Veranito pobre

Este verano, por x circunstancias, está siendo poco prolífico en cuanto a salidas con la bici y claro, el blog se resiente, hay poco que contar aunque no está definitivamente aparcado aún, se sale poco pero se sale aunque la calidad de las rutas deja mucho que desear y sobre todo, poco relato. La última realizada sí podría pasar un examen si ése fuera el propósito pero no quiero dejar de lado las anteriores y aunque no merezcan una entrada de por sí individualmente me reniego a dejarlas relegadas en el pozo de los desechos por tanto aquí mismo haré una reseña-resumen de todas ellas y no se hable más.


24-06-21. Ni siquiera era un sábado, era jueves y aproveché para acercarme a Son Sardina y de paso, alargar la vuelta y completar un recorrido cuanto menos algo extenso. La ida fue directa pero como digo, en el regreso me explayé un poco más, aquí no había montañas que salvar ni nada parecido, solo pedaleo tranquilo buscando la carretera de Valldemossa y por el camí del molí d’en Terra hacia el camí de la Real hasta el cruce y allí me convencí de continuar recto hasta Establiments, cruzando la barriada y emprendiendo el regreso, me debió parecer poca cosa porque giré en seco hacia el torrente para alargar hasta la carretera de Puigpunyent y para abajo hacia la ciudad aunque en el puente de la Riera quise rematar la vuelta yendo hacia el puerto por la Feixina y volver a meterme por la plaza de Cort subiendo por la escalinata del passatge Son Quint y después callejear un poco por la parte vieja hasta las Avenidas. Y de allí a casa, punto final.


03-07-2021. Día típico de salida, también la hora, quizás un poco más temprano de lo habitual pero sin tanto tiempo por delante como quisiera no me planteé mucho más que una salida rápida por Bunyolí. De hecho iba tan bien de tiempo que pasé por el Deca por si pillaba a alguien a quien retar pero aquello estaba muy solitario y continué en ídem.

No iba muy confiado, la verdad, había estado trabajando duro los últimos días y no me sentía especialmente eufórico en el acercamiento a la finca pero también he de reconocer que esas dudas no me suelen afectar después muy negativamente, a ver, no ayudan tampoco pero si nos referimos a tiempos y sensaciones no es que haya tanta diferencia entre un día bueno y uno malo.

Las tres o cuatro últimas veces que he subido me he encontrado a algunos por allí trabajando en el circuito DH, suben con furgo y se centran solamente en el descenso ya que muchas veces suben también empujando la bici por el mismo circuito. Tengo que reconocer que las ganas de bajar por allí me pudieron y no me pude resistir una vez que el tema del cierre de esa parte de camino parece haber remitido y esté bastante encalmado aunque es solamente una apreciación mía, más un deseo que otra cosa. La mención más importante que puedo hacer de esa bajada es que me equivoqué un par de veces arriba, alternando las trazadas y sin pasar por la losa, me dí cuenta pero me dio pereza girar y volver a subir. Me solté un poco más en la segunda parte, donde la pista, que no sé si es porque iba medio dormido y no veía las piedras o porqué otra razón pero me dio la sensación de que iba más rápido de lo habitual.

La única variante que me permití en la vuelta fue ir a buscar el tramo de bosque que sube a la carretera de Puigpunyent que me alegró el día, el resto de ruta desde el polígono la recorrí pisando la traza de la ida.


24-07-2021. Vuelve a ser sábado pero esta vez la hora se me ha ido, casi las diez cuando bajo las escaleras para empezar a rodar, cualquiera se mete ahora un palizón cuesta arriba, habrá que llanear, y qué mejor opción que hacerlo por la línea de costa donde suele circular la brisa y la vista está despejada, adjudicada!.

