Llevaba ya unas cuantas salidas por la zona de Andratx para visitar caminos y no caminos para confeccionar una ruta nueva, ya que me parecía que el mapa de la zona con solamente una ruta estaba muy cojo, y empecé a recopilar información, y cuanta más me llegaba más ganas tenía de corroborarla en directo.
Ya en octubre nos acercamos por allí a curiosear un poco. A nivel de utilidad fue muy pobre pero me quité una espinita que llevaba clavada desde hacía tiempo. Por eso seguí insistiendo en el tema y un mes después volvimos a las andadas y quedé muy satisfecho del resultado pero cuánto más me lo miraba más complicado veía poder enlazar todo lo que iba saliendo así que decidí separar lo que creía sería una sola ruta en dos.
Ya con el punto de partida decidido, Peguera, me dispongo a ir uniendo caminos hasta llegar a Sant Elm y éso es lo que propongo un fin de semana pero por impedimentos de última hora del acompañante la realizo solo. Lo intentamos la siguiente semana con otros compañeros y al final nos sale una ruta más turística que otra cosa sin olvidar los objetivos por supuesto.
La cosa no creáis que estaba aún madura, es más, por otros motivos decidí dar carpetazo definitivo a otra ruta por la zona de Deià antes que ésta, ruta que también rodaba por el disco duro desde hacía mucho tiempo y que no acababa de salir del molde. En febrero la liquidé. Marzo fue un mes de transición saliendo con diversos grupos más la III KDD de los bous y no hice nada respecto a la ruta en cuestión pero este mes decido que va a ser el definitivo y programo una ruta para calibrar diversas variantes. Fue un día muy provechoso pero cometí un fallo que a la postre había que subsanar antes de poder dar el visto bueno definitivo y esto es lo que hemos hecho este sábado.
Me acompañan esta vez mis históricos compañeros de correrías Fibras, Torito, Pepefz, Albert y Bonus. Veo en directo la nueva Niner, más guapa en directo que en fotos por cierto, muy aparatosa para mí pero que a Toni parece irle como anillo al dedo y esta ruta podría venirle bien para testear ya que no tiene grandes dificultades técnicas.
Empezamos en Peguera y para no machacarnos de inicio cogemos el sendero que va pegado a la carretera hasta el depósito, eso parte del grupo porque Pepe que lleva el track confunde la ida con la vuelta, se marcha cuesta arriba y lo perdemos. Los demás vamos alternando trozos de pista, senderos, asfalto y antiguas vías hasta llegar al coll Andritxol donde cruzamos otra vez la carretera para meternos enseguida por el camino que nos subirá a los repetidores. La subida se las trae y es difícil no penalizar. No lo he hecho pero he llegado acelerado (de pulso) arriba. No hace falta llegar a las antenas, no hay vistas en ese lugar, por eso nos quedamos dos curvas antes donde se ve el inicio de un sendero que nos obligará a zigzaguear por esos bosques antes de terminar en una bajada pedregosa ya cerca del campo de golf. Hay varias opciones al final pero la nuestra es un desvío que sale a mano derecha hacia arriba donde vamos a empujar un poco, muy poco, para continuar por ese divertido sendero por el que procuraremos ir lo más rápido posible para exprimirlo un poco. Acabaremos junto a una rejilla con una pista al otro lado pero no vamos a saltarla, giramos enseguida hacia la derecha y hacia abajo. La trialera no tiene complicaciones, tan solo algunos pasos divertidos, acabando en un rampón que no sé porqué no me atreví a bajar desde arriba (o sí lo sé?) y en unos saltitos por los marges antes de llegar a la barrera que cruzamos procurando no destrozar la rejilla más de lo que está.
