De tiralíneas

Creía que el domingo iba ser parecido a los últimos domingos pasados, con rutas más que conocidas, aunque todas con un punto satisfactorio porque, bien gracias a uno u otro, se ha intentado sacar punta a un lápiz que parecía ya consumido del todo y se ha conseguido, realizando instructivas visitas por Son Palouet, alrededores de Raixa o Son Sales.

Por no repetir en exceso zona pensé en visitar Son Orlandis ahora que tenía el trazado más o menos claro pero la noticia de la apertura de la media veda a partir del quince de agosto no es que me alegrara el día precisamente porque la zona que quería cruzar es un gran coto de caza a juzgar por la enorme cantidad de restos de ese tipo que por allí se encuentran esparcidos, así que llegó el viernes y no lo tenía nada claro, así que estaba a la espera de que Guiem me confirmara alguna posibilidad, y finalmente me comunican que se van a Cura.

Hace tiempo que no voy por allí, creo que fue cuando grabamos el primer video (y así quedó) en una ruta con Jauja y otros bikeros de la zona y pese a mi horario limitado confío en que podré hacer la mayor parte de ruta aunque seguramente me pierda la subida final, y primera, porque la ruta es casi totalmente plana.

Me emplazan a comparecer en el campo de fútbol de Son Ferriol a las ocho, no me queda lejos de casa así que iré rodando pero para ello debo espabilar en cuanto me levante. Una vez a sitio me encuentro a los habituales del grupo más Jesús, solamente coincidí una vez con él, que tuvo un accidente laboral en una mano del cual se va recuperando satisfactoriamente y vuelve a salir. Respecto a la ruta me confirman que iremos hasta Randa por el camí de Son Binissalom, lo conozco y hasta el cruce no hay problema pero después ya es harina de otro costal porque creo no hemos ido por el mismo sitio y no lo tengo memorizado al cien por cien, además creo que la vez anterior tomamos algún atajo. Lo que no me gustó mucho fue salir a la carretera tan lejos del cruce de Randa, hay que pulir ese detalle.

Solamente llegué hasta los lavaderos del pueblo, eran las diez pasadas, buena hora para volver a casa dentro del horario y eso que la vuelta la hicimos a medio gas y aún así en poco más de una hora estábamos de vuelta, yo un poco más hasta casa pero poco más. El resto añadió otra hora más al subir hasta arriba de la montaña y por eso tuvieron que darle un poco más de brio a la vuelta.


Son Orlandis

Aunque el martes salí a investigar un poco no tuvo en principio mucha historia aunque recalco que solamente “en principio”. A muchos puede no interesarles una ruta Palma-Pòrtol y tampoco es que lo tuviera yo muy claro a la hora de partir, no fue premeditado, simplemente por cercanía me acerco a Son Gibert, atravieso el torrente y ya estoy en los campos que circundan la ciudad en la zona de es Pinaret, continúo por el camí de Son Llebre y aparezco en la rotonda de Son Ferriol. Como no he hecho los deberes voy al tun-tún y lo que pretendo es meterme por algún camino lateral pero no encuentro ninguno abierto y el único que me permite el paso es un vial de la urbanización con un indicador “Son Orlandis”, una pequeña urbanización con solo dos calles entre Son Prunes Nou y Can Burell. Yo rodeo esta última y ya comienzo a circular entre los edificios de s'Hostalot y después por el camí de s'Ametler hacia la carretera de Inca.

Creo que la última vez que estuve por allí en bicicleta no estaba ni asfaltado y sin haber vuelto muchas veces más es lógico que andara bastante despistado, sin saber exactamente por donde tirar. Lo que tenía claro es que debía dirigirme hacia esa zona elevada que veía hacia el este por eso giré en un momento dado por un camino lateral que me llevó hasta el camí de sa Comuna, una carretera comarcal que enlaza la carretera vella de Sineu con Sa Cabaneta.