Empezamos pues dirigiéndonos a la playa de Can Pere Antoni y tomar el carril bici hasta Can Pastilla aunque por la hora es seguro que nos vamos a encontrar toda clase de peña sobre toda clase de vehículos, predomina mucha eléctrica ya, asustan, porque si no estás atento no los oyes venir y te pasan muy rápido, patinetes mundo aparte aunque creo que no me encontré muchos. Como iba de paseo casi cuando llegué al inicio del arenal me convencí de que podría llegar al final y aún más allá, hacia Son Verí, y con esa idea en mente no me cegué en el recorrido y marché tranquilo y no tuve que parar para recuperar el aliento al final del paseo por lo que continué hasta la entrada del tenis y me hice un bucle por ahí dentro aunque sí tuve que parar, iba dando con la llanta en las raíces que sobresalían y no me perdoné no haberme dado cuenta antes y haber rodado 20 kms de esta guisa, seguro que me dejé unos cuantos watios en el rozamiento, habían sido 3 semanas de reposo de la bici y la presión de la rueda trasera se había resentido.

La vuelta sin novedad variando un poco el final aprovechando los carriles bici existentes y que no obstante plantean algunos interrogantes dignos de estudio porque, por ejemplo, ¿qué haces cuando llegas a la rotonda de Can Blau? Si vas solo más o menos te defiendes pero si fueran varios, y no digamos con niños, ¿qué haces? ¿cruzas por los pasos cebra y te metes por la calle Manacor a las bravas? Yo no lo veo nada claro, y creo que el responsable de circulación del ayuntamiento, tampoco.


27-07-2021. Es martes y como tengo libre aprovecho para hacer una rodada por las cercanías, no haremos montaña sino algún que otro camino pero sin obsesionarme en no tocar asfalto, Son Macià parece una buena opción y hacia allá me dirijo. Como tengo carril bici hasta la Indioteria lo aprovecho y enseguida puedes enlazar con la zona de los campos de fútbol y la explanada entre las casas y la autopista para entrar ya directamente en la finca donde lo primero que se nota es que lo han limpiado totalmente de escombros, a ver cuánto dura.

Seguimos por el camino archiconocido de enlace con el camí de Muntanya por el que rodeamos el Pinaret y entramos en la primera calle que encontramos de la urbanización para continuar recto hasta el fondo, allí debería haber girado a la derecha pero lo hice a la izquierda desobedeciendo los carteles que me conminaban a no pasar, pero como no iba a robar algarroba, pasé tranquilamente. Debí llegar hasta el límite de la finca y la rejilla me retuvo por lo que atravesé la muralla vegetal y me metí en el sembrado al que iba rodeando hasta encontrar una salida hasta la carretera junto a una casa en ruinas y por donde circulé unos metros hasta dar con otra entrada similar por donde accedí a la zona boscosa ya muy cerca del centro comercial (inciso: si tenéis escombros que os sobren ya sabéis donde tirarlos) pero como entre medias está el torrente volví a salir a la carretera y ya que estaba sobre el asfalto decidí continuar hasta Marratxinet por lo que circulé durante un rato por ese medio arcén, medio carril que le añadieron a la carretera vieja.

Giré hacia el núcleo de casas y para no alargar más el asunto no me metí por los callejones aunque he de confesar que me quedé con las ganas aunque después si continué hasta sa Cabaneta, o sea, que mucha prisa no debía tener, son esos pequeños fallos fruto de la improvisación. Allí sí que han hecho un carril que llega hasta el Pont d’Inca aunque yo solo lo seguí hasta la entrada del polígono ya que una vez allí me metí por las inmediaciones del torrente por donde se circula mejor y sobre todo, es más divertido.

Vuelta directa por es Pinaret, otro pinaret, y las aceitunas Pérez que me deja enfilado para llegar a casa sin tener que dar una curva, la ruta puede no parecer gran cosa (y no lo es) pero el llevar una bici que no es puramente de carretera te permite estas variantes, y además de manera cómoda, mi espalda me lo agradece con creces.