Tomamos el camino dirección Andratx y vamos siempre tomando los ramales a mano izquierda para bajar hacia la carretera. Todos estos caminos vecinales están asfaltados ya que nos movemos continuamente entre las casas de la zona. Llegamos a la carretera cerca de la rotonda por la que salimos dirección s'Arracó y llegamos a otra desde donde salen diversos caminos y nos vamos a dar un rodeo por el camí de Son Pericasses y el camí de sa coma de sa Teia para librarnos de un kilómetro de carretera solamente pero debo apuntar que ese tramo de asfalto hasta s'Arracó fue lo más peligroso de la ruta. Cuanta más ancha sea la carretera más cerca de ti pasan los coches ya que quieren adelantarte sin cambiar de carril y el metro y medio mínimo de separación se convierte a veces en pocos centímetros, por no hablar de la reducción de velocidad, tanto les da pasarte rozando como quedarse detrás de ti cuando pueden pasar formando una cola que cabrea a los atrás que luego son los que pasan puedan o no.
Nos paramos un momento en el desvío del barri de Son Tió para esperar a Pepe y en vista de que no venía nos fuimos después de comer algo aunque nos alcanzó antes de llegar a las cuestas. Ahora sí giramos a la derecha y enseguida vi la casa, dónde no la había visto es el GE, está tapada por algunas nubes, y a alguno se le empezó a encender la bombilla pero no quedó muy claro si habían pasado o cuándo, en todo caso yo no tengo track y se trataba de conocer ese itinerario y comprobar que podremos disfrutarlo en ocasiones posteriores. Tiene mi aprobación, es muy fácil, lo que no me esperaba es que tirara más hacia arriba que hacia abajo con lo que bajar el sillín al principio no fue buena idea. Llevar una tija automática puede ser la solución pero, aparte de lo que cuesta y lo que pesa, no siempre es así, ayer Toni estrenaba una, no sé la marca, pero le dio el día, parece ser que el sistema de enclavamiento da problemas. En concreto en ese recorrido solamente vamos a bajar el sillín en la última bajada, la que vi bajar andando a los excursionistas la semana pasada y me pareció complicada de lejos pero en cambio desde arriba no lo es tanto, según Pepe está muy retocada, eso se nota desde luego, y a mí particularmente se me atragantó en algunos pasos rocosos y muy inclinados que con decisión y valentía se pasan, y bastante técnica, porqué no decirlo.
Una de las variantes que había propuesto era llegar hasta la Plana de sa Pineta a contemplar el paisaje más que nada aunque éso suponga no hacer caso a un letrero disuasorio en la entrada del sembrado. Aplicamos las reglas del excursionista responsable y pasamos llegando hasta la caseta donde merendamos un poco, éso alarga un poco más la vuelta por la pista aunque nada que el plato pequeño no pueda solucionar.
Me ardían los gemelos subiendo al Pas Vermell, menos mal que es un tramo corto, en estos momentos añoras el sillín, y volvía a estar abarrotado de gente, hasta el belén está abarrotado, menos mal que la bajada la encontramos limpia de gente y además unos cuantos nos fuimos por la pista de abajo, hacia Cala Egos, los que no vinieron fueron Pepe que iba ya kilómetros por delante y Juan que prefería no meter más desnivel y nos esperaría en el coll des Vent, los demás bajamos, y nos perdimos, tomamos un ramal lateral que acaba en unos antiguos sembrados mientras Juan nos gritaba desde arriba para volver atrás pero no le oímos. Enseguida tomamos la pista correcta para seguir con la bajada, dejar de lado el desvío hacia la cala y ahora sí, volver a subir hasta el coll aunque mucho menos de lo que has bajado hasta ahora. Aunque estaba en el track me interesaba pasar por allí para comprobar el estado y la dificultad de ese trazado, bajando se entiende porque subiendo es sencillamente criminal.
No vimos a Juan arriba y nos fuimos a coger el circuito de descenso, esta vez sí que había bikeros y me volví a cruzar con senderistas en el mismo punto que la semana pasada, menos mal que van alerta. Antes del último tramo llamamos a Juan por teléfono, está arriba, Pepe ha aparecido no sé de dónde y hacemos juntos el tramo final, el que acaba en la losa, y me la bajé sin pensar, no sé cómo pero lo hice, y mientras bajaba me reía de lo fácil que es; lo cierto es que desde abajo todo parece fácil, pero desde arriba lo que no es fácil es empezar, el miedo aprieta las manetas con fuerza y bloquea tus músculos, vencer esa sensación produce una gran satisfacción cuando se consigue.
