Debido a mi desconocimiento previo de la zona del Mal Pas lo que el otro día había hecho de subida ahora había que hacerlo de bajada pero por el sitio bueno, es decir, llegando desde el coll des Vent y en estas salidas novedosas conviene no embrollarse demasiado en los acercamientos y llegar lo antes posible al punto de inicio que lo más seguro es que enredamientos no faltarán, lo que se traduce en que el reloj parece que corre mucho más aprisa que de costumbre y la cosa se puede alaaaargaaar y alaaaaarrrrrgaaaaar.
Había llovido algo en el día o días anteriores y eso no es que fuera un gran motivo de preocupación pero podría provocar que tuviera que patear más de lo necesario debido a la humedad si me encontrara con un exceso de rocas en el sendero, se verá, pero primero hay que llegar y para ello circulo por el carril bici hasta la misma rotonda de Madre Alberta y allí varío un poco lo que viene siendo la ruta más habitual, esta vez tiro para abajo y cruzo el bosque para salir por el parque, ya muy cerca de la entrada del golf de Son Muntaner por donde hay que pasar sí o sí si queremos llegar a la zona militar, una rápida bajada y un corto repecho es lo que nos separa desde las casas hasta el asfalto, nos hemos ahorrado casi 2 kilómetros de carretera pero tocará apechugar hasta el coll des Vent desde donde me dirijo por la pista del depósito, (que por cierto, ya no está, no sabemos si por fallos o por inutilidad o quizás por ninguna de las dos), hacia la rampa de cemento para ascender más o menos hasta la mitad, punto en el cual me voy a desviar por un sendero que baja hasta el camino del mirador, quería ver esa bajada aunque no llega ni a eso pero acorta bastante el trayecto si lo que quieres es ir hacia la zona del refugio viniendo del coll des Pastors.
De todas maneras solo era un objetivo secundario esa bajada y volví al cruce por donde había pasado hacía pocos minutos y en la curva me metí por un desvío, en un principio solo iba a mirar y regresar pero ya metidos en el ajo no me pude resistir y seguí adelante. Es bastante parecido al otro ramal pero ahora con un camino más ancho y definido en su inicio aunque con un rodar entorpecido por la vegetación pero después de pasar cerca de un gran safareig es cuando ya más nos adentramos en la quebrada donde camino y torrente se confunden, donde no hay término medio, lo vences tú o te domina él, lo disfrutas o lo odias, gran parte de esos sentimientos dependerán de tu destreza sobre la bici, es puro trial y como no tiene casi inclinación en muchos puntos, hay que dar pedales, apuntar que las ramas y árboles cruzados tampoco aumentan el nivel de satisfacción, forma parte de la Mallorca profunda y salvaje.
Llegamos al punto del desvío de la ruta anterior y continúo para conocer ese tramo en sentido contrario y no difiere mucho del ya recorrido hasta ahora hasta que llegamos al cruce del camino de bajada y a partir de ese punto la anchura de la vaguada va aumentando a medida que vamos avanzando y no tardamos mucho en llegar a la explanada del antiguo polvorín, de na Baiana, le dicen, y aquí quiero hacer un inciso extraoficial. ¿Qué significa Baiana? Es más, ¿existe siquiera esa palabra? Pues no, lo más parecido es baia (baya, en castellano), pero baiana, no. ¿Podría ser entonces que fuera Beiana? De beia, bella, abella, aunque todo me parece pura especulación, lo cierto es que no he podido resolver esta duda pero como tengo que decidir una posibilidad lo dejaré como está, Baiana, hasta resolver la incógnita, si es que llega a acontecer.
No es que estuviera allí entretenido con este asunto, la duda ha surgido después, lo que hice fue dar un rodeo por las instalaciones, saludar a los que como yo las visitaban y largarme a los pocos minutos. A medio camino me encontré una valla que cierra el paso y que pude abrir ya que la cadena que hay puesta es de pega y eso te evita el rodeo (ni pensar en saltarla), para continuar por la pista hasta las primeras edificaciones de Gènova con otra barrera de por medio y esta vez la cadena sí hacía su función como me recordó el señor que estaba asomado a una terraza y con el que mantuve una amigable conversación sobre barreras y propiedades privadas, conceptos que no tenía nada claros según su parecer, pero como se debió compadecer de mi situación optó por mostrarme la solución a mis problemas y así poder largarme de allí lo antes posible y sin afectar a sus propiedades, recorrer el sendero de los ponis por el interior del torrente y salir a la carretera encima del puente aunque yo me desvié un poco más buscando una salida por donde cargan los camiones el agua pero lo tienen cerrado y tuve que volver atrás para salir por donde me había sugerido.
