Fiesta fin de año

Había estado toqueteando la bici y no me acababa de convencer el resultado, de hecho a día de hoy al redactar esta crónica tampoco lo tengo resuelto al 100% pero al menos puedo salir, pero lo que quería comentar es que no salí con el grupo a Algaida y preferí rodar por las cercanías por si las moscas no sea cosa que algo falle y me pille desubicado, así que me acerqué al Deca, casi serían ya las 9h. para comprobar si algún rezagado había tenido la misma idea que yo y había gente, los vi de lejos pero no fue hasta acercarme que los reconociera, ese maillot es inconfundible.

Grupo pequeño cuando llegué pero a medida que pasaban los minutos iba creciendo hasta llegar a la quincena como mínimo, aquí está pasando algo raro, resulta que es una especie de quedada tradicional de fin de año de los bous bufats ya que aparecen todos ellos con múltiples viandas y bebidas de todo tipo, y a juzgar por las etiquetas, bastante potentes, aunque como pude comprobar después las que no la llevan son las más explosivas. Pero no me uní al grupo por esas circunstancias evidentemente, se extrañan bastante esas salidas grupales numerosas cuando cualquier problema parecía nimio, reinaba la camaradería y hasta había tiempo para comerse un bocata entre medias, está claro que ahora cuesta más encauzar este tipo de eventos aún entre los mismos sujetos, por esto no me quise perder esa oportunidad aunque sea de rebote.

Dicen que vamos a ir al castillo de Bellver, ya me va bien, y lo que hacemos es un acercamiento por el carril bici a Son Puigdorfila y rodar un poco por el torrente después de catar algunas de las rampas de bajada que existen por la zona para llegar a los viales de lo que debía ser una urbanización y atravesar la calle para meternos entre los edificios para salir por detrás y me gustó porque a pesar de haber ido alguna vez pensaba que no tenían salida, solo acceso vecinal, pues no, y es interesante. Una vez atrás hicimos la subida en paralelo al límite del bosque para realizar a continuación la bajada hacia el mismo punto donde ya pude intuir como podrían comportarse los nuevos frenos, hay varias opciones de itinerario por lo que está claro que fue la primera pero no la última visita que efectuaré por la zona, está claro.

Ahora sí entramos en el bosque y volvemos a subir en paralelo hasta arriba para llegar en llano hasta el castillo donde alguno quiso demostrar y demostró que las escaleras de acceso también se pueden subir sin ayudas. Continuamos por trialera hasta la carretera de la capilla para volver a enganchar la subida asfaltada a la explanada para pillar justo después la bajada hasta el parque infantil donde pillamos mesa y donde se fueron desplegando bandejas, tupers, turrones, embutidos, algún que otro pan, y demás manjares, tampoco faltó bebida típica, menos agua vi de todo, vino, orujo, herbes, como para no ponerse a tono y aún así insuficiente para algunos que quisieron continuar el fin de fiesta en otros locales.

Y así, sin ninguna planificación previa, pude disfrutar de un buen ágape y mejor compañía cuando mi plan solamente era rodar un poco en plan tranquilo y como mucho acometer alguna bajada para ir probando las nuevas pinzas de freno e ir anotando sensaciones y aunque se apreciaron algunas ausencias también es agradable constatar que las buenas costumbres no se pierden y lo de pedalear engancha y mucho.

VISCA EL MTB, VISCA!!!


Lo que diga ChatGPT

El autor comienza su crónica mencionando sus dudas sobre el estado de su bicicleta. A pesar de sus inquietudes, decide no unirse al grupo que se dirige a Algaida y en su lugar sale a rodar por los alrededores por precaución. Se dirige a una tienda y encuentra a un grupo de ciclistas, en su mayoría, participantes de una reunión anual que parece más una celebración festiva que un paseo ciclista tradicional. Aunque no se une a ellos por la atmósfera de fiesta, extraña las salidas grupales donde reinaba la camaradería.

Posteriormente, se une al grupo en una ruta hacia el castillo de Bellver a través de caminos familiares y descubre nuevas vías de acceso. Disfruta de las subidas y bajadas, probando los nuevos frenos de su bicicleta y se aventura por senderos en el bosque. Finalmente, llegan al castillo, algunos suben las escaleras sin ayuda y todos disfrutan de un festín improvisado en un parque infantil con una variedad de alimentos y bebidas típicas.

A pesar de no planearlo, el autor disfruta de la buena comida y compañía, agradeciendo la espontaneidad del evento. Concluye resaltando la satisfacción de pedalear y la constancia de las buenas costumbres en el ciclismo de montaña.


No hay duda

Después del lapso vacacional entre medias en los que la bici no ha estado presente y menos en la semana siguiente que ni siquiera he pedaleado en casa me atrevo a apuntarme a una salida grupal por la zona de Sant Salvador y en la que me aseguran que habrá bajaditas nuevas, zona que tengo muy poco trillada y que sería incapaz de recorrer solo sin ayuda tecnológica aunque la voy recordando a medida que va transcurriendo la ruta porque en esta ruta en particular sí tenía recorridos bastantes tramos, algunos de ellos en sentido contrario y eso hace que sean prácticamente nuevos para mí.

Nos acercamos pronto al punto de reunión y constato al momento que los motorizados van a ser mayoría, solamente somos dos de siete los que vamos en bici, bicicleta nada más, la de siempre, no hace falta adjetivarla, mtb si quieres para distinguirla de los demás tipos. Realmente se me hace difícil abstraerme a este tipo de comentarios ya que aunque la intención de compaginar ambos tipos de máquinas sobre el terreno es loable por parte de los participantes en la práctica es más que difícil y no es solamente una percepción mía.

La ruta propuesta por Dani (Dahero) nos introdujo por los recovecos de Sant Salvador empezando desde el cementerio y tomando desde su inicio el camí Vell de Sant Salvador, a tramos asfaltado, a tramos menos y en la propia subida, empedrado. No es casualidad que allí encontremos las mayores dificultades ya que ataca la ladera del monte con mucha mayor pendiente aunque es compatible con subir en bici, evidentemente hay tramos más rotos que otros pero en general, factibles, sobre todo si los afrontamos en el inicio de la ruta. Llegamos arriba y tomamos una variante aunque parece que todas las posibles llegan a enlazar en la bajada común por Son Gall (rogaría algo de comprensión si me equivoco en la descripción o la nomenclatura de los sitios, soy muy novato por allí, aunque si se me lo hacen notar en los comentarios no habrá problema en rectificar lo que haga falta). Esa bajada no es la primera vez que la hago pero no completa, hay algunos pasitos que necesitan apoyo psicológico, la próxima vez quizás.

El siguiente tramo desde el cruce de pistas es más sube baja y sumamente divertido y se dirige hacia ses Comunes, muy recomendable. Desde allí enlazamos con una pista de acceso a unas casas y de la que nos desviamos por un sembrado en un continuo sube baja por senderos y caminos más anchos pasando por el coll de sa Rota Penjada y trazando un amplio círculo por la zona de Binifarda circulando en parte por la carretera de acceso al Castell de Santueri a cuyas puertas no llegamos para volver al coll y dirigirnos hacia el sur para a continuación realizar un giro hacia el norte pasando por el coll des Colcador de sa Nuvía y llegando a la carretera de Portocolom.

La ruta pensada tenía otra ascensión a Sant Salvador y una bajada nueva y no conocía lo que me esperaba, lo que sí sabía es que estaba ya cansado y la idea de volver al pueblo por asfalto me la planteé pero se ve que sin la suficiente convicción por lo que continué adelante aunque con evidentes dificultades, a cola y sufriendo, Colau, el otro bikero, al estar más entrenado los podía seguir con más facilidad, yo no y aun así subí hasta la capella aunque me tuve que tomar un gel de azúcar para revivir pero valió la pena por la bajada, una de las tantas que me quedan por descubrir en la zona.


ChatGPT lo borda

El texto narra la experiencia de una persona que retoma la actividad en bicicleta tras un período de inactividad. Decide unirse a una salida grupal por la zona de Sant Salvador, donde se encuentran con mayormente motociclistas y solo unos pocos en bicicleta de montaña (MTB). A pesar de la diferencia entre los vehículos, el grupo comienza la ruta dirigida por Dani (Dahero), explorando los caminos de Sant Salvador desde el cementerio.

La ruta incluye tramos asfaltados y empedrados, desafiando pendientes pronunciadas. A pesar de las dificultades, logran subir y explorar diferentes variantes en la bajada por Son Gall. Continúan hacia ses Comunes y atraviesan senderos y caminos, pasando por lugares como el coll de sa Rota Penjada y Binifarda. Luego, se dirigen hacia el Castell de Santueri y vuelven hacia el sur, pasando por coll des Colcador de sa Nuvía y llegando a la carretera de Portocolom.

Aunque la ruta planeada incluía otra ascensión a Sant Salvador y una nueva bajada, el narrador se siente agotado y considera regresar al pueblo por asfalto. A pesar de esto, continúa con dificultades y agotamiento, mientras su compañero, más entrenado, lo sigue con mayor facilidad. A pesar del esfuerzo, logra llegar hasta la capilla y disfrutar de la recompensa: una emocionante bajada, una de las muchas por descubrir en la zona.


De enduros y demás

Salidita de antes de vacaciones, corta y cercana, y a poder ser, inédita. Muchas condiciones me parece que pones tú y casi incompatibles entre sí pero echemos un vistazo al capítulo de pendientes antes de tirar la toalla y ahí va la sorpresa, aún queda algo por Na Burguesa, me acuerdo que la vi en un video y seguramente en la aplicación naranja, tendría que consultarla para cerciorarme de cómo la han bautizado pero lo que tengo muy claro es su inicio, del resto lo sabremos al transitar.

Acercamiento clásico por el carril bici hasta Madre Alberta donde no quería abandonar el asfalto pero me vi obligado y bajé por la rampa hasta el fondo y decidirme por el pase del torrente en lugar del rampón final, decisión muy acertada. Ahora me queda la ascensión por asfalto hasta el coll des Vent y sin más dilaciones que las necesarias en estos casos continúo hasta la pista de la carena de la cual me desvío para ahorrarme las primeras rampas de hormigón aunque ahorrar no es el término adecuado porque la alternativa ni es más corta ni tiene menos dificultad que la misma pista, para bajar igual conviene pero para subir desde luego que no. Superado el escollón sigo avanzando hasta la pista de Bendinat estando el desvío a pocos metros de la barrera, ahí si hice un alto para sujetarme las protecciones y de paso dar tiempo a que se presente alguien y que podamos hacer la bajada juntos, espera en vano por otra parte.

La primera parte siempre se me atraganta en algún paso si voy solo y es más que nada por falta de convicción aunque no está exenta de cierta dificultad (una cosa llevará a la otra, supongo) y le sigue un tramo donde mi máxima preocupación es no reventar las gomas, afortunadamente eso no sucedió y pude llegar al desvío sin excesivas apuros.

Observo el nuevo sendero en su mismo inicio y no atisbo signos de construcción ninguno, simplemente la rodada impresa en el suelo y también hitos cada cierta distancia, elementos más que suficientes para poder recorrerlo sin temor a desviarse, las equivocaciones son más técnicas que otra cosa ya que en algunos puntos la dificultad es más que evidente y además yendo solo arriesgo más bien poco. Aparte de la curiosidad que me ha llevado hasta aquí quería tener mi propia traza de ese recorrido y justamente no se grabó ni me di cuenta del fallo en ese momento, la parte de insatisfacción por la ruta es por ese motivo, restará pues volver en otra ocasión y a poder ser sin prisas y acompañado, a ver si damos buena cuenta de esos pasos que se resistieron.


