Me estoy animando durante toda la semana para la salida del sábado e igualmente me convenzo de hacer la bajada completa desde la cima de la Fita del Ram hasta el camino principal por una de las variantes que podemos encontrar en la zona, una de nombre bastante rebuscado y erróneo también, los límites de las fincas son los que son y si estás fuera ya eres de otra madre.
Por otra parte si alguno de los aquí presentes frecuenta blogs de senderistas de la isla se habrá dado cuenta de que muchos de ellos discrepan de la situación exacta de la cima en cuestión pero aquí y ahora no vamos entrar en polémicas y convendremos que la situamos en el punto donde levantaron el vértice geodésico, más que nada para no ir liando al personal sobre donde estuve realmente.
Y para llegar a ese punto subiremos por Bunyolí y después continuaremos por carretera hasta culminar la mola y la verdad es que todo estuvo bastante bien, subida tranquila en solitario por el camino de tierra sin quererme hacer mucho caso sobre lo que me comentaba a mí mismo cada vez que pasaba por el aljub, que cuando cayera la piedra me retiraba de los pedales, y es que he encontrado una excusa para faltar a esa promesa, le han ayudado, cierto que el hueco se iba haciendo de cada día más grande pero le han metido pedrolos encima sin que adivine muy bien el motivo, está claro que ese peso extra ha acelerado el desplome, no ha sido natural, promesa invalidada pues.
Pero donde no hay solo uno sino una carretada de pedruscos es delante de la barrera del tramo de tierra, delante de la Rock House, y es que desde que se dedican al alquiler turístico ha habido que actualizar la nomenclatura de la casa, de Son Roca a Rock House, vamos bien, el motivo de la montonera, también desconocido.
Será todo asfalto pues hasta arriba y lo puedo resumir en que no se me hizo largo, buena señal. Alguno llegó durante el receso pero dejamos de vernos al momento en que yo me marché y ya no contacté con nadie más en toda la mañana. Buena rodada por el camino hasta el desvío y tiro para arriba sin intentar siquiera dar dos pedaladas seguidas, es tarea inútil, llegando a los pies de la muralla final donde paro a descansar un poco y comer algo.
Ahora es cuando empieza el verdadero desafío, lo pasado es solo el acercamiento que no obstante también hay que saber disfrutar pero la continuación debe superarlo todo. Vamos pues, empecemos con lo más fácil, el zigzagueo entre los pinos hasta llegar abajo donde decidimos la dirección, y hoy será izquierda y esta parte inicial tiene diversas partes que hay que saber pedalearlas so pena de quedarte encallado en una zona de muy poca pendiente y donde continua como un auténtico sendero de montaña con todo lo que ello implica. Atentos al desvío, aquella salida de vía que solía tener sin saber lo que me estaba perdiendo y que ahora parece que no reconozco y tiendo a pasármelo como bien queda reflejado en la traza correspondiente.
Tras algún renuncio quedo bien encarado y prosigo la ruta y no mucho más lejos después de atravesar la pared me vuelvo a equivocar aunque esta vez recupero antes la senda y puedo continuar sin problemas hasta el siguiente giro donde me vuelvo a descolocar, mira que era seguir recto y en cambio lo intento en una dirección completamente equivocada regresando al mismo punto al poco para continuar hacia abajo por el comellar durante bastantes metros cuando estaba claro que no era por allí pero la cabezonería puede más y es que tampoco hay que hacerle ascuas a nada, siempre puede haber alguna sorpresa, de todas maneras tampoco es tan difícil echarle un vistazo a la pantalla pero eso no me resulta convincente en condiciones rutinarias, solamente lo he hecho una vez cuando el asunto se puso más que peliagudo y bastante incómodo, un lugar con mucha pendiente y mucho tiempo arrastrando y porteando la bici.
Como decía no era el caso y lo que hice es volver atrás hasta el punto que sí recordaba haber estado y desde allí buscar en otras direcciones y pese a ir restando opciones aún me dio tiempo a equivocarme otra vez pero claro, en algún momento tienes que encontrar el itinerario correcto y aunque lo logré no pude hacerlo de una tirada ya que me volví a desviar donde el pedregal pero eso no fue la gota que colmó el vaso y es que en el último escalón antes de llegar a la explanada del rotlo que ya tienes a la vista voy y doy un llantazo e inmediatamente iba con la llanta en el suelo, venga ya.
Como, reparo y a la hora de hinchar aquello no va, ya puedo bombear que al llegar a cierta presión se escapa el aire por la boquilla y no hay manera y tras más de 10 minutos de intentos infructuosos me doy por vencido, tendré que volver con una presión anormalmente baja y sin más cámaras de recambio y eso me llevó a tener que trialear cada piedra que me encontré en el camino que no son pocas y con esos mimbres me vi a mí mismo haciendo esa misma ruta con la bicicleta rígida, debía ser lo más parecido a cuando salía solo al principio pero de esa época no hay registros, ni siquiera fotográficos, y cuando me integré en algún grupo todos íbamos igual, sin ningún tipo de suspensión, no debía desentonar pues. Lo cierto es que en los siguientes grupos venideros sí llevaba ya suspensión y casi todos los demás ya iban con doble y así y todo no era un hándicap insalvable pero lo cierto es que ahora me parecería todo mucho más difícil.
Con el objetivo en mente de quitarme todas las dificultades que pudiera de delante me metí por una de las bajadas de la pista, por la primera después de la ermita saliendo por la trazada más larga y me fue bastante bien, debo decirlo, pero debiendo optar no obstante por una llamada a la calma una vez reingresamos a la pista, más o menos lo que tuve que hacer en Son Malferit y Sarrià donde no sería la primera vez que la pifio allí y hoy con más razón.
