Costeando

Hace una pila de años los pobleros me invitaron a una ruta costera, me o nos, ya no me acuerdo y tampoco tiene ahora mucha importancia, lo cierto es que en aquella época había más comunicación entre grupos sobre todo a través del foromtb y algún otro más modesto en formato isleño pero sobre todo del primero, las otras opciones como el correo electrónico eran más personales y más lentas, algunos debíamos utilizar un pc para poder enterarnos. Decía que había más interacción y no tenía inconveniente en acoplarme con unos o con otros según interesaba y en este caso esa ruta costera era muy atrayente, tanto como para no impedirme acudir. Lo cierto es que solamente fuimos tres a la convocatoria del grupo excursionista es Xaragall, Pepefz, Toni y yo, fue en el 2008, para más detalles en la crónica correspondiente.

Esta ruta moderna será casi un calco de ésa, al menos en gran parte de ella ya que me acuerdo que en una de las calas nos metimos al interior para rodear la hondonada aunque me será imposible corroborarlo ya que no tengo la traza de esa salida. Lo que es seguro es que el itinerario hasta el cap Salines no tiene pérdida y será siempre el mismo pasando por las sucesivas playas empezando por es Dolç y es Carbó, esta última dividida a su vez en tres más, platja del Dofí, la propia de es Carbó y la platja de ses Roquetes con sus respectivos islotes enfrente como eternos guardianes y una zona de casetas supongo que de pescadores. Tierra adentro no podemos ir, está vallada toda la zona, y a partir de esta última playa circularemos más sobre tierra o rocas que sobre arena y casi siempre muy cerca de la rejilla que nos acompañará durante un buen rato más, no en vano la finca que delimita, sa Vall, es de las más grandes de Mallorca.

Nuestro pedalear nos va a llevar hasta la cala en Tugores y el Caragol, el último gran arenal situado entre dos puntas de roca que la protegen, por la zona encontramos restos de antiguos búnkeres militares y al otro lado de la valla, una casa de veraneo. El faro ya está a tiro de piedra y dan ganas de llegar dando una buena esprintada volando sobre las rocas, allí hacemos el receso a la sombra prosiguiendo por un parecido sendero rocoso pero que a medida que avanzamos se va elevando sobre el nivel del mar ofreciéndonos algunos rincones impresionantes sobre la costa como la Olla dels Bastons. Pasado ese lugar nos desviamos un poco de la costa pero se puede seguir más cerca del acantilado sin problemas hasta Cala Màrmols, preciosa playa de arenas y rocas blancas que la circundan y prácticamente solitaria ya que se encuentra bastante alejada del último sitio habitado, como para darse esa caminata por la solana, y llegar desde la carretera cruzando el Rafal des porcs pidiendo permiso como que tampoco, de ahí que la mayoría lleguen en barca o en bici como nosotros, por eso algunos compañeros no pudieron resistirse a la tentación de darse un más que refrescante baño en esas aguas, decían que estaba fría.

Si tenían frío se les pasó rápido al partir, una escalinata esculpida a mano sobre las rocas con la bici al hombro donde los motorizados lo pasaron peor pero creo que se resarcieron en la rampa siguiente que me vino por sorpresa, no la recordaba, un rampón con una curva al final donde se convierte en rampón y medio que no me explico como lo pude superar con mi 46. Después de coronar no volvimos inmediatamente a la costa, nos entretuvimos buscando sin éxito unas cuevas por el interior de la finca y continuamos después tierra adentro hasta la Punta des Bauc en un tramo que a posteriori, y sin ánimo de ninguna polémica, considero que fue un error, circular por la costa es más agradecido. Y también nos pasó lo mismo antes de llegar a s’Almonia, existiendo itinerario costero lo recomiendo.

Alguien que también había hecho esa ruta me comentó que no era apta para bicis motorizadas, no es que no se pueda hacer es que el paso por las diferentes calas puede ser tremendamente duro si no vas con nadie que te pueda echar una mano, son torrenteras y la bajadas, sobre todo la de cala Màrmols muy especialmente y la subida por las escaleras de s’Almonia se las traen, y eso que no pasamos por cala Figuereta, de hecho, es la ruta que más esfuerzo me ha exigido físicamente con diferencia pero que no se ha correspondido con un nivel de cansancio acorde, como si el disfrutar fuera el dopaje perfecto.