Quedaba la vuelta aunque no por ello las novedades, quería ir por el camí de sa Vinya, opción lógica para un bikero que se precie, y tras desagruparnos en el puerto y volver a hacerlo en el inicio del camino empezamos a rodar por él, al principio un poco decepcionado al comprobar que seguía el estilo de los caminos de la zona, asfaltado y con muchas casas alrededor, pero al llegar a la última pudimos continuar por el bosque por un tramo interesante. Quedaba poco para llegar a los viales de Cala Blanca y Pepe se metió con Torito por el primer sendero practicable pero los demás seguimos para coger el segundo y nos volvimos a separar. En Camp de Mar no seguí la traza dibujada para no dar la vuelta al golf y no machacar más a Juan que pedía la hora desde hacía rato y fuimos directos a la subida al coll de ses Escolanes y fue interesante porque subimos por una trialera diferente de la que bajamos con Jauja, para mí mucho más interesante.
Arriba me confundí, teníamos enfrente la bajada que pasa por el Puig Gros y que tenía bien dibujada en el track pero como el del track no estaba hicimos la última subida hasta pasar el chaletarro y bajamos por una pista menos complicada y por tanto menos divertida hasta una zona que me era poco familiar. Dudábamos en los cruces y al final salimos a la mitad de la cuesta de Cala Fornells, muy cerca de nuestro objetivo pero sin haber hecho la bajada que tenía prevista como guinda final. La que la hicieron fueron los otros dos que seguían el track, pero ahora, viendo la traza real me parece que tampoco la hicieron, otra excusa para volver, aunque esa pequeña zona comprendida entre Peguera, Cala Fornells y Camp de Mar da mucho de sí, no para conformar una ruta por sí misma pero sí para darse un buen tute rodando y dejarte satisfecho por unos días.
Ya en octubre nos acercamos por allí a curiosear un poco. A nivel de utilidad fue muy pobre pero me quité una espinita que llevaba clavada desde hacía tiempo. Por eso seguí insistiendo en el tema y un mes después volvimos a las andadas y quedé muy satisfecho del resultado pero cuánto más me lo miraba más complicado veía poder enlazar todo lo que iba saliendo así que decidí separar lo que creía sería una sola ruta en dos.
Ya con el punto de partida decidido, Peguera, me dispongo a ir uniendo caminos hasta llegar a Sant Elm y éso es lo que propongo un fin de semana pero por impedimentos de última hora del acompañante la realizo solo. Lo intentamos la siguiente semana con otros compañeros y al final nos sale una ruta más turística que otra cosa sin olvidar los objetivos por supuesto.
La cosa no creáis que estaba aún madura, es más, por otros motivos decidí dar carpetazo definitivo a otra ruta por la zona de Deià antes que ésta, ruta que también rodaba por el disco duro desde hacía mucho tiempo y que no acababa de salir del molde. En febrero la liquidé. Marzo fue un mes de transición saliendo con diversos grupos más la III KDD de los bous y no hice nada respecto a la ruta en cuestión pero este mes decido que va a ser el definitivo y programo una ruta para calibrar diversas variantes. Fue un día muy provechoso pero cometí un fallo que a la postre había que subsanar antes de poder dar el visto bueno definitivo y esto es lo que hemos hecho este sábado.
Me acompañan esta vez mis históricos compañeros de correrías Fibras, Torito, Pepefz, Albert y Bonus. Veo en directo la nueva Niner, más guapa en directo que en fotos por cierto, muy aparatosa para mí pero que a Toni parece irle como anillo al dedo y esta ruta podría venirle bien para testear ya que no tiene grandes dificultades técnicas.
