En el mes de agosto vino el cambio, la actividad de rodillo pasó a denominarse spinning y no fue solamente un cambio semántico, fue también físico, es decir pasé de rodar con una bici rígida sobre rodillos a hacerlo sobre una bici estática y todo lo que ello supone de cambio, tiene algunas ventajas importantes, creo que la que más el ruido, no sé si unos rodillos de calidad son ruidosos o no pero los míos, artesanales como el que más, lo eran y mucho, así que por ese lado el cambio fue espectacular; también pasa que la pueden usar otras personas, no solamente yo, por ahí también ganamos todos y además la puedo tener dentro de casa por lo que me puedo poner algún video en la tele donde todo parece mucho más estupendo, aunque alguna pega tiene, la computadora que tiene es en modo local, por así decirlo, tienes los datos pero no puedes traspasarlos ni siquiera a un dispositivo externo por lo que debes llevar por tu parte un registro escrito si quieres tener un historial de tus actividades, cierto que las puedo grabar con la pulsera, tengo el tiempo y otros valores pero no la distancia, de todas maneras y tras varias sesiones me doy cuenta de que ésta no varía mucho, sobre unos 17 km a la hora aproximadamente, otra cosa es mantenerla a medida que vamos aumentando el rozamiento de la máquina, ahí está el verdadero reto.
Después de una semana de toma de contacto con el aparato me atreví a llegar hasta Raixeta y quién sabe si más allá según vaya yendo el día, está por ver. Lo que sí había hecho en los días anteriores fue limpiar la cadena a fondo y para ello la abrí pero no por el eslabón desmontable ya que sin los alicates ad hoc no hubo manera de separarlo por lo que utilicé el tronchacadenas para ello y volver a montarla, sin ningún atisbo de duda sobre el resultado de la intervención.
Llegué a Raixeta directamente por Son Sardina y el camí de Passatemps y estando allí con varios ciclistas deseché la idea de llegar a Valldemossa y más cuando apareció un grupo desde Raixa comandados por Pina y que iban a volver a la ciudad por lo que decidí volver con ellos pero nada más comenzar a rodar se me queda enrocada la cadena, buje partido, pensé, de hecho si rodaba hacia atrás lo permitía pero al intentarlo hacia adelante se volvía a trabar, paré y lo que vi es que se había abierto la cadena por el eslabón que uní, puñeta!. Le dije al compañero que se había quedado conmigo que se fuera ya que sin recambio solo me quedaba la opción de reparar si era posible o acortar la cadena y para eso no hacen falta dos personas así que me quedé solo para intentar solucionar el entuerto, cosa que al menos logré para poder volver a casa montado (el al menos está puesto a conciencia como se podrá comprobar más adelante).
Quince días de dar pedales en casa dieron suficiente para elevarme la moral hasta el punto de atreverme a acompañar al grupo en su salida que además me vino de perlas porque era cercana a Palma y yo estaba de guardia, así que todo vino de cara. Reunidos no muchos en el Deca partimos hacia la cantera por donde se tenía prevista la subida y entramos por la barrera adyacente que han tumbado por cierto, y en la primera cuesta del día, nada, 10 metros, la cadena se me abre otra vez y por el mismo sitio, ese eslabón está ya tocado definitivamente, aguanta en llano pero en cuanto se tensa el asunto revienta, y allí, tras varios intentos de volver a enlazarlo, Xisco me pasa un eslabón rápido y queda solucionado en un periquete como quedó demostrado en la posterior subida por el interior de la cantera donde me quedé gratamente sorprendido del ritmo que pude sostener, ahí es donde se notaron claramente los efectos de la estática. La ruta prosiguió en bajada hacia el punto de partida para volver a subir por la zona industrial hasta donde nos fue posible para llegar a la carena cerca del coll adonde no vamos a llegar, nuestro objetivo está al otro lado, el coll des Garrover o des Vent, depende del mapa, donde el guía se despista un poco porque el objetivo era llegar al puig de ses Gatoves y en cambio subimos directos por el rampón, y aquí hago un inciso a la vista de lo que vi después en la aplicación que todos pensáis, resulta que tenía el KOM allí desde hace años y no me lo explico, revisé la actividad y sí, pasé por allí pero ese rampón se sube andando y ahora resulta que me llega un mensaje de que lo he perdido por otro que me ha superado en 25 segundos cuando el segmento es de menos de 1 minuto y al 24% de pendiente, habrá subido en moto, digo yo.
Incisos y equivocaciones aparte la ruta prosigue por la cresta por la ladera que da sobre el cementerio y que en un momento dado debemos dejar para empezar una bajada ahora señalizada que recordé que había hecho en varias ocasiones, de hecho con el grupo de los bous fue una de ellas, pero que al ser semi salvaje no había vuelto a repetir. El hecho de empezarla ahora era para ir a buscar la entrada de una cueva, la cova d’en Moret, que está muy cerca y a la que llegamos en un momento. Las dudas de los compañeros empezaron nada más avistarla, habrá una cueva ahí abajo pero la entrada es un simple y estrecho agujero vertical en el suelo por el que apenas pasa una persona y que se debe bajar colgado de una cuerda al no tener agarraderas confiables, los guías convencieron a todos menos a un par para acceder al interior y así pude tomarme el bocata tranquilamente fuera mientras los expedicionarios accedían al interior, entrar no fue mucho problema, más bien fue al salir que hay que hacerlo a peso, esa circunstancia y la poca experiencia en situaciones similares hizo que alguno se agobiara más de la cuenta. Una vez todos fuera le siguió la bajada por el sitio nuevo y parece que está más limpia, desde luego mucho más de lo que la recordaba, cosa que agradecimos todos sin excepción.
