SOS Solleric

Últimas noticias confirmadas sobre el tema

Viernes 6 de mayo. Fecha tope de entrega de hojas firmadas en Bimont.
Sábado 7 de mayo. Concentración bikera a las 11,30h en la plaza Cabrit i Bassa de Los d'Amunt en Alaró.
Se recogerán las últimas hojas de firmas y se leerá un manifiesto para los presentes, medios de comunicación incluidos.

La semana siguiente se entregarán las hojas firmadas junto a la segunda alegación.

Animaros y haced oir vuestra voz el sábado que viene en Alaró.


El día después

Después de unos días de relax tocaba dar pedales otra vez aunque estaba algo fastidiado físicamente, supongo que rinitis, mucha moquera y algunos estornudos, por eso no dije ni que sí ni que no, ya vería, de hecho y como viene siendo habitual en casos como éstos, ni siquiera puse el despertador, el mecánico me refiero, porque el biológico me despierta cada día más temprano.

Me he levantado a las ocho y tenía el tiempo muy justo para llegar de hora al punto de reunión, tanto que he llegado a las nueve y cuarto y ya no había nadie. El único que sabía seguro que estaba era Potato ya que he visto el coche. Suponía que Román también estaría por ser el más interesado y algún otro que se habría apuntado sin comentar nada. Así que he seguido hacia Bunyolí con la esperanza de que hubieran salido un poco tarde y pudiera enganchar pero iban pasando los metros y no veía a nadie. Solamente me he encontrado a uno bajando ¡ANDANDO! por el camino con la bici entre las piernas, creo que esa estampa nunca la había contemplado, hay que ser muy, muy cagueta para hacer eso. En fin, yo a lo mío y mientras subía me iba sintiendo bastante cómodo, extrañamente cómodo diría yo, tanto que no he necesitado bajar a plato pequeño en ningún momento, también de agradecer que hacía una temperatura ideal, sin agobios.

Así iban pasando metros sin pillar a nadie hasta que pasadas ya tres cuartas partes del recorrido he contactado con Potato que subía muy despacio y hemos acabado juntos la subida hasta la barrera donde sí nos estaba esperando Román, sólo él, nadie más se ha presentado. Había otros conocidos por allí pero habían salido ya por la trialera y no les he visto. Inicialmente ése era mi plan, no quería subir más, y de paso comprobar por mí mismo la veracidad de los comentarios que he oído sobre las modificaciones ocasionadas a ese recorrido pero no me he podido resistir a la tentación de acabar la subida hasta las antenas aún a sabiendas de que volvería a bajar por el mismo sitio.

Subida cómoda otra vez con parada intermedia para esperar al rezagado y vuelta a las andadas hasta las antenas donde recibo un recado telefónico y me dispongo a bajar raudo por donde había venido mientras los compañeros prosiguen ruta ya por el interior del encinar.

En la barrera de Bunyolí saludo a un bikero que sube y no recibo contestación, paso. Llega otro resoplando como un asmático, hasta me da que pensar y tampoco me saluda, le falta el aliento. Después me doy cuenta de lo que pasa, son sordos los dos y aún así logramos entendernos cuando entablamos conversación. Ellos siguen y yo bajo intentando encontrar las diferencias en la trialera como en el juego que salía en los periódicos. No han tocado mucha cosa, quizás allanarla un poco y en alguna curva han puesto tablones para aguantar el peralte y algún recto ahora es más evidente. Dicen que hasta han recortado las ramas laterales. No es muy exagerado pero aún así estoy en contra de estas manipulaciones y más en propiedades ajenas y sin permiso suponiendo que sea éste el caso. Una cosa es que nos dejen pasar y otra que hagamos y deshagamos a nuestro antojo dónde nos parezca.

He hecho toda la bajada solo y he podido concentrarme en el tacto muy mejorado de la horquilla después de hacerle un mantenimiento. La he desmontado pero no he cambiado nada más que el aceite, recomiendan cambiar también las juntas tóricas y los retenes pero estaban en buen estado así que lo he dejado para otra ocasión. Supongo que me sobra un poco de presión de aire y el rebote debe ir un poco más lento pero así y todo ha mejorado muchísimo.

