Rondando por la Comuna

Me voy a atrever a llegar hasta Bunyola, la comuna me reclama y ni corto ni perezoso me acerco hasta allí cruzando por Son Macià, el camí de Muntanya, que ni parece camino ni sube ninguna muntanya en ese tramo aunque no discutiremos ese asunto por el momento, siguiendo por Son Pizá para pillar asfalto un poco más allá. La cosa va de piñones hoy y llego al pueblo sin cambiar ninguno, la misma marcha de principio a fin, el tema es intentar no perder ritmo sin desfallecer en el intento, claro. Por ahora ha ido bastante bien y me hago la misma propuesta ahora que viene la subida y debo doblar la apuesta, si he llegado con el 15 ahora debo meter el 32 como mínimo, tampoco es que aspire a rallyman, que por cierto me encontré bastantes que iban y venían bastante más ligeros que yo, eso por supuesto, y yo esperando encontrarme a alguno de mi cuerda para echar un pulso pero nada (los eléctricos no cuentan), ni siquiera después de descansar un rato en las mesas pude darme esa satisfacción así que me fui a buscar lo que sería mi contribución del sábado, bosque encantado + caballo muerto.

Tenía especialmente ganas de hacer los dos recorridos ya que los tengo bastante olvidados y el primero con la espinita de no haber mejorado los tiempos de la bici anterior y la verdad es que en esta ocasión tampoco puedo sacar conclusiones claras ya que los tramos no coinciden sobre la pantalla y además la traza es errónea ya que no calza correctamente sobre el itinerario recorrido por lo que el desnivel tampoco es correcto aunque las sensaciones fueron muy buenas pese a depender un poco del desgaste de las pastillas de freno.

Me quedaba la siguiente bajada, la conocida como caballo muerto, y todo porque se murió allí un espécimen y allí se quedó hasta que desapareció, yo llegué a ver algún resto. Bajada sin grandes florituras que una vez fuera de la zona comunal se convierte en una pista con mucha pendiente yendo a parar junto a un grupo de casas con un acceso cementado, can Morro, can Picarola y un poco más alejadas, cas Bergantet que es hacia donde nos dirigimos, cruzando de un lado al otro la propiedad que dispone asimismo de una carreterita asfaltada por la otra vertiente y por la que realicé el descenso aunque después me arrepentí en cuanto comprobé cuán fácil es saltar la pared de abajo, no debí desaprovechar la oportunidad de revisar ese destartalado camino pero ya estaba hecho y lo que no hice fue volver a subir para comprobarlo.

Y poco más podría aportar a la hemeroteca ya que no me quise complicar mucho y tiré por la vía más directa llegando por el camí de Son Pizá hasta el final y debo anotar que lo han limpiado, bien pero después solo tienes asfalto hasta la Indiotería y debía estar hartito porque me metí por el parque y atravesé el torrente por el paso peatonal con lo que tiene de entrada escalonada y aunque fuera al segundo intento cuenta como bueno, y ya que estaba ojo avizor reparé en un paseo al lado de la autopista en la zona de Son Cladera lo que hizo que me diera la vuelta e hiciera un recorrido por allí, excelente para pasear pero muy ruidoso y comparado de donde venía, muy estresante me parece. Ese tramo engancha con un carril bici que cruza la barriada y se adentra en el polígono y allí desaparece hasta reencontrarlo en la otra punta con lo que se puede llegar bien hasta la calle Aragón y continuar desde allí hasta la vía de Cintura, donde ya no me quise aventurar entre los vehículos y lo seguí recorriendo tal como me venía, me deja cerca de casa.


Desde arriba

Teniendo temas pendientes prefiero no involucrar a nadie aunque de todas maneras pasé por el meeting point por si algún desubicado estuviera dispuesto a unirse, no hay nadie por lo que ni son necesarias las explicaciones pertinentes ni tampoco restar a la espera, marcho por el polígono y me voy por detrás a la búsqueda del camí de Jesús, está claro que hoy no van a caer los tiempos, no hay liebres.

