No todo puede salir bien

Aproveché el viernes libre para salir a dar una vuelta en bici y de paso seguir con los deberes por la zona y esta vez quería matar varios pájaros de un solo tiro, Bunyolí Nou, la champi y Gatoves aunque a decir verdad ya había estado en las tres pero en las dos primeras ya ha llovido de eso, Bunyolí Nou lo haría de subida y el segundo y el tercero, de bajada y a pesar de no haber quedado con nadie me pasé por can Valero por si acaso pero no, no había nadie a esas horas por lo que seguí ruta hacia Establiments para ir a parar a la carretera de Puigpunyent por la que continué unos cientos de metros para desviarme por la subida de las antiguas canteras o minas o lo que fuere que hacían allí; podría haber entrado en el cruce saltando la barrera o un poco más adelante al lado de las casas pero preferí no desviarme ni un metro del asfalto.

Empieza la subida sin llegar a agobiar con un primer tramo de asfalto roto y pista de tierra después, el tema era encontrar el desvío adecuado y yo no tomé ninguno y no fue hasta que llegué a la curva que me di cuenta de que seguramente ya me había pasado por lo que volví atrás y ahora sí que lo vi y una vez encarrilado ya no lo abandoné en ningún momento y aunque llegas a salir del bosque y quedas a la vista parece que no hay peligro de que te vean desde las casas, y es que creo que tampoco las llegué a ver por lo que pude proseguir sin problemas ya que tampoco me topé con nadie. En todo el recorrido estaba intentando acordarme del último pase pero estoy casi seguro de que salimos por el acceso principal al menos una vez y hace tanto tiempo que era como si fuera estreno para mí.

Lo bueno es que se puede rodar bien por el momento y lo subí montado hasta llegar a una curva donde lo que me esperaba después era infumable, una cuesta muy empinada y con un profundo surco en el centro aunque con escapatoria por mi derecha, esto está justo antes de llegar al cruce por donde se suele acceder a este camino si hubiéramos continuado recto abajo, tampoco lo que sigue admite ningún fallo y fuerza a proseguir con el pateo hasta casi arriba donde ya suaviza y puedes montar sin temor a descabalgar, de hecho ni siquiera paré en el coll de Son Marill y el paso por el cemento me pareció hasta asequible y con menos problemas que en otras ocasiones para continuar hasta lo más alto donde sí paré para ponerme las protecciones con el fin de encarar el próximo reto, el sendero de la champi, que por si alguien no lo conoce es el que baja hasta casi la carretera de Puigpunyent, y digo casi porque desemboca un poco antes en el camí vell, también lo había bajado pero al igual que el primero con muy vagos recuerdos, había que actualizar ese paso, y de paso comprobar qué tal estamos de técnica y de decisión.

Es una bajada sin complicaciones en casi todo el recorrido pero donde las hay es imprescindible saber enfrentarlas y es más una cuestión de decisión que de técnica y la mía duró hasta donde duró, creo que queda bastante claro. Llegada al asfalto y me dirijo hacia Calvià a buscar la siguiente pista que sube arriba, y que también tiene nombre coloquial a falta de uno oficial, y no sé porqué razón pero la traza que debía dibujar la carretera sobre el mapa hace un recto en ese tramo ya que tras pasar la reja me di cuenta de que no estaba grabando y la reactivé de nuevo, de ahí ese trazo directo, he de comentar que desde hace varias jornadas no estoy utilizando la aplicación que venía empleando antes, debiendo exportar a mano el fichero creado a las aplicaciones de escritorio y que son las que la presentan al público, en cambio la que uso ahora por medio de un artilugio electrónico lo hace automáticamente a una de ellas con la ventaja de poder añadir otros tipos de actividad con otros tipos de datos que no son solo la distancia y el tiempo, y eso hablando solo de la versión gratuita. Ahora bien, hay algunos fallos, y en esta ruta se ven en su final impropio justo antes del inicio del descenso del sendero de ses Gatoves y aunque la ubicación real de ese monte que le da nombre se encuentra bastante alejada de ese punto en concreto nos vemos obligados a utilizar esa nomenclatura por ser la que da nombre a ese segmento, por nada más.

Lo que hemos hecho tras la subida desde la carretera ha sido volver al coll de Son Marill otra vez bajando por las cuestas de cemento y desde allí al coll des Garrover con su fita característica para ascender empujando la bici hasta la pista superior para ir a buscar la última bajada llegando al punto donde se paró de grabar y pese a que evidentemente ya no estoy allí el dispositivo no se volvió a activar aunque allí no me dí cuenta. ¿Y porqué paró precisamente en ese punto? Pues por manta, no por otra cosa, iba decidido a todo pero cuando vi la primera bajada me lo tuve que pensar, derecha o izquierda?, recto o en curva? Difícil elección, y sin nadie que me anime la cosa está complicada y aunque hago varios intentos ninguno de ellos llega a buen puerto, de ahí que por la configuración de la aplicación ésta se parara por baja velocidad y aunque debería haber arrancado de nuevo, no lo hizo, doble decepción en ese tramo.

Vuelta al redil sin más complicaciones y fin del relato.