P.D. Me he saltado una semana con las crónicas, de tanto en cuando estoy de retén y no salgo pero en realidad sí hay traza de ese día, salí pero no a rutear, ni siquiera cogí el carril bici para llegar a Can Pastilla, lo máximo de lejos que llegué fue al Portixol y debía hacer bastante tiempo que no pasaba por allí porque parece que las obras del puerto ya están acabadas, creo que solo falta ponerse con el edificio del club y estarán casi listas aunque barcas aún no hay, pero por lo que oí a una mujer contándole a otros igual habrá pero no serán las mismas a tenor de la subida de tarifas que comentaba tendrá lugar, al parecer ese club hacía unas rebajas muy importantes a una serie de personas que habían sido las que habían construido el puerto o donado alguna parcela, sus antepasados unos de ellos y esos privilegios se iban transmitiendo de generación en generación y parece que ahora han aplicado el tijeretazo (atención, tomar esta información con mucha reserva, no está contrastada), de lo que se entera uno sin querer yendo en bici.


Palizón, palizón

Estoy emplazado a unirme a una ruta programada por Dani, Dahero en las redes sociales, por la zona de Felanitx y no me la quiero perder, esa zona la tengo escasamente recorrida por no decir a las claras que no he estado casi nunca, motivos habrá desde luego que ahora ya no vienen a cuento, el tema es que te lo den hecho, estate a una hora donde te diga y sígueme, no hay más y como el guía cumple con creces su cometido ya que no solo se limita a buscar una traza de la zona y seguirla sino que además viene con los deberes hechos qué más puedo pedir, solo me queda agradecérselo públicamente.

Supongo que uno de los motivos por los que no me sentía atraído en demasía por la zona en cuestión es porque no veía (ni veo) la manera de explicar adecuadamente una ruta con tanto cambio de dirección en la que es prácticamente imposible acordarse de todas las opciones y culminarla sin tener que recurrir a comprobar repetidamente la pantalla, aspecto que me es particularmente engorroso y al que solo he recurrido en algún caso extremo, por eso tampoco podré hacer una descripción precisa de esta salida y solo se van a destacar los momentos importantes y más resaltables de la misma.

Nos reunimos en Son Macià, pequeño pueblo de la comarca de Manacor de carácter básicamente agrícola y bastante moderno como puede entreverse por la disposición de las manzanas de casas en forma de cuadrícula y para los foráneos más alejados de la zona seguramente conocido por asentarse en sus terrenos una de las mayores posesiones de la isla y protagonista de algunas controversias con respecto de sus caminos, se trata de es Fangar, hoy en día en manos extranjeras y que hace años se pretendió blindar cortando el paso de algunos caminos públicos tras lo cual se organizaron protestas de todo tipo que obligaron a unas negociaciones que dieron como resultado la apertura y consolidación de esos itinerarios con satisfacción por ambas partes (al menos no me consta que no sea así).

Viene un compañero de Alcúdia, de nombre de pila Colau, aparece el guía (menos mal) más Sito y yo, hoy la convocatoria no ha suscitado demasiado entusiasmo. Salimos del pueblo por caminos vecinales para atravesar la primera zona boscosa para continuar a la descubierta hasta la carretera de Portocolom para cruzarla a su vez y proseguir por los bosques hasta enlazar con la carretera que sube a Sant Salvador y ahí debemos tomar una decisión comprometida, ¿camino empedrado o asfalto? Y decidimos lo primero, al menos los tramos más asequibles y que podamos rodar, y si lo más asequible es lo que rodé ya digo yo que cuestan lo suyo y por favor, los que bajen, aunque vayan caminando o corriendo, que se aparten un poco, copón, un poquito de miramiento con los que sufren!. Las últimas curvas de arriba las hicimos rodando por asfalto hasta el monumento donde pude recuperar el aliento antes de acometer la bajada que empieza justo allí, o al menos alguna de ellas ya que me parece que hay varias que confluyen antes de llegar al segmento de la pared, después se descuelga hacia una rampa más descubierta donde confluye en una pista de tierra.