ChatGPT

El relato narra una breve excursión antes de unas vacaciones, con la intención de ex-plorar un nuevo camino en Na Burguesa. A pesar de las condiciones desafiantes, se decide aventurarse hacia este destino.

El recorrido comienza por el carril bici hasta Madre Alberta, donde se desciende por una rampa hacia el fondo y se elige seguir el paso del torrente en lugar de una pendiente abrupta, una elección acertada. Luego, se asciende por asfalto hasta el coll des Vent y se continúa por la pista de la carena, desviándose para evitar las primeras rampas de hormigón.

Tras superar un tramo difícil, se avanza hacia la pista de Bendinat y se hace una pausa cerca de una barrera antes de descender, esperando a alguien para acompañar en la bajada, aunque esto no sucede.

El camino presenta desafíos, especialmente en tramos solitarios donde la confianza juega un papel clave. A pesar de la preocupación por el desgaste de las ruedas, se llega a un desvío y se observa un nuevo sendero sin señales de construcción, solo con huellas en el suelo y hitos a intervalos regulares. Sin embargo, debido a un fallo técnico, no se graba esta parte del recorrido, generando una sensación de insatisfacción.

El narrador expresa el deseo de regresar en otra ocasión, con más tiempo y en compañía, para poder explorar y grabar correctamente los pasajes que quedaron pendientes.


De fisgoneo

Empezamos diciembre con ruta, que ya es mucho decir pese a tener que apechugar con varios condicionantes de inicio, el más significativo, la disponibilidad, ello implica el tener que asegurarme una perfecta localización en caso de requerirse mis servicios, y casi siempre suele implicar una ruta más rodadora que otra cosa pero en esta ocasión quiero añadir una guinda y que sea una que no pruebo desde hace tiempo y que me va a venir al pelo para comprobar una serie de cuestiones.

Así que partimos en solitario hacia la Indioteria para cruzar hasta Son Macià y esta vez directamente hasta la salida, mencionar que el patio de las casas está vallado y que hay algún tipo de maquinaria de construcción por allí pero al menos desde fuera no se nota gran cambio, huecos tapiados y poco más es lo que se intuye, ya veremos.

Me meto por la primera calle de la urbanización y quiero rodear la finca de los caballos sin conseguirlo y para no volver atrás para coger el sendero sigo recto y donde me cruzo con un grupo de biker@s en prácticas antes de acceder a la carretera cerca del centro comercial, trazado que sigo hasta el primer camino que se puede tomar y tras algunos zigzagueos empalmar con la otra carretera para poder contemplar justo enfrente mi objetivo del día, el Puig de s’Estremera.

Esta montaña tiene en su base una pequeña parcelación y uno de sus ramales accede directamente a la pista interior pero prefiero ir a ver la entrada principal porque últimamente siempre tiene la barrera cerrada aunque también hay una peatonal y compruebo que está abierta. He dejado de lado definitivamente el acceso de Can Morro y Can Picarola y más allá la Comuna de Bunyola ya que lo han blindado, ni entras ni sales.

Bien, ya estoy dentro y solo debo continuar por la pista que da acceso a los 4 chalés que hay por allí y que empalma con el camino comentado anteriormente, si se puede hacer ese pase por el interior y no te machacan después, que esa es otra, podría suponer la vía de escape en caso de subir o bajar de la Comuna sin tener que desviarse por Cas Bergantet, de todas maneras el acceso de una pista a otra nunca ha estado abierto, estaba vallado y eso implicaba tener que saltar la pared de piedra, ahora comprobaremos cómo está. Pues mira, está más despejada aunque la valla persiste y está abierta pero como puedo comprobar es solamente porque hay obras en una de las casas y precisamente sale un camión por allí.

No pierdo mucho tiempo con eso porque los caballistas que he adelantado antes están llegando y no quiero que me pillen ya que el sendero es cuesta arriba todo el rato aunque sin llegar al agobio ni por asomo. Cuando empalmo con la pista empiezo la subida desde allí con la ingenua convicción de que aquello no es ni mucho menos duro pero evidentemente tenía los recuerdos muy dulcificados de ese tramo, suelo consolarme diciéndome que en sentido contrario aún es peor.

Lo que me extrañó es que llegaran los caballistas casi al mismo tiempo, prueba (no empírica, desde luego) de que había subido a paso de tortuga pero subido montado al fin y al cabo. La mujer me preguntó si tenía permiso de paso a lo que contesté afirmativamente y prosiguió con una advertencia, “a sa madona no li agrada que passi gent per aquí”, no sé si la madona sube mucho por allí o solamente tiene constancia por las quejas de los que sí tienen permiso, se supone que ellos sí tenían si es que lo necesitaban, o de los mismos cazadores, uno me encontré y solo nos saludamos.

Dejé que se alejaran por delante y ya no sé por dónde se fueron, lo que sé es que yo bajé hasta el cruce e intenté volver a la entrada de la urbanización y me encontré una barrera cerrada a mitad de camino donde empieza la pista y no pude pasar, me tocó volver atrás e intentarlo por la cantera donde sí sabía que encontraría otra barrera cerrada pero con la esperanza de poder pasar por un lado u otro, vana esperanza porque el paso está muy bien sellado y no quedó más remedio que saltar la rejilla por donde pude y escaparme por el acceso del vecino que estaba abierto, en mi descargo podría decir que no me di cuenta de que accedía a su propiedad pero la culpa es la misma por lo que el descarte es definitivo, de hecho ese tramo estaba incluido en varias rutas que he tenido que modificar y hacer el mismo recorrido por carretera pese a sus riesgos evidentes.

Vuelta por Son Vivot, Son Pizà y más allá aunque la traza se detuviera por allí, creo que fue donde coincidió precisamente cuando me llamaron por teléfono y por alguna razón dejó de grabar aunque es un problema recurrente que tengo y que debo estar controlando por si sucede aunque muchas veces no me doy cuenta en el mismo momento, por eso a veces las trazas presentan rectos y fastidian, la verdad, sobre todo si coinciden con algún tramo que verdaderamente necesitaba.


Lo que diría ChatGPT

Comienzo de diciembre con un recorrido en bicicleta, enfrentando desafíos desde el principio, especialmente la disponibilidad. Necesito asegurar una ubicación adecuada para mis servicios, lo que generalmente implica una ruta más rodadora. Sin embargo, esta vez, busco añadir una experiencia diferente al dirigirme hacia Indioteria, pasando por Son Macià, y explorando el Puig de s’Estremera.

En el camino, me encuentro con vallas y maquinaria de construcción en el patio de algunas casas, pero aparentemente sin grandes cambios visibles desde el exterior. Al navegar por la urbanización y sortear una finca de caballos, me cruzo con ciclistas no-vatos antes de llegar a la carretera cerca del centro comercial.

Mi objetivo, el Puig de s’Estremera, se vislumbra enfrente. A pesar de tener opciones de acceso, decido explorar la entrada principal, dejando de lado otras rutas previstas. Al adentrarme, constato que la barrera peatonal está abierta, aunque he descartado otras entradas cerradas, como Can Morro, Can Picarola, y la Comuna de Bunyola, completamente blindada.

Avanzo por una pista que conduce a chalés y se conecta con un camino previo, con la esperanza de que esta conexión sea una vía de escape en caso de necesidad. Sin embargo, me doy cuenta de que el acceso entre pistas, antes vallado, ahora está más despejado debido a obras cercanas.

Mientras avanzo cuesta arriba, adelanto a jinetes y me advierten sobre la posible restricción de paso, aparentemente por preferencia de la "madona". Después de separarme de ellos, al intentar regresar a la urbanización, me topo con una barrera cerrada en la pista, lo que me obliga a buscar una ruta alternativa a través de una cantera. Finalmente, consigo continuar mi camino, pasando por Son Vivot y Son Pizà, aunque mi segui-miento de ruta sufrió interrupciones.

Este viaje en bicicleta estuvo lleno de desafíos inesperados, desde barreras cerradas hasta problemas técnicos. A pesar de los obstáculos, la exploración y el descubrimien-to fueron partes fundamentales de esta experiencia.

Coma Bella

Poca cosa sé de la ruta que me han propuesto, solo que va a transcurrir por Na Burguesa y que va a haber una importante participación de los Bous Bufats, uep, magnífica ocasión entonces para coincidir con algunos bikeros con los que he compartido afición durante estos años y que lógicamente el tiempo y demás circunstancias a veces nos van distanciando irremisiblemente.

No se ha quedado muy temprano y aun así solo me da para llegar casi puntual, están todos allí y no son muchos, la verdad, para lo que estábamos acostumbrados hace años cuando se nombraba a este grupo, archiconocido en la isla por ser los artífices de las quedadas más memorables que podemos recordar, nombraré a los presentes y espero no dejarme a ninguno, Juan García, Alfonso, Miquel Àngel, Josan, Sebas, Carlos, Aurelio, Sito, el agasajado, y yo, que no soy bou pero sí bien recibido.

Dicen de subir al monumento desde Gènova y probamos de atravesar la zona vallada aprovechando que la puerta de la rotonda de Madre Alberta está abierta aunque sin saber seguro si podremos salir por la otra rotonda, que fue que sí ya que al parecer se han abierto pasos por la rejilla para ir de un lado a otro como antes. La subida dura la hacemos por la parte más fácil con reagrupamiento en la explanada ya que los ritmos de los motorizados y los que no son muy dispares y esta circunstancia obliga a repetir este proceso en bastantes ocasiones durante el transcurso de las rutas.

En el coll des Pastors toca decidir camino y se plantean diversas opciones y evidentemente propongo algunas que no parecen convencer, en realidad ni siquiera lo planteo en serio, si alguno se ha tomado la molestia de proponer o preparar una ruta que decida él qué cambios quiere plantear y tras algunas deliberaciones se decide continuar directos hacia el coll des Vent para continuar hacia el Pujol des Gat por la serpiente (vaya nombrecito) y proseguir directamente hacia la Coma Bella, plato fuerte del día y además inédito. En parte, porque es uno de esos itinerarios que he ido a investigar y que resultaron fiasco y además lo intenté desde arriba y desde abajo, mientras que el trazado está claramente grafiado en los mapas resultó impracticable sobre el terreno de ahí que mi curiosidad fuera en aumento a medida que nos íbamos acercando al punto de inicio de la bajada.

Es fácil de llegar y de hecho lo hice el primero ya que después del pateo de subida bici al hombro que no nos lo quita ni dios me tiré hacia abajo sin esperar a nadie y no debieron seguirme porque nadie me pilló y el primero se presentó pasados algunos minutos. Pero aún seguía faltando gente y los motorizados deciden volver atrás a ver qué sucede y confiando que no sea nada grave y al cabo de otros tantos minutos se presentan con los rezagados y uno de ellos ha roto la patilla enganchando el cambio en los radios y como buenamente han podido lo han desmontado junto con la cadena y viene sin poder pedalear. Otro vistazo más detenido en el sitio parece confirmar que el problema solo es de la patilla y Josan encuentra una en su mochila de la que había perdido toda pista, se coloca y todo parece rodar como al principio por lo que podemos partir para conocer la nueva bajada.

Juan nos va guiando pero no es difícil de encontrar, de hecho la primera parte del camino es la más clara teniendo en cuenta de que no se ha circulado por él durante bastantes años y cuando se encajona dentro del torrente es cuando vienen las sorpresas porque se ha hecho una limpieza casi a fondo y aunque el piso se vuelve más irregular se puede circular bastante bien aunque con algunos pasos complicados y para algunos, insalvables encima de la bici, la verdad es que tengo mucha curiosidad por saber quién o quienes han podido acometer dicha limpieza.

