Buen regusto final

Semana de guardia y como tal debo afrontarla por tanto no habrá salida de grupo, saldré como viene siendo habitual pero restringido a un radio mucho más cercano desde mi punto de partida no sea cosa que se les ocurra llamarme y en ese caso debería responder y poner la directa para estar disponible lo antes posible. Una buena opción en estos casos es el socorrido coll des Vent.

Se supone que todo el mundo sabe donde está y aún en el caso de que alguno/a contestara negativamente lo más probable es que haya pasado por allí. Aún siendo posible un acercamiento estilo mtb prefiero hacerlo por asfalto porque tengo otros planes y la primera bajada solo va a ser el preludio de la ruta, así que no me duelen prendas de compartir el asfalto con otros ciclistas y algún que otro vehículo a motor, que poca cosa se les ha perdido por allí. Lo único reseñable de la subida fue ver a un carretero acercarse cuando estaba a dos curvas de coronar el coll de sa Creu, eso me espoleó al menos mantener el ritmo que llevaba pero lo que no me esperaba es que no me cogiera teniendo un kilómetro para hacerlo, solo por la diferencia de bici creo que ya bastaba.

Como suele ser habitual en ese punto casi siempre se produce congregación, a mí me cuesta como una hora y media llegar hasta allí o sea que tengo excusa, toca reposar un poco aunque ya lo que tenga por delante sea cuesta abajo, no voy a hacer como el grupo que se ha reunido que se va a ir pista arriba hacia el pujol des Gat, esperé a verlos partir solo para ver como afrontaban la primera cuesta ya que casi todos (por no decir todos) llevaban rígidas, uff, solo mencionar ese mote me produce escalofríos, no quiero ni recordar como tenían que ser mis primeras rutas con ese tipo de bici y que ni siquiera era como esas si no rígida total, ahora sí que tiemblo.

Yo en cambio voy a sacarle el jugo a la actual volviendo por el sendero al coll inferior y seguir por los atajos hasta abajo, ya sé que es zona militar pero creo que solamente podríamos tener algún percance en el último tramo, el que claramente cruza la zona más descubierta y aún así creo que no sería grave, al menos eso fue lo que pasó el día que me crucé con un militar allá por el cortafuego, (aquí lo correcto sería poner el enlace a la crónica correspondiente de ese episodio pero la verdad es que me da pereza buscarlo), resumiré que me echó de buenas maneras y al tener que volver por el mismo sitio ya que tampoco encontré el enlace que buscaba tuve que darme un buen pateo por el exterior de la zona militar, pateo cuesta arriba.

Bueno, y esto es todo, un momento...no, no, no, algo más pasó abajo, me olvidaba de la segunda parte del plan, para algo más había salido este sábado, voy a dedicarme a voltear un poco por el interior del bosque de Son Muntaner. Hagamos un alto aquí, yo tengo en mi mapa ubicadas las casas principales de la posesión pero donde me dirijo es a la zona colindante con la vía de cintura, es decir, el puig de Son Muntaner, donde se encuentran ubicadas otras casas aunque casi invisibles desde cualquier punto, conocidas como el chalet d’en Ribas. Toda esa zona está tamizada de senderos y no tan senderos producidos por el paso de motos principalmente y donde también las bicicletas aprovechan la coyuntura y han acondicionado algunas bajadas, esto es lo que a mí me interesa, si he subido tan arriba ya no me acuerdo pero lo que está claro es que era muy diferente y tampoco lo pude aprovechar, vamos a echar un vistazo, pues.

La subida la podemos hacer por alguna pista más convencional si conocemos bien los itinerarios pero al no ser así subo empujando por alguna zona de bajada junto a la pared y voy rodando viendo lo que se ha ido abriendo y lo voy probando, lo que quiero es ir añadiendo dificultad y curarme de espantos, o al menos intentarlo, yendo solo va a ser un poco más complicado si me tengo que ir animando yo mismo pero en la parte de abajo hay una rampita un poco más abrupta y con más irregularidades que me permite darle unas cuantas pasadas a cual más interesante, no estuvo mal, me entretuve casi una hora por allí dando vueltas y divirtiéndome bastante por lo que la mañana en su conjunto obtuvo en ese aspecto un notable alto, alguno dirá, te conformas con poco, puede ser pero si lo que obtienes es ese premio, bienvenido sea.