Quizás no ha quedado claro a qué monumento me he referido porque hay dos allí, el primero es una cruz de piedra ubicada sobre una cima secundaria conocida como la Creu del Picot y a la que se accede por un caminito antes de llegar arriba del todo, y no, no era ésa a la que me refería, ni siquiera nos acercamos a verla, es el otro monumento, el de la explanada de arriba, el de Cristo Rey, que junto con el santuario en el otro extremo y la cruz no se puede negar que formen un conjunto arquitectónico impresionante.

Me he ido por las ramas, estábamos en el cruce de la pista y tenemos que continuar por el sendero otra vez por el interior del bosque casi sin inclinación pero con algunas dificultades técnicas que lo hacen muy divertido y con algunos cruces que permiten bastantes variantes que seguramente los bikeros de la zona explotan a sus anchas, nosotros sin embargo vamos a tiro fijo pero creo que la opción recorrida es la más trialera pero solo es una intuición. Rodeamos los viñedos por el exterior aunque para sortear el segundo hay que hacerlo por el sembrado vecino para volver a enlazar con el sendero del bosque y tras aparecer cerca de una casa volver a dejar el camino ancho en dirección sur aún por zona boscosa aunque no por mucho rato ya que aparecemos enseguida en zona habitada y campos cultivados que vamos rodeando hasta volver a encaminarnos en dirección a la carretera de Portocolom otra vez aunque bastante rato resguardados por el bosque.

Creo que solo hay que cruzar la vía para entrar en es Fangar, me suena de alguna ruta anterior con el mismo guía ya que desde la última vez que estuve por allí con motivo de alguna manifestación de protesta por el tema de los caminos ha llovido mucho y la memoria no da para tanto, como mucho para un me suena. Después de ratear un rato por la zona de las colinas nos metimos ya por los caminos marcados y llanos aunque tirando un poco hacia arriba pero a mí se me hicieron MUY cuesta arriba, a cola de pelotón y sufriendo como nadie, no sé si es por eso que la hasta la traza se vino abajo y se marca un recto impresionante hasta el final como compadeciéndose de mi, lo malo es que yo sí tuve que recorrer lo que no está marcado y por la tarde lo noté, fue un verdadero palizón aunque analizando los fríos datos de la ruta no debería haber sido así, lo que pasa es que estas rutas engañan, el desnivel acumulado está muy repartido y prácticamente no tienes un metro llano, es un continuo subibaja que te va minando las fuerzas y funde tus reservas, aspecto que seguramente descuidé y acabé abatido, agradecí llegar al final. La ruta, recomendable, eso sí.


Testeando

El tema es que el sábado no salí, supongo que aún me estaría adaptando a los horarios, lo bueno es que salí el domingo con algunos compañeros y así me pude resarcir un poco y propuse una ruta cercana y no recorrida, al menos que yo sepa, ir del coll des Pastors al mar sin tocar asfalto. Yo la había hecho empezando por otro lado y no completa, de hecho puedes elegir el inicio pero las dos posibilidades son muy parecidas así que optamos por la del coll por aquello de llegar por tierra y no por asfalto.

Dicho y hecho, me presento en el Deca y no somos más que una pequeña grupeta, Sito, Alberto y Virutas me acompañan y lo que haremos es irnos directos a la rotonda de los militares y desde ahí a Gènova para acometer la subida al monumento como primer paso para llegar al coll des Pastors y desde allí empezar el descenso. Remarcar que ese tramo solamente lo había hecho de subida y desde luego empujando, ahora en sentido contrario es cuando se van a ver las posibilidades, dirimir su ciclabilidad y evaluar su nivel, en pocas palabras, a ver lo que somos capaces de hacer montados. Pues no mucho la verdad, hay de todo y no siempre bueno, lo primero es remarcar que es un itinerario salvaje, que no es un camino ad hoc excepto en la primera parte, es más bien una torrentera entonces está claro que poco de lo que consigas dependerá realmente de ti, y no es precisamente corto pero que para mí tiene su encanto.