Ahora sólo me queda averiguar el origen del ruido que tengo que yo atribuyo al eje del basculante pero que el mecánico lo desplaza a otras zonas, lo ha revisado pero aún así se sigue produciendo.

Continúa el serial, arréglame la bici, porfa.


Biniatró

Había un poco de indecisión respecto a la ruta de Xisco, dependería de la asistencia o no de un sherpa. Al no conocer todos los detalles me metí por medio y acabamos por decidirlo, en caso de no asistir el susodicho buscaríamos una alternativa, cosa que al final no ha sido necesaria y hemos podido disfrutar del recorrido en su totalidad.

Es de agradecer que se puedan compartir momentos como este visto cómo se está poniendo el panorama en según que lugares porque están aumentando las prohibiciones para circular por caminos en los que sí se podía. Las últimas noticias nos están informando de problemas en la bajada de la Branson en Esporles y del paso por Massanella, que desde que jubilaron al vigilante de Comafreda están los ánimos más alterados. Y si además le añadimos las reticencias de la administración (cualquiera de ellas) para con los bikeros se llegan en ciertos momentos a situaciones bastante kafkianas. Esperemos que no sea Bunyolí el próximo en decir basta.

Iba a realizar un batiburrillo de salida saliendo en tren desde Palma con los bous que se iban al Massanella, juntándome con Wiro que había aparcado en Selva y los pobleros que venían de Sa Pobla rodando (y alguno de Campanet), agrupándonos como digo en Caimari para hacer la subida todos juntos hasta Lluc donde nos separaríamos cada grupo por su lado.

En total casi treinta bikeros entre todos nos vimos en la salida del pueblo y si contamos otro grupo que había por allí que rodaba mezclado con nosotros éramos una treintena larga de machacadores de caminos, destroza senderos y remueve piedras los que subíamos chino chano hacia Lluc. De lo que sí me dí cuenta es de que había mucho novato, bastantes comentaban que nunca habían pasado por allí y pronto las distancias entre bicis aumentaron considerablemente ya antes de llegar al primer cruce con la carretera. Y en el desvío de la Coveta Negra ya faltaba uno, nadie sabía si había tenido un percance y aunque lo esperé unos minutos tuve que marcharme ya que el grupo de pobleros se habían ido todos hacia arriba y no debía hacerles esperar.

Los últimos bous que vi estaban en la bretxa vella y eso es todo lo que sé por ahora, habrá que esperar a leer su crónica, como todo hijo de vecino. Reunión y pequeño tentempié en la gasolinera del coll de sa Batalla para continuar hasta la entrada del camino que nos llevará hasta la ermita de Son Amer. Me gustó la subida por el camino antiguo aunque no te quita toda la pista. Otra paradita reponedora en el coll de sa Font antes de saltar el botador donde nos deja Emilio que tiene otros deberes que cumplir y donde tras el avituallamiento nos ponemos, los que las llevamos, las protecciones para acometer la bajada de la pista de Alcanella. La había hecho una vez y no la recordaba tan pedregosa, no es difícil pero me sorprendió un poco su mal estado. Sin ningún problema nos presentamos en campo abierto y empezó la diversión en cuanto enlazamos con el camino viejo del Bosc Gran en su tramo ciclable y fue donde hubo más incidencias en forma de caídas que no averías. Yo me caí dos veces, en una de ellas lo típico, vas tan lento que clavas de delante y vuelas, mientras iba cayendo veía un buen aterrizaje por lo que no me preocupé en absoluto pero no pensé por donde iba la bici hasta que la sentí golpearme en toda la cabeza (y ahora sé que también en el hombro) afortunadamente sin consecuencias. La otra caída fue menos aparatosa y no cuenta.