Tras el paso más estrecho se vuelve mucho más rápido y fue donde al lanzar la bici y no estar muy al tanto de las piedras del suelo y que seguramente iría también algo bajo de presión, le di un viaje a algún pedrusco y acabé con la llanta en el suelo a la vista ya de la carretera por la que volvimos directos a la ciudad después de cambiar mi cámara, sí, cámara.


Encontraréis la prueba gráfica de lo que cuento en la cuenta de Youtube de @sitobikebiciaventura116.


Resumen ChatGPT

El texto describe una salida en bicicleta en la que se une a un grupo llamado Bous Bufats en Na Burguesa. Aunque el grupo no es tan grande como solía ser, se reúne con algunos viejos amigos. Juntos, deciden una ruta que incluye subir al monumento desde Gènova, superando algunos obstáculos y reagrupándose varias veces debido a diferentes ritmos. En el coll des Pastors, discuten las opciones de ruta y finalmente eligen una ruta hacia el Pujol des Gat y la inédita Coma Bella.

Durante la ruta, uno de los participantes tiene un problema con su bicicleta, rompiendo la patilla del cambio. Después de encontrar una solución temporal, continúan hacia una nueva bajada. La ruta ofrece sorpresas, ya que han limpiado el terreno, aunque algunos tramos son complicados de pasar en bicicleta. Más adelante, el narrador sufre un pinchazo y cambia la cámara de su rueda antes de regresar a la ciudad.


Sosa, sosa

Los días de salida que coinciden con semanas de guardia no conviene adentrarse mucho en según qué parajes por si se produce alguna llamada de urgencia y me pille fuera de cobertura lo que me obligaría a consultar demasiadas veces el teléfono por si las moscas, por eso elijo rutas más llanas y aunque suelen ser de mayor kilometraje que las montañeras casi siempre sueles estar localizable y así me evito problemas y disgustos, de ahí que esta ruta fuera de este tipo y como casi siempre sin un itinerario definido al ciento por ciento.

En un principio quería pasar por el punto de reunión habitual del polígono de Can Valero aunque sin haber quedado con nadie y si pensaba llegar de hora (al menos en la que suponía que podría encontrar a alguien) todo se fue al garete bajando la cuesta hacia la calle Jesús donde me di cuenta de que había perdido un soporte y pese a que tenía que ser visible perfectamente no lo encontré, ahí perdí bastante tiempo por cabezonería sin ningún éxito y como tampoco había nadie reunido más adelante seguí solo.

Pensé en llegar hasta Establiments por el polígono y remontar la cuesta hasta el semáforo dicho lo cual proseguí hasta el camí de la Real para continuar en dirección norte y tomar el desvío del Parc Bit que es más cuco para la mtb. Casi lo único que me interesaba era la bajadita de ses Rotgetes que no la tenía bien grabada del último pase, todo bien en ese entorno y me temía que fuera ya lo último en tierra que iba a acometer en la jornada, el resto sería asfalto y más asfalto, de hecho proseguí por la carretera de Sóller hasta el camí de sa Cantina para recorrerlo en su totalidad hasta la otra carretera que a la postre es la que tomé para volver a la ciudad directamente, como se puede ver, excepto dar pedales poco más se puede salvar de esta salida, sosa pero salida al fin y al cabo.


Resumen ChatGPT

Por lo que entiendo, estás describiendo una salida en bicicleta, donde planeabas seguir una ruta más llana debido a las posibles llamadas de urgencia que podrías recibir si estás de guardia. Al parecer, tu ruta estaba menos definida y pensabas pasar por un punto de reunión en Can Valero, pero al perder un soporte y no encontrarlo, decidiste continuar solo.

Luego, tu ruta incluyó pasar por Establiments, seguir hacia el norte por el camí de la Real, tomar el desvío del Parc Bit y disfrutar de la bajada de ses Rotgetes. Después, te dirigiste principalmente por carreteras, incluida la carretera de Sóller y el camí de sa Cantina, antes de regresar a la ciudad.

Parece que tu salida fue más centrada en recorrer caminos y carreteras, con el principal interés en la bajada de ses Rotgetes y el resto del trayecto siendo principalmente por asfalto. Aunque puede que esta ruta haya sido menos emocionante en términos de terreno y paisaje, cumplió su propósito de mantenerte en áreas donde podrías mantenerte localizable en caso de una llamada de emergencia.


Activando

Actividad física

La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.

Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.

Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.


Deporte Es una disciplina donde se hace ejercicio físico, se compite y está estructurada con reglas.


Una vez aclarada la disquisición semántica entre estos dos términos, (o tal vez no, hay quién aún podría opinar que en realidad son sinónimos), podremos convenir que en la salida de Esporles solo pretendíamos alcanzar unos logros que bien podrían resumirse en un “mover el trasero” aunque en el caso que nos ocupa este se mueve más bien poco, quizás “marear los pedales” fuera más idóneo, por esto mismo y porque no sucedió nada relevante durante la ruta poco o nada queda por contar, ni me embistió ningún vehículo en el tramo de asfalto hasta el pueblo ni me recriminaron el paso por Son Malferit pese a haber colocado los carteles de prohibido el paso a bicicletas en cada entrada de la finca, y es que además últimamente siempre veo a alguien en las casas cuando este hecho no era costumbre ni mucho menos, quizás lo más descollante fuera el encontrar cada día más deteriorado el tramo de camino de bajada antes de llegar a la tercera barrera.

La presencia de senderistas en bastantes épocas del año son simbólicas en ese tramo, la verdad es que iniciar el GR desde la UIB no parece convencer a la mayoría, está muy lejos de Sarrià que es donde realmente podemos decir que empieza el camino y además acabar en el coll de s’Heura, pues qué quieres que te diga, yo lo veo muy forzado, quizás intentar recuperar el camí vell directo desde Establiments por el coll d’en Portell fuera más apropiado pero desde luego no más fácil que usar un itinerario ya existente.


Acompañado

A la segunda va la vencida y aunque de guardia me pude acercar al punto de encuentro con el grupo que según me contaron se quedaban por la zona, todo encajaba al dedillo ya que tampoco quería pasarme de horario y preveía que con 4 horas por las cercanías tendría más que suficiente, siempre teniendo en cuenta que rodar en grupo suele ser más lento, hay más paradas y retenciones.

Llegué con solo algunos minutos de retraso debido al encuentro con otro compañero de rodada al que acompañé hasta su punto de salida donde había otros conocidos por lo que es de obligado cumplimiento un saludo afectuoso y un buen apretón de manos, pero el reloj no se para por nada ni por nadie de ahí esa pequeña demora inicial por mi parte.

Rodar por Son Suredeta no es tan fácil como antes por el nuevo vallado y hay que ir a encontrar entradas un poco más lejos, cerca de las calles del golf pero es que la salida es aún peor, no quisimos llegar a la barrera de primeras y algún motorizado subió la pendiente de la rotonda para corroborar que tampoco tiene salida, volvimos atrás pero no pudimos salir hacia la carretera y regresamos a la barrera para encontrar un paso un poco más arriba que creo que no estaba el día que pasé por allí, después de eso no tuvimos más problemas para llegar al cuartel que los inherentes al camino en sí y después de eso carril bici hasta Gènova.

Los menos asiduos a estos lares no conocen todos los pormenores de la ruta y aceptan subir conmigo por la línea directa aunque se trate de un sobre esfuerzo más que aceptable mientras que los demás prefieren la comodidad del camí vell. Recorrido típico hasta el coll des Pastors desde donde tomamos la bajada hacia el mirador d’en Alzamora con visita incluida para volver a enlazar con el camino ancho después de una muy divertida y pedregosa bajada, pasando a continuación por detrás de la caseta de cazadores para ir al encuentro del cortafuegos, quizás yo hubiera preferido el sendero del bosque pero no me hicieron caso, de todas formas los días que voy de paquete no suelo insistir mucho con las variantes.

Próximo reto, el dh y que debía consistir en no poner pie y eso significaba encarar el tramo de bajada del pino con franca decisión, del resto no recordaba que no fuera asequible. Pues no, podría alegar que el de delante paró y yo le secundé pero también es muy probable que yendo yo delante hubiera pasado lo mismo, no es de gran dificultad el paso pero lo has de encarar bien desde arriba y si eso sucede se pasa sin problemas.

Podríamos haber vuelto por Son Muntaner para no pisar la misma traza de la mañana pero se prefirió así, el reto era llegar pronto al bar donde me enteré que Sito quería celebrar su aniversario y también Fibras y compañía que compartían mesa en la misma terraza y con el cual hice el último recorrido por el interior de la ciudad antes de proseguir hasta mi punto de final de ruta.


Resumen ChatGPT

En mi segunda ocasión intentando encontrarme con el grupo de ciclistas, logré llegar a tiempo a pesar de algunos encuentros con otros compañeros de ruta. La ruta por Son Suredeta fue un poco más complicada debido a las nuevas vallas y barreras, pero finalmente logramos llegar al cuartel y luego continuar por el carril bici hasta Gènova. Algunos ciclistas prefirieron la ruta más directa, mientras que otros optaron por el camino antiguo. Pasamos por el coll des Pastors y tomamos una divertida y pedregosa bajada hasta el mirador d'en Alzamora. Luego seguimos por detrás de la caseta de cazadores para enfrentar el desafío de la bajada del pino sin poner pie. En lugar de regresar por Son Muntaner, decidimos ir directamente a un bar donde algunos amigos celebraban aniversarios. Después de un último recorrido por la ciudad, terminé mi ruta.


Siesque...

Había quedado en salir con la tropa el sábado pero trastear el teléfono tiene a veces consecuencias inesperadas y despertarse tarde puede ser una de ellas, así que se me pasó la hora convenida y me quedé compuesto y sin novia, cierto que me esperaron un rato y que después por alguna incidencia mecánica de uno y la cháchara prolongada de otros perdieron aún más tiempo y quizás los hubiera pillado arriba en la cadena de Bunyolí pero es que ya ni fui por allí, en el desvío de abajo opté por continuar por carretera, había decidido llegar hasta Calvià en uno de esos días en que me parece que la opción asfalto tampoco sea tan mala. No llegué ni cerca del pueblo, hice el coll des Tords bien pero al llegar al cruce había gente con señales, resulta que era el día que se celebraba una prueba deportiva en Calvià, duatlón, triatlón, no sé, no estoy puesto en el asunto y no dejaban continuar, bien por ellos, el tiempo que estuve por allí detuvieron a todo tipo de vehículos, vaya gracia, un letrerito informativo en el desvío tampoco hubiera sobrado, supongo que alguna queja formal les habrá caído por listillos.

El tema es que no me quedó más remedio que subir hasta el coll des Vent y decidir allí el siguiente paso que por las ganas que tenía intuía que no iría mucho más allá, como mucho catar tierra en la bajada y ni siquiera por el dh, me conformaría con las dresseres. Me paré en lo alto, en los pilones, a comer algo para recuperar, ese es también el punto típico para la mayoría, hasta los carreteros se paran allí y ese día no era excepción ya que el trasiego de guiris era constante. Yo había dejado mis gafas sobre uno de los pilones cuando pasó un viejo conocido que se paró un poco más adelante por lo que me acerqué a saludarle y me entretuve un rato charlando con él y su pareja que llegó un poco más tarde y cuando volví a recoger las gafas ya no estaban, vamos a ver, ¿qué necesidad tienes de mangarme unas gafas barateras del Deca? Lo ridículo es que seguramente al mirarlas bien las habrá tirado a la basura en lugar de volver a dejarlas donde estaban, mal pinches 10 veces seguidas, put… cabr…

Nada, nos separamos y ellos bajaron por carretera y yo me fui por los atajos aunque en la traza sea una recta y es que después de darle al pause hay que acordarse de darle al play aunque si es por el tema cronómetro seguro que no hizo falta, eso sí lo puedo asegurar sin tener que consultar ningún dato. Me metí por el torrentillo de abajo y me dí de bruces con la nueva rejilla en la barrera y allí estábamos yo por un lado y un vecino con un perro por el otro buscando la manera de pasar cada uno al lado contrario. Por uno de los sitios ya la habían cortado y vuelta a reparar por lo que no me quedó mas remedio que pasar la bici de cualquier forma y saltar yo por la barrera para ir haciéndome a la idea de olvidarme de ese itinerario y que además tengo trazado en alguna ruta.