Lo primero que hago para ir calentando neumáticos es el atajo y después dejo la barrera atrás, últimamente me da por no pasar, ¿será ya definitivo? y sigo por carretera hasta dejar atrás el desvío de Calvià, y ahora conviene estar atentos, hoy no voy a ir directo por asfalto, hoy sí voy a meterme por los caminos y el primero que encuentro es el de la derecha que ya había visto en otras ocasiones que lo habían limpiado, empieza con una barrera fácil de pasar y en un principio tenemos muy claro el itinerario aunque no tarda en ensuciarse la cosa y lo primero que ves es que hay una rejilla nueva y no hay por donde atravesarla en condiciones, yo lo hice de todas maneras y me costó las primeras heridas, y todo por no volver atrás, de todas maneras ya digo que este recorrido se puede obviar sin remordimientos y estoy casi seguro que también se puede quitar esa primera parte de asfalto por la otra vertiente, lo cual sería mucho más interesante, habrá que volver otro día con más calma y averiguarlo.

Cuando estoy a punto de llegar al asfalto veo que pasa un numeroso grupo de bikeros aunque me pareció más una excursión de chavales que otra cosa pero no pude comprobarlo ya que dejé de verlos pronto. Me apareció una pista justo pasar por delante de las casas de Son Camps y quise comprobar su valía pero en cuanto empecé a circular en sentido contrario a la marcha que llevaba ya me di cuenta de que no iba a llegar a arribar a buen puerto, sí, a la torre de alta y después de tener que sortear dos pinos cruzados que hacen las delicias de los que vamos en pantalón corto, y además por partida doble, la di por inútil.

Vuelta abajo y continúo rodando por carretera hasta unos metros antes de llegar a la interminable donde me meto por la derecha, quiero rememorar ese camino que vuelve a subir metido por el bosque y que cada vez que lo piso siempre pienso lo mismo, que no casa en ese contexto pero que se disfruta haciéndolo, sobre todo al revés.

Vuelta arriba al asfalto y podría haber entrado por la pista más cercana sin embargo fui a la siguiente entrada donde llegas a una zona muy despejada donde se trabajó a destajo hace unos años para dejarla como está y aún así me metí por un ramal sin salida y en lugar de atajar, que podía, preferí volver atrás para conseguir la traza correcta que siempre es uno de los propósitos de casi cualquier salida que se precie aunque ya sobre el coll des Tords abandoné la pista evidente, la cual tiene unas buenas rampas de subida, e indagué un ramal que salió rana confirmándome lo que vagamente recordaba, hay que ir a cruzar por la pared un poco más abajo, y ya desde allí hasta el cruce donde estaban varios integrantes de la organización de no sé qué evento ciclista informando del cierre hacia Calvià, nos llegamos a convocar unos cuantos por allí pero sin arrejuntamiento, cada uno por su lado, menos a un carretero que le pareció más interesante salir a rueda de una fémina en dirección a Palma, agradecería el cortaviento supongo.

Me queda una subidita por carretera en la que procuro poner mi ritmo, en realidad no sé cuál es, eso va de llegar entero arriba, lo que intento no es tanto de mantener una cadencia ya que no puedo medirla sino de mantener el mismo piñón sin desfallecer, con un 28 ya se empieza a poner interesante el asunto. Me permito una paradita arriba, raro es quién no pare ahí, había de todos los segmentos, carreteros, cicloturistas (los mismos del otro día) y un nutrido grupo de bikeros que se fueron un poco antes que yo. Me marché rumbo al coll des Pastors por el cemento y allí volví a encontrarme con ese grupo que subían por el atajo que fui a reconocer unas semanas atrás pero bajando así que le pregunté a uno qué tal era subiendo y me dijo que bien, lo que no entendí es porqué venían andando entonces. Cuando llegaba al coll des Pastors también había gente allí pero en contra de lo que pensaba no eran de ese grupo, eran algunos MIR que habían venido por otro lado y aún con tanta gente congregada ninguno ni parte querían ir por donde yo, por el puig de Bendinat, miento por ahí no tenía pensado aún pasar, mi objetivo estaba un poco más abajo, eso se me ocurrió después de ir a investigar un ramal de camino ancho que está muy cerca del sendero de subida, ¿acaso no se podría subir a la cima por allí?, vayamos a comprobarlo. Es la típica pista que no va a ningún lado, acaba en una explanada con un comedero como otros tantos que te puedes encontrar por esos lares, aunque nunca a la vista, y que no tiene continuación aunque por la cercanía y andando podrías empalmar en unos minutos, pero que con una bici se hace un poco pesado y teniendo el sendero bueno de subida no vale la pena ni intentarlo.

