Toca reválida

No quiero acabar el mes sin mejorar lo que viene siendo habitual y una de las opciones que manejo para tal fin es volver a repetir rutas mías publicadas. Tal actividad solo puede reportar beneficios aún en el caso de acabar en fracaso por motivos diversos, el resultado dependerá de cuál de los dos componentes es más preponderante. En este caso se trata de la Ruta 3, la tan vilipendiada ruta 3, y que aún no está clara 100% ni mucho menos, pero vayamos por partes y empezando por el principio que por cierto me lo salto. Si echamos un vistazo a la traza veremos un acercamiento a Puigpunyent siguiendo la traza original del viejo camino lo que nos obligará a cruzar la Serra de Son Marill por el coll de Son Marill para llegar a Son Marill, que quede claro pues lo de Son Marill. Es el tramo más complicado de rodar debido a las malas condiciones del terreno y dudo hasta lo más hondo que vaya a ver yo una restauración en condiciones de ese itinerario, así que me lo salto con la excusa de no saber lo que me encontraré más adelante y también de que estuve hace poco, entonces entramos directamente en tema desde la carretera fisgoneando a diestro y siniestro por si aparece alguna señal indicatoria de algún cambio en la vía y no detecto nada, recordemos que hace pocas fechas saltó la noticia en la prensa de la apertura de este vial hasta con fotos y todo de los alcaldes de los municipios afectados, por tanto a no ser que solo se tratara de un catálogo de intenciones en algo debería notarse pero soy incapaz de apreciarlo.

El único cambio visible que noto es el nuevo vallado que sigue en paralelo al torrente que de hecho corta la continuación del camino que subía sin mucho interés para nosotros y que muere en la pared medianera de Son Burguet la cual hay que saltar para entrar en el terreno de la finca y continuar hasta el vado del cauce cerca de la barrera de entrada, por allí me cruzo con un vehículo con 2 bicis en el portabultos y reconozco a JV al volante, nos cruzamos miradas pero no paramos ninguno de los dos y no tardo en arrepentirme por ello así que doy la vuelta y voy tras él pero ya ha pasado la barrera y vuelta a cerrarla y pese a que le grito un par de veces por su nombre no parece oírme y arranca, perdiendo la oportunidad de haberme enterado de la situación de primera mano. El camino que resta hasta Son Serralta es rápido y divertido por lo que hay que disfrutarlo debidamente y es lo que hago, el último tramo por Son Puig pierde un poco de gracia pero cumple con el objetivo de no tocar carretera, que no asfalto, que ya es mucho.

Vayamos entrando en materia saliendo del pueblo por el carrer de la Vila a mano izquierda y abandonarlo por el cuestón que se dirige hacia es Coverany (está señalizado como tal) tomando el sendero junto a la pared medianera al llegar frente a la barrera y estando al tanto de tomar el sendero de la izquierda justo después de atravesarla, toca empujar hasta llegar al vial de Conques para continuar la subida hasta que me desvío a la izquierda para cruzar una barrera y empezar a rodar por tierra después de pasar junto a una casa y llegar al pozo después de superar algunos repechos y otros tramos menos exigentes.

El tamaño más grande de lo normal del hito que marca el inicio del sendero que se dirige al paso debe ser para los cegatos como yo y pese a ello no vi ni una cosa ni la otra, es más, di con él al bajar después de encontrar el sendero dando rodeos, lo de bajar solamente fue para tener la traza marcada, aunque más que cegato diría que iba convencido de que estaba más adelante y pasé de largo sin mirar. En lo que no me equivocaba era de lo rápido que llegas, está bastante cerca pero al verlo me pareció un poco más complicado de subir de lo que recordaba aunque no imposible, bien es cierto que a alguno se le puede atragantar por tanto mejor ir acompañado. Arriba se supone que hay camino pero es difícil de ver entre las rocas y el carrizo, de hecho hay hasta hitos para marcar la senda y tampoco es una maravilla el camino propiamente dicho, muy abandonado y con múltiples obstáculos naturales hasta llegar a las inmediaciones del llano, lo que no quita que te puedas hasta divertir, dependerá de tus gustos bikeros.

