A veces con solo un comentario puede montarse una buena ruta y éso fue lo que pasó la semana pasada a raíz de uno de Pepefz en el que nos relataba lo que podría ser una variante interesante por la zona de Esporles, y cual bola de nieve cuesta abajo fue saliendo un itinerario del cual aún nos quedaron cosas por hacer. Para no ser menos añadí varias pinceladas y la verdad es que algunas, más que trazos eran brochazos en toda regla.
Ya había estado por la zona con otros compañeros pero no me constaba que hubieran realizado ese ascenso al menos desde que yo tengo recuerdos, y pensé en volver a hacer la subida y de paso enseñársela. Así pues, recogido cerca de casa y arrejuntados en el aparcamiento de Esporles, nos congregamos parte de la peña para hacer la subida hacia el Coll de sa Basseta con unas buenas dosis de tesón debido a los duros rampones que se van sucediendo unos tras otros.
Medio recuperados partimos desde el coll hacia las alturas y eso significa pateo, pateo de mulo, porque es mucho más cómodo subir con la bici al hombro que empujando. No tiramos por el paso sino por abajo que creo yo que es un poco más largo pero tampoco nada del otro mundo así que en pocos minutos ya disfrutábamos de un buen paseo en lo alto. Pasamos por la zona de aujubs y nos dirigimos directos hacia el acantilado, y tan directo, acaba el monte de repente bajo nuestros pies y parece imposible que haya algún paso practicable en esos lugares, pero sí lo hay, está un poco más abajo cruzando una pared que vislumbramos entre las secas encinas.
Sorteamos el Pas des Passets por el sitio indicado descendiendo a continuación por una canal muy inclinada que no nos deja mucho espacio para maniobrar con la bici colgando pero es llegar a la base rocosa y enfilar un senderillo que nos acerca hasta una pista unos minutos más tarde. Aquí hubo debate porque Pepe decía izquierda y yo derecha, yo quería tirar hacia arriba para rodear las casas por el límite del bosque y tratar de reconocer el Camí de na Llambíes para de esta forma llegar al pueblo de una forma digna y sin apenas desgaste pero Pepe hablaba del camino del Alpina mostrándome la pantalla que dicha sea la verdad ni miré, total, no la hubiera visto, presbicia creo que le llaman. Finalmente fuimos en la dirección que propuso y pronto encontramos una alta barrera cerrada que tuvimos que sortear y que no hacía presagiar nada bueno, por suerte, en el paso por la finca y posterior salida por la barrera principal no hubo percances pero, aunque pasó así no lo recomiendo en absoluto, tanto si no nos queda más remedio que cruzar una propiedad privada o por pura cabezonería seamos al menos un poco discretos.
Ya en la carretera nos metemos por el ramal de Son Oleza y su urbanización que debe contar ya con unos cuantos años y que presenta un cierto aire decadente y pasado de moda. Al llegar al final de los viales entramos en el bosque para enlazar a través de un sendero hasta la urbanización de George Sand, resta subir hasta la calle principal y atravesar ésta también para llegar al último mirador. Quisimos recortar un poco de asfalto circulando por algunos senderos o más bien marcas de los terrenos próximos a la carretera pero fue más simbólico que práctico y tuvimos que recorrer algún kilómetro por la senda negra que dejamos en lo alto del coll d'en Claret metiéndonos en los viales desérticos de Shangri-la para ir a enlazar con la bajada conocida.
Allí me puse las protecciones y salí el último a la caza y captura. La bajada es rápida y sin complicaciones, alguna piedra suelta de más pero nada importante. El grupo esperaba en el desvío que debíamos tomar, una de las novedades de la ruta, ahora en bajada. La verdad es que no pude fijarme mucho, lo que sí noté es que me pareció más largo de lo que me imaginaba finalizando en el mirador al final de la pista que viene de la carretera.
No me enteré si debíamos bajar por el GR o por la izquierda, el DH le llamaba Bonus pero que de pista de descenso tiene más bien poco, al final tres fuimos por el sendero sin ver a nadie más, así que cuando llegamos a la cadena de Son Valentí no sabíamos si éramos los primeros o los últimos, por lo que nos paramos a esperar. Vemos venir a dos por la carretera que eran ni más ni menos que nuestros compañeros llorones Bridas y Juantrans que volvían ya a los coches, charlamos un poco y al ver que no venía nadie más nos separamos para continuar ruta cada uno por su lado.
Me puse el segundo en el inicio de la Branson y como era de esperar bajé solo ya que Juan se me fue a las primeras de cambio, además en la rodera dejé la bici atrás y fue definitivo, no es que pensara que iba a cogerlo pero al menos no perderlo de vista tan rápido, por lo demás, bien.
La vuelta por la volta des General fue más o menos compacta, Pepe que se había alejado nos esperó en el llano y fue más un paseo que otra cosa, al menos hasta la carretera porque después sí que se estiró el grupo de lo lindo subiendo por asfalto. Esperé a Potato en la curva del campo de fútbol y en vista de lo que quedaba por delante decidió volver por carretera, más monótono pero más descansado. Me despedí y proseguí solo por las duras rampas alcanzando a los dos Juanes en la barrera del camí des Correu continuando los tres juntos hasta la rampa empedrada, allí los perdí, me dió tiempo a ponerme las protecciones y salir por delante y creo que no me encontré a nadie hasta Esporles donde estaban los demás esperando desde hacia rato.
La ruta gustó a todos, yo me incluyo, con una primera parte diferente, una primera intermedia que hay que rehacer pero que habrá que comprobar igualmente porque sospecho que puede ser muy aprovechable; una segunda intermedia con sorpresa incluída y una segunda parte que no por menos conocida, menos divertida aunque sin quitarle ese punto de dureza que no le quita nada de atractivo.