Y aquí es donde se me volvió a parar la traza de la ruta para no volver a arrancar, tengo que acordarme de repasar los ajustes de la aplicación porque no estoy grabando ninguna completa aunque en esta ocasión sirvió para el asunto principal pero he de señalar que hice algo nuevo a continuación y fue encontrar un paso abierto para volver a bajar a la vaguada una vez sobrepasada la autopista y a su vez al llegar abajo veo que han abierto una pista de tierra con más eses que el paso de un borracho que comunica la parte baja del bosque de Bellver con la pista de la parte alta pero por fuera de la pared limítrofe, cierto que va muy bien para enlazar los dos puntos de manera cómoda para cualquier rango de edad pero la factura pagada, como bien indica el cartelón, me parece exagerada para el uso que va a tener, espero equivocarme (1).
Yo subí y bajé por el mismo sitio solo para ver su recorrido y después continué por la pista de abajo hasta la salida del parque por la calle Polvorín solo para ver qué están haciendo allí y no vi mucho porque por ahora solamente han quitado lo que había, el tobogán, la tirolina y el castillo, los niños tendrán que esperar. Volví atrás por un recorrido diferente para llegar antes al torrente pero aún así circulé hacia arriba para empezar desde el principio y luego lo bajé entero hasta la ensenada de Can Barbarà completando así el recorrido total de este torrente desde su nacimiento hasta el final, que no es oro todo lo que reluce, sí, te lo compro, pero tampoco es mierda todo lo que pisas (bueno, en Gènova, sí pisé una poca, pero es puntual).
1. Esos terrenos externos parece que son los que compró el ayuntamiento hace ya una tira de años para ampliación del parque municipal.
2. Y ahora resulta que me entero de que por donde me he aventurado estas últimas fechas se ha celebrado una carrera de montaña al día siguiente pero sin pasar por el polvorín y he de reconocer que no vi ninguna señalización de tal actividad, me refiero a cintas o letreros colgados señalando el recorrido en el torrente, un detalle.
Había llovido algo en el día o días anteriores y eso no es que fuera un gran motivo de preocupación pero podría provocar que tuviera que patear más de lo necesario debido a la humedad si me encontrara con un exceso de rocas en el sendero, se verá, pero primero hay que llegar y para ello circulo por el carril bici hasta la misma rotonda de Madre Alberta y allí varío un poco lo que viene siendo la ruta más habitual, esta vez tiro para abajo y cruzo el bosque para salir por el parque, ya muy cerca de la entrada del golf de Son Muntaner por donde hay que pasar sí o sí si queremos llegar a la zona militar, una rápida bajada y un corto repecho es lo que nos separa desde las casas hasta el asfalto, nos hemos ahorrado casi 2 kilómetros de carretera pero tocará apechugar hasta el coll des Vent desde donde me dirijo por la pista del depósito, (que por cierto, ya no está, no sabemos si por fallos o por inutilidad o quizás por ninguna de las dos), hacia la rampa de cemento para ascender más o menos hasta la mitad, punto en el cual me voy a desviar por un sendero que baja hasta el camino del mirador, quería ver esa bajada aunque no llega ni a eso pero acorta bastante el trayecto si lo que quieres es ir hacia la zona del refugio viniendo del coll des Pastors.
De todas maneras solo era un objetivo secundario esa bajada y volví al cruce por donde había pasado hacía pocos minutos y en la curva me metí por un desvío, en un principio solo iba a mirar y regresar pero ya metidos en el ajo no me pude resistir y seguí adelante. Es bastante parecido al otro ramal pero ahora con un camino más ancho y definido en su inicio aunque con un rodar entorpecido por la vegetación pero después de pasar cerca de un gran safareig es cuando ya más nos adentramos en la quebrada donde camino y torrente se confunden, donde no hay término medio, lo vences tú o te domina él, lo disfrutas o lo odias, gran parte de esos sentimientos dependerán de tu destreza sobre la bici, es puro trial y como no tiene casi inclinación en muchos puntos, hay que dar pedales, apuntar que las ramas y árboles cruzados tampoco aumentan el nivel de satisfacción, forma parte de la Mallorca profunda y salvaje.