Sínies seques

Los de Andratx nos tienen preparada una buena este fin de semana, una ruta a la cual tengo mucho aprecio y que tiene varios itinerarios de inicio según de donde quieras empezar, si es por la parte de Esporles la gente elige mayoritariamente salir desde el aparcamiento de la Granja y hacer la subida por carretera; otro grupo mayoritario elige es Capdellà y me da la sensación de que Puigpunyent no agrada mucho a la peña, sobre todo porque el paso por Son Forteza es de problemático para adelante, si no fuera así creo que sería la opción preferida con diferencia, y en este caso era lógico empezar en es Capdellà.

Esta localidad no se caracteriza por tener amplios aparcamientos, eso quiere decir que con 3 o 4 que lleguen de más un día los han llenado así que la mayoría bajó la rampa solo para dar la vuelta y volver a subirla, y los minutos empiezan a correr a nuestro desfavor y lo único que pasó en un principio es que trasladamos la charla desde el aparcamiento hasta la plaza esperando que todo el mundo estuviese al menos presente y preparados para empezar el pedaleo de verdad.

Primera meta volante, Galatzó, la finca, esta que se compró para disfrute de la ciudadanía y como nosotros nos incluimos en esa categoría hacia allá que vamos, primero por asfalto y al traspasar la barrera, por tierra. Enlazamos con la pista principal de las casas y vamos a buscar la que nos lleva hasta el Ratxo mientras vamos subiendo algún que otro piñón aunque la cosa se mantiene aún bastante tranquila. Tras superar la barrera, ahora sí bien cerrada con cadena y candado, por lo que tuvimos que ir por el torrente giramos enseguida a mano derecha para al menos intentar subir parte de esas duras rampas montado para continuar por las laderas desforestadas en busca de un ramal asfaltado ya en las cercanías de la Reserva con un bosque mucho más espeso me dio la sensación.

Asfalto hasta el cruce del Cucui para empezar la ascensión propiamente dicha, allí me encontré a la peña que iba por delante parada delante de la finca de los lobos a los que dediqué solamente un escueto vistazo y seguí hasta el desvío ya que nuestra ascensión no iba a ser directa, sa Muntanya era el objetivo elegido y lo celebré ya que ese camino transversal está impecable y nunca cansa recorrerlo tanto en un sentido como el contrario, se hace corto.

Ya en el camí vell d’Estellencs quise estar atento a no acortar por ningún atajo aunque también se encargaron de ello los guías y por ello la ascensión se hizo algo más llevadera pero no impidió que algún pie rozara el suelo antes de llegar al punto más alto. Hasta aquí todo bien, queda por ver lo que tenemos por delante y que será la primera prueba un poco seria tras la puesta a punto de la horquilla. La gente va saliendo por parejas o tríos de manera escalonada sin formar pelotón, yo iba con Carlos, iba tras él, por eso no paró cuando pinché, ni le dije nada, total, solamente le iba a cortar el ritmo, tampoco hacen falta dos para cambiar una cámara, pero cuando llegó Alejandro sí paró a ayudar y después rodamos juntos hasta alcanzar a los que iban por delante cuando pararon a reagrupar, más o menos al final del sendero. La verdad que me extrañó bastante pinchar por allí, con lo limpio que está todo y lo noble del suelo, pero pasó. Al final fue llantazo y menos lo entiendo aún, debí pillar la única piedra en punta que me encontré.

Al comenzar el nuevo tramo ya la gente se desmadra, la pista te invita a imprimir toda la velocidad que puedas y sepas, tonto el último, al menos la parte de bajada, después, cuando viene la subida, que cada uno apechugue lo que pueda. Parada obligada en el mirador con foto de grupo incluida con el rabillo del ojo puesto en la pista que medio se vislumbra en la ladera de enfrente pero de la que no puedes extrapolar su dureza y dado que hacía mucho que no la cataba no me atrevía a lanzar ningún pronóstico de antemano, de lo que me acordaba es de que era muuu jodida aunque tenía cierta esperanza de poderla superar y no llegar arriba como alma en pena como en muchas ocasiones anteriores aunque en mi descargo argumentaré que solía ser cuando más calor hacía, veremos ahora que estamos más fresquitos. Pues parece que no fue mal del todo, pocos había cuando llegué arriba y no quisieron seguir hasta el refugio y por eso se fueron parando todos allí a medida que iban llegando dejándome todo el banco y la mesa para mí solo.