Empezamos en Peguera y para no machacarnos de inicio cogemos el sendero que va pegado a la carretera hasta el depósito, eso parte del grupo porque Pepe que lleva el track confunde la ida con la vuelta, se marcha cuesta arriba y lo perdemos. Los demás vamos alternando trozos de pista, senderos, asfalto y antiguas vías hasta llegar al coll Andritxol donde cruzamos otra vez la carretera para meternos enseguida por el camino que nos subirá a los repetidores. La subida se las trae y es difícil no penalizar. No lo he hecho pero he llegado acelerado (de pulso) arriba. No hace falta llegar a las antenas, no hay vistas en ese lugar, por eso nos quedamos dos curvas antes donde se ve el inicio de un sendero que nos obligará a zigzaguear por esos bosques antes de terminar en una bajada pedregosa ya cerca del campo de golf. Hay varias opciones al final pero la nuestra es un desvío que sale a mano derecha hacia arriba donde vamos a empujar un poco, muy poco, para continuar por ese divertido sendero por el que procuraremos ir lo más rápido posible para exprimirlo un poco. Acabaremos junto a una rejilla con una pista al otro lado pero no vamos a saltarla, giramos enseguida hacia la derecha y hacia abajo. La trialera no tiene complicaciones, tan solo algunos pasos divertidos, acabando en un rampón que no sé porqué no me atreví a bajar desde arriba (o sí lo sé?) y en unos saltitos por los marges antes de llegar a la barrera que cruzamos procurando no destrozar la rejilla más de lo que está.
Tomamos el camino dirección Andratx y vamos siempre tomando los ramales a mano izquierda para bajar hacia la carretera. Todos estos caminos vecinales están asfaltados ya que nos movemos continuamente entre las casas de la zona. Llegamos a la carretera cerca de la rotonda por la que salimos dirección s'Arracó y llegamos a otra desde donde salen diversos caminos y nos vamos a dar un rodeo por el camí de Son Pericasses y el camí de sa coma de sa Teia para librarnos de un kilómetro de carretera solamente pero debo apuntar que ese tramo de asfalto hasta s'Arracó fue lo más peligroso de la ruta. Cuanta más ancha sea la carretera más cerca de ti pasan los coches ya que quieren adelantarte sin cambiar de carril y el metro y medio mínimo de separación se convierte a veces en pocos centímetros, por no hablar de la reducción de velocidad, tanto les da pasarte rozando como quedarse detrás de ti cuando pueden pasar formando una cola que cabrea a los atrás que luego son los que pasan puedan o no.
Nos paramos un momento en el desvío del barri de Son Tió para esperar a Pepe y en vista de que no venía nos fuimos después de comer algo aunque nos alcanzó antes de llegar a las cuestas. Ahora sí giramos a la derecha y enseguida vi la casa, dónde no la había visto es el GE, está tapada por algunas nubes, y a alguno se le empezó a encender la bombilla pero no quedó muy claro si habían pasado o cuándo, en todo caso yo no tengo track y se trataba de conocer ese itinerario y comprobar que podremos disfrutarlo en ocasiones posteriores. Tiene mi aprobación, es muy fácil, lo que no me esperaba es que tirara más hacia arriba que hacia abajo con lo que bajar el sillín al principio no fue buena idea. Llevar una tija automática puede ser la solución pero, aparte de lo que cuesta y lo que pesa, no siempre es así, ayer Toni estrenaba una, no sé la marca, pero le dio el día, parece ser que el sistema de enclavamiento da problemas. En concreto en ese recorrido solamente vamos a bajar el sillín en la última bajada, la que vi bajar andando a los excursionistas la semana pasada y me pareció complicada de lejos pero en cambio desde arriba no lo es tanto, según Pepe está muy retocada, eso se nota desde luego, y a mí particularmente se me atragantó en algunos pasos rocosos y muy inclinados que con decisión y valentía se pasan, y bastante técnica, porqué no decirlo.