Un letrero que ponía “Turó de bonança” me indicaba un posible camino a seguir pero no tenía salida y tampoco ninguno de los ramales que recorrí, todos ellos asfaltados, así que me dispuse a volver a casa bajando hacia la carretera vella de Sineu pero justo que pasé por delante de la subestación transformadora de Gesa y rediez que no la recordaba y mientras iba rumiando la sorpresa de esa aparición me pareció ver una cadena que barraba una posible entrada por el bosque, no lo capté a la primera pero volví sobre mis pasos a comprobarlo y efectivamente así era, un viejo camino intransitado partía de ahí mismo. Salté la cadena y subí hasta unos campos arados pero con una especie de sendero marcado por donde transitar y más allá de esos cultivos el sendero continuaba garriga adentro. Pasé la primera pared y podía seguir rodando, mucho curveo, suelo pedregoso y arbustos secos con ramas muy duras y afiladas que te obligaban a trazar lento y sin rozarlos. Paso la segunda pared y más de lo mismo, parece un paraíso de cazadores dada la gran cantidad de cartuchos desperdigados por el suelo pero estoy solo y lo que quiero es atravesar una zona de bosque que tengo enfrente en la que me sumerjo pero es imposible siquiera circular. Estoy a punto de perder media rueda y el cambio por culpa de una rama enorme que se me incrusta en los radios y decido parar y seguir andando pero es imposible, es una selva y vuelvo atrás pero como he perdido el sendero voy atravesando la garriga de mala manera y como te encuentres una zona de zarzas vas dado. No me queda más remedio que apechugar e ir en busca del sendero para tener un poco de campo libre y poder volver rodando, cosa que tras unos buenos minutos de pateo puedo hacer.

Por supuesto este itinerario queda absolutamente descartado para hacer una buena rodada y más cuando esta misma semana se ha levantado la veda (la llamada media veda) y estará concurrido. También me llevé de recuerdo unos cuantos micro pinchos clavados en la rueda, cosa de la que me dí cuenta varios días más tarde. Sobre el papel hay otras opciones que parecen más seguras pero lo que más me preocupa ahora mismo es el tema de los cazadores, procuraré enterarme sobre este asunto.


La escapadita

Esta semana han metido una fiesta justo entre medias y eso supone que se puede intentar una salida y eso mismo piensan algunos de mis compañeros y así va quedando reflejado en la lista a medida que va pasando el día. Yo, por mi parte, consigo solo unas cuantas horas y eso reduce mi campo de acción a prácticamente lo que tengo a la vista. En esa misma (o muy parecida) tesitura se encontraba Xavi que así lo planteó desde el principio y a medida que iba pasando el día más compañeros se iban apuntando aunque a la hora de la verdad solamente me he presentado yo esta mañana. Estaban también Miki y Ginés pero éstos se habían enterado por otros conductos.

Pues bien, ya estamos los cuatro listos para partir a las ocho y algunos minutos ya que para variar había llegado tarde, hubiera llegado en punto si no me hubiera parado a charlar con los congregados (los MIR) en la otra rotonda donde me he enterado de que no harían la ruta prevista y que tenían anunciada, el sherpa oficial no había aparecido y preferían no salir a la aventura, ya me enteraré después por la crónica de por dónde han ido.

Xavi había comentado de dar una vuelta por Na Burguesa y ya me iba bien, íbamos a acercarnos al coll de sa Creu y después ya se vería si a la derecha o la izquierda y mientras vamos hablando me doy cuenta de que hemos llegado a Son Muntaner y de que soy incapaz de recordar por donde hemos circulado y ya había estado por allí, me iba acordando de ello pero es como visualizar un punto negro en el centro de una enorme página en blanco, tendré que mirar el track para situarme, es lo que tiene salir de manera distendida con amigos, que no te fijas en los detalles.

Hemos llegado a la carretera pero por poco tiempo ya que nos hemos metido por la pista del PT3 y de verdad que no las tenía todas conmigo cuando pensaba en los rampones que nos esperaban allí delante, y al final no ha sido para tanto, dos de tres, y con mal sabor de boca al no intentar la tercera sin parar viendo lo poco que quedaba para el final.

Saltamos la pared y vamos en busca del camino-torrente más la trialera que nos dejará en lo alto del coll des Vent. ¿Y quién me enseñó ese camino? No me puedo acordar porque lo que sí es cierto es que en esa época salía con muy poca gente e indagar por internet era poco menos que imposible con conexiones de módem de muy baja velocidad. Lo que tampoco es menos cierto es que mis compañeros de ruta de hoy también lo conocían de hacía tiempo y para mí desde luego era la ruta perfecta para subir allá arriba, mucho más que para bajar ya que casi siempre pinchaba.