Ahí es donde se me activó el gusanillo de volver a subir y repetir la bajada desde lo más alto, suponía que esa variante no me iba a retrasar más de la cuenta aunque eso supondría un remonte por pista aunque no excesivamente largo por lo que inicié el ascenso en el cual aún no tengo la satisfacción de no poner pie pero todo se andará (bueno, en realidad cuanto menos se ande mejor, solo era un decir). Había gente arriba, unos jubilados andarines amb poques feines y mucho palique, así que tras dejar que partiera delante uno que llegó con una eléctrica me fui yo también. Ahí sí tuve satisfacción y ya bien predispuesto a lo que haga falta en el siguiente tramo, un viejo camino que hice allá por el 2014, no mucho después del incendio, y que no había vuelto aunque a decir verdad tenía peor recuerdo de algún otro similar que también he explorado y que en cambio sí repetí. Lo cierto es que ahora, tras abrirse un nuevo paso por los moteros obviando el inicio de carro, parece que se ha puesto de moda, solo basta ver los pases de bajada que se realizan, tanto que me dispuse a averiguar el motivo de tanto ajetreo. Y la verdad es que me gustó, la parte de arriba es el típico sendero sobre piedras donde lo más problemático es saber esquivar algunas que te podrían reventar las ruedas con los cantos y la zona del torrente con bastante maña se puede pasar, habrá quien la pateará entera y habrá otros que todo lo contrario, es que ya de todo abunda. Y ya que estamos metidos en tema me voy por el atajo final que conocí hace poco un poco más lanzado de lo recomendable y ya en la rampa antes de la curva gorda salí por encima del manillar ya que la bici decidió por sí sola la trazada que quería realizar y ahí divergimos, tú por aquí y yo por allá aunque sin caída, llegué abajo pero sin montura, harán falta pues más intentos.

Y aquí, si nos ceñimos a la traza, se acabó la ruta nada más cruzar el túnel aunque evidentemente tuve que volver, en esa parada se volvía a detener y no arrancó no más, vuelta a la configuración. Yo seguí por el bosque para buscar bien la entrada a la finca vecina y poder salir por el polideportivo pero no encontré hueco por la rejilla, de hecho el que había en un derrumbe del muro lo han tapado a conciencia, tendré que salir por San Agustín aunque me encontré una calle de escaleras que me proporcionó la satisfacción final ya que volver carreteando entre vehículos aún no forma parte de mis particulares alegrías aunque justo al llegar abajo me volví a encontrar al grupo de los MIR que venían de Costa d’en Blanes por donde habían bajado y también regresaban de ahí que la vuelta se hiciera muy amena en compañía pero eso sí, ni un despiste en el carril bici, te puede salir caro.


Ruta quitamono

El domingo me uní al grupo para una salida por los alrededores, suponía que no duraría más de 3 horas aproximadamente, me iba perfecto y como empiezan temprano no hay excusa para no acoplarme. Y digo alrededores porque es lo que me imaginaba no porque supiera donde me iban a meter y me entero antes de empezar a rodar en cuanto alguno expone los planes, que por lo visto tampoco son muy explícitos pero parece claro que nos dirigiremos a la Vileta y desde allí hacia el coche quemado, después ya veremos, vamos pues.

Al poco de rodar Cristóbal nos enfila por los recovecos de la barriada y se lo agradezco ya que en mi santa ignorancia solo soy capaz de atravesarla por la calle principal y salimos directos a la plaza de arriba, desde ahí sí que sé seguir. No queda nada para empezar a rodar ya en nuestro elemento que suele ser cuando se empiezan a estropear las cosas, Virutas había cambiado la cadena y los piñones dijeron basta, no había manera de mantenerlos engranados en ninguno de ellos en cuanto se ejercía la mínima presión y tras intentarlo en varias ocasiones fallando en todas debe abandonar mientras que los demás nos dirigimos hacia la subida del coll des Garrover, coche quemado en coloquial, donde hasta el de la eléctrica (se me olvidó el nombre, glups) tuvo problemas para solventarla con éxito aunque llegara el primero pero sigue siendo un reto interesante.

Nadie tenía claro por donde tirar y propongo hacer un bucle por Bunyolí nou para volver al mismo sitio y parece ser que la idea tiene éxito, nos vamos pues a buscar la pista que sube desde la carretera por un sendero cuya única y mínima dificultad es que tira hacia arriba la primera mitad ya que ni la bajada de después hasta el cruce puede considerarse técnica. Nos queda un tramo de pista ancha en subida hasta adentrarnos en el bosque debiendo de pasar por el escalón rocoso donde tengo, y por lo visto todos los demás, tenemos una cuenta pendiente que intentamos resolver después de lanzar una propuesta arriesgada y el único que la solventó con éxito fue Sebas haciendo rodar la bici hasta abajo con toda solvencia, lo mío tendrá que esperar un poco más.