Rodeamos Alcanella en dirección contraria a las casas por un sendero sucio y técnico y tras saltar algunas rejillas pudimos dar la vuelta al antiguo sembrado para tomar la merienda a los pies de l'alzina de ses trutges, la que debía dar de comer a todos los cerdos que campaban por los alrededores. Algunos la conocen por la capella blava, a mi modesto entender confundidos por el nombre de la montaña a cuyos pies se encuentra.

Ahora sí que iba a empezar el descenso más esperado por el interior del Bosc Gran por una ancha pista sin ninguna dificultad técnica más que la de controlar la bici en las frenadas. Sabido es que no son las que más me hacen disfrutar. La consecuencia de mejorar las bicis es que ves menos por donde vas, yo tenía muy buenos recuerdos de esta bajada pero como la hice con una bici sin ningún tipo de suspensión hace muchos años seguramente tenía que parar muchas veces durante el trayecto y eso me permitía a la vez poder disfrutar mucho más del entorno. Entorno por otra parte privilegiado, hay un tramo entre las dos barreras sencillamente espectacular, de ésos que te paran la bici, y antes de llegar a las casas puedes ver que la finca mantiene su esplendor. La lástima es que es un itinerario privado y hay que tener permiso de paso, por esto hay que aprovechar estas oportunidades cuando se presentan, desde aquí mi agradecimiento.

Hicimos la vuelta por asfalto hasta Campanet donde el grueso del grupo se marchó y Wiro y yo nos paseamos un poco pasando por Binibona antes de ir a buscar el coche en Selva. Mi bici cupo sin problemas en la parte de atrás y me trajo hasta Palma por lo que pude llegar a una hora decente para comer después de darnos un atracón de ruta, no muy larga ni técnica pero de gran valor sentimental.


Repitiendo en domingo

Algunas veces no basta el sábado para matar el gusanillo que te corroe durante toda la semana y te obliga a montarte en la bici para lograr domarlo y hay que repetir en domingo; el fin de semana pasado fue uno de esos. Menos mal que nos quedan los bous. Son tantos que nunca falta gente a la cita dominical y este domingo no ha sido diferente, hasta nueve + dos nos hemos reunido en Can Valero. Los dos becerros éramos Carlos y yo.

¿Adónde vamos? Después de un recital de nombres parece que va ganando adeptos el camí de Pescadors. No me enteré bien del recorrido, simplemente seguía a los que iban delante y esos tiraron por el camí de la Real desviándonos después por el camí de Canet cruzando por en medio del aparcamiento del Parc Bit y yendo a parar a los terrenos de Can Mallol comprobando que efectivamente han desaparecido las barreras que impedían la circulación por el interior de la propiedad. Ahora se puede pasar y disfrutar a la vez del magnífico estado de conservación que se aprecia en la finca con un ganado de lo mejorcito según me contaron. Por contra, el tramo de camino que discurre por el interior ha sido cementado.

Atravesando la carretera seguimos por el camí del forn de vidre hasta llegar a las inmediaciones de Sarrià desde donde continuamos hacia Son Malferit. En la primera barrera nos abandona uno y en la segunda otros dos mientras los demás seguimos hasta coronar el coll de s'Heura y dudo si meterme por el camino viejo pero el comentario de un paseante acaba de decidirnos y la verdad es que no me acordaba de nada del trazado y tendría que haber bajado el sillín para intentarlo en condiciones pero si está toda la bajada igual hasta el pueblo puede ser muy divertida. Solamente hicimos el primer tramo y nos dirigimos hacia el área recreativa por asfalto y después hacia la fuente. Me entretuve y encontré el inicio del sendero del safareig que no encontramosla otra vez.

El siguiente objetivo es la Font del Rafal y tras los ruegos de algunos para no alargar innecesariamente el horario tiramos hacia abajo por la pista directamente al pont de sa turbina donde nos dejan algunos y sin renunciar a acabar como se había pensado remontamos por el camí des Correu hasta la carretera donde paramos a comer algo, y de paso confraternizar con algunos visitantes. Vuelta rápida a Esporles y sin perder tiempo en extras emprendimos el regreso no sin antes saborear la última trialera de subida por detrás de la gasolinera desandando después el camino que hicimos unas horas antes.