Después de continuar me voy dando cuenta de que no es solamente sobre la antigua pared de piedra que han colocado la nueva rejilla sino que continúa por el bosque hacia la rotonda y baja paralela a la carreterita de Madre Alberta y además ahora que está en obras hay otro cercado de la constructora por lo que no me va quedando más opciones que ir rodando hacia Son Rapinya y cruzar por un túnel hasta el otro lado de la circunvalación donde sí ya tengo acceso a la zona residencial pero la pregunta es, o más bien son: ¿quién y porqué se ha cercado ese terreno? ¿acaso por ser zona de entreno de moteros? pero de ser así, ¿a quién molestan?, de momento, estamos sin respuesta.


Resumiendo a tope (parte 2)

En el mes de agosto vino el cambio, la actividad de rodillo pasó a denominarse spinning y no fue solamente un cambio semántico, fue también físico, es decir pasé de rodar con una bici rígida sobre rodillos a hacerlo sobre una bici estática y todo lo que ello supone de cambio, tiene algunas ventajas importantes, creo que la que más el ruido, no sé si unos rodillos de calidad son ruidosos o no pero los míos, artesanales como el que más, lo eran y mucho, así que por ese lado el cambio fue espectacular; también pasa que la pueden usar otras personas, no solamente yo, por ahí también ganamos todos y además la puedo tener dentro de casa por lo que me puedo poner algún video en la tele donde todo parece mucho más estupendo, aunque alguna pega tiene, la computadora que tiene es en modo local, por así decirlo, tienes los datos pero no puedes traspasarlos ni siquiera a un dispositivo externo por lo que debes llevar por tu parte un registro escrito si quieres tener un historial de tus actividades, cierto que las puedo grabar con la pulsera, tengo el tiempo y otros valores pero no la distancia, de todas maneras y tras varias sesiones me doy cuenta de que ésta no varía mucho, sobre unos 17 km a la hora aproximadamente, otra cosa es mantenerla a medida que vamos aumentando el rozamiento de la máquina, ahí está el verdadero reto.

Después de una semana de toma de contacto con el aparato me atreví a llegar hasta Raixeta y quién sabe si más allá según vaya yendo el día, está por ver. Lo que sí había hecho en los días anteriores fue limpiar la cadena a fondo y para ello la abrí pero no por el eslabón desmontable ya que sin los alicates ad hoc no hubo manera de separarlo por lo que utilicé el tronchacadenas para ello y volver a montarla, sin ningún atisbo de duda sobre el resultado de la intervención.

Llegué a Raixeta directamente por Son Sardina y el camí de Passatemps y estando allí con varios ciclistas deseché la idea de llegar a Valldemossa y más cuando apareció un grupo desde Raixa comandados por Pina y que iban a volver a la ciudad por lo que decidí volver con ellos pero nada más comenzar a rodar se me queda enrocada la cadena, buje partido, pensé, de hecho si rodaba hacia atrás lo permitía pero al intentarlo hacia adelante se volvía a trabar, paré y lo que vi es que se había abierto la cadena por el eslabón que uní, puñeta!. Le dije al compañero que se había quedado conmigo que se fuera ya que sin recambio solo me quedaba la opción de reparar si era posible o acortar la cadena y para eso no hacen falta dos personas así que me quedé solo para intentar solucionar el entuerto, cosa que al menos logré para poder volver a casa montado (el al menos está puesto a conciencia como se podrá comprobar más adelante).

Quince días de dar pedales en casa dieron suficiente para elevarme la moral hasta el punto de atreverme a acompañar al grupo en su salida que además me vino de perlas porque era cercana a Palma y yo estaba de guardia, así que todo vino de cara. Reunidos no muchos en el Deca partimos hacia la cantera por donde se tenía prevista la subida y entramos por la barrera adyacente que han tumbado por cierto, y en la primera cuesta del día, nada, 10 metros, la cadena se me abre otra vez y por el mismo sitio, ese eslabón está ya tocado definitivamente, aguanta en llano pero en cuanto se tensa el asunto revienta, y allí, tras varios intentos de volver a enlazarlo, Xisco me pasa un eslabón rápido y queda solucionado en un periquete como quedó demostrado en la posterior subida por el interior de la cantera donde me quedé gratamente sorprendido del ritmo que pude sostener, ahí es donde se notaron claramente los efectos de la estática. La ruta prosiguió en bajada hacia el punto de partida para volver a subir por la zona industrial hasta donde nos fue posible para llegar a la carena cerca del coll adonde no vamos a llegar, nuestro objetivo está al otro lado, el coll des Garrover o des Vent, depende del mapa, donde el guía se despista un poco porque el objetivo era llegar al puig de ses Gatoves y en cambio subimos directos por el rampón, y aquí hago un inciso a la vista de lo que vi después en la aplicación que todos pensáis, resulta que tenía el KOM allí desde hace años y no me lo explico, revisé la actividad y sí, pasé por allí pero ese rampón se sube andando y ahora resulta que me llega un mensaje de que lo he perdido por otro que me ha superado en 25 segundos cuando el segmento es de menos de 1 minuto y al 24% de pendiente, habrá subido en moto, digo yo.

Incisos y equivocaciones aparte la ruta prosigue por la cresta por la ladera que da sobre el cementerio y que en un momento dado debemos dejar para empezar una bajada ahora señalizada que recordé que había hecho en varias ocasiones, de hecho con el grupo de los bous fue una de ellas, pero que al ser semi salvaje no había vuelto a repetir. El hecho de empezarla ahora era para ir a buscar la entrada de una cueva, la cova d’en Moret, que está muy cerca y a la que llegamos en un momento. Las dudas de los compañeros empezaron nada más avistarla, habrá una cueva ahí abajo pero la entrada es un simple y estrecho agujero vertical en el suelo por el que apenas pasa una persona y que se debe bajar colgado de una cuerda al no tener agarraderas confiables, los guías convencieron a todos menos a un par para acceder al interior y así pude tomarme el bocata tranquilamente fuera mientras los expedicionarios accedían al interior, entrar no fue mucho problema, más bien fue al salir que hay que hacerlo a peso, esa circunstancia y la poca experiencia en situaciones similares hizo que alguno se agobiara más de la cuenta. Una vez todos fuera le siguió la bajada por el sitio nuevo y parece que está más limpia, desde luego mucho más de lo que la recordaba, cosa que agradecimos todos sin excepción.

Tras unas sesiones de pedales en casa me animo a salir el sábado siguiente con la vista puesta en la Fita del Ram pero el caudal del depósito no me llevó más allá de la cadena (la de arriba) de Bunyolí, me faltaban ganas, fuerzas, o las dos cosas a la vez, y también tiempo, salí tardísimo. Una vez arriba llegaron dos detrás de mí preguntando por el circuito dh y les animé a bajar todos por ese circuito con la excusa de que se lo iba a enseñar, y eso hicieron, o pensé que harían porque a los pocos segundos ya los había perdido, los oía pero ellos no me veían y tras esperarlos en varias ocasiones logramos llegar a la parte final todos juntos mientras que la continuación sí fue más agrupada animándoles a superar algún tramo complicado. Quise ver el resto de circuito que casi nunca hago y tiene varias escapatorias en los saltos por lo que ya no son obligatorios y pasamos del rampón final que aunque no es difícil prefiero no intentarlo sin los frenos adecuados. Llegamos abajo, nos despedimos y vuelta a casa por el parc Bit aunque en este caso no tenga traza del retorno, se me paró arriba y no me di cuenta.

Estaba de vacaciones, por eso pude salir el miércoles ahora sí con la convicción de que llegaría hasta la ermita y así fue pero la traza fue un desastre, la dividí en dos partes, en una tengo distancia sin tiempo y en la otra tiempo sin distancia, como para sentirme orgulloso pero al menos los recuerdos que guardo de la salida son muy buenos. Subida tranquila y sin agobios aunque notara que me falta rodaje, de hecho donde más lo noto y peor me sabe es a partir del último chalé, donde empieza realmente la parte divertida de la ruta aunque sea cuesta arriba.

Fin de semana en blanco, tocaba playa, y pasamos al siguiente donde me inclino por una subida a la comuna de Bunyola, más clásico no se puede ser, empiezo desde Festival Park, o como se llame ahora, para hacer la tirada recta por carretera a modo de calentamiento y subo por pista para continuar después por la Coma Gran aunque aún me estoy preguntando porqué no hicieron lo mismo todo el grupo que me encontré bajando por allí y creo saber la respuesta después de ver como bajaban algun@s. Después de comer algo y descansar en las mesas me dispuse a bajar enseguida a fin de no alargar más el suplicio de tener que seguir escuchando a los que me venían detrás y que ya habían llegado, que plasta, por dios!.

Bajada más que discreta a pesar de que el camino se encuentra ya expedito pero aún conservando bastante resto vegetal en muchos tramos, no así ya fuera de la Comuna aunque me pareció que estaba más deteriorado que de costumbre pero puedo pecar de subjetividad y verlo con ojos más que críticos. Llegué al pueblo para volver por Raixa pero por algún motivo se paró la grabación de la ruta, de ahí la última tirada recta, la ruta real fue por Passatemps, Son Sardina y directo al centro.

Lo último fue cambiar radicalmente la hoja de ruta y opté por la costa, que empieza realmente en Bellavista, no la de Esporles sino la de Llucmajor que aunque difíciles de ver las casas sí que se recorren sus terrenos de forma extensa. Esta vez el calentamiento aún dura más porque hay que llegar hasta Son Verí para empezar a tocar tierra por detrás del tenis, cruzar este bosque nos llevará hasta la urbanización y para no tener que ir a buscar el paseo costero opto por continuar recto por la avenida hasta volver a enlazar con otro vial que te acerca a la carretera para salir por un desvío por el cual llegas hasta la entrada de Cala Blava donde pasamos al otro lado para rodar por allí mientras la pared divisoria no nos impida continuar, circunstancia que sucede a los pocos segundos. Ahora sí que toca algo de asfalto antes de entrar por un hueco de la pared, iba detrás de dos eléctricos a los que perdí de vista enseguida, debieron volver atrás, y yo continué hacia el mar a través de los senderos, no es que tuviera claro por cual tirar, simplemente me orientaba por el horizonte. Me paré un poco al llegar al borde del acantilado antes de empezar la subida porque sí hay subida, no muy larga pero dado lo irregular del terreno puede parecer mucho más de lo que es realmente. Subí muy bien para continuar después hacia can Crespí donde había algún coche con las puertas abiertas delante y no quise pasar para llegar hasta la rejilla de la urbanización, indagué un poco por el borde a ver si veía algún paso factible de bajada pero no hay ninguno y menos con una bici a cuestas y por eso volví atrás para salir a la carretera esta vez sí en el punto por donde solía entrar siempre donde hice un alto para comer. Repostado y saciado emprendo el regreso casi pisando la traza en todo su recorrido pero muy contento de los resultados.