Tras plantearnos un poco la ruta al llegar al asfalto decidimos continuar hacia el pujol des Gat y echar un vistazo al sendero que baja en dirección coll des Tords. Conocía esa bajada pero ellos me hablaban de un sinfín de pistas por las que podías llegar casi hasta Son Marill, realmente era muy escéptico ante tal posibilidad pero también la curiosidad me tentaba y además tampoco quería polemizar en ese tema si Xavi había salido con esa intención, entonces hacia allá que nos vamos. Ni nos llegamos a poner las protecciones en ningún momento, ese camino solamente tiene un par de pasos comprometidos más alguno insalvable.

Y efectivamente tenía razón, lógico por otra parte si se ha molestado en investigarlo en sus salidas vespertinas. Miki y Ginés tampoco eran ajenos a esos caminos pero poco los habían pisado desde los tiempos de las Mongoose y Grisley, allá por sus años mozos. Se podría decir que van siguiendo la trayectoria de las líneas de alta tensión y hasta se nos ha abierto una ventana de optimismo al pensar que tras la fatigosa subida que hemos hecho hasta una de ellas podríamos llegar hasta lo alto de la montaña, pero no ha sido posible enlazar con la última, una ladera salvaje nos lo impedía por lo que hemos vuelto a bajar y continuar por las pistas mucho más cerca de la carretera donde finalmente hemos desembocado y realizando el último tramo final de ruta por asfalto pero con un poco más de tiempo hubiéramos podido completar la ruta atravesando por el coll de Son Marill.

Buena salida, distendida y relajada con los amigos pero excitante a la vez rodando por sitios nuevos tan cerca de Palma y aunque parezca mentira hay aún unos cuantos retos a superar aquí al lado.


R46

Había avisado a la peña de mis intenciones para con la salida del domingo, al contrario de la del sábado por otra parte que nada se comentó pero como no tenía que asistir pues tampoco pregunté. Así que nos reunimos seis bikeros en la rotonda de Son Moix para ir de estreno, tres bous, Charly, Chus y Guiem más Fibras y Juanan. Éste último fue sorpresa aunque últimamente se ha colado en el vagón de los reenganchados. Chus venía con la bici de reserva después de la petada del amortiguador por tierras de Bunyola de hace unas semanas.

Como decía, de estreno, no de senderos no recorridos sino de ruta completa, trazada a base de retazos de salidas anteriores en las que se iban dando pinceladas en un sentido o en otro, a veces solo, a veces acompañado. Por eso, y a falta de electrónica, quería comprobar in situ y en orden de marcha como sería la ruta completamente hilvanada.

En principio no es de alta montaña, la Mola de Son Pacs es una tachuela de media altura con varias opciones de subida a cual más cómoda. Sube hasta su meseta superior una pista asfaltada, con unas buenas pendientes eso sí, pero cuyo tránsito tenemos actualmente prohibido; hay otro acceso por camino de carro espectacular casi hasta arriba con un pequeño tramo final de pateo hasta el enlace con una de las pistas del puig dels boixos y varios accesos desde los valles nortes totalmente impensables en sentido ascendente. Nosotros vamos a aprovechar uno de estos recorridos para bajar desde lo alto, en concreto el que aparece como catalogado GR aunque no se trata a día de hoy más que de un sendero recorriendo el bosque.

Me decido a plantear la ruta saliendo desde Palma pero a la vez tocando la menos carretera posible y la última vez que me planteé esa opción le estuve dando vueltas a la zona de Son Bauzá hasta lograr encadenar un recorrido más o menos decente pero también más exigente. O sea, que ahora toca recorrer la zona de Establiments saliéndonos un poco de las rutas directas habituales. Por eso desde el polígono de Son Valero vamos en busca de la calle de Can Miret, hermosa casa que encontramos al final de una larga recta antes de enlazar con el camí de Son Anglada. Cruzamos el vado del torrent de sa Riera y afrontamos la cuesta final hasta la calle del Molí des Comte y a partir de allí es un carreteo continuo por calles y callejuelas de la barriada hasta desembocar en la carretera de Esporles donde recorreremos los kilómetros finales hasta llegar al coll d'en Portell. Desde este punto hasta Mirant de Mar creo que no requieren de explicación alguna aunque he elegido una opción menos directa y más divertida para llegar a la salida del pueblo.