Misión cumplida.


Somos ciclistas

El excursionismo es una actividad en auge en todo el mundo y nuestra isla no es una excepción. Desde hace muchos años existen grupos organizados que han destacado en esta actividad deportiva. No los vamos a descubrir aquí. Fruto de ello ha surgido la necesidad de recopilar, ordenar y clasificar toda la información generada, con lo que la bibliografía sobre el tema es extensa y muy completa, y no solo gracias a los autores isleños; también los foráneos han aportado su visión, casi idílica, de nuestra tierra.

Pero a uno también le gusta montar en bici y quería comprobar cuan compatibles podrían llegar a ser estas dos aficiones. Por ello he querido presentar este trabajo de un modo diferente, es decir, no presentar la ruta sin más sobre un mapa partiendo de la base del cronómetro, sino crearlas a partir de unos itinerarios perfectamente localizables.

De todas maneras, lo único que he intentado es que sea un buen libro de consulta, que nos ayude a planificar las salidas y que nos sirva de base para preparar nuevos itinerarios a nuestro propio gusto y disfrute. Lo que se trata de ofrecer es una buena guía para poder disfrutar más si cabe, del ciclismo de montaña, mostrando distintas alternativas, con mayor o menor dificultad, pero siempre teniendo muy claro que lo que queremos practicar es CICLISMO DE MONTAÑA.

Esto no significa que enfoquemos esta actividad bajo una óptica profesional, es decir, orientada al entrenamiento, con constantes alusiones al cronómetro o al indicador de distancias. Nuestro enfoque es puramente aficionado, no nos interesa el tiempo que se tarda en recorrer cierto itinerario, sino lo que de él nos atrae y nos emociona.

Esto lo escribí ya hace tiempo. Y no he cambiado de opinión.


Santa Ponça

Un compromiso familiar me obligaría esta semana a acortar bastante el horario habitual de la salida sabatina, a la una en casa, por eso cuando me invitaron a salir la gente de RutasTramuntana me vino perfecto ya que es el horario que suelen hacer. Las otras opciones que barajaba me hubieran impedido volver a la hora convenida. Pero como sabréis hubo durante la semana mucho movimiento de correo respecto al tema de Alaró y nadie supo nada claro hasta el mismo viernes cuando se convino en preparar las cosas con más calma y de cuerpo presente, por lo que ya pudimos centrarnos en preparar la ruta conjunta.

Invité a mis dos compañeros de fatigas que declinaron la propuesta, no así los dos hermanos, Félix y Jose, que ya nos han acompañado en alguna que otra ruta. Y de este modo nos juntamos cinco bikeros en el aparcamiento de Palmanova para dar cuenta de una ruta por las cercanías. Los anfitriones eran M.A. Arenas y su cuñado Diego, con bici nueva según dijo, y empezaron por llevarnos a recorrer el paseo de Calvià hasta Magaluf para seguir hacia Cala Falcó por el interior de la urbanización. No había vuelto a pasar por allí desde mi participación en las 4 horas del año 2006 y recorrimos el circuito desde la playa en sentido contrario al de la carrera. Volvimos a salir a la avenida principal de la urbanización por alguna de las pistas que no encontré el día que fui solo y bajamos hacia la zona de Portals vells cruzando las tres playas donde algunos bañistas se atrevían solamente a tomar el sol.

Luego nos dirigimos hacia Cala Figuera campo a través pero sin llegar abajo ya que nos desviamos hacia la pista de entrada de la zona militar que continuamos prácticamente hasta el final aprovechando para ir a merendar en lo alto del Banc d'Eivissa. Nos costó partir, ése es un sitio muy especial.

