Esta semana han metido una fiesta justo entre medias y eso supone que se puede intentar una salida y eso mismo piensan algunos de mis compañeros y así va quedando reflejado en la lista a medida que va pasando el día. Yo, por mi parte, consigo solo unas cuantas horas y eso reduce mi campo de acción a prácticamente lo que tengo a la vista. En esa misma (o muy parecida) tesitura se encontraba Xavi que así lo planteó desde el principio y a medida que iba pasando el día más compañeros se iban apuntando aunque a la hora de la verdad solamente me he presentado yo esta mañana. Estaban también Miki y Ginés pero éstos se habían enterado por otros conductos.
Pues bien, ya estamos los cuatro listos para partir a las ocho y algunos minutos ya que para variar había llegado tarde, hubiera llegado en punto si no me hubiera parado a charlar con los congregados (los MIR) en la otra rotonda donde me he enterado de que no harían la ruta prevista y que tenían anunciada, el sherpa oficial no había aparecido y preferían no salir a la aventura, ya me enteraré después por la crónica de por dónde han ido.
Xavi había comentado de dar una vuelta por Na Burguesa y ya me iba bien, íbamos a acercarnos al coll de sa Creu y después ya se vería si a la derecha o la izquierda y mientras vamos hablando me doy cuenta de que hemos llegado a Son Muntaner y de que soy incapaz de recordar por donde hemos circulado y ya había estado por allí, me iba acordando de ello pero es como visualizar un punto negro en el centro de una enorme página en blanco, tendré que mirar el track para situarme, es lo que tiene salir de manera distendida con amigos, que no te fijas en los detalles.
Hemos llegado a la carretera pero por poco tiempo ya que nos hemos metido por la pista del PT3 y de verdad que no las tenía todas conmigo cuando pensaba en los rampones que nos esperaban allí delante, y al final no ha sido para tanto, dos de tres, y con mal sabor de boca al no intentar la tercera sin parar viendo lo poco que quedaba para el final.
Saltamos la pared y vamos en busca del camino-torrente más la trialera que nos dejará en lo alto del coll des Vent. ¿Y quién me enseñó ese camino? No me puedo acordar porque lo que sí es cierto es que en esa época salía con muy poca gente e indagar por internet era poco menos que imposible con conexiones de módem de muy baja velocidad. Lo que tampoco es menos cierto es que mis compañeros de ruta de hoy también lo conocían de hacía tiempo y para mí desde luego era la ruta perfecta para subir allá arriba, mucho más que para bajar ya que casi siempre pinchaba.
Tras plantearnos un poco la ruta al llegar al asfalto decidimos continuar hacia el pujol des Gat y echar un vistazo al sendero que baja en dirección coll des Tords. Conocía esa bajada pero ellos me hablaban de un sinfín de pistas por las que podías llegar casi hasta Son Marill, realmente era muy escéptico ante tal posibilidad pero también la curiosidad me tentaba y además tampoco quería polemizar en ese tema si Xavi había salido con esa intención, entonces hacia allá que nos vamos. Ni nos llegamos a poner las protecciones en ningún momento, ese camino solamente tiene un par de pasos comprometidos más alguno insalvable.
Y efectivamente tenía razón, lógico por otra parte si se ha molestado en investigarlo en sus salidas vespertinas. Miki y Ginés tampoco eran ajenos a esos caminos pero poco los habían pisado desde los tiempos de las Mongoose y Grisley, allá por sus años mozos. Se podría decir que van siguiendo la trayectoria de las líneas de alta tensión y hasta se nos ha abierto una ventana de optimismo al pensar que tras la fatigosa subida que hemos hecho hasta una de ellas podríamos llegar hasta lo alto de la montaña, pero no ha sido posible enlazar con la última, una ladera salvaje nos lo impedía por lo que hemos vuelto a bajar y continuar por las pistas mucho más cerca de la carretera donde finalmente hemos desembocado y realizando el último tramo final de ruta por asfalto pero con un poco más de tiempo hubiéramos podido completar la ruta atravesando por el coll de Son Marill.