Y esto es to..to...todo, amigos (por ahora).


Resumiendo a tope (parte 1)

Se suele decir en abril aguas mil y ya no me acuerdo de si realmente sucedió así o no de lo que sí me acuerdo nítidamente es de lo hecho polvo que estuve y visto en retrospectiva cabe preguntarse si no hubiera podido suceder el episodio de un modo completamente diferente. Todo empezó con un ligero dolor de garganta que fue yendo a más hasta el punto de hacerme una prueba de covid que resultó negativa, por lo menos algo serio descartamos de momento pero que sin un asesoramiento médico pertinente lo llevé arrastrando durante bastantes días, jornadas en las que me presentaba a trabajar más o menos motivado pero decayendo físicamente a lo largo del día para acabar con fiebre alta aunque remitiendo durante la noche y provocándome al día siguiente una falsa sensación de seguridad repitiéndose el proceso del día anterior lo que me llevó a presentarme de urgencia en un centro médico en busca de un remedio milagroso pero no acertó la galena y se cumplió fatídicamente en mi caso aquello de que fue peor el remedio que la enfermedad, no me sentó nada bien el brebaje recetado y seguí más o menos igual, pero todo cambió como por arte de magia tras otra visita médica a media semana como si el paracetamol de 1g fuese la panacea farmacéutica del decenio.

Pero una cosa es no caerse desmayado y otra muy distinta pedalear en condiciones encima de una bici, no solo hay que trasladar el vehículo más el ciclista encaramado, también hay que poder mantener el equilibrio de ahí que dejara pasar algunas jornadas, bastantes jornadas, antes de atreverme a dar pedales y cuando me atreví me monté una mini ruta interior completamente urbana y es que ni siquiera atravesé el perímetro de la vía de cintura y cuyo colofón fue un castell de Bellver y como hito a tener en cuenta solamente puedo constatar la casi total (o sin casi) limpieza del cauce del torrente del Mal Pas hasta su desembocadura, que bonito es todo cuando uno se conforma con poco!.

Y ahora es cuando viene el vacío, vacaciones y la esperada reunión familiar al completo hizo que la bicicleta quedara relegada a un segundo o tercer plano y a lo que se añadió un luctuoso suceso que directamente provocó que me olvidara de rodar durante varias semanas y no volviera a montar hasta junio donde me marqué una subida y posterior bajada por Bunyolí y todo por el camino ancho, no tenía el cuerpo para trialeras ese día y fue justamente en uno de los ramales nuevos de abajo que han abierto para quitar algunos árboles de en medio por donde me metí sin darme cuenta y que propició un sonoro llantazo de atrás obligándome a parar para solventar el entuerto, momento en el que pasó Fibras y aprovechamos para platicar un poco, reparé pero ya no le queda nada útil a las gomas, habrá que ir pensando en su sustitución.

Transcurrida la semana tocaba salir otra vez y opté por una rodada hasta Bunyola en sentido horario, se empieza por la carretera de Sóller y prosigue por Son Sardina y el camí de Passatemps hasta Son Termens, falta el enlace hasta Raixa por lo que hay que llegar a la carretera y girar hacia la finca para volver a enlazar con el trazado GR hasta la rotonda de Bunyola y fue en el pueblo donde el teléfono se paró por falta de carga y opté por crear una actividad de spinning que al menos me contara el tiempo sin disponer de traza siquiera, ni a remiendo llega.

El sábado siguiente me atreví a llegar hasta Esporles por Son Malferit, esa finca limítrofe de Palma que desde que su camino pasó a engrosar el catálogo GR se ha prohibido el paso a las bicis aunque dudo mucho que alguno de nosotros haya hecho caso a esa advertencia que debe venir de la propia normativa GR como salvaguarda de los privilegios senderistas frente al resto de usuarios (es lo que supongo), caminantes por otra parte que prefieren ahorrarse la andadura bajo la solana en estos meses de agobio estival, por tanto conflictividad con ese colectivo poca, la verdad. Vuelta por carretera hasta Establiments para alargar un poco el recorrido por Son Sardina y s’Indioteria a fin de ir sumando kilómetros al zurrón aunque los parciales van muy dispares ya que el marcador no se movió de cero la semana siguiente y tampoco la que vino después aunque sí hubo varias sesiones de entrenamiento sobre el rodillo para volver a empezar al mes siguiente, ya en julio, con un coll des Tords, coll de sa Creu, todo por carretera menos la bajada por el sendero militar y posterior pase por Son Muntaner para acabar con un poco de alegría en el cuerpo, alegría solitaria de todas maneras, ya que aún no me sentía con ánimos suficientes para compartir rutas con los compañeros, de hecho pasarían aún un par de meses hasta coincidir de nuevo.

Entre semana hice un poco de rodillo porque el sábado quería salir ya de cercanías y me apetecía rodar por montaña, Tossals verds me parecía una opción idónea, hay un buen paseo desde Lloseta y más si no paras hasta arriba, todo muy tranquilo con el aparcamiento vacío, desde luego no estaba el día para caminatas cuesta arriba, no sé, parece que en bici se soporta mejor la calor pese al pateo que me quedaba por delante ya que había decidido subir hasta el desvío de Mancor y por la parte más dura, la pica des Garrover, donde conviene más llevar la bici a cuestas que empujando y donde sigo, por cierto, sin localizar el origen del topónimo, andará cerca.

El objetivo de esa subida, aparte de disfrutar de las vistas, es la bajada que viene a continuación y que debería corresponder de manera natural hacia Mancor, bien directamente por es Rafals o por Can Bajoca, pero ya que iba por allí querría ir a mirar una variante hacia Biniarroi que ya exploré hace tiempo en sentido inverso y que no llegó a buen puerto no siendo capaz de seguir un antiguo sendero que al parecer puede haber desaparecido, de hecho la ruta que siguen otros compañeros usa el camino de acceso principal a una casa de la zona para acceder al poblado, así que descarté esa opción por tiempo ya que me podría suponer un retraso importante en el caso de querer explorar sobre el terreno todas las posibles variantes así pues la bajada consistiría en volver hacia el refugio y continuar hasta la barrera de Solleric, que no es para nada moco de pavo, una técnica depurada se exige como mínimo para firmar un descenso al menos digno, y como yo no voy nada sobrado no logro eliminar por completo esos momentos de duda en los que todo parece muy complicado pero en general me di por muy satisfecho del resultado aunque seguramente otros lo expresarían de forma diferente, está claro.

Otro tipo de reto es el que viene a continuación, el sendero GR que sube a la placeta d’en Siòn donde opto por no complicarme la vida en los tramos más exigentes y sigo por la pista hasta arriba donde la parada es obligatoria para disfrutar del momento ya que el resto de ruta no nos va a exigir casi ningún esfuerzo, los tramos de bajada son muy rápidos y los de subida son casi llanos, prácticamente un paseo.

Semana siguiente sin actividad y a lo que más me atrevo a la hora de salir es de ir a rodar por las cercanías y opto por Son Macià donde me meto por la variante más cercana a la autopista ya que al parecer se ha asentado un sendero muy pisado que va recorriendo el perímetro hasta la barrera de salida lo que da bastante comodidad para circular. Metido ya en sa Planera solo me faltaba encontrar la salida entre la espesura de árboles y no la vi a la primera, parecía más clara desde el otro lado así que busqué el paso menos espeso entre los restos de poda que algunos dejan por allí para encontrar mejores caminos al otro lado, esta vez no me equivoqué y los seguí a rajatabla para ir a buscar la salida a través del muro paralelo a la carretera y que teniendo que pasar una bici solo tiene prácticamente un paso apto y que tampoco vi a la primera, por cierto, pero que una vez superado tienes la salida a la carretera muy cerca y justo enfrente un camino que nos va de perlas para enlazar con el camí d’Establits dando algunos rodeos idóneos para alargar la ruta sin moverse casi del sitio ya que vuelves a la carretera solamente unos cientos de metros más adelante donde la vuelves a atravesar y aunque suelo ir casi siempre por Son Pizà esta vez opté por ir por Cas Capellers y de paso recordar algún ramal sin salida para volver al camí de Muntanya y regresar por Son Macià esta vez por el camino principal hasta la carretera para llegar a s’Indioteria por el parque.

Otro hueco imperdonable de 2 semanas entre salida y salida y tampoco nada de rodillo y si unes a ese despropósito el calorazo reinante pues hace que la ruta del sábado no pase de ser un corto paseo hasta el monumento de na Burguesa, paseo entre comillas, claro, porque la subida se las trae aunque solo sea llegando hasta allí. Me conformo con las vistas y vuelvo a bajar para llegar al paseo marítimo por el torrente y vuelta a casa por el carril bici.


Becollades

Me informaron de una salida próxima a la ciudad y me apunté ya que en todas las efectuadas este mes he salido solo y aunque en la del sábado próximo no me podré ir lejos he preferido no salir a trescar en solitario y disfrutar de la compañía que por otro lado tampoco sabía exactamente quienes serían, asegurados solo tenía a un par nada más y aunque no era muy numeroso el grupo sí estaba representada casi toda la geografía isleña, al menos desde Andratx hasta Alcúdia y uno de ellos era el que tenía que llevar la voz cantante así que nos hemos amoldado a su idea inicial no sin algún tímido intento de cambio de planes pero en general se ha seguido el guión preestablecido, y por mi parte sin ni siquiera intentar cambiarlo, ya me iba bien lo de bajar desde el puig des Revells y el puig de Bendinat con lo que ello supone de subidas, la primera bastante chunga para llegar a la casa derruida más la continuación por el hormigón y la segunda por carretera, ciertamente más suave pero también más larga, pero que luego hay que sumar otra vez la otra rampa cementada y el pateo hasta el top, aquí no hay nada regalado.

Entramos pues en faena por la Vileta recorriendo el valle del silencio para encarar la primera dificultad del día aunque creo que la mayoría se lo toma con bastante calma y resignación porque saben (sabemos) que es casi imposible superarla montados, quizás si entrenara 20 o 30 horas semanales diría lo contrario pero por ahora la cuestión es la que es pero al menos se intenta. Procuro no quedarme parado mucho rato arriba y me voy a por las cuestas de hormigón no sin antes rechazar una oferta de atacarlas con una eléctrica, el resultado es sabido de antemano con lo que no tiene ningún aliciente, solo se trataría de dilucidar cuán más fácil es subirlas, por ahora paso.

Foto de grupo en el geodésico, vuelo de dron incluido, y preparación para la bajada que viene a continuación donde me doy cuenta a las primeras de cambio que voy sin freno de atrás y con el de delante bastante mermado también con lo que el descenso se queda en un mero trámite realizándose sin pena ni gloria y con más pieses de los que la vergüenza puede asumir y me queda ya claro que el segundo descenso de la jornada será aún peor, paso de comerme el tarro y continúo como si no pasara nada, como si la cosa no fuera conmigo.

Hay que atravesar el golf de Son Quint y llegar al de Son Muntaner por el túnel inferior y una vez delante del edificio social nos advierten que en la salida han puesto una barrera con sensor automático, decía el empleado que si nos poníamos encima se abriría, mis dudas tengo pero no hizo falta comprobarlo ya que cuando llegamos se abrió por un vehículo que venía en sentido contrario. Al pasar por las casas de posesión Colau y yo nos adelantamos para no estar parados y no volvimos a ver ni oír a nadie más del grupo hasta el coll des Vent un buen rato más tarde donde los carreteros dominaban la plaza a sus anchas.