Una de las variantes que había propuesto era llegar hasta la Plana de sa Pineta a contemplar el paisaje más que nada aunque éso suponga no hacer caso a un letrero disuasorio en la entrada del sembrado. Aplicamos las reglas del excursionista responsable y pasamos llegando hasta la caseta donde merendamos un poco, éso alarga un poco más la vuelta por la pista aunque nada que el plato pequeño no pueda solucionar.
Me ardían los gemelos subiendo al Pas Vermell, menos mal que es un tramo corto, en estos momentos añoras el sillín, y volvía a estar abarrotado de gente, hasta el belén está abarrotado, menos mal que la bajada la encontramos limpia de gente y además unos cuantos nos fuimos por la pista de abajo, hacia Cala Egos, los que no vinieron fueron Pepe que iba ya kilómetros por delante y Juan que prefería no meter más desnivel y nos esperaría en el coll des Vent, los demás bajamos, y nos perdimos, tomamos un ramal lateral que acaba en unos antiguos sembrados mientras Juan nos gritaba desde arriba para volver atrás pero no le oímos. Enseguida tomamos la pista correcta para seguir con la bajada, dejar de lado el desvío hacia la cala y ahora sí, volver a subir hasta el coll aunque mucho menos de lo que has bajado hasta ahora. Aunque estaba en el track me interesaba pasar por allí para comprobar el estado y la dificultad de ese trazado, bajando se entiende porque subiendo es sencillamente criminal.
No vimos a Juan arriba y nos fuimos a coger el circuito de descenso, esta vez sí que había bikeros y me volví a cruzar con senderistas en el mismo punto que la semana pasada, menos mal que van alerta. Antes del último tramo llamamos a Juan por teléfono, está arriba, Pepe ha aparecido no sé de dónde y hacemos juntos el tramo final, el que acaba en la losa, y me la bajé sin pensar, no sé cómo pero lo hice, y mientras bajaba me reía de lo fácil que es; lo cierto es que desde abajo todo parece fácil, pero desde arriba lo que no es fácil es empezar, el miedo aprieta las manetas con fuerza y bloquea tus músculos, vencer esa sensación produce una gran satisfacción cuando se consigue.
Quedaba la vuelta aunque no por ello las novedades, quería ir por el camí de sa Vinya, opción lógica para un bikero que se precie, y tras desagruparnos en el puerto y volver a hacerlo en el inicio del camino empezamos a rodar por él, al principio un poco decepcionado al comprobar que seguía el estilo de los caminos de la zona, asfaltado y con muchas casas alrededor, pero al llegar a la última pudimos continuar por el bosque por un tramo interesante. Quedaba poco para llegar a los viales de Cala Blanca y Pepe se metió con Torito por el primer sendero practicable pero los demás seguimos para coger el segundo y nos volvimos a separar. En Camp de Mar no seguí la traza dibujada para no dar la vuelta al golf y no machacar más a Juan que pedía la hora desde hacía rato y fuimos directos a la subida al coll de ses Escolanes y fue interesante porque subimos por una trialera diferente de la que bajamos con Jauja, para mí mucho más interesante.
Arriba me confundí, teníamos enfrente la bajada que pasa por el Puig Gros y que tenía bien dibujada en el track pero como el del track no estaba hicimos la última subida hasta pasar el chaletarro y bajamos por una pista menos complicada y por tanto menos divertida hasta una zona que me era poco familiar. Dudábamos en los cruces y al final salimos a la mitad de la cuesta de Cala Fornells, muy cerca de nuestro objetivo pero sin haber hecho la bajada que tenía prevista como guinda final. La que la hicieron fueron los otros dos que seguían el track, pero ahora, viendo la traza real me parece que tampoco la hicieron, otra excusa para volver, aunque esa pequeña zona comprendida entre Peguera, Cala Fornells y Camp de Mar da mucho de sí, no para conformar una ruta por sí misma pero sí para darse un buen tute rodando y dejarte satisfecho por unos días.