Recorremos el camino hasta la carretera de Valldemossa y ahí es donde los bous deciden volver, Guiem no se encuentra del todo fino y los demás aprovechan para volver con él, me había comentado que llegaría hasta el coll de sa Basseta pero prefirió no forzar más y dar la vuelta allí mismo. Es a partir del mirador donde recorremos un camino nuevo para mí que me enseñaron hace poco que nos libra de algunos kilómetros de asfalto. Factible pero exigente a la vez en algunos tramos por tanto solamente depende de nosotros mismos el superarlo o no.

El siguiente tramo por el interior de las urbanizaciones es asfalto hasta llegar al desvío del coll de sa Basseta, por ahora las opciones de Son Dameto se ven un poco restringidas y prefiero no incluirlas en rutas públicas. No nos queda otra a partir de este punto que cargarnos la bici al hombro o espalda, según preferencias, y empezar a subir. En este caso lo hicimos por el Pas de Son Cabaspre aunque es prácticamente lo mismo si continuamos recto desde el rotllo.

Una vez enganchada la pista superior vamos a encadenar varios tramos sin tener que descabalgar aunque bajando ya dependerá más de nuestra pericia que de otra cosa. Nos dirigimos hacia los aujubs y de ahí a la pared medianera que limita prácticamente con el acantilado. La seguimos unos cientos de metros y nos zambulle directamente en un paso muy técnico franqueado por una pared y al que le sigue el tramo más enrevesado del recorrido y que se le atravesará a muchos. Después se va suavizando y vamos ganando en velocidad sin perder emoción, es un tramo muy agradecido para los más torpes.

Situados en el coll de Sant Jordi y sin atravesar al otro lado de pared continuamos recto por una pista hasta alcanzar una pared y enlazar con otra pista que sube al lado de un forn de calç continuando hacia arriba para volver a repetir lo visto, otra pared y otro forn aunque en este caso tiramos hacia abajo hasta salir del bosque, saltar una barrera y separarnos de la pista por un lateral para atravesar el bosc des Frares por un camino que nos deja en la parte baja del pueblo.

Hicimos el ramal de Son Salvat sin rumanos atravesados ni coches que nos embistieran y ya en el asfalto metimos la directa que más o menos llevé dignamente hasta que se le ocurrió a un carretero adelantarnos y luego quedarse ahí a tiro de piedra y los dos picaos que venían conmigo empezaron a acelerar hasta olerle el trasero, eso fue más o menos hasta la rotonda de la UIB, ahí me metí por el carril bici mientras el grupito que había ido en aumento al sumarse más elementos picados unos con otros esprintaban como si se jugaran las cervezas.

Yo a mi rollo acabé los últimos kilómetros de la mejor manera posible y me los encontré en un bareto-pizzería ya con las jarras a medias donde hicimos la última ronda rapidita ya que al parecer todos teníamos el horario bien marcado. Más o menos lo cumplimos, estuvimos poco tiempo parados y aún así eran las doce y media, llevábamos cuatro horas aunque recortando, y bastante, el final, pero desde luego para un sábado normal hasta podría decirse que sería una ruta de las cortas.


Son Palouet

O la gente está dormida el domingo o yo no tengo feisbuc porque no veo plan alguno en los canales habituales así que no me queda más remedio que presentarme en el punto alfa a ver qué pasa. Y pasa que se me va el santo al cielo en los preparativos y tengo que coger vehículo para no llegar tardísimo y aún así me presento con un cuarto de hora de retraso, pero aún están, y mientras discutimos las posibilidades de la mañana se presentan dos más y para acabar de rematar el despropósito nos encontramos a Pepe de camino con lo que a base de esperar se ha llegado a conformar el grupo entero, Xisco, Sito, Guiem, Tomeu, Juanfran y Toni P. llevan el maillot oficial más los dos acoplados. Ya nos podemos ir. ¿Y adonde? Esa es la eterna pregunta porque nadie quiere imponer la ruta, todos exponen sus pegas y pactan una ruta de mínimos, entonces nada, que nos vamos a Bunyola, suelto yo. ¿Otra vez? Si ya van tres seguidas, Sito es el más reticente porque ya ha ido dos veces conmigo pero se medio convence cuando le digo que no repetiremos itinerario, que iremos por el Rafalot (a saber por donde queda eso).