Puestos ya en movimiento encaramos la última subida hasta la pared divisoria donde no queda otra que protegerse y empezar el descenso. Lo resumo, aunque mejorara mi tiempo particular no me pareció que fuera porque estuviese más limpio según algunos comentarios que oí por ahí, respecto a la limpieza, me refiero; si el reto era no poner pies no lo conseguí, algún tramo no lo encaré por donde debía y paré y algún otro me impuso demasiado respeto pero donde más diferencia noté fue en el tacto de la horquilla, espectacular después del mantenimiento en taller, presión y rebote en su justo punto, oh, y de los cambios no digamos, van clavados, como una bendición después de semanas de ir desajustados a fuerza de (intentar) regularlos sobre la marcha, qué bonito es darle a la palanca y olvidarte de ellos.

Reagrupamiento en la sínia aunque la alegría no duró mucho, reventón en la pista, otra parada hasta finalizar la reparación y ya después sin parar hasta la carretera que fue cuando nos dimos cuenta de que no teníamos que haber ido por allí, no hay que ir tan ciego dando pedales, ahora deberemos rodar por asfalto, menos mal que el flujo de circulación es ínfimo, por no decir inexistente.

Si no voy mal excepto los que se quedaron a comer los demás nos largamos directamente ya que íbamos muy mal de tiempo aunque eso no empañó para nada las gratificantes sensaciones aportadas por la ruta y que puedo asegurar que duraron varios días, todo salió redondo.


8 simple

Si te proponen ir a Sóller ¿quién es el guapo que dice que no?, apuntado estoy desde el primer minuto. La ruta desde siempre me ha parecido, ¿cómo lo diría? ¿sencilla, quizás? puede ser, pero cuando repasas bien el dato del desnivel positivo acumulado el gesto te cambia un poco, eso quiere decir que hay más subida de lo que parece y por terreno no tan fácil, por tanto, un respeto. Además, cuando me hablan de esta ruta inevitablemente me imagino la mía y ésta difiere un poco, vamos a bajar por Muleta en lugar de por el Rost, con lo que la dificultad sí aumenta un poco más, amén de la longitud que también se incrementa aunque es poco significativo ese aumento.

Vayamos por partes y empecemos por el principio. Suena el despertador a las…, bueno, tampoco hace falta tanto, situémonos en el aparcamiento directamente y mientras esperamos a los rezagados, que los hay, vemos pasar a otro numeroso grupo que parece tomar nuestro mismo itinerario, tampoco falta algún que otro ajuste de última hora y entre pitos y flautas ha pasado ya media hora, retraso asumible por el momento, y ya sin más demora iniciamos el ascenso por las empinadas cuestas del camí vell de Ciutat desde la misma rotonda de entrada al pueblo y nos dirigimos a buscar el nuevo inicio del camí de Castelló bien señalizado para no errar aunque creo que no todos lo recorrieron y algunos cruzaron las vías. Al llegar a las casas dejamos el asfalto y comenzamos a rodar por el camino de tierra, momento ya ansiado y que hace que el grupo se estire aunque no tanto como para pararte y darte cuenta de que no viene nadie por detrás, de momento solo somos tres los reunidos en el cruce del camí de Rocafort pero tras varios minutos de espera la incertidumbre se va apoderando de todos nosotros y alguno retrocede para averiguar el motivo, yo no llegué a contactar visualmente con el grupo, me quedé en la curva de piedras a practicar un poco esa entrada a la tengo un poco de tirria, la verdad y mientras sigue cayendo la minutada hasta que por fin aparecen y ya falta uno, ha roto la cadena y también ha pinchado así que ha vuelto atrás para esperarnos abajo, imposible continuar.