Estamos arriba después de empujar otro rato y esta vez el que propone es Carlos, en lugar de ir por la mina vayamos por el rampón y quiero acordarme de si he ido o no y no soy capaz, por tanto tiene todo mi apoyo aunque de todas maneras tampoco hay oposición. El sendero que lleva hasta allí discurre entre rocas y superarlo te deja muy satisfecho pero el descenso por el tobogán debe efectuarse con un plus de confianza, contigo mismo y con tu máquina, elegir una trazada y no salirse en ningún momento, lo contrario es fallo seguro. Algunos pies, patinajes varios y pases andando después llegamos abajo para dirigirnos hacia el puig de ses Gatoves por el camino de carro que aunque parece que en su parte final se desdibuja un poco al menos permite llegar arriba montado aunque era aquí cuando empezaba realmente la parte más divertida, justo por la carena, pero que ahora se ha visto arrasada por el paso de la línea de alta y lo que era un sinuoso sendero sobre las piedras ahora es una pista lisa y sosa, los precios del progreso, dicen.

Esta pista nos lleva hasta la paret de partió y más allá y en cuanto se decide a bajar nosotros continuamos recto en paralelo a la pared dando pedales sin parar hasta que llegamos al punto donde lo que debemos dar es otra cosa, al menos ejemplo, y aunque había estado por la zona hacía algunas fechas, no conseguí quitarme todos los miedos de encima y encadenar las bajadas de una vez por todas, que los demás tampoco lo hicieran no debería proporcionarme excusas para no lograrlo aunque creo que Sebas sí las pasó, algo oí después, tiene pues mi sincera enhorabuena.

¿Qué más queda por contar? Creo que nada importante, cruzar por el parque y equivocarnos en los campos para volver al núcleo de la Vileta en lugar de ir directos al polígono fue anecdótico, las miradas estaban ya fijas en la terraza del bar para cumplir con el rito aunque a decir verdad puede que no nos lo hayamos ganado del todo, de todas maneras no fue esa la razón por la que Tito y yo no nos quedamos, en mi caso era por la hora y supongo que el suyo también.


Otra traza parada en un punto donde se activa la pausa automática aunque ya en el momento de escribir esta crónica parece que tengo el tema solucionado.


Lo del Mal Pas

Debido a mi desconocimiento previo de la zona del Mal Pas lo que el otro día había hecho de subida ahora había que hacerlo de bajada pero por el sitio bueno, es decir, llegando desde el coll des Vent y en estas salidas novedosas conviene no embrollarse demasiado en los acercamientos y llegar lo antes posible al punto de inicio que lo más seguro es que enredamientos no faltarán, lo que se traduce en que el reloj parece que corre mucho más aprisa que de costumbre y la cosa se puede alaaaargaaar y alaaaaarrrrrgaaaaar.

Había llovido algo en el día o días anteriores y eso no es que fuera un gran motivo de preocupación pero podría provocar que tuviera que patear más de lo necesario debido a la humedad si me encontrara con un exceso de rocas en el sendero, se verá, pero primero hay que llegar y para ello circulo por el carril bici hasta la misma rotonda de Madre Alberta y allí varío un poco lo que viene siendo la ruta más habitual, esta vez tiro para abajo y cruzo el bosque para salir por el parque, ya muy cerca de la entrada del golf de Son Muntaner por donde hay que pasar sí o sí si queremos llegar a la zona militar, una rápida bajada y un corto repecho es lo que nos separa desde las casas hasta el asfalto, nos hemos ahorrado casi 2 kilómetros de carretera pero tocará apechugar hasta el coll des Vent desde donde me dirijo por la pista del depósito, (que por cierto, ya no está, no sabemos si por fallos o por inutilidad o quizás por ninguna de las dos), hacia la rampa de cemento para ascender más o menos hasta la mitad, punto en el cual me voy a desviar por un sendero que baja hasta el camino del mirador, quería ver esa bajada aunque no llega ni a eso pero acorta bastante el trayecto si lo que quieres es ir hacia la zona del refugio viniendo del coll des Pastors.