Creo que ya faltaban unos cuantos en el reagrupamiento que ya habían anunciado que su horario era bastante limitado, entonces el resto continuamos hacia la pista principal donde Papito propone y consigue que vayamos a subir por la dressera que me pareció mucha más empinada que cuando la bajas en sentido contrario y que además solo te deja en la mitad de la cuesta así que preferí no parar para no hacerlo aún más sangrante y acabar cuanto antes. Se me hizo extraño no parar en el coll des Pastors (es casi obligado) y fuimos directos a la subida, el último reto cuesta arriba de la jornada y con varios puntos infranqueables para el mortal medio y algunos más capacitados. No es que estuviera eufórico arriba esperando el comienzo del descenso en vista del enorme handicap con el que partía de inicio y tuvo que ser eso lo que me magnificó las dificultades, la verdad es que me pareció todo muy cambiado y fuera de mi alcance, todo muy penoso, la verdad, y ni siquiera pude comprobar sobre el papel cuán de ridículo llegó a ser ya que aunque la traza quedó bien grabada quedó desplazada sobre el mapa y no se contabilizaron los segmentos en strava, quizás sea mejor así, menudo fiasco.

No llevar frenos tampoco es la mejor opción para bajar por el camino original de Bendinat, hasta el golf más o menos se puede llevar porque aunque a algunos les parezca un sendero es un camino de carro totalmente invadido durante décadas de abandono por la vegetación y en el que solamente queda una línea clara de paso, pero como digo, al ser de carro la pendiente es más suave al tener largas tiradas, de hecho ese camino era (y es) mi preferido en el caso de querer subir por Bendinat y más desde que algunos se animaran a despejarlo de árboles caídos en la zona baja.

Otra sorpresa vino a continuación, la rampa de acceso a s’Ermita está renovada y eso solo puede significar que la casa está permanentemente habitada y puede haber problemas más arriba, realmente en esta ocasión no pues aunque los perros comienzan a ladrar bastante antes de que tu llegues avisando al propietario (o inquilino) de la casa este ya había salido llave en mano para abrir el candado de la barrera, tampoco me enteré de la conversación que sostuvo con nosotros porque entre la escandalera del perro y el acento del hombre no ayudó nada a entender lo que decía, habrá que ver si no está por las inmediaciones como se pasa esa barrera porque aunque abajo hay un cartel prohibiendo el paso a vehículos a motor todo parece indicar que andando o en bici sí se puede (al parecer es de acceso público) pero quedando a expensas de que te pueda abrir, digo yo.

El pescado está casi todo vendido a estas alturas, solo quedan algunas piezas en la canasta para completar el lote y las rampas alternativas al rampón de la autopista no es que sean uno de mis platos favoritos pero hay que pasarlas sí o sí para salir del lugar aunque tendría que recordar en alguna próxima ocasión el paso subterráneo de la autopista más alejado para volver al camino del cementerio (realmente el camí dels reis) por los túneles, aunque como alternativa a esas rampas creo recordar que deja bastante que desear.


Up good, down bad

Objetivo: pla des Pouet y vuelta por Coanegra, así de simple, ¿quién da más? Dicho así de rápido no parece gran cosa y puede que no lo sea de verdad pero que sin embargo ofrece retos interesantes, al menos para mí. Me voy a acercar directamente al inicio de la subida por el camí des Raiguer y posterior desvío por el camí vell de Binissalem, conocido popularmente como el camino romano a raíz de la afirmación de algunos autores pero sin confirmación oficial, puede ser que esta indefinición tenga algo que ver en que aún no se haya puesto remedio al asunto de la reparación de la pared lateral y persista todavía el cerramiento de puntales de obra y mallazo, era moderna y antigua se dan la mano en armonía.

A pesar de no ser temprano no me ha molestado para nada la camiseta térmica por ahora pero ha sido empezar a subir y entrarme los calores, prefiero parar y desvestirme que asarme cuesta arriba, subida por lo demás tranquila y sin rodadores a la vista, todos caminantes y algún que otro vehículo. Los estragos del destrozo parece que se centran en las marjades que están justo debajo de las casas donde se encuentra una brigada creo que de alguna empresa de jardinería jugando con las motosierras cortando pinos y podando olivos aunque más adelante de las casas del Verger sí se notan mucho más aunque ya han hecho limpieza y se puede pasar.

Creo que es la primera vez que no paro en las casas y sigo recto para arriba hasta el final fijándome eso sí en como están las dresseres y parece que bastante mal pero como mi plan es bajar por la otra vertiente no me preocupa en demasía. Descanso en la explanada donde me percato de lo optimista de mi plan, si ya llegaría tarde con hacer solamente la vuelta completa no quiero pensar lo que pueda pasar si me encuentro impedimentos en Coanegra, y digo solo ese tramo porque unos senderistas me informan que el camino de bajada está limpio, de todas maneras ya he decidido bajar por donde he subido aunque ha sido bastante frustrante, todos los tramos están bloqueados y aunque se puede pasar a trompicones no permiten una circulación fluida, de hecho el primer sendero después de las casas, el que se metía en el olivar, ya no pude cogerlo aunque sí los de la continuación pero el último, el que se mete en el bosque, está cegado por los árboles caídos y tuve que volver a la carretera con un más que patente disgusto.

Tocaba volver y no quise pasar por el centro del pueblo para ello continúo por el camino superior para enganchar casi directamente con la carretera que se dirige hacia Santa María por las bodegas para seguir por Coanegra y ca na Cili, continuar por el camí de sa Bomba (el otro tramo supuestamente romano que queda en la isla, también cuestionado como el otro) y enganchar carretera aunque me salí de la ruta para ir a fisgar un asunto que tenía pendiente por el Figueral y una vez resuelto ya no me quedaban excusas para no rodar directo a casa, la próxima toca resarcir.


Currando por la Fita

Hoy sí que la voy a hacer como toca, estoy hablando de la ruta 2C, aquella que hice no hace mucho y que me quedó mal grabada así que estoy dispuesto a repetirla confiando en que me quede correctamente memorizada. Lo que pasa es que no es solamente este aspecto el único interesante, debo convenir que hay otros que me exigen un proceso de ponderación más importante y por tanto más difíciles de abordar y más yendo solo y no olvidemos los posibles estragos de la tormenta que nos pueden dar al traste con cualquier plan trazado de antemano.

He pasado por el Deca porque me venía de paso nada más aunque no hubiera desdeñado compañía si se llega a dar el caso, que no fue aunque de hecho sí había un grupo por allí que inició su ruta al mismo tiempo que yo y por el mismo itinerario, al menos hasta que llegaron al camí de Son Anglada ya que ellos tiraron hacia la carretera y yo hacia Establiments y aunque es posible que fuéramos al mismo sitio ya no volví a verlos por lo que hice la subida de Bunyolí en solitario la cual realicé bastante más cómodo después de quitarme la camiseta térmica antes de empezar y hasta el casco, también.

Arriba en la barrera sí que llegaron algunos pero no me llegué a enterar de cuál sería su siguiente paso y partí antes que ellos e hice todo el recorrido por carretera, quise ver como estaría el atajo por el bosque y ni siquiera vi la manera de poder entrar, me pude imaginar el resto, de hecho a partir del desvío de Sobremunt las señales del destrozo eran evidentes aunque no muy numerosas, había bastantes ramas colgando de los cables de los tendidos y hasta algunos postes recolocados aunque no afectaban a la circulación por lo que pude llegar arriba sin problemas.

Otra paradita en la explanada de esas que reconfortan, temperatura ideal, buenas vistas y algo de comer conforman el menú del vago y si además se presenta alguien con el que conversar se puede hacer eterna la pausa, pero hay que partir y lo hago antes que ellos, no sé si quitaron entre los dos la rama que impedía el paso pero en todo caso seguramente lo habrá hecho el siguiente grupo que pasara después. Me pillan entrando en el bosque y me dejan en el desvío de piedras donde estoy un poco más pastoso y además hice las curvas enteras en lugar de los atajos aunque los tuve a la vista hasta que me paré en el desvío de la cumbre ya que mi intención es subir hasta arriba. Uno de los alicientes de esta ruta es bajar lo máximo posible y para ello también hay que subir ídem aunque alguno me dirá que estoy obviando un último tramo hasta el pueblo y es verdad, aunque solo por ahora, necesito otra visita a esa bajada para acabar de decidirme.

Subo empujando hasta la cima donde unos excursionistas merodean por allí buscando la célebre cueva y de la que solamente puedo dar vagas indicaciones sobre su ubicación exacta, supongo yo que la encontrarían. Mi meta es otra, se trata de llegar a la ermita recorriendo algún que otro camino poco frecuentado y con posibilidades aunque primero habrá que comprobar si ha sufrido los rigores de la tormenta, primer paso, bajar hasta el cruce de la pared de abajo, sin complicaciones, para atravesarla a continuación y bajar hasta el clot de neu donde sí ya se aprecian más daños por ahora sorteables. Continuamos hasta la siguiente pared y tomamos la alternativa dejando de lado las vistas desde lo alto de los peñascos aunque de verdad que valen la pena ya que la Fita no es que sea una montaña de panorámicas, que digamos, pero llega un momento en que me atranco de verdad, pierdo el tenue sendero varias veces, ya de por sí difícil de ver en condiciones normales, sorteando ramas y hay que tirar de orientación para encaminarse en la dirección correcta entrando ya en la zona más técnica que también está algo obstruida despejándose bastante después de encontrar la sitja aunque el nivel de dificultad siga instalado en el exigente y no ceje aún después de enlazar con el camino convencional ya en su parte final de sendero quedando aún el último tramo de camino de carro hasta llegar al aujub más la fácil y cómoda continuación hasta el portell y el enlace con el camino principal donde se suele echar el resto apretando de lo lindo hasta el ermita, punto de encuentro y parada obligatoria para serenar un poco los sentidos y satisfacer las necesidades.

Aparte de los que se ocupan de los edificios no hay nadie más por allí, otro pasó corriendo y ni paró, ciclistas ni se les vieron. Es hora de partir y lo hago cruzando la pared encaminándome por un camino de carro que se dirige a una zona de sitges y del que me separo a poco de empezar a bajar, luego viene una bajadita divertida hasta un aujub y una pared medianera donde me doy cuenta de que no he puesto el terminal a grabar y no me da la gana quedarme sin esa traza por ese descuido así que vuelvo a subir hasta el ermita y allí lo pongo en marcha y repito la misma bajada, esta vez ya sin paradas hasta llegar a la pista principal, ahora me toca remontar unos minutos para encarar la continuación donde me vuelvo a llevar otro chasco ya que el camino atraviesa una zona estrecha entre peñascos que se ve cegada por la caída de uno (o varios) pinos enormes, imposible pasar, pero esta vez intento convencerme de que es mejor así ya que eso me obliga a ir a buscar la otra variante de entrada al mismo itinerario ubicada cerca del cristo, así que toca volver a la pista y rodar otro poco hacia arriba y una vez ubicados en el desvío empezar a buscar desde allí, no lo encontré a la primera pero una vez encaminado no tiene pérdida, es más, ni siquiera vi el cruce y tampoco volví atrás a marcarlo porque supuse que el pino caído bloqueará el camino bastante tiempo, veremos dentro de unos años si se puede o no se puede pasar.

Esta bajada hay que advertir que es realmente técnica, hay que ser bastante resolutivo si se quiere tener éxito o al menos descabalgar lo menos posible y nos va a llevar hasta la pista que baja al área recreativa, la parte más rápida de esa bajada, si se quiere poner la guinda por allí hay varios toboganes para quién se atreva.