La vuelta en estas condiciones duró bastante como es de imaginar pero al menos pude hacerlo montado y es que no encontré a nadie más desde el momento del desatre hasta el final para que me pudiera prestar una bomba en condiciones, y es que hay que ir preparado para lo que pudiera acontencer, O PASAR A TUBELESS, BERZOTAS!!!, pues también.
Y para llegar a ese punto subiremos por Bunyolí y después continuaremos por carretera hasta culminar la mola y la verdad es que todo estuvo bastante bien, subida tranquila en solitario por el camino de tierra sin quererme hacer mucho caso sobre lo que me comentaba a mí mismo cada vez que pasaba por el aljub, que cuando cayera la piedra me retiraba de los pedales, y es que he encontrado una excusa para faltar a esa promesa, le han ayudado, cierto que el hueco se iba haciendo de cada día más grande pero le han metido pedrolos encima sin que adivine muy bien el motivo, está claro que ese peso extra ha acelerado el desplome, no ha sido natural, promesa invalidada pues.
Pero donde no hay solo uno sino una carretada de pedruscos es delante de la barrera del tramo de tierra, delante de la Rock House, y es que desde que se dedican al alquiler turístico ha habido que actualizar la nomenclatura de la casa, de Son Roca a Rock House, vamos bien, el motivo de la montonera, también desconocido.
Será todo asfalto pues hasta arriba y lo puedo resumir en que no se me hizo largo, buena señal. Alguno llegó durante el receso pero dejamos de vernos al momento en que yo me marché y ya no contacté con nadie más en toda la mañana. Buena rodada por el camino hasta el desvío y tiro para arriba sin intentar siquiera dar dos pedaladas seguidas, es tarea inútil, llegando a los pies de la muralla final donde paro a descansar un poco y comer algo.
Ahora es cuando empieza el verdadero desafío, lo pasado es solo el acercamiento que no obstante también hay que saber disfrutar pero la continuación debe superarlo todo. Vamos pues, empecemos con lo más fácil, el zigzagueo entre los pinos hasta llegar abajo donde decidimos la dirección, y hoy será izquierda y esta parte inicial tiene diversas partes que hay que saber pedalearlas so pena de quedarte encallado en una zona de muy poca pendiente y donde continua como un auténtico sendero de montaña con todo lo que ello implica. Atentos al desvío, aquella salida de vía que solía tener sin saber lo que me estaba perdiendo y que ahora parece que no reconozco y tiendo a pasármelo como bien queda reflejado en la traza correspondiente.
Tras algún renuncio quedo bien encarado y prosigo la ruta y no mucho más lejos después de atravesar la pared me vuelvo a equivocar aunque esta vez recupero antes la senda y puedo continuar sin problemas hasta el siguiente giro donde me vuelvo a descolocar, mira que era seguir recto y en cambio lo intento en una dirección completamente equivocada regresando al mismo punto al poco para continuar hacia abajo por el comellar durante bastantes metros cuando estaba claro que no era por allí pero la cabezonería puede más y es que tampoco hay que hacerle ascuas a nada, siempre puede haber alguna sorpresa, de todas maneras tampoco es tan difícil echarle un vistazo a la pantalla pero eso no me resulta convincente en condiciones rutinarias, solamente lo he hecho una vez cuando el asunto se puso más que peliagudo y bastante incómodo, un lugar con mucha pendiente y mucho tiempo arrastrando y porteando la bici.
Como decía no era el caso y lo que hice es volver atrás hasta el punto que sí recordaba haber estado y desde allí buscar en otras direcciones y pese a ir restando opciones aún me dio tiempo a equivocarme otra vez pero claro, en algún momento tienes que encontrar el itinerario correcto y aunque lo logré no pude hacerlo de una tirada ya que me volví a desviar donde el pedregal pero eso no fue la gota que colmó el vaso y es que en el último escalón antes de llegar a la explanada del rotlo que ya tienes a la vista voy y doy un llantazo e inmediatamente iba con la llanta en el suelo, venga ya.
Como, reparo y a la hora de hinchar aquello no va, ya puedo bombear que al llegar a cierta presión se escapa el aire por la boquilla y no hay manera y tras más de 10 minutos de intentos infructuosos me doy por vencido, tendré que volver con una presión anormalmente baja y sin más cámaras de recambio y eso me llevó a tener que trialear cada piedra que me encontré en el camino que no son pocas y con esos mimbres me vi a mí mismo haciendo esa misma ruta con la bicicleta rígida, debía ser lo más parecido a cuando salía solo al principio pero de esa época no hay registros, ni siquiera fotográficos, y cuando me integré en algún grupo todos íbamos igual, sin ningún tipo de suspensión, no debía desentonar pues. Lo cierto es que en los siguientes grupos venideros sí llevaba ya suspensión y casi todos los demás ya iban con doble y así y todo no era un hándicap insalvable pero lo cierto es que ahora me parecería todo mucho más difícil.
Con el objetivo en mente de quitarme todas las dificultades que pudiera de delante me metí por una de las bajadas de la pista, por la primera después de la ermita saliendo por la trazada más larga y me fue bastante bien, debo decirlo, pero debiendo optar no obstante por una llamada a la calma una vez reingresamos a la pista, más o menos lo que tuve que hacer en Son Malferit y Sarrià donde no sería la primera vez que la pifio allí y hoy con más razón.
La vuelta en estas condiciones duró bastante como es de imaginar pero al menos pude hacerlo montado y es que no encontré a nadie más desde el momento del desatre hasta el final para que me pudiera prestar una bomba en condiciones, y es que hay que ir preparado para lo que pudiera acontencer, O PASAR A TUBELESS, BERZOTAS!!!, pues también.
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