Resaltar la vuelta al redil de Juanan, uno de los históricos que estaba en la foto de grupo de la primera salida en la que participé con este grupo.
Ya había estado por la zona con otros compañeros pero no me constaba que hubieran realizado ese ascenso al menos desde que yo tengo recuerdos, y pensé en volver a hacer la subida y de paso enseñársela. Así pues, recogido cerca de casa y arrejuntados en el aparcamiento de Esporles, nos congregamos parte de la peña para hacer la subida hacia el Coll de sa Basseta con unas buenas dosis de tesón debido a los duros rampones que se van sucediendo unos tras otros.
Medio recuperados partimos desde el coll hacia las alturas y eso significa pateo, pateo de mulo, porque es mucho más cómodo subir con la bici al hombro que empujando. No tiramos por el paso sino por abajo que creo yo que es un poco más largo pero tampoco nada del otro mundo así que en pocos minutos ya disfrutábamos de un buen paseo en lo alto. Pasamos por la zona de aujubs y nos dirigimos directos hacia el acantilado, y tan directo, acaba el monte de repente bajo nuestros pies y parece imposible que haya algún paso practicable en esos lugares, pero sí lo hay, está un poco más abajo cruzando una pared que vislumbramos entre las secas encinas.
Sorteamos el Pas des Passets por el sitio indicado descendiendo a continuación por una canal muy inclinada que no nos deja mucho espacio para maniobrar con la bici colgando pero es llegar a la base rocosa y enfilar un senderillo que nos acerca hasta una pista unos minutos más tarde. Aquí hubo debate porque Pepe decía izquierda y yo derecha, yo quería tirar hacia arriba para rodear las casas por el límite del bosque y tratar de reconocer el Camí de na Llambíes para de esta forma llegar al pueblo de una forma digna y sin apenas desgaste pero Pepe hablaba del camino del Alpina mostrándome la pantalla que dicha sea la verdad ni miré, total, no la hubiera visto, presbicia creo que le llaman. Finalmente fuimos en la dirección que propuso y pronto encontramos una alta barrera cerrada que tuvimos que sortear y que no hacía presagiar nada bueno, por suerte, en el paso por la finca y posterior salida por la barrera principal no hubo percances pero, aunque pasó así no lo recomiendo en absoluto, tanto si no nos queda más remedio que cruzar una propiedad privada o por pura cabezonería seamos al menos un poco discretos.
Ya en la carretera nos metemos por el ramal de Son Oleza y su urbanización que debe contar ya con unos cuantos años y que presenta un cierto aire decadente y pasado de moda. Al llegar al final de los viales entramos en el bosque para enlazar a través de un sendero hasta la urbanización de George Sand, resta subir hasta la calle principal y atravesar ésta también para llegar al último mirador. Quisimos recortar un poco de asfalto circulando por algunos senderos o más bien marcas de los terrenos próximos a la carretera pero fue más simbólico que práctico y tuvimos que recorrer algún kilómetro por la senda negra que dejamos en lo alto del coll d'en Claret metiéndonos en los viales desérticos de Shangri-la para ir a enlazar con la bajada conocida.
Allí me puse las protecciones y salí el último a la caza y captura. La bajada es rápida y sin complicaciones, alguna piedra suelta de más pero nada importante. El grupo esperaba en el desvío que debíamos tomar, una de las novedades de la ruta, ahora en bajada. La verdad es que no pude fijarme mucho, lo que sí noté es que me pareció más largo de lo que me imaginaba finalizando en el mirador al final de la pista que viene de la carretera.
No me enteré si debíamos bajar por el GR o por la izquierda, el DH le llamaba Bonus pero que de pista de descenso tiene más bien poco, al final tres fuimos por el sendero sin ver a nadie más, así que cuando llegamos a la cadena de Son Valentí no sabíamos si éramos los primeros o los últimos, por lo que nos paramos a esperar. Vemos venir a dos por la carretera que eran ni más ni menos que nuestros compañeros llorones Bridas y Juantrans que volvían ya a los coches, charlamos un poco y al ver que no venía nadie más nos separamos para continuar ruta cada uno por su lado.
Me puse el segundo en el inicio de la Branson y como era de esperar bajé solo ya que Juan se me fue a las primeras de cambio, además en la rodera dejé la bici atrás y fue definitivo, no es que pensara que iba a cogerlo pero al menos no perderlo de vista tan rápido, por lo demás, bien.
La vuelta por la volta des General fue más o menos compacta, Pepe que se había alejado nos esperó en el llano y fue más un paseo que otra cosa, al menos hasta la carretera porque después sí que se estiró el grupo de lo lindo subiendo por asfalto. Esperé a Potato en la curva del campo de fútbol y en vista de lo que quedaba por delante decidió volver por carretera, más monótono pero más descansado. Me despedí y proseguí solo por las duras rampas alcanzando a los dos Juanes en la barrera del camí des Correu continuando los tres juntos hasta la rampa empedrada, allí los perdí, me dió tiempo a ponerme las protecciones y salir por delante y creo que no me encontré a nadie hasta Esporles donde estaban los demás esperando desde hacia rato.
La ruta gustó a todos, yo me incluyo, con una primera parte diferente, una primera intermedia que hay que rehacer pero que habrá que comprobar igualmente porque sospecho que puede ser muy aprovechable; una segunda intermedia con sorpresa incluída y una segunda parte que no por menos conocida, menos divertida aunque sin quitarle ese punto de dureza que no le quita nada de atractivo.
Resaltar la vuelta al redil de Juanan, uno de los históricos que estaba en la foto de grupo de la primera salida en la que participé con este grupo.