Después de llegar al otro lado de la parcela agrícola es donde tengo que buscar la variante que he venido a comprobar y lo quiero hacer porque no me acuerdo en absoluto de como era, creo que solo la hice una vez y después de recorrerla todo me pareció una novedad, de todas maneras se puede circular muy poco por ella, no por el piso sino por los destrozos de las tormentas aún presentes, así que lo que esperaba fuera una mejora en realidad resultó todo lo contrario, pero había que seguir adelante sea como sea, de perdidos al río y de hecho sin darme cuenta ya estaba rodando por el camino principal lo cual fue un alivio, la verdad, pero tampoco es que mejorara bastante pero en algo sí se notaba la limpieza, la pena es que no lo suficiente como para recomendar la ruta ni mucho menos, puedo dejarla editada pero con muchas reservas y eso que aún no había visto la parte final.

Después de la bajada de curvas estrecha ya damos de lleno en el camino ancho y parece que desde su acondicionamiento y limpieza nadie ha vuelto a pasar por allí y se va asalvajando a ojos vista, me queda por ver el paso por la barrera intermedia y no se han andado con chiquitas, alicates y salto de pared con lo que ello implica sobre una pared seca, que se van cayendo las piedras a cada salto y se forma un hueco en la estructura mientras que la continuación va perdiendo pendiente y hay que ir dando pedales.

Me encuentro a un trabajador en la barrera inferior que sube a parar la bomba extractora pero ni por gestos ni por léxico hubo ningún tipo de confrontación, cada uno siguió su camino con normalidad pero me quedaba el último escollo, la última barrera que la verdad recordaba más baja aunque con la duda de si es la misma o no y al final me decidí por sortearla por la rejilla que me parece que no es la mejor opción, los postes que la sostienen muchas veces parten y a alguno parece que ya no le quedan muchos meneos que soportar.

Ya en la carretera sopeso las opciones que me quedan y aunque no compruebo la hora sospecho que volver por el coll de sa Creu me va a retrasar en demasía así que prefiero regresar directamente lo que al final resultó ser la opción correcta pero la menos idónea para mi final de ruta, no es lo que tenía en mente al inicio, habrá que valorarlo en frío más detenidamente y tomar la decisión final sobre si mantenerla o desecharla definitivamente, tal vez habría que hacer un capítulo aparte de aquellas que pudieron ser y no fueron, lo vamos pensando.


Variado

Lo del mes de marzo no ha tenido mucho misterio debido a temas laborales que me han modificado los esquemas y así lo único que he hecho son tres salidas cortas en sábado o domingo casi por el qué dirán. Me fui el día 18 al Arenal y llegué hasta Son Verí solo para poder decir que he tocado tierra y también por un poco de curiosidad porque me habían comentado de ciertos cambios en la zona boscosa, casi como si se hubiera barrado el paso de manera intencionada, no pude corroborar ese extremo pero lo cierto es que sí ha habido movimiento pero no sabría decir con seguridad si se trata de talas, limpiezas u otros motivos ya que no le vi un orden claro, parecía todo un poco caótico, sin ningunas señales orientativas o prohibitivas por ahora y sin respuestas claras que despejaran mis dudas emprendí regreso a la civilización y dando las gracias de que aún no esté bloqueada la zona aunque todo llegará.


Cuando uno no quiere meterse en berenjenales de rutas, exploraciones o simplemente participar en alguna salida con los compañeros por cualquier motivo, sea por tiempo, salud o pereza si me apuras pues queda lo que queda y aún así algo tiene que caer, vamos a dar unas pedaladas por los arrabales de Son Rapinya, en concreto por esas parcelas tan concurridas por los bikeros de Son Puigdorfila Vell y Son Suredeta, al menos de paso aunque yo no pasaré de allí, mi intención es hacerme unos bucles por la zona que de todo permite.