Tocaba asfalto hasta la rotonda de la autopista (tramo a pulir) y me metieron después por el torrente, por un camino estrecho muy transitado que va vadeando el cauce cada cierto tiempo. Camino casi plano excelente para dar pedales de lo lindo y quedarse sopa cada dos por tres mientras te pones las pulsaciones a tope intentando llegar montado arriba en todos los repechos. Enlazamos con la carretera que tomamos hasta el polígono de Son Bugadelles y sin entrar en él giramos a la izquierda por el último camino y al fondo, frente a una casa, a la derecha, enfilando el bosque el cual vamos bordeando cerca de los chalés provocando la escandalera de los cansinos canes (pero que cansinos, por dios) pero nosotros a lo nuestro, hemos ido a divertirnos y eso es lo que vamos a hacer, que ladren si quieren.

Otra carretera, otro poco de asfalto en bajada hasta volver a meternos por uno de los caminos laterales para bordear un gran campo de cultivo pegado a la autopista. Sendero rocoso, con altibajos, de esos que hacen trabajar a la bicicleta sin descanso pero que no quieres que se termine aunque se te va marcando en las piernas más de lo que quisieras. Aparecimos en la carretera que sube a la cantera donde me decidí a bajar un pequeño terraplén donde la verdad no las tenía todas conmigo, no veía del todo claro el aterrizaje, pero se trata de vencer el miedo escénico que produce ponerse cabeza abajo, si lo logras es pan comido.

Acabamos como empezamos, de charla por el paseo hasta los vehículos y con una extraña sensación de que me había sabido a poco pero sabiendo también que no tenía el cuerpo para muchas más florituras y que forzar en una ruta más exigente en esas condiciones era provocar una petada en toda regla casi con toda seguridad.


No hay crónica

Esta semana es posible que no haya crónica de la salida que sí se efectuó el sábado, y no porque fuera un paseo por el paseo marítimo, realmente fue sabrosa y divertida, hasta nueva en mayor o menor medida para algunos del grupo, y es que se me hace difícil escribir algo coherente con el estado de ánimo alterado por una noticia que pasó a la lista Tomeu el domingo noche antes de que me pusiera manos a la obra.

Según parece se quiere inaugurar un tramo restaurado del camí de Solleric con unas flamantes señales de “prohibido el paso para motos y bicicletas”. Y uno se pregunta cuál es la razón de tal desfachatez y solo se me ocurre una: que la apertura (forzosa) de ese camino no ha sido bien digerida por los propietarios de la finca por donde discurre ya que la afluencia de visitantes ha sido muy numerosa y eso ha alterado su estado de ánimo. Eso puedo llegar a entenderlo, han sido muchos años de aquí mando yo y eso ahora ha terminado con el agravante de que el camino rodea la casa pegado a las paredes exteriores con las molestias que eso conlleva, pero no es mi culpa, antes se hacía así y hay numerosos ejemplos repartidos por la isla.

El último caso sonado y muy semejante es el Fangar, en Manacor, donde finalmente se ha conseguido que se abrieran las barreras a costa, eso sí, de que se aceptara una variación del trazado para alejar el paso de la gente de las casas. En cambio en otros lugares la administración ha cedido descaradamente a las pretensiones de los propietarios modificando los trazados de forma exagerada, tal como en Son Fortuny o Son Forteza por ejemplo y en otros ni siquiera le abren la puerta al celador como en el Rafal o s'Empeltada.

Yo creo que ha sido esta celeridad administrativa la que ha removido los estómagos de los bikeros, ese querer maquillar de forma tan burda una decisión que no tiene ni pies ni cabeza ni se sostiene por argumento alguno; ese querer marcar a la gente de fuera como si fueran proscritos o delincuentes para calmar a los de dentro. O sea, el propietario que necesite pasar puede hacerlo con el vehículo que considere oportuno pero un visitante en bicicleta puede ser multado en un camino idóneo para un paseo cicloturista y apto para todas las edades.

