Bufando voy

Hemos quedado esta mañana en compartir una ruta de ciclismo con parte del colectivo bikero de Mallorca. Decir que estábamos todos sería de ilusos, han ido los que han ido y punto. Doscientos bikeros y bikeras son solamente la punta del iceberg del mundillo de la isla pero son los que se han querido reunir para compartir tiempo y esfuerzo con el resto de compañeros. El punto de reunión y salida elegido es el aparcamiento del estadio municipal de Son Moix con todas las comodidades para la primera charla del día. Saludos a diestro y siniestro a todos los conocidos y a muchos de aquellos con los que se hace difícil coincidir en ruta. Yo había llegado con Carlos rodando para empezar a quitarme el frío, que no era mucho, aunque el día parecía que no quería despejar.

Ya se ha visto desde el principio que este año los organizadores no han perdido el tiempo, la autoridad competente estaba presente, había mesas montadas con bebidas y personal de un local comercial y otra recaudatoria para ayudar a un niño enfermo como nos ha recordado Agustín a través de la megafonía. Por cierto, he probado un prototipo de tija-pija de catorce euros en fase de desarrollo que me ha dejado buen sabor de boca, habrá que seguirle la pista hasta su puesta a punto definitiva.

Fotos de grupo y partimos escoltados por la policía por el camí de Jesús hasta el desvío de Bunyolí. La marabunta de ciclistas era brutal, ocupábamos cientos de metros de asfalto, no quiero pensar que hubiera ocurrido si no nos hubieran escoltado, pero para nosotros ha resultado de lo más relajado.

Ya fuera de la circulación todo ha sido más fácil, el Bunyolí es archiconocido, aunque no para todo el mundo por supuesto, y yo al menos he subido cómodo siempre con el mismo grupo. Me parece que ha llegado poca gente del siguiente grupo hasta el nuestro y se me ha hecho corto. Había señalización en todos los desvíos conflictivos y gente del grupo organizador repartidos a lo largo del recorrido por lo que no creo que haya habido despistes. Éstos, en lugar de salir escopeteados desde el principio, se han acercado con coches hasta unos puntos estratégicos para preparar el paso del gran grupo con lo que para ellos la vuelta hasta la salida no ha sido el final de su ruta sino que habrán tenido que volver a recoger los vehículos de una manera o de otra mientras los demás volvemos tranquilamente a nuestras casas.

Sin parar en la barrera como es habitual hemos continuado hacia el punto de avituallamiento situado en el cruce de Sobremunt pasando por el desvío de Can Manent. Referir respecto a eso que se pidieron permisos de paso por los sitios por los que se ha circulado. Normalmente no se hace, el amo de Bunyolí no tiene ningún inconveniente en dejarnos pasar como nos ha repetido en algunas ocasiones pero quiere que se respeten algunas normas básicas cuando circulamos por zonas rústicas, como no hacer ruido o no ensuciar, no dejar barreras abiertas o circular siempre por los caminos establecidos. Por la zona de Can Manent no suele haber problemas si acatamos esas normas básicas pero hoy era un día especial y han querido curarse en salud e informar al propietario, que no por amigo, vecino o bikero que sea no tuviera derecho a saberlo.

El avituallamiento, de primera. En un principio estaba pensado más para los que hacían la opción B, bajar por asfalto, que para los de la opción A, seguir hacia Maristela, pero me parece que les ha quedado poco a los que venían por detrás. Alguno tenía dudas sobre si continuar o no, al menos a los que me han preguntado les he dicho que siguieran, me encanta el terreno de arriba, es perfecto para una máquina de enduro, del tipo que sea, aunque algunos no se lo crean. Lo suficientemente plano para coger un ritmo decente sin tener que poner el plato pequeño y lo suficientemente técnico sin tener que estar superdotado físicamente para poder saborear cada roca y cada curva. Y hoy lo he hecho, he esperado que el grupo se dispersara para salir y no pillar trenecito y, aunque íbamos unos cuantos juntos, el ritmo era ligero.

En la zona de bajada he encontrado un grupito de Tramuntanaenduro poniéndose las protecciones y aunque yo me haya parado más adelante durante unos minutos no han pasado y he hecho la bajada prácticamente solo, hoy no he necesitado liebre para disfrutarla. Y además las cubiertas no me han dado problemas, se ve que son de secano puro, a pesar de tener que llevarlas bastante más hinchadas de lo habitual.

Cuando he llegado a la ermita estaban prácticamente todos ya con el buche lleno de otro estupendo avituallamiento que se agradece pero que me parece que es crear mala costumbre. Si la monto yo la quedada os vais a tener que auto abastecer, tenedlo por seguro. Después de calmar el cuerpo los cerebros han comenzado a funcionar y la gente urdía planes de escape que no fuera bajar por el cemento que era la opción más fácil y la más adecuada para la gran concentración de bikeros pero ya digo que una gran mayoría quería añadir un poco más de adrenalina a la jornada y optaba por la bajada clásica por los toboganes aunque eso supusiera llegar hasta Esporles. Yo tenía claro que no quería bajar por los toboganes porque no les tengo confianza y me superan pero queda la opción del desvío hacia el área recreativa y hacia allá que nos hemos ido un grupito aunque para no hacer lo de siempre he tirado hacia la bajada del pozo. Ha gustado esa bajada, cuatro piedras al principio y rápida después que te deja cerca del castellet. Mientras comentábamos si bajar por un lado o por otro a las mesas ha llegado un grupito de poferos que venían de otro lado y que tampoco querían pasar por los toboganes por lo que hemos hecho piña para acabar la ruta juntos.

Sendero hacia la fuente pero tras debatir un rato en una encrucijada decidimos buscar el sendero del safareig de Bellavista, ya fuera de programa. Creíamos que sería coser y cantar ya que algún grupo se había encargado de despejarlo pero ni lo hemos visto ni lo hemos olido. Es una lástima pero los bosques sin explotar se convierten en verdaderas selvas (hay fotos) por las que se hace difícil, no ya pedalear, sino simplemente pasar. Numerosos árboles caídos y el carrizo que crece sin control hace que a veces desaparezca el compañero que tienes delante, la única solución es el buen humor y seguir adelante aunque no sepas si vas a derechas o a izquierdas. Al final ha aparecido el dichoso safareig que, aunque tiene riego de agua, está casi seco. Yo me acuerdo de haber ido desde la fuente hace tiempo pero cuando estuve hace poco comiendo por allí, busqué el sendero y no pude encontrarlo, igual que hoy.

Desde allí no hay problema en llegar al pueblo y sin pararnos hemos vuelto a subir hasta el coll de s'Heura para girar por Son Malferit sin encontrarnos a nadie más ya que seguramente hacía mucho tiempo que habrían pasado.

Mis felicitaciones públicas a los organizadores por su trabajo y desvelo en su desempeño, que no ha sido poco y qué más puedo decir, yo me lo he pasado fenomenal, y espero que haya contribuido a que alguno más pueda decir lo mismo. Salud, y hasta la próxima amigos, y gracias.