Hizo calor y ya enfrente del colegio y antes de arrancar pendiente abajo ya me tuve que despojar de alguna prenda, pasó un grupito de conocidos que iban a la montaña pero no me convencieron de abandonar mis planes y en cuanto estuve listo me tiré hacia abajo tras ellos, se suele girar a la izquierda abajo pero yo seguí recto para llegar hasta el torrentillo teniendo que superar un escalón que no presenta mayor dificultad el bajarlo pero cual va a ser mi sorpresa porque me pegué el trompazo padre fruto de un patinazo inesperado de la rueda delantera antes de llegar, aterricé sobre el codo derecho y la cadera pero afortunadamente, y tras unos minutos de recompostura, pude continuar el periplo y que no consistió más que en unas vueltas por la zona rodando lo máximo posible.


Durante la semana practiqué la mecánica ciclista y me entretuve en volver a montar la bici Rockrider, la 9.3, con todo lo que tenía a mano, le metí los frenos que llevaba en la Rallon y le acoplé los mandos de puño de la rígida, todo con calzador porque tengo un mando de 3 platos cuando solo llevo 2 y el trasero de 7 velocidades con una piñonera de 9, la cadena rueda mejor que lo que se ve y la potencia y el manillar también son originales de la Orbea pero al menos pude completarla y ponerla en orden de marcha, quedaba pues probarla.

Rodando al menos va mejor que la rígida que después de montar y probar en la calle la descarté de inmediato y quedó solo para el rodaje en casa durante la pandemia, vamos a ver si esta reliquia doble soporta un trato algo más duro para lo cual me dispongo a efectuar una salida de comprobación aunque tarde y en domingo por lo que no aventuro mucha miga solamente notando como se comporta en los primeros compases, que no son más que los mismos de la semana pasada por tenerlos más presentes y a modo de comparación por lo que al pasar por la rotonda de los militares decido llegar hasta el monumento y ahora con más razón si voy acompañado. La subida no es mala y no preciso enganchar el plato pequeño lo que al menos me da algún ánimo aunque todo el rato un poco intranquilo por un posible desajuste de los cambios que me de algún susto en forma de avería.

En la explanada nos despedimos y yo vuelvo atrás para cruzar por el bosque de Bellver y salir por la entrada principal, todo por tierra y al menos ha cumplido lo mínimo, para llegar hasta el paseo marítimo cruzando después por el interior del barrio antiguo, lo que hago de tanto en cuando para verificar que aún existe. El test de la bici no ha sido muy convincente que digamos, simplemente pasable y usable solo en el caso de una extrema necesidad en montaña, más en ciudad donde no tiene tantos requerimientos y si varias ventajas.


No me creo nada

Hace tiempo, allá por finales de 2017, me invitaron a asistir a la presentación de la ley de caminos públicos que tramitó el Consell Insular y que un año después aprobó definitivamente el Govern Balear y donde asistió como público también algún propietario afectado, hubo una cierta tensión en el turno de preguntas ya que la norma pretendía ser bastante expeditiva respecto a la usurpación de estos viales y además daba pie a la expropiación en muchos supuestos, extremo que al parecer se suavizó bastante en el texto final. Comento esto porque el caso en cuestión del tramo de este propietario ha vuelto a salir a colación en estas fechas, nada más y nada menos que 4 alcaldes y varios altos cargos anunciando a bombo y platillo la apertura, o más bien la pronta consecución de un trazado completo entre Palma y Puigpunyent y no tenía idea de un cambio de postura de la propiedad respecto a ese tema, vayamos pues a comprobarlo sobre el terreno, pues. Sabía de alguna que otra salida de los compañeros por esos andurriales pero no comenté nada con ellos, mejor corroborarlo por uno mismo y salimos de dudas de una vez por todas.