Una vez pasado el cruce del caragol mejora un poco y no tardamos en llegar al polvorín pero nos han cerrado el paso por lo que fue la cantina, a día de hoy convertida en corral, y tenemos que ir a saltar por una pared como podamos. Breve visita a las antiguas dependencias militares y partida hacia el pueblo por la pista dejando atrás a los ponis pastando a sus anchas y saliendo por el torrente hacia la carretera, lugar muy propicio para los motines, de siempre ha sido así, y no hubo manera de convencerles de que la ruta no estaba ni de lejos finiquitada pero no querían perderse el momento mágico así que volvimos directos al punto de partida aunque yo me abstuve, la media hora (como mínimo) de tertulia me hubiera resultado un retraso inaceptable, el horario se nos había ido un poco de las manos.

Ahora que ya he comprobado las dos entradas en sentido descendente solo me queda dilucidar si vale la pena presentarlas como una opción viable o no, creo que teniendo como principal y casi único valor la ciclabilidad habría que convenir que lo más sensato es bajar por el caragol y hacer solamente el último tramo hasta el polvorín.


Toma de contacto

De vuelta al terruño y aún de vacaciones no me pude resistir a pillar la bici al día siguiente de la llegada y qué mejor que un Bunyolí para empezar a coger sensaciones de nuevo, volver a las costumbres. Llamamos Bunyolí a la subida por camino de carro por el interior de la finca hasta la carretera que va a enlazar con Sobremunt y el Verger de Esporles y si no quieres continuar se suele bajar a continuación por el sendero, antes solo había uno y consentido por la propiedad que no tenía inconvenientes en que hasta se celebraran pruebas ciclistas por allí pero ahora hay varios abiertos y mantenidos no sé si de manera particular o a nivel de clubes, lo que sí está claro es que a la propiedad no le hace ni pizca de gracia y provocó que se efectuara una visita por parte de los forestales y éstos decidieran restringir el paso en base a unos artículos del reglamento correspondiente (PORN) de la Serra de Tramuntana referentes al debido respeto a la propiedad privada. Los carteles estuvieron expuestos durante un tiempo, tanto arriba como abajo, pero no duraron mucho, como tampoco surtió mucho efecto taponar con ramas las entradas al sendero ya que seguían mostrándose regularmente en las redes sociales muchos de esos pases sin ningún pudor.

La verdad es que es sin llegar al extremo de ser un corredor, ya no digo profesional, simplemente amateur, que necesite sus dosis de entrenamiento para mejorar técnicas y tiempos, sino para un simple aficionado como yo ya es muy difícil sustraerse al deseo de querer bajar por ahí y en esa ocasión sucumbí, tengo que reconocerlo, ahora bien durante la bajada me sentí diferente, sin dudas, aunque sin llegar a mejorar tiempos y aquí haré un inciso importante a este respecto.

La aplicación de Strava ya tiene sus añitos pero sigue teniendo algunos fallos en cuanto a emparejar segmentos que en realidad no son el mismo y sucede por varias razones, una puede ser por la proximidad y se me ocurre pensar en el tramo de sendero paralelo a la carretera entre la Granja y el pont de sa Turbina que es confundido con la carretera misma, de ahí esos cronos estratosféricos en ese segmento. Otro ejemplo podría ser los atajos del coll de sa Creu, vertiente Palma, donde se compara el segmento que discurre por todos los atajos con el que se salta la zona intermedia que hacen por carretera y la causa podría ser el tanto por ciento de coincidencia entre ambos. Mi clasificación no es que me importe demasiado pero sí el saber que está completamente desvirtuada.

Por eso comenté lo del inciso, hay varias trazadas en el DH del Bunyolí y cualquiera de ellas cuenta lo mismo pero sin tener en cuenta ese detalle puedo decir que la bajada me gustó mucho y hasta donde tuve la duda salí favorecido, fue en la losita de roca intermedia que siempre había rodado por encima y esta vez me tiré de cabeza al hueco sin resultar perjudicado ni siquiera trastabillado en la salida, me sorprendió, la verdad.