Por ahora la bajada en sí termina en el área aunque no es descartable que la haga continuar hasta Son Tríes siempre y cuando valga la pena, de todas maneras la opción a continuación sería la misma, subir por carretera hasta el coll de s’Heura y volver por Son Malferit aunque en esta ocasión cambié de opinión y fui a coger el camí vell de Son Ferrà por el que no había pasado en años y está literalmente destrozado, debió ser limpiarlo y hasta aquí llego, de todas formas no es que quedara una maravilla entonces pero lo único que ha pasado es que ha empeorado y bastante y como opción ciclable de subida no es asumible y supongo que hablar de una restauración es una entelequia porque además, si lo piensas bien, quién iría por allí? Desde luego, al área recreativa no, en vista de los pollos montados con los coches aparcados en cualquier rincón del aparcamiento y arcenes de la carretera, el problema parece radicado en que en el fondo no se deja espacio para dar la vuelta y hay que salir marcha atrás, hazaña imposible si otros han entrado tras de ti, eso si eres capaz de hacerlo sin caerte por el terraplén, no quisiera pensar que la solución sea la misma que la de Caubet, creo que bastaría con poner un tope de vehículos dentro y para eso solamente hace falta alguien que sepa contar, no parece tan difícil.


1111 + 1

Después del parón de febrero del todo injustificado toca reemprender la actividad que nos ocupa, a saber, el mtb, que como todo el mundo sabe es mucho más que simple pedaleo, hay que rodar por supuesto pero la partitura suena mucho más alegre que si solo nos centramos en mover la bici de un punto a otro aunque en este día elegido va a sonar más como un monótono repique de tambor que a sinfonía de cámara, si es que ni tierra vamos a pisar. Debería hacer un pensamiento, (suena fatal ya lo sé, esta traducción literal de una frase coloquial de la tierra pero así lo dejo) y decidirme por coger la bici más adecuada para el fin que quiero conseguir y que no es más que efectuar el mayor rodaje posible (hoy sí) sentado en un sillín pero sigo optando por la comodidad y hago la elección errónea otra vez ya que voy a estar un poco descolocado si mi máxima aspiración del día va a ser subir el coll de sa Creu y volver a Palma por detrás, todo asfalto, desde luego si la rígida tuviera algo de frenada no me lo pensaría dos veces pero es que da miedo lo poco que frena, escarrufa. Y probablemente acabara medio baldao de la espalda también, o sea que la decisión parece bastante clara, cerrar suspensiones y a correr.

Este episodio aconteció el 1, día de fiesta entre semana pero el sábado ya es otra cosa aunque la cuestión que dominaba el ambiente era ¿dónde no habrá nieve por la montaña? Porque si es por la vista que se nos presenta, difícil elección, pero por la comuna de Bunyola parece bastante despejado y me convenzo rápido de partir para allá. Voy a empezar desde Santa María porque no me apetece salir rodando desde la ciudad aunque creo que no tengo muy controlado ese itinerario porque tras algunas comprobaciones posteriores me parece que no hay tanta diferencia. He optado por no coger nada de abrigo y me como de frente la rasca matutina hasta que el astro rey empieza a caldear el ambiente de verdad.

Lo de la barrera de es Cabàs va en serio, chapada a cal y canto con varios carteles disuasorios advirtiendo de la grabación de imágenes, la cámara situada en lo alto de una columna así parece certificarlo. Yo he puesto es Cabàs pero dudo que hayan sido precisamente esos propietarios, o únicamente esos propietarios, los responsables directos del cierre y lo digo porque si es así como me temo también podemos tener problemas más arriba pero digo yo, si bajas desde la comuna ¿por dónde sales?.

Después de gandulear un rato por el Garrigó salgo detrás de uno que acaba de pasar pero la persecución dura lo que un chupito, me centraré en lo mío que ya tengo suficiente y la verdad es que voy bastante cómodo. Abajo hay una barrera advirtiendo de que no suban vehículos pero sí que viene uno, de los amarillos, con una cuadrilla de dos del Ibanat, algo tendrán que hacer por ahí arriba se ve.

Ya durante la subida se advierten los primeros efectos de la borrasca, hay bastantes árboles dañados con las ramas rotas y hasta algunos atravesados sobre la pista pero con paso limpio por lo que no hay que descabalgar en ningún momento, y por ahora no me parecen exageradas las consecuencias del temporal pero al llegar arriba la vista cambia totalmente, la pista ha desaparecido bajo una espesa capa de nieve solo surcada por una fina línea de rodadura que intento seguir a duras penas por lo que la alternancia de pedaleo y caminata es la tónica hasta llegar al cruce del penyal y con la vista de la pista hacia el refugio casi inmaculada decido finalizar el periplo aprovechando para sacar algunas fotos para la posteridad y tomando en consideración el relato de unos corredores que venían de la coma Gran y que habían desistido de intentar salir de la finca pública por allí.

He subido solo pero la hora punta parece que será más tarde por la cantidad de bikeros que se van acercando hasta el citado punto, muchos se quedan por las cercanías y algunos prosiguen hacia el penyal pero desde luego pedaleando no. He de reconocer que la situación causa curiosidad pero no es solamente fruto de las temperaturas, la afectación sobre la masa boscosa empaña cualquier sentimiento de gozo, la nieve durará unos cuantos días más pero sus consecuencias tardarán meses o años en disiparse, y no es que los efectos a primera vista sean muy espectaculares pero sí que parece que ha afectado bastante más en otras zonas por lo que se va oyendo y sobre todo en áreas de cultivo tal como olivares, por ejemplo.

Estoy ya bajando y grabando un cutre video recordatorio de este día, quién sabe si lo viviremos otra vez, yo desde luego no lo tenía almacenado en la memoria pero también he de reconocer que rodar en bici por la nieve no es que sea una de mis actividades favoritas, otros podrán decir lo contrario. En la bajada me topé con JM con algún colega más que subían a satisfacer la curiosidad ya que también habían subido el día de fiesta y no pasaron de la barrera del comellar, pues hoy tampoco llegarán mucho más lejos.

Para volver no es que haya cogido una tirolina es que no me acuerdo de volver a poner en marcha el contador y ya cuando me acordé estaba rodando hacia Raixa, así queda después la traza, no es que importe mucho en este caso porque bajé casi todo el rato por la pista ya que el camino viejo estaba casi siempre bloqueado, un inciso, me crucé con el grupo de ilusionados escoltes que tuvieron que ir a rescatar por la tarde tras estar dando tumbos perdidos por esos montes durante horas, bien está lo que bien acaba pero seguramente los monitores se llevaron una buena bronca aunque igual extensiva a algunos más por permitir la actividad, difícil juzgarlo desde fuera.

En lugar de volver directamente a la ciudad me fui a voltear por s’Esglaieta y a falta de conexión directa entre Raixa y la Font Seca debo conformarme y rodar por la carretera para enlazar los dos puntos aunque aún me queda un rato de asfalto hasta la rotonda de Esporles y no por una vía especialmente segura, más bien todo lo contrario, por eso faig un alè al tomar el desvío de can Mallol para rodear después el Parc Bit y aparecer al final por Son Espanyol donde podemos convenir que estamos ya en zona urbana, periférica pero urbana, así que poco habrá que contar de esos lugares.


Triángulo de Bonany

Si trazamos varias líneas sobre el mapa uniendo las localidades de Petra, Vilafranca y Sant Joan nos queda casi en el mismo centro de ese triángulo el puig de Bonany, donde se encuentra ubicado el santuario de la Mare de Déu de Bonany, no es el original ya que ha tenido diversas reconstrucciones, alguna de manera total, y todo debido a que la veneración de los petrers sobre todo aunque también de los vecinos de los pueblos limítrofes es muy alta.

Ese punto geográfico señalará el eje sobre el que pivotará virtualmente nuestra ruta de hoy y para ello la peña se reúne en el aparcamiento de na Capitana junto al polideportivo de Petra para rodar bajo la batuta de Dahero que es el único que podría empezar y terminar la ruta sin tener que estar pendiente de las indicaciones de la pantalla y pese a todo ello en alguna ocasión tuvo que echar mano de la chuleta.

Si alguien revisa mi traza verá de inicio un larga línea recta, no es más que la consecuencia de no darle al play a la hora de partir y que me acuerde pasados ya bastantes minutos, ese tramo no es que importe mucho pero es que también me pasó a la hora de bajar desde el santuario y me quedó la trialera sin grabar y no es la primera vez, en la anterior me quedé sin batería arriba.

Empezamos por caminos secundarios en dirección Vilafranca para iniciar un bucle por una zona de pinar, que por algo quedan, son continuos sube baja sin interés agrícola pero surcados por numerosos caminos y senderos que hacen las delicias de ciclistas y caminadores, eso cuando no directamente te obligan a poner pie a tierra y que a menudo los corredores locales han reconvertido las bajadas en circuitos de descenso, parafernalia incluida.

Regresando al mismo punto de entrada al bosque nos dirigimos hacia la cota más alta que comparado con las alturas de la Serra es una tachuela pero que domina toda la zona circundante hasta donde se pierde la vista. Estamos subiendo desde el sur por un camino menos lustroso que el que viene de Petra pero que también tiene doble opción pudiendo completar la más dificultosa. Toca descansar un poco arriba al solecito que se agradece, así el solaz parece más efectivo, y partimos tras la parada a buscar una de las bajadas posibles, esta vez la situada más al norte y que nos dejará cerca de Son Gorgut, nos estamos acercando a Sant Joan de camino hacia el pinar d’en Puig, otro pedazo de bosque incrustado en medio de los campos cultivados con numerosos trazados por recorrer como para pasar allí una buena mañana. Nosotros no tenemos tanto tiempo y realizamos el bucle que nos ha preparado el guía, total, como no conocemos el territorio no nos queda otra opción, la otra sería tirar hacia el noroeste pero vamos cortos de orientación espacial y además sin brújula, toca seguir al que tienes delante, pues.

De salida cruzamos en descubierta hacia otra zona boscosa que recorremos en su totalidad y con más gusto que nunca porque sabemos que es ya la última como tal y al llegar a la carretera de Sant Joan rodamos un rato por ella hasta que nos volvemos a desviar por un camino transversal que nos llevará hasta la carretera que sube al puig y tomando un inesperado desvío por en medio de un campo volvemos a empalmar con lo que yo llamo un camí de bardisses, al estar encajonado entre paredes tupidas de vegetación cual muralla impenetrable, suelen estar en buenas condiciones y son bastante divertidos de rodar aunque a veces también es palpable su falta de mantenimiento y al acceder a camino rodado ya solo nos queda ir acercándonos al pueblo para ir a buscar el merecido refrigerio, creo que esta vez nos lo hemos ganado.


Tunelando

En la temporada invernal, sin la clientela habitual, el tren de Sóller hace una parada técnica y para máquinas pero si me tengo que sincerar no estoy nada seguro de que siempre haya sido así, al contrario, casi aseguraría que no dejaba de efectuar el trayecto si no era por causa mayor, sea como fuere este año sin lugar a dudas ha parado y siempre que pasa eso hay algunos bikeros que quieren aprovechar el momento para rodar por las vías y atravesar los túneles aunque no necesariamente por este orden de importancia. Yo he hecho lo primero, un día me dio la vena de llegar hasta Bunyola y acabé del traqueteo hasta los cataplines, tanto que ni llegué al pueblo, en el apeadero de Caubet dije basta, es muy incómodo, hasta el punto que llega a ser molesto y más, no me dejó buen sabor de boca, pero iba solo y en esta ocasión se ha congregado más gente, así que se presupone que algo cambiará.