Me he saltado el tramo que cruza desde Son Quint por feo y jodido y me he ido directamente por carretera, pasando eso sí por el punto x por si acaso, y excepto los carreteros, nadie. Un poco de pedaleo y estamos ya en el inicio del tramo que hasta la pared está bastante claro, lo sabía y no lo hice, girar a la derecha enseguida pero seguí recto y tuve que atravesar los bancales de mala manera para volver a enlazar, mis espinillas sufrieron las consecuencias. Allí me pasaron dos bikeros a toda mecha que perdí de vista enseguida antes de llegar al inicio del bosque donde todo parece continuar como antes, rejilla abajo, árboles cruzados, bastante sucio y ninguna señal hasta la barrera desde donde podemos continuar tranquilamente hasta la pared que delimita los campos arados, están por allí los ciclistas pero vuelven a poner la directa y adiós muy buenas.

Por ahora todo sigue igual que antes salvo que no puedo saber de ninguna de las maneras si ahora permiten el paso o no y lo que a mí me parezca resulta irrelevante, se sigue cruzando por en medio del campo hasta la pista y en cuanto se llega al torrente giramos a mano derecha para circular junto a su cauce sin notar ningún cambio. Podemos salir de la finca por una barrerita en la rejilla y continuar durante un largo tramo hasta la entrada de Son Serralta donde debemos pasar a la carretera para abandonarla casi al instante como si nos dirigiéramos hacia Son Puig, camino asfaltado que nos lleva hasta la parte alta de Puigpunyent y que me recuerda que un poco más adelante también tengo asuntos pendientes y de hecho voy a fisgar un poco. Estoy en la entrada de Son Forteza y la barrera está abierta pero me fijo en los carteles y señales, carteles del Consell grafiando los GR y señales de prohibido el paso a las bicis, de hecho vino alguien en un vehículo y me lo recordó, que si está prohibido, que si soy el dueño, que si vino la Guardia Civil por un accidente y puso multas, etc., etc., etc., vamos, que nada ha cambiado.

Me voy al cruce a comer algo y después intento continuar por la vera del torrente hasta donde puedo que fue poco, la naturaleza pone sus propios límites así que me toca volver a Son Serralta por asfalto pero esta vez en cuanto llegue a la rejilla voy a acceder a la carretera otra vez para ir por el otro margen aunque no se puede decir que por un trazado muy claro, por donde se pueda. El trazado contrario es mucho más abierto pero tiene una pega, no puedes volver al anterior por culpa de la barrera del torrente, ya he estado por allí otras veces y saltar las rejillas es harto complicado, eso ni lo intenté por lo que me aposté en la barrera a esperar algún acontecimiento y el primero sería ver pasar a los moteros que venían del bosque, pasó uno por el escalón, luego otro pero a alguno se le atragantaba y no subía, y mientras lo esperaban uno de ellos comentó que yo les estaba grabando, no sé con qué, la verdad, pero el compañero le tranquilizó diciéndole, “déjalo, no nos puede hacer nada”¿¿¿???.

Lo gracioso del caso es que al poco de largarse, y se fueron hacia la finca conflictiva en cuestión, se abrió la barrera y pude pasar pero no apareció nadie por allí y me dispuse a marcharme yo también, le eché un vistazo al escalón y le di la aprobación, zas, de cabeza y zas, a volar, primero yo y después la bici, valoración errónea, toma nespla, la piedrita ha bloqueado la rueda delantera y ha aparecido supermán de repente, hacía algunas temporadas que no me sucedía pero se ha saldado con unas raspaduras en el codo izquierdo y poco más sin llegar al nivel de las de las espinillas, más ridículo que daño hubo, pero la pregunta que aún me hago es ¿llegué a tocar el freno, sí o no?.


En tres líneas, según ChatGPT

El narrador reflexiona sobre su experiencia al explorar un tramo de camino público en bicicleta, recordando la presentación de una ley relacionada con este tema en 2017. A pesar de la promesa de apertura de un tramo entre Palma y Puigpunyent, encuentra obstáculos como señalización confusa y terreno difícil de navegar. Durante su recorrido, se encuentra con motociclistas y se pregunta sobre la legalidad de su acceso. Finalmente, su viaje termina con una caída leve, dejándolo cuestionando sus acciones.