Con todo el follón casi se ha pasado el arroz, por poco que nos enredemos más adelante vislumbro recorte final. Alguna parada más hubo también hasta llegar a Deià lo cual hicimos desde el pont de sa cala ya que seguimos el GR hasta abajo para subir por el camí de sa Vinyeta, bonito de verdad pero entre el paso roto de los marges, los dos botadors y la gran afluencia de senderistas le quitó parte de su encanto, y no digo ya tener que seguir las señales de tráfico que te llevan hasta la salida del pueblo al no poder pillar la calle del refugio, mucho más céntrica y directa.

Parada larga en el centro ya que el simple hecho de querer comprar algo en un comercio se ha convertido casi en una peripecia. En las subidas hay que saber aprovechar las inercias y cuando uno está metido en faena continuar hasta el final, lo prefiero a tener que empezar de cero en cada tramo, seguramente a muchos les dará igual pero es mi estrategia, y hay que decir que lo que viene a continuación no es fácil ni mucho menos, una subida bastante dura hasta sobrepasar las últimas casas del pueblo que pude hacer todo montado ya que unas vecinas pasaron con el coche y abrieron la barrera, creo que fue por allí donde bajó el grupo que habíamos visto por la mañana, de hecho fueron los únicos que vimos en todo el día.

No todos habían secundado esta opción, la misma subida o el pateo que viene a continuación habían hecho desistir a unos cuantos de seguirla y se habían ido por carretera directos al desvío de Muleta. No fue fácil llegar a la font de sa Senyora (allí comentamos ca l’Abad pero no, es femenina) aunque es más ciclable de lo que recordaba antes de llegar al camino de carro y que una vez enganchado ya no pierdes el ritmo hasta salir por la barrera, lo que no vi es el enlace con las pistas superiores y mira que lo busqué, me lo pasé sin darme cuenta.

Una vez en la era había que decidir, Muleta nos iba a retrasar bastante y se decidió bajar directos por el Rost aunque no sea una de mis bajadas preferidas, pienso que necesita un ajuste muy concreto de las suspensiones que no soy capaz de encontrar y sufro más de la cuenta, y si a todo ello sumo que desde hacía un tiempo notaba que la horquilla no estaba trabajando como debiera, perdía recorrido y se quedaba comprimida sin hacer lo que se supone debía, llegas a la conclusión de que no has disfrutado casi nada de la bajada y se impone una revisión mecánica urgente.

Final y distribución de la peña entre varios locales por aquello de los cupos y aforos ya que los que habían vuelto por carretera ya estaban allí más el que había vuelto atrás al principio así que no estuvimos reunidos más tiempo del necesario para tomarnos un birra rápida y despedirnos hasta la próxima que será en? A ver qué sorpresa nos espera, mientras podréis recorrerlas virtualmente en el canal de video de Sitobike&bousbufats.


Rondando

Que salga por Sarrià un sábado, y digo Sarrià porque ni siquiera llegué hasta la barrera de Son Malferit, y por el Rafal (de Alaró) un miércoles tiene que deberse a poderosas razones pero ninguna de ellas fue que anunciaran mal tiempo para el sábado, en realidad un xirimi de nada pero que a medida que iban pasando los minutos se convirtió en un aguacero de los que llegan a empapar, pero la verdad es que a esa hora yo ya había terminado los deberes por allí, había ido a buscar algo que perdí el día anterior con la vana esperanza de recuperarlo, no sucedió por lo que deduzco casi con toda seguridad que no lo perdí por allí.

Quizás hice algo de caso al meteorólogo porque metí en la mochila una funda de ídem que me vino de perlas para no empapar el interior, estrenada queda. La vuelta en sí no aporta más que algo de ejercicio a las piernas por lo que casi podría englobarse en un subgrupo de salidas aparte si quisiéramos hilar fino, entrenos no, más bien paseos, quizás lo haga. Ya hice una división entre rutas y salidas, y es posible que deba ampliar el abanico de etiquetas.

De ahí que no nos enredamos mucho en buscarle más argumentos de los que en realidad tiene y pasamos directamente a la salida entre semana y debo decir que aprovechamos precisamente esa circunstancia para dedicarnos a la exploración, no todo está pateado ni mucho menos, pisado por mi, me refiero, ya que en muchos casos son bastante conocidos por los bikeros locales en cada caso, aunque no siempre.