Salimos de Palma por el camí dels Reis hacia la Indioteria y desde allí hasta la carretera de Sóller por la que solamente rodamos unos pocos metros porque enseguida nos metemos por el sendero de los caballos que con lo que han crecido las plantas silvestres es difícil de adivinar por donde para. Pasamos la barrera para entrar en la enorme finca de los almendros y rodearla en sentido antihorario para salir por el torrente al lado de los panales y ya en el minibosque sálvese quién pueda, el ansia nos puede más y rodamos como poseídos a todo meter. Pasamos por la barrera principal con el cachondeito incluido cuando voy con primerizos por esos caminos y cruzamos la finca más o menos contenidos pero en Caubet le dimos caña otra vez hasta el apeadero ya que no hay un único recorrido, hay muchos debido al continuo paso de los caballos de la cuadra cercana. No hay como un cambio de ritmo de éstos para ponerte de lo más alegre.

Volteamos después por los caminos vecinales hasta llegar al cruce de Bunyola y estuvimos comentando de subir a Son Palouet que teníamos a la vista aunque en esos momentos no nos acordábamos ninguno del nombre. De lo que sí estaba seguro es que recordaba que alguien comentó por la web en su día que se necesitaba permiso para llegar allí, la duda era por si era necesario para que nos abrieran alguna barrera o era más una formalidad que otra cosa y decidimos ir a averiguarlo y para ello nos metimos por la antigua fábrica hacia el sendero que acompaña al torrente donde me comí unas moras buenísimas, lástima de no haber recogido unas cuantas más. Hubo tres que lo que sí recogieron fueron unas buenas picadas de avispas (o abejas, no quedó claro) que les tuvieron blasfemando buena parte de la ruta.

No fue nada difícil encontrar el camino que sube sobre todo si hay señalización y empezamos una subida larga y tendida que nos dejó contentos porque creo que ya añorábamos un poco de desnivel. Llegamos frente a la imponente casa de Son Palouet Nou con unos curiosos arcos de entrada a unos garajes y como no salieron a saludarnos proseguimos camino por una pista sin asfaltar hacia las casas de Son Palouet Vell casi a tiro de piedra. Me encontré unos prismáticos en el suelo que supongo utilizarían aunque la peste a gorrino era importante, después a la vuelta se los dejé encima de un tractor al lado de las herramientas.

Llegamos al lugar y Pepe hizo reportaje de las casas y los safareitxos mientras estaba yo cambiando una cámara aunque después tuvimos que esperarle a él porque también había pinchado de la misma manera. Está muy seco todo y como los caminos se dejen un poco de mano se llenan de cardos y desde luego ahora están en su mejor momento para dejarte un regalito.

Sin ninguna pega volvimos a Bunyola aunque sin pasar por el torrente obviamente y nos dirigimos hacia Raixa a levantar un poco de polvo por el camí vell esta vez sin miramientos, empujando al de delante para que no parara porque si lo hubiera hecho la montonera hubiera sido de película. Al final todos con cara de satisfacción.

En Raixa estábamos entre medias de si volver o no pero Pepe no quería conformarse con acabar tan pronto y al pasar por el aparcamiento nos convence para ir a mirar un viejo camino de carro que dijo que había recorrido hacia tiempo, de cuando aún puedes llevar a los niños de la mano, y hacia allá nos fuimos y fue una sorpresa porque el camino está limpio, a excepción de dos árboles caídos que barran el paso, y es ciclable pero duro de pelar si lo quieres hacer de una tacada, nos puso las pilas a todos pero contentos de llegar arriba y vi por vez primera el golf de Son Termens. No era día de exploración porque sino hubiera sido el primero en querer bajar hacia allí así que volvimos a bajar por donde habíamos venido.

Hubo un percance con una rama que destrozó un cambio y eso nos retrasó un poco pero lo recuperamos con otro esprint en el camí de Passatemps y así con todo aún nos dio para tomarnos unas cañas en un bar de Son Sardina aunque me parece que serán las últimas.

Buena vuelta, nada de contemporizar, a saco paco donde había que hacerlo, tampoco es cuestión de ir todo el rato a degüello y a disfrutar que son dos días.