01-08-2021. Domingo. Dado que me levanté bastante temprano tenía la esperanza de encontrarme con alguien en el punto de partida habitual pero como voy rodando no podía tardar mucho en llegar y de hecho al pasar por el hipermercado vi a dos que se incorporaban a la calle un poco más adelante y bajaban por la cuesta hacia el polígono, no los reconocí de lejos pero esperaba que fueran de los nuestros y efectivamente lo eran pero los demás ya habían partido pero no estaban lejos y al final los pillamos (porque nos esperaron que si no…) en el cruce de Son Anglada. Estaba Sito, estaba Virutas, estaba Carlos y alguno más que ya no recuerdo y algunos más de los nuevos sin que esta expresión coloquial signifique menoscabo, es que al paso de los días la memoria me puede jugar malas pasadas sin tener constancia gráfica de la salida y del grupo, que no me lo tengan en cuenta, por favor. La ruta, su ruta, no la tenían del todo decidida, la primera parte, sí, el coll de s’Heura por Son Malferit y después ya se vería, yo no me preocupé por eso porque mi salida iba a ser precisamente ésa, ir y volver por Son Malferit, el tema de si se puede o no se puede pasar en bici lo vamos a abordar en días venideros cuando sepamos algo más en concreto sobre la prohibición mostrada en los carteles de las barreras, he de decir que por ahora no me he encontrado a nadie que me la recuerde aunque alguien comentó que sí le habían parado por ese motivo sin más consecuencias, me da la sensación de que está todo como muy en el limbo pero no se tome está opinión como cierta o no, no tengo nada asegurado pero seguiré pasando a la espera de acontecimientos.

A la ida me llevé una pequeña sorpresa cuando nos desviamos por el camí de Can Florit ya que me enseñaron un enlace para llegar a la calle del Pou Comú un poco más escondido y más salvaje que el habitual, casi solo por ese detalle ya valió la pena la ruta, llegando después al camí de Sarrià cruzando por los burros, tiene nombre el trayecto, se ve en el mapa, no me voy a extender. Después ruta clásica por Sarrià y Son Malferit, por allí es difícil desviarse de ese itinerario sin meterse en camisas de once varas aunque alguna que otra vez se ha intentado, sobre todo con la esperanza de enlazar con el camí vell de Esporles a Palma aunque sin resultados satisfactorios, hay que moverse por dentro de las fincas sin llegar a vislumbrar un trazado en el que podamos sentirnos cómodos, la única vez que pudimos disfrutar del paso por allí enlazando Bunyolí con Establiments fue en una quedada organizada por un vecino de allí que consiguió paso franco por varias fincas para poder cruzarlas sin problemas, lástima que no tenga esa traza, no recuerdo el trayecto en toda su extensión.

La vuelta la hice pues pisando traza hasta Sarrià, traza y charcos, porque nos había llovido justo al cruzar la primera barrera, me di cuenta de que no llevaba la capa protectora aunque tampoco hizo mucha falta, no cayó con gran intensidad aunque sí con la suficiente para quedar bien empapado, y agradecido a la vez ya que en esta época no pasas frío, al contrario, te quedas bien limpio. Otra cosa es la afectación sobre la ruta, las dudas eran evidentes antes de empezar a subir, los más avezados en las descensos opinaban que una bajada sobre rocas húmedas era lo idóneo mientras que otros preferían una bajada más terrestre, con menos posibilidades de patinetas, al final creo que se decantaron por esta última opción, decisión de la mayoría, supongo.

Desde Sarrià me fui a recorrer ese tramo GR semiurbano hasta la carretera de Esporles para enlazar después el camí del Putxet, del Collet y de can Rave, éste último especialmente propenso a formar charcos grandes aún con lluvias no muy intensas, y no los evité, así quedas.