Pupurri

El viernes me sacaron de mi letargo con un escueto mensaje en el que me proponían una ruta por las cercanías y me pareció lo más adecuado asistir, no ya tanto por la salida en sí sino porque podría compartirla con viejos compañeros de fatigas con los cuales hacía tiempo no coincidía. Los MIR no es que se caractericen por montar salidas tempraneras pero esta vez fue un poco la excepción y tampoco es que me importara tanto, fuera la hora que fuera para lo que iba a hacer era imposible volver tarde.

Me dio tiempo a llegar el primero al punto de salida pero lo que sí aprecié es de que no conocía a casi nadie mientras iban llegando y al final creo que no eran más de 3 o 4 los que me resultaban familiares, el resto me los presentaron pero poco se puede hacer para que me acuerde de sus nombres o monturas, mea culpa. Tiraron directos por carretera de tal manera que solo pude seguirlos porque había hecho ya un calentamiento previo para llegar hasta allí y así y todo iba de los últimos, eso no auguraba nada distinto en la posterior subida por Bunyolí como así fue, y no fui el de cola porque alguno tuvo un problema con una cala y pude pasarlo.

Decidieron el siguiente paso en la cadena optando por llegar hasta Esporles mientras que Sito y yo hacíamos lo propio bajando por el sendero después de haber descartado las alternativas por los DH y después regresamos sobre nuestros pasos hasta el Secar de la Real y solo voy a comentar que fue el tramo más peligroso de la ruta, justo cuando juntas a un capullo (por ser medio fino) al volante y un ciclista en la misma vía de circulación, sobre todo si aquél se empeña en aparecerte por detrás a un palmo de tu manillar y haciéndote indicaciones de que te apartes, no hay palabras.


Dado que el lunes tenía que hacer unos recados en can Valero comencé desde allí la ruta pero debía ser un poco diferente, nada de exploraciones ni divagaciones, tirada directa por asfalto hacia el coll des Tords y desde allí volver a Palma, en un día normal hubiese querido meterme por los caminos paralelos a la carretera, tanto por arriba como por abajo pero en este caso el plan era darse prisa, aunque prisa creo que no es el vocablo adecuado, más bien no perder el tiempo sería más preciso. Para ir solo hice el atajo que te lleva al cruce de Establiments, que es un visto y no visto, cuenta más bien poco pero cuenta, y después ya fue todo asfalto hasta llegar arriba sin ninguna compañía aparte de los carreteros que me sobrepasaban y con los cuales no podía ni pensar en competir y los carreteros con los que me cruzaba, de todas maneras, poquitos, poquitos; mentira, me crucé con 2 bikeros subiendo el coll des Vent y allí ya pude empezar a ensumar algo diferente enlazando el sendero paralelo hasta el coll de sa Creu más los atajos hasta abajo y después para rematar, por Son Muntaner y parte del bosquecillo de Son Rapinya del otro lado de la circunvalación, no parece gran cosa visto individualmente pero que en su conjunto tiene su gracia y hay que saber aprovecharlo.


Lo tenía apuntado en un papel, coma del Mal Pas, junto con otros sin nombre bajo el epígrafe pendientes y como había unos cuantos no me daba para una ruta así que elegí un par e iríamos viendo sobre el terreno, que ya se sabe que en estas ocasiones se pueden dar ambos extremos, el éxito y el fracaso a partes iguales, por eso voy directo hacia el punto de inicio de la ascensión del monumento de Gènova cruzando media ciudad sin dilaciones. Subida hasta el párkin y más allá pero no mucho más ya que debo desviarme hacia el polvorín ¿lo he bajado antes? sí, ¿me acuerdo de algo? no, entonces ya es hora de repetirlo, ¿porqué no se hace con más frecuencia? pues básicamente porque te devuelve al punto de donde vienes, pues entonces se podría aprovechar si ya estás de vuelta para no tener que bajar por asfalto, sí, podría ser, vayamos a averiguarlo.

Lo primero que se ve es que es un camino de carro pero del que solamente puedes usar una única línea, el resto está comido por la vegetación, aún así se deja querer, y la bajada final hasta el fondo de la coma, a base de curvas cerradas, muy conseguida. Otra cosa es lo que te encuentras abajo, única y exclusivamente un torrente, sin espacio físico para ubicar nada más, entonces no queda más remedio que transitar por ahí, mirando hacia abajo quizás haya alguna posibilidad de ciclar pero hacia arriba menos que ninguna, opto entonces por esta última y empiezo a empujar convencido desde el primer momento que va a ser la única opción durante muchos minutos, sobre el mapa no está cerca pero traducir eso a tiempos se me hace harto difícil, no pienso en eso, quiero disfrutar el momento y de paso imaginarme hacerla en sentido contrario aunque antes de eso deberé tomar una decisión, a mitad de camino hay un desvío que se dirige hacia el coll des Pastors y que me convenzo de que es el que quiero tomar, me confunde un poco encontrar un hito, el único, en un punto donde no hay, o no sé ver, una alternativa por lo que sigo camino hasta el punto correcto aún sin poder subirme a la bici aunque he de convenir que en la parte final, unos cientos de metros, sí se puede pero en verdad ya hemos salido del hoyo y estamos subiendo por la ladera hasta encontrar una pista muy cerca ya del coll des Pastors, meta conseguida, y como ya he visto lo que quería ver vuelvo por la pista directamente hasta el monumento y la bajada de asfalto y después para compensar, por el carril bici del puerto contemplando el horizonte.