De todas maneras solo era un objetivo secundario esa bajada y volví al cruce por donde había pasado hacía pocos minutos y en la curva me metí por un desvío, en un principio solo iba a mirar y regresar pero ya metidos en el ajo no me pude resistir y seguí adelante. Es bastante parecido al otro ramal pero ahora con un camino más ancho y definido en su inicio aunque con un rodar entorpecido por la vegetación pero después de pasar cerca de un gran safareig es cuando ya más nos adentramos en la quebrada donde camino y torrente se confunden, donde no hay término medio, lo vences tú o te domina él, lo disfrutas o lo odias, gran parte de esos sentimientos dependerán de tu destreza sobre la bici, es puro trial y como no tiene casi inclinación en muchos puntos, hay que dar pedales, apuntar que las ramas y árboles cruzados tampoco aumentan el nivel de satisfacción, forma parte de la Mallorca profunda y salvaje.

Llegamos al punto del desvío de la ruta anterior y continúo para conocer ese tramo en sentido contrario y no difiere mucho del ya recorrido hasta ahora hasta que llegamos al cruce del camino de bajada y a partir de ese punto la anchura de la vaguada va aumentando a medida que vamos avanzando y no tardamos mucho en llegar a la explanada del antiguo polvorín, de na Baiana, le dicen, y aquí quiero hacer un inciso extraoficial. ¿Qué significa Baiana? Es más, ¿existe siquiera esa palabra? Pues no, lo más parecido es baia (baya, en castellano), pero baiana, no. ¿Podría ser entonces que fuera Beiana? De beia, bella, abella, aunque todo me parece pura especulación, lo cierto es que no he podido resolver esta duda pero como tengo que decidir una posibilidad lo dejaré como está, Baiana, hasta resolver la incógnita, si es que llega a acontecer.

No es que estuviera allí entretenido con este asunto, la duda ha surgido después, lo que hice fue dar un rodeo por las instalaciones, saludar a los que como yo las visitaban y largarme a los pocos minutos. A medio camino me encontré una valla que cierra el paso y que pude abrir ya que la cadena que hay puesta es de pega y eso te evita el rodeo (ni pensar en saltarla), para continuar por la pista hasta las primeras edificaciones de Gènova con otra barrera de por medio y esta vez la cadena sí hacía su función como me recordó el señor que estaba asomado a una terraza y con el que mantuve una amigable conversación sobre barreras y propiedades privadas, conceptos que no tenía nada claros según su parecer, pero como se debió compadecer de mi situación optó por mostrarme la solución a mis problemas y así poder largarme de allí lo antes posible y sin afectar a sus propiedades, recorrer el sendero de los ponis por el interior del torrente y salir a la carretera encima del puente aunque yo me desvié un poco más buscando una salida por donde cargan los camiones el agua pero lo tienen cerrado y tuve que volver atrás para salir por donde me había sugerido.

Y aquí es donde se me volvió a parar la traza de la ruta para no volver a arrancar, tengo que acordarme de repasar los ajustes de la aplicación porque no estoy grabando ninguna completa aunque en esta ocasión sirvió para el asunto principal pero he de señalar que hice algo nuevo a continuación y fue encontrar un paso abierto para volver a bajar a la vaguada una vez sobrepasada la autopista y a su vez al llegar abajo veo que han abierto una pista de tierra con más eses que el paso de un borracho que comunica la parte baja del bosque de Bellver con la pista de la parte alta pero por fuera de la pared limítrofe, cierto que va muy bien para enlazar los dos puntos de manera cómoda para cualquier rango de edad pero la factura pagada, como bien indica el cartelón, me parece exagerada para el uso que va a tener, espero equivocarme (1).

Yo subí y bajé por el mismo sitio solo para ver su recorrido y después continué por la pista de abajo hasta la salida del parque por la calle Polvorín solo para ver qué están haciendo allí y no vi mucho porque por ahora solamente han quitado lo que había, el tobogán, la tirolina y el castillo, los niños tendrán que esperar. Volví atrás por un recorrido diferente para llegar antes al torrente pero aún así circulé hacia arriba para empezar desde el principio y luego lo bajé entero hasta la ensenada de Can Barbarà completando así el recorrido total de este torrente desde su nacimiento hasta el final, que no es oro todo lo que reluce, sí, te lo compro, pero tampoco es mierda todo lo que pisas (bueno, en Gènova, sí pisé una poca, pero es puntual).


1. Esos terrenos externos parece que son los que compró el ayuntamiento hace ya una tira de años para ampliación del parque municipal.


2. Y ahora resulta que me entero de que por donde me he aventurado estas últimas fechas se ha celebrado una carrera de montaña al día siguiente pero sin pasar por el polvorín y he de reconocer que no vi ninguna señalización de tal actividad, me refiero a cintas o letreros colgados señalando el recorrido en el torrente, un detalle.