo que ha pasado en el tramo anterior decido salir el primero tras el descanso pertinente empleado para calzarse los arreos y comer algo. Aparte de tomar el desvío que no era pronto me di cuenta de que no iba a ser una bajada cómoda, numerosos árboles siguen cruzando el camino y no parece que haya ninguna intención de quitarlos, eso resta continuidad a la bajada y es un engorro, la verdad. Pero lo que no me esperaba ver es como han dejado el camino después del tramo de más pendiente cuando parecía que circulabas por el interior de un torrente, ahora todo está uniformado con numeroso sustrato vegetal y limpio de lado a lado con la consecuencia de que ha aparecido una señora pista que según vi continúa aún mucho más arriba. Aquel serpenteo y ese no ver entre las matas de carrizo ha desaparecido y con ello la gracia de esa bajada y más cuando llegamos a un claro con la pared divisoria de las fincas y entramos en los terrenos del Burotell con una barrera enfrente firmemente cerrada con cadenas infranqueable por arriba y unos letreros disuasorios. El tema de la pista me tenía mosca, mucho trabajo hay allí efectuado sin que adivinara el propósito pero allí creí ver la respuesta, se trata de la limpieza del cortafuego bajo la línea de alta tensión que la verdad es impresionante y tienen que haber sacado material a punta pala.

Sea como fuere teníamos que seguir y no todos pasamos por el mismo sitio, tras ese percance ya todo fue rodado hasta la salida aunque una barrera cerrada nos llevó a pasar por las casas antes de salir al asfalto. Surgen algunas dudas en el cruce de Valldurgent pero el estado físico de algunos recomienda el retiro prematuro y volvemos directos a Palma sin meter más desnivel aunque me tomo la licencia de hacer un recorte en unas curvas y fue donde las pasé más canutas pero bien, al final sin consecuencias. Me quedé rezagado con un compañero con problemas en la última subida donde tenía que subir casi a molinillo para que la cadena se mantuviera a sitio y resultó que llegamos a Palma desperdigados y se perdieron la fiesta final; dijeron que hizo calor, debió ser que sí.