Buena salida, distendida y relajada con los amigos pero excitante a la vez rodando por sitios nuevos tan cerca de Palma y aunque parezca mentira hay aún unos cuantos retos a superar aquí al lado.
Pues bien, ya estamos los cuatro listos para partir a las ocho y algunos minutos ya que para variar había llegado tarde, hubiera llegado en punto si no me hubiera parado a charlar con los congregados (los MIR) en la otra rotonda donde me he enterado de que no harían la ruta prevista y que tenían anunciada, el sherpa oficial no había aparecido y preferían no salir a la aventura, ya me enteraré después por la crónica de por dónde han ido.
Xavi había comentado de dar una vuelta por Na Burguesa y ya me iba bien, íbamos a acercarnos al coll de sa Creu y después ya se vería si a la derecha o la izquierda y mientras vamos hablando me doy cuenta de que hemos llegado a Son Muntaner y de que soy incapaz de recordar por donde hemos circulado y ya había estado por allí, me iba acordando de ello pero es como visualizar un punto negro en el centro de una enorme página en blanco, tendré que mirar el track para situarme, es lo que tiene salir de manera distendida con amigos, que no te fijas en los detalles.
Hemos llegado a la carretera pero por poco tiempo ya que nos hemos metido por la pista del PT3 y de verdad que no las tenía todas conmigo cuando pensaba en los rampones que nos esperaban allí delante, y al final no ha sido para tanto, dos de tres, y con mal sabor de boca al no intentar la tercera sin parar viendo lo poco que quedaba para el final.
Saltamos la pared y vamos en busca del camino-torrente más la trialera que nos dejará en lo alto del coll des Vent. ¿Y quién me enseñó ese camino? No me puedo acordar porque lo que sí es cierto es que en esa época salía con muy poca gente e indagar por internet era poco menos que imposible con conexiones de módem de muy baja velocidad. Lo que tampoco es menos cierto es que mis compañeros de ruta de hoy también lo conocían de hacía tiempo y para mí desde luego era la ruta perfecta para subir allá arriba, mucho más que para bajar ya que casi siempre pinchaba.
Tras plantearnos un poco la ruta al llegar al asfalto decidimos continuar hacia el pujol des Gat y echar un vistazo al sendero que baja en dirección coll des Tords. Conocía esa bajada pero ellos me hablaban de un sinfín de pistas por las que podías llegar casi hasta Son Marill, realmente era muy escéptico ante tal posibilidad pero también la curiosidad me tentaba y además tampoco quería polemizar en ese tema si Xavi había salido con esa intención, entonces hacia allá que nos vamos. Ni nos llegamos a poner las protecciones en ningún momento, ese camino solamente tiene un par de pasos comprometidos más alguno insalvable.
Y efectivamente tenía razón, lógico por otra parte si se ha molestado en investigarlo en sus salidas vespertinas. Miki y Ginés tampoco eran ajenos a esos caminos pero poco los habían pisado desde los tiempos de las Mongoose y Grisley, allá por sus años mozos. Se podría decir que van siguiendo la trayectoria de las líneas de alta tensión y hasta se nos ha abierto una ventana de optimismo al pensar que tras la fatigosa subida que hemos hecho hasta una de ellas podríamos llegar hasta lo alto de la montaña, pero no ha sido posible enlazar con la última, una ladera salvaje nos lo impedía por lo que hemos vuelto a bajar y continuar por las pistas mucho más cerca de la carretera donde finalmente hemos desembocado y realizando el último tramo final de ruta por asfalto pero con un poco más de tiempo hubiéramos podido completar la ruta atravesando por el coll de Son Marill.
Buena salida, distendida y relajada con los amigos pero excitante a la vez rodando por sitios nuevos tan cerca de Palma y aunque parezca mentira hay aún unos cuantos retos a superar aquí al lado.