La idea de crear una ruta GR aprovechando los caminos existentes, remodelando otros y salpicarla de refugios repartidos por la sierra como gran reclamo turístico yo creo que no ha cuajado. La ruta no está completa y los refugios han tardado años en inaugurarse. Y se partió de una idea fija contra la cual aún se está bregando, la ruta debía ser sólo para senderistas. Y no parece que se esté muy dispuesto a cambiar ese aspecto aún cuando una gran cantidad de usuarios de estas vías son bikeros. La evolución de las máquinas lo ha hecho posible, es mucho más cómodo y divertido circular ahora por los caminos de montaña que antes, por eso somos muchos más. Pero el medio sigue siendo básicamente el mismo, una máquina a tracción humana con dos ruedas de goma, el medio que en la ciudad se presenta como la alternativa más sana y ecologista es demonizado en la montaña por agresivo y transgresor.

La famosa red cicloturista no es más que una maraña de carreteras de tercer orden asfaltadas con algunas señales de bici presente y 40 que evidentemente no usan más que algunos turistas despistados precisamente en esta época, cuando aún no apetece tumbarse todo el día en la playa.

A día de hoy ya he leído comentarios de todo tipo sobre el tema en los foros y blogs bikeros pero únicamente de una de las partes y como por la parte contraria ya se ha dado por finalizado el procedimiento creo que solamente nos queda el recurso de la protesta directa y contundente. Sólo hace falta poner el día y la hora, el dónde lo sabemos.

Aunque no haya crónica de la salida sí que hay fotos.


Solleric o cómo hacer un flan chino sin molde

Desde hacía mucho tiempo se veía aquella pintada en la piedra “Solleric 3€” aunque nunca sufrí ese oprobio en mis propias carnes, las pocas veces que pasé por allí no tuve problemas y la pintada se fue diluyendo con el tiempo aunque aún es visible. Y la cosa siguió más o menos igual cuando tras el cambio de bici la bajada por la canalización de Emaya era un poco más divertida que antes. Pero un buen día surge una noticia: se puede pasar por Solleric. Por ello se ha acondicionado parte del antiguo trazado desde la placeta d'en Sión hasta la barrera de Tossals, el resto, en la otra vertiente, sigue la actual pista asfaltada que rodea las casas y continua ya sin asfaltar, hasta la Font Figuera. Y era a partir de ese punto cuando la cosa se complicaba ya que el camino, aunque existente, era casi imperceptible; de hecho alguna vez estuvimos por allí precisamente para buscarlo y no lo vimos aunque una vez que te lo enseñan resulta de lo más evidente.

No ha pasado día que haya vuelto que no me encontrara a muchísimos bikeros por la zona. Parece como si la noticia hubiera activado algún resorte invisible que nos lanzara directamente hacia esos lugares. Mientras, el Consell la emprende con el xorrac y la pala y aparece ahí un señor camino que ahora están empedrando los margers. Pero claro, la gente no es ciega ni sorda, y se da cuenta de todo el barullo que ha nacido a su alrededor y parece que ha movido hilos de manera bastante convincente porque en uno de los últimos decretos el ayuntamiento de Alaró aprueba ésto.

http://ultimahora.es/mallorca/noticia/noticias/part-forana/el-ajuntament-prohibe-el-paso-de-bicicletas-y-motos-por-el-cami-de-solleric.html con la excusa peregrina de la conservación del firme. Así pues, toda la ilusión que tenía después de su apertura al público en general se ha visto diluida por esta actuación. Restaurar para a continuación prohibir con la excusa de la protección, pues como que no le veo el sentido.

Mi propuesta es la siguiente: que lo HORMIGONEN, como el del Pas de s'Escaleta y se acabaron las historias. ¿Para qué tanto empedrado? Eso es historia rancia, vamos a lo práctico. Manifestaciones delante del ayuntamiento, sí pero para exigir paso libre y si para conseguirlo hay que echar hormigón pues que se eche, total, buena parte dentro de Solleric ya está asfaltado. Pero no iría al camino, ya que no nos quieren allí nos tendrán en el pueblo toda la mañana dando vueltas, colapsando la villa, y así hasta que consigamos que se resuelva este despropósito, con o sin concreto.