El tema era circular por los términos de Alaró y Bunyola en busca de varios itinerarios que están debidamente marcados en los mapas pero de los que no tengo constancia de haberlos visto reflejados en una traza, al menos de mtb, y aunque en algunos blogs senderistas hay bastante información y presente buenas expectativas no puede deducirse de ello a las primeras de cambio que vamos a poder circular por esos caminos, las particularidades de unos y otros son muy diferentes, se impone por tanto una visita.

Puesto que vamos dos, ya que SitoBike me acompaña, no quiero presentar la salida como una ruta solo de exploración, voy a intentar compaginar algo de diversión con faena e intento introducir algún elemento nuevo hasta para mí. ¿En qué consistirá esa novedad? Pues fácil, vamos a hacer la subida de la Bastida, es decir, la pista que sube desde la embotelladora el Rafal pasando por la fuente. ¿La hemos hecho? Sí, pero solo de bajada y hoy vamos a comprobar qué tal se ven las cosas cuando inviertes esa traza. Pues lo vamos a explicar rápido, entramos a la embotelladora saltando la pared baja y encontramos de buenas a primeras unas rampas importantes que nos ponen el cuerpo a tono en cero coma, pero subimos montados que es lo importante aunque no mucho más allá porque nos topamos con un vehículo en medio de la pista y gente que andaba por allí talando un pino y que nos detuvo de buenas maneras y después de los requerimientos y explicaciones aportados no tuvimos otra que girar en redondo y salir por donde habíamos entrado hasta mejor ocasión.

Vamos a tener que improvisar y tirar por donde no quería en un principio, la subida de Cas Secretari, y quién la conoce sabe porqué, nos costará lo nuestro llegar arriba y así fue aunque tras unos momentos de respiro en el cruce todo parece mucho más soportable. Nos encontramos a un cazador bajando y no nos puso pegas mientras no apareciéramos por delante de las casas, no era nuestra intención el hacerlo pero bien está el recordarlo. El haber rodado hasta aquí no debería suponer un grave problema para nuestros planes, estaba seguro de poder encontrar el camino perdido tanto desde un extremo como del otro como así pasó ya que en unos instantes estábamos rodando por un magnífico camino de carro, sin uso desde tiempo inmemorial pero de carro al fin y al cabo. Lo que sí tuvo rápidamente su fin es la finca ya que una pared nos detuvo a los pocos minutos y no se vislumbra una continuación clara pero haberla hayla y pese a los visibles impedimentos decidimos encontrarla y de hecho lo logramos, no tiene pérdida pero el desuso es más que patente en una finca claramente abandonada a efectos agrícolas o forestales y los restos de construcciones cerca ya de la pista de la fuente así lo corroboran.

Estamos muy cerca de la mina a la que sin embargo no nos acercamos y emprendemos marcha hacia arriba porque quiero buscar la conexión con la pista del Rafal y subir por allí, no es mi intención continuar por la que rodamos hasta ahora porque estoy casi seguro de que tendremos que descabalgar al fianl y por la de vehículos podremos llegar montados seguro. Efectivamente así fue y además habíamos ya superado la zona de mayor pendiente con lo que la llegada al Rafal tuvo menos sufrimiento del previsto. Creo que no hicimos mal en adoptar ese plan porque pudimos comprobar que todo el lateral de la pista ha sido cercado arriba y no vi un paso franco para saltarlo sin dañar la rejilla.