Llegamos al punto del desvío de la ruta anterior y continúo para conocer ese tramo en sentido contrario y no difiere mucho del ya recorrido hasta ahora hasta que llegamos al cruce del camino de bajada y a partir de ese punto la anchura de la vaguada va aumentando a medida que vamos avanzando y no tardamos mucho en llegar a la explanada del antiguo polvorín, de na Baiana, le dicen, y aquí quiero hacer un inciso extraoficial. ¿Qué significa Baiana? Es más, ¿existe siquiera esa palabra? Pues no, lo más parecido es baia (baya, en castellano), pero baiana, no. ¿Podría ser entonces que fuera Beiana? De beia, bella, abella, aunque todo me parece pura especulación, lo cierto es que no he podido resolver esta duda pero como tengo que decidir una posibilidad lo dejaré como está, Baiana, hasta resolver la incógnita, si es que llega a acontecer.
No es que estuviera allí entretenido con este asunto, la duda ha surgido después, lo que hice fue dar un rodeo por las instalaciones, saludar a los que como yo las visitaban y largarme a los pocos minutos. A medio camino me encontré una valla que cierra el paso y que pude abrir ya que la cadena que hay puesta es de pega y eso te evita el rodeo (ni pensar en saltarla), para continuar por la pista hasta las primeras edificaciones de Gènova con otra barrera de por medio y esta vez la cadena sí hacía su función como me recordó el señor que estaba asomado a una terraza y con el que mantuve una amigable conversación sobre barreras y propiedades privadas, conceptos que no tenía nada claros según su parecer, pero como se debió compadecer de mi situación optó por mostrarme la solución a mis problemas y así poder largarme de allí lo antes posible y sin afectar a sus propiedades, recorrer el sendero de los ponis por el interior del torrente y salir a la carretera encima del puente aunque yo me desvié un poco más buscando una salida por donde cargan los camiones el agua pero lo tienen cerrado y tuve que volver atrás para salir por donde me había sugerido.
Y aquí es donde se me volvió a parar la traza de la ruta para no volver a arrancar, tengo que acordarme de repasar los ajustes de la aplicación porque no estoy grabando ninguna completa aunque en esta ocasión sirvió para el asunto principal pero he de señalar que hice algo nuevo a continuación y fue encontrar un paso abierto para volver a bajar a la vaguada una vez sobrepasada la autopista y a su vez al llegar abajo veo que han abierto una pista de tierra con más eses que el paso de un borracho que comunica la parte baja del bosque de Bellver con la pista de la parte alta pero por fuera de la pared limítrofe, cierto que va muy bien para enlazar los dos puntos de manera cómoda para cualquier rango de edad pero la factura pagada, como bien indica el cartelón, me parece exagerada para el uso que va a tener, espero equivocarme (1).
Yo subí y bajé por el mismo sitio solo para ver su recorrido y después continué por la pista de abajo hasta la salida del parque por la calle Polvorín solo para ver qué están haciendo allí y no vi mucho porque por ahora solamente han quitado lo que había, el tobogán, la tirolina y el castillo, los niños tendrán que esperar. Volví atrás por un recorrido diferente para llegar antes al torrente pero aún así circulé hacia arriba para empezar desde el principio y luego lo bajé entero hasta la ensenada de Can Barbarà completando así el recorrido total de este torrente desde su nacimiento hasta el final, que no es oro todo lo que reluce, sí, te lo compro, pero tampoco es mierda todo lo que pisas (bueno, en Gènova, sí pisé una poca, pero es puntual).
1. Esos terrenos externos parece que son los que compró el ayuntamiento hace ya una tira de años para ampliación del parque municipal.
2. Y ahora resulta que me entero de que por donde me he aventurado estas últimas fechas se ha celebrado una carrera de montaña al día siguiente pero sin pasar por el polvorín y he de reconocer que no vi ninguna señalización de tal actividad, me refiero a cintas o letreros colgados señalando el recorrido en el torrente, un detalle.
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