Reunidos en buena armonía en el aparcamiento de siempre nos disponemos a empezar la ruta yendo directos hacia las vías desde la carretera para ascender a continuación por el trazado ferroviario hasta el cruce del camí de Castelló, serán unos 5 o 6 túneles más los 5 ponts, creo que lo soportaré. He llevado conmigo un mini foco que tengo por casa que me ha servido solamente para no matarme ya que seguridad no me ha dado ninguna y en cuanto perdía comba con los que iban mejor iluminados más atrás me quedaba, me era mucho más fácil rodar por el interior de la vía que por el exterior aunque con una continua rectificación de trayectoria, la línea recta directamente había desaparecido en la oscuridad.

Duró lo que duró aquello y llegar al camí de Castelló fue una bendición y es que además está asfaltado, buen piso que desaparece al llegar arriba y donde empieza la diversión y además parece que se nota una mayor limpieza en algunos tramos que habían quedado casi obstruidos por la vegetación. Reagrupamiento en varios puntos para ir recorrer los últimos tramos de subida antes de bajar directamente a la carretera desde la capella y continuamos por asfalto hasta el desvío de Muleta donde, a la vista de las casas, hubo una disquisición sobre qué camino tomar, si el directo o el del faro. Alguno se acordaba mejor que yo del recorrido, mis recuerdos eran más bien vagos pero se podrían resumir en que había mucha piedra pero pasable, y contra todo pronóstico se decide ir hasta el refugio y yo encantado.

Efectivamente hay piedras para dar y tomar y no todo es bajada por lo que algunas veces me obliga a parar para levantar el sillín y poder rodar, no ya con comodidad sino simplemente rodar. Como resumen se puede decir que el trayecto es muy entretenido técnicamente hablando.

Parada y fonda en las mesas del refugio para la alimentación pertinente y necesaria y también para la contemplación ya que la zona se presta a ello y hay que aprovechar las ocasiones que se presentan, además el día acompañaba. Rápida bajada hasta el puerto y cruzarlo en casi toda su extensión para ir a tomar la carretera de sa Figuera y comenzar la ascensión hasta el llogaret, hoy no seguiremos más allá porque daremos el rodeo debidamente señalizado y que aún no había tenido ocasión de recorrer, otro tramo a la saca, este circunda en primer lugar las primeras casas para ir a buscar el camí de sa Coma que abandonamos después de pasar por el frontal de ca s’Hereu, cruzar unas marjades y entrar en una zona más boscosa para enlazar con una pista que nos dejará otra vez sobre la carretera que hemos abandonado unos minutos antes faltando solo unos pocos metros para coronar el coll d’en Marqués. Otra paradita para comprobar si podremos subir hasta can Bresques por su acceso motorizado pero no va a poder ser, habrá que empujar por el añejo camino empedrado, y muy empinado, diría yo, yo y todos los demás, añadiría sin ningún rubor, y si acabaran arriba las contrariedades sería de agradecer pero no es así, la continuación hasta enlazar con el camino de carro tampoco es practicable aunque con menos inclinación que el tramo anterior, menos mal.

La continuación ya es otro cantar, un magnífico camino de carro que nos conduce hasta otro no menos imponente pero no único del valle de Sóller, la carretera vella de Bàlitx que en realidad no vamos a catar más que unos pocos metros ya que enseguida la dejamos para continuar hacia Fornalutx por el mismo camino anterior pero de muy diferente tipología hasta llegar al cruce con la carretera de Lluc donde vemos justo enfrente el trayecto asfaltado hasta el pueblo y aunque la mayoría desciende por ese trazado algunos queremos saborear el más antiguo, en la actualidad en forma de dresseres empedradas y escalonadas con el último tramo ya en el mismo pueblo pero aún no hemos acabado con todas guindas, queda la última, la vuelta Sóller por Binibassí con algunos tramos muy rápidos y divertidos.

En resumen, una ruta muy completa con recorridos muy diferentes que requieren unas excelentes dosis de fuerza, equilibrio y técnica para superarlos con éxito aunque sin llegar a extremos pero que te dejan muy satisfecho, a repetir.


Tofla

Sin las ataduras de tener que estar pendiente del teléfono como en la salida de hace 2 semanas por Bunyola me propuse realizar una ruta que no tocara montaña pero que tampoco me quedara corto en cuanto a pedaleo y que por contra no me supusiera un horario desmesurado y me decidí por un Inca-Palma. Lo del horario se empezó a cumplir ya desde el mismo principio puesto que salí a una hora casi intempestiva y sin un trazado definido así que no cabía la posibilidad de perder mucho tiempo en pardaleries, dicho lo cual me acerqué hasta la capital del Raiguer en tren y empecé a rodar desde allí.

Primera etapa, Lloseta por la carretera antigua que aunque en obras permite el paso a vehículos de dos ruedas, después crucé el pueblo casi todo el rato en dirección contraria hasta las afueras para ir a dar al cementerio y después girar a mano derecha por el camino de tierra al que parece le han dado un buen lavado de cara y acabar en la carretera de Alaró después de cruzar el torrente y justo a los pocos segundos de haber continuado hacia arriba me cruza por detrás un numeroso grupo de bikeros que se dirigen a Almadrà, me dio pereza ir tras ellos por lo que continué pero quizás otro gallo cantaría si me los hubiera cruzado en la misma carretera, quizás me hubiera acoplado pero lo dudo, más bien hubieran servido de referencia y poco más si es que no conocía a ninguno.

Ponemos rumbo a Tofla y la verdad es que estoy bastante entretenido con los grupos de carreteros que me van superando, digo grupos porque pese a que todos llevan el mismo maillot la disparidad de ritmos es notoria aunque ninguno tan lento como el presente, tampoco es que ese puerto de montaña sea algo extraordinario como para no poder imprimir un ritmo alto con una bici de carretera pero ya se sabe, las bicis van a pedales.

Eché un vistazo detenido a la sierra que me separa de Binissalem e intuyo por el desnivel una posible bajada interesante (si es que es ciclable) por el itinerario del mirador, que después se puede enlazar con la bajada directa hacia el pueblo pudiendo quedar un bucle interesante, a la carpeta de pendientes que se va.

Sigo y resigo por asfalto hacia Alaró desviándome un poco antes para no pasar por el centro e ir a buscar los d’Amunt y la escapatoria hacia Santa María por el camí vell, el que enlaza con el camí de Coanegra, el cual recorro un rato para salir por la tangente en dirección a ca na Cili pero en vez de continuar por el camí de sa Bomba me encamino hacia Bunyola para comprobar una vez más que el cierre de cas Bergantet va en serio y un poco harto ya de asfalto que no de pedalear me meto por caminos de tierra, por Establits, cas Capellers y Son Pizá comprobando como han limpiado el último tramo antes de llegar a la carretera la cual debo rodar durante un rato pero solo hasta que llego al desvío de Son Nebot y enganchar el camí de sa Fita, me estoy desviando de la línea claramente y es que voy en sentido contrario de lo que debería si mi plan fuera solo volver pero por ahora se trata de hacer camino.

Rotonda de la carretera en primer término y vuelta a salir escapado hacia el camí de Passatemps, ahi me colé un poco al no recordar exactamente como era el desvío hacia la UIB, de ahí el deambular de ida y vuelta por cas Patró, nada que no se corrija con un cambio de sentido obligado al llegar al final de la calle y una vez en la universidad ya no me planteé alargarlo más, ahí sí volví directo por el camí de sa Real hasta el hospital y a partir de allí, carril bici.

En total unas 3 horas i busques de pedaleo y solo algunos minutos más de tiempo total, paré muy poco, la verdad, rodé sin forzar, eso sí, nada de fustigarme con series de entrenamiento o esfuerzos inútiles, simplemente bicicletear.


A la saca

Vuelta a la salida sabatina y va de dos vertientes, una es la propia del deporte en sí, subidas interminables, bajadas vertiginosas, adrenalina a tope, mejora de técnica, satisfacción en general, en resumen, voy a pasármelo bien, como decía la canción, y la otra es la asunción de otros retos más académicos, por así decir, había que valorar ciertos itinerarios en un cierto orden, es decir, crear una ruta nueva. Pero no es nuevo tampoco, últimamente lo tengo muy presente y en muchas salidas realizadas se ha tenido este factor muy en cuenta.

No iba a ir solo ya que al menos en la primera parte me iba a acompañar Sitobou, no porque no se viera o no fuera capaz de realizarla simplemente el horario manda y además empezamos bien ya que llegué tarde al punto de encuentro y nos encontramos allí con Joan Francesc que llegó muy temprano a su cita con los Iron, breve charla para confirmar que nuestros planes no coincidían y partimos hacia Bunyolí, esta vez por carretera directa para recuperar un poco el horario.

Había gente en la barrera pero como iban motorizados enseguida nos dejaron atrás y los perdimos de vista rápido aunque yo los pude escuchar más tarde subiendo hacia las antenas, el compañero había vuelto atrás en Sobremunt, ese fue el último contacto con ese grupo, después la soledad cruzando la mola de Sobremunt de camino hacia la cima. Voy a ir por la subida típica porque quiero llegar arriba del todo y aunque no toqué físicamente el geodésico se puede convenir en que estuve allí y alguien más que había pero no llegué a verlos.

Primera bajada hasta la intersección y me decanto por la derecha, salto la pared y enseguida voy a buscar el (supuesto) camino marcado en los mapas pero tan esquivo en la vida real y hasta me parece encontrarlo cuando me doy cuenta de que estoy en el mismo sitio al que hubiera llegado bajando por el clot de neu, gran decepción, pero lo que no hago es traspasarla por el paso habitual, me decanto por la alternativa con algún que otro mini problema de orientación más adelante aunque nada grave y puedo llegar al enlace sin mayores pegas restando aún unos cuantos pasos interesantes por superar en el camino antes de aparecer por el aljub y enlazar con el camino ancho unos minutos más tarde para continuar hasta la ermita sin novedad a reseñar.

Pero no hemos acabado aún las novedades, estamos aún a mucha altura y con muchas alternativas a elegir, hubiera estado bien poder echar un vistazo aclarador a la traza pero aunque quedó bien grabada en cuanto a datos no fue así en cuanto posición, es decir, me quedó desplazada sobre el mapa por lo que es casi inservible y aunque ya tenía todos los tramos de otras pasadas esta vez la quería de una pieza por así decir, como si de un examen final se tratara donde entra todo el temario, quizás la repita con algún compañero que me dé su sincera opinión.

Este tramo se divide claramente en dos, desde la explanada hasta la pista siendo el itinerario elegido el más largo de cuantos podemos escoger y desde la pista hacia abajo, este mucho menos conocido y como mínimo el doble de técnico que el anterior y por lo que he notado con algunos retoques en ciertos puntos.

La pretensión de esta nueva ruta es conformar un itinerario alternativo a la ruta digamos oficial, aunque no al 100%, partiendo desde la cima hasta el área recreativa y que aún podría alargarse hasta el pueblo, aunque este último tramo quiero volver a realizarlo antes de dar mi aprobación definitiva y sobre todo no perderme, que me acuerdo de la última vez cuando no llegué abajo, igual quería encontrar algún paso alternativo a unos rampones de cuidado, puro DH, que nos vamos encontrando y donde no todo es tirarse que ya sabemos que por exceso de confianza o pura inconsciencia todo es posible, es que también hay que parar cuando llegas abajo y ahí es donde la mecánica te impone sus límites.

La verdad es que me sentí muy bien durante toda la ruta, pude disfrutar de compañía durante una parte y seguí con muy buenas sensaciones durante la incursión en solitario así que me voy a auto aprobar y con la excusa de que no me quedó bien trazada la volveré a repetir más pronto que tarde, de todas maneras, como ya tenía todos los tramos grabados de otras pasadas ya la he rectificado en el otro blog, la R2.