No había nadie por las inmediaciones que nos recriminara nuestra osadía y sin perder mucho tiempo proseguimos ruta hacia la salida de la finca por el otro extremo no sin antes disfrutar de nuestros momentos de duda respecto el itinerario a tomar, eventualidad que hizo que conociéramos un poco mejor el lugar. No fue la única indecisión, también me tomé la libertad de equivocarme tomando la bajada directa al torrente con lo que tuvimos que desandar algunos metros para volver sobre la traza correcta. Una vez en el paso tampoco nos fue difícil encontrar el siguiente camino que íbamos a investigar, de hecho es mucho más evidente que el que recorrimos pero al que no se presta atención cuando pasas por allí, no es para menos dado el abandono que presenta lo que implica cero pedaladas, al menos hasta la pared y de después no puedo opinar porque vimos claro que se nos iba de horario claramente, hoy teníamos el día más corto de lo habitual y lo sabíamos desde el inicio por lo que volvimos atrás e hicimos la bajada directa hasta la carretera para rodar por asfalto de vuelta a Alaró donde dimos por finalizada la ruta del día, con muy buen sabor de boca respecto a los resultados ya que nos dejan la puerta abierta para continuar la búsqueda en otra ocasión, probablemente desde el otro extremo donde confío también encontrarlo sin mucha dificultad, todo es ponerse.


Seamos sinceros

Un miércoles cualquiera no hay muchas posibilidades de encontrar acompañantes en una ruta, haber habrá pero sin explayarme en las redes sociales es complicado así que me dispongo a ir a rutear un poco por la Fita del Ram y de paso realizar un poco de investigación. El tema es que a raíz de pasar por un nuevo camino de la zona quería integrarlo si era posible en una nueva ruta o al menos, si no llega a buen término, en una salida diferente.

No hacía mucho que había subido a las antenas pero esa fue una salida especial, ya se sabía de antemano que no habría sorpresas, hoy en cambio sería completamente diferente solo sabiendo seguro el momento de inicio e ignorando por completo cuando sería el momento final. Pasemos por alto la aproximación hasta las antenas, la hice en solitario de principio a fin aunque, si no me equivoco, me pasó uno en la subida de Bunyolí, visto y no visto, punto. Algo de espera en la explanada del último chalé sin armar escándalo (estando solo tampoco es ningún logro), algo de comer por aquello de mantener el nivel de azúcar en sangre y partida hacia el camino de tierra que será lo que tengamos enfrente a partir de ahora y quiero aprovecharlo y pienso que lo logré, no con un gran registro pero sí alto en diversión, al menos hasta que comienzo la subida a la cima que no porque haya que empujar la bici no sea menos interesante.

No hay nadie arriba y está el ambiente demasiado calmado y yo tengo que empezar a bajar ya que más alto no puedo estar y no puedo dejar que la quietud me invada, debo estar muy atento a lo que viene a continuación, un descenso es un descenso y aunque sin pasos complicados por delante en ese primer tramo no vale la pena confiarse y tener algún tropiezo, de todas maneras al llegar abajo me entretengo en volver a buscar un camino marcado sobre el papel que no se digna a aparecer, y sigue sin hacerlo aunque debo hacer constar que quizás no puse el suficiente énfasis y aunque no era ése un objetivo del día no hubiera estado mal el encontrarlo, tendrá que ser en otra ocasión. En cambio no quiero perderme la continuación que sé seguro que me va a sacar del casillero, hace falta algo de más que buenas intenciones para pasar con éxito ese tramo y yo solo puse de las primeras y algo de empeño, nada más, de todas maneras estoy (casi) satisfecho y si la cosa mejora más abajo, no me quejaré.

Esta vez cuando llego a la ermita no me equivoco y tomo la bajada correcta, la que me lleva justo a la curva que quiero y que he saboreado de principio a fin, extremo que no sé si va a repetir en la que viene a continuación que bien podría ser que se me atragantara otra vez y, seamos sinceros, volvió a suceder, tramos locos, tramos de rocas y tramos de tierra súper inclinada hacen que mi nivel de confianza no suba precisamente aunque todo se intentó y llevado por esa necesidad de hacer algo bien no renuncié a bajar por los marges que hay en la bajada de pista hasta el área recreativa, no estoy seguro si los había visto antes lo cierto es que cuando me lo quise pensar ya era demasiado tarde, la rueda delantera ya rodaba por la pendiente en busca de la trazada correcta y al menos no hubo que lamentar ningún estropicio ni humano ni material.

Resto de ruta directo por Son Malferit y Sarrià sin reseña que cumplimentar, todo dentro de la normalidad, y más directo aún por la carretera de Establiments en pos de no aumentar aún más el horario porque el tiempo total es muy abultado y todo debido a una parada programada que hice al principio que me retuvo algo más de la cuenta.