Soltando lastre

Otra salida más por las cercanías pero esta vez quiero que sea un poco diferente y como del último pase por Son Vida me quedaron asuntos pendientes decidí ir a solventarlos, a saber, encontrar el enlace nuevo por detrás de los últimos chalés y hacer bien la trialera de bajada a Son Quint, pues venga, manos a la obra, aunque ya desde el inicio tuve el primer fallo, no puse en marcha la app de grabar rutas y me acordé en Son Muntaner, y eso que es interactiva, te va cantando el paso de los kilómetros y el tiempo empleado, pues ni por esas, debía ir pensando en las musarañas y ni prestaba atención.

Fui por el golf para recortar un poco de carretera y es el trayecto que casi siempre suelo utilizar, mucho más que el torrente o alguna entrada desde Son Vida, y desde que cerraron a cal y canto por lo de la casa nueva, menos aún, por no mencionar que es el enlace que más arriba te deja siempre y cuando no queramos subir por el PT3, opción descartada de antemano por falta de energías, así que mejor asfalto que lo sube todo dios montado, tardando más o menos pero no hay que echar pie a tierra ni que vayas cojo, por eso no tuve problemas para llegar al coll des Vent aunque ahí hice parada forzosa para comer algo y recuperar y estando allí llegó una pareja y a él no le reconocí aunque después sí supe quién era, no hubo lugar siquiera a una rápida salutación, lástima. Yo me tenía que ir hacia el pujol des Gat y para llegar allí hay que superar varios obstáculos, a cual peor; el primero, el rampón inicial que no es corto y que cuesta lo suyo pero que, sorpresivamente para mí, pude pasar, menos mal que hay un punto de recuperación después pero es como un espejismo ya que lo que sigue es aún peor, o al menos lo parece, y pese a poner pie me quedé con la sensación agridulce de que se puede superar pero mejor llegar un poco más convencido, la verdad. Y qué decir de la parte final, infumable, a empujar tocan sí o sí.

Luego me fui por la pista tras sortear la barrera por el hueco de la pared ya que estaba cerrada, no se debe seguir recto aunque se vaya al mismo sitio, la bajada no está en buenas condiciones, ese tramo de pista está en desuso y solamente he pasado una vez hace tiempo y no creo que haya mejorado en absoluto, iremos por lo conocido hasta el depósito, más bien a buscar el sendero que hay por detrás cuya entrada está bien marcada sobre la pista, es el mismo que hice con un compañero allá por los meses del confinamiento pero no obtuvimos recompensa no obstante tras ubicar correctamente el punto de enlace sobre la calle Albercutx un día que estuve por allí tenía más o menos claro hacia donde moverme aunque no es nada agradecido el paso, de hecho lo hice casi todo andando para evitar molestias.

Atención a la bajada por esa calle, larga de cajones y muy inclinada por lo que pillas una velocidad de vértigo y con una curva al final que si no estás atento te vas a la isleta si es que no pasa algún coche por delante en cuyo caso te empotras por la ventanilla, la bajada continúa aún hasta más abajo por la calle Marola y desvío por Gabellí, la cual no tiene salida pero sí una rampa final que se las trae y justo al fondo es desde donde se han inventado esa bajada, corta y sin zonas técnicas de consideración pero que la primera vez que pasé me faltó decisión en una de ellas e iba para pulir ese detalle, y lo que he dicho antes, con decisión se puede aunque estoy seguro de que muchos ni siquiera iban a notar de qué paso estamos hablando.

Y como me quedé con ganas de más me metí por el bosque hacia el cementerio de la Vileta pero no por la entrada oficial sino por la del circuito exterior del golf y quise enmendar (que no enmerdar) el fallo cruzando por el sendero de bajada y que no pude completar hasta el final pero con buenas sensaciones en general, después ya me metí por los tramos más endureros para no tocar pista pisada hasta la salida de la finca y rematé por el parque por donde discurre el torrente de Son Puig, próximo a Son Roqueta, para acabar cruzando campo a través hasta el polígono donde a efectos prácticos ya se puede dar por finalizada la ruta de hoy, queda volver al punto de partida y también cuenta para las estadísticas pero con todo el pescado vendido ya, es lo que tiene el mtb, que cuando no hay mt la b es como cualquier otra.