Tras unas sesiones de pedales en casa me animo a salir el sábado siguiente con la vista puesta en la Fita del Ram pero el caudal del depósito no me llevó más allá de la cadena (la de arriba) de Bunyolí, me faltaban ganas, fuerzas, o las dos cosas a la vez, y también tiempo, salí tardísimo. Una vez arriba llegaron dos detrás de mí preguntando por el circuito dh y les animé a bajar todos por ese circuito con la excusa de que se lo iba a enseñar, y eso hicieron, o pensé que harían porque a los pocos segundos ya los había perdido, los oía pero ellos no me veían y tras esperarlos en varias ocasiones logramos llegar a la parte final todos juntos mientras que la continuación sí fue más agrupada animándoles a superar algún tramo complicado. Quise ver el resto de circuito que casi nunca hago y tiene varias escapatorias en los saltos por lo que ya no son obligatorios y pasamos del rampón final que aunque no es difícil prefiero no intentarlo sin los frenos adecuados. Llegamos abajo, nos despedimos y vuelta a casa por el parc Bit aunque en este caso no tenga traza del retorno, se me paró arriba y no me di cuenta.
Estaba de vacaciones, por eso pude salir el miércoles ahora sí con la convicción de que llegaría hasta la ermita y así fue pero la traza fue un desastre, la dividí en dos partes, en una tengo distancia sin tiempo y en la otra tiempo sin distancia, como para sentirme orgulloso pero al menos los recuerdos que guardo de la salida son muy buenos. Subida tranquila y sin agobios aunque notara que me falta rodaje, de hecho donde más lo noto y peor me sabe es a partir del último chalé, donde empieza realmente la parte divertida de la ruta aunque sea cuesta arriba.
Fin de semana en blanco, tocaba playa, y pasamos al siguiente donde me inclino por una subida a la comuna de Bunyola, más clásico no se puede ser, empiezo desde Festival Park, o como se llame ahora, para hacer la tirada recta por carretera a modo de calentamiento y subo por pista para continuar después por la Coma Gran aunque aún me estoy preguntando porqué no hicieron lo mismo todo el grupo que me encontré bajando por allí y creo saber la respuesta después de ver como bajaban algun@s. Después de comer algo y descansar en las mesas me dispuse a bajar enseguida a fin de no alargar más el suplicio de tener que seguir escuchando a los que me venían detrás y que ya habían llegado, que plasta, por dios!.
Bajada más que discreta a pesar de que el camino se encuentra ya expedito pero aún conservando bastante resto vegetal en muchos tramos, no así ya fuera de la Comuna aunque me pareció que estaba más deteriorado que de costumbre pero puedo pecar de subjetividad y verlo con ojos más que críticos. Llegué al pueblo para volver por Raixa pero por algún motivo se paró la grabación de la ruta, de ahí la última tirada recta, la ruta real fue por Passatemps, Son Sardina y directo al centro.
Lo último fue cambiar radicalmente la hoja de ruta y opté por la costa, que empieza realmente en Bellavista, no la de Esporles sino la de Llucmajor que aunque difíciles de ver las casas sí que se recorren sus terrenos de forma extensa. Esta vez el calentamiento aún dura más porque hay que llegar hasta Son Verí para empezar a tocar tierra por detrás del tenis, cruzar este bosque nos llevará hasta la urbanización y para no tener que ir a buscar el paseo costero opto por continuar recto por la avenida hasta volver a enlazar con otro vial que te acerca a la carretera para salir por un desvío por el cual llegas hasta la entrada de Cala Blava donde pasamos al otro lado para rodar por allí mientras la pared divisoria no nos impida continuar, circunstancia que sucede a los pocos segundos. Ahora sí que toca algo de asfalto antes de entrar por un hueco de la pared, iba detrás de dos eléctricos a los que perdí de vista enseguida, debieron volver atrás, y yo continué hacia el mar a través de los senderos, no es que tuviera claro por cual tirar, simplemente me orientaba por el horizonte. Me paré un poco al llegar al borde del acantilado antes de empezar la subida porque sí hay subida, no muy larga pero dado lo irregular del terreno puede parecer mucho más de lo que es realmente. Subí muy bien para continuar después hacia can Crespí donde había algún coche con las puertas abiertas delante y no quise pasar para llegar hasta la rejilla de la urbanización, indagué un poco por el borde a ver si veía algún paso factible de bajada pero no hay ninguno y menos con una bici a cuestas y por eso volví atrás para salir a la carretera esta vez sí en el punto por donde solía entrar siempre donde hice un alto para comer. Repostado y saciado emprendo el regreso casi pisando la traza en todo su recorrido pero muy contento de los resultados.
Y esto es to..to...todo, amigos (por ahora).
Después de una semana de toma de contacto con el aparato me atreví a llegar hasta Raixeta y quién sabe si más allá según vaya yendo el día, está por ver. Lo que sí había hecho en los días anteriores fue limpiar la cadena a fondo y para ello la abrí pero no por el eslabón desmontable ya que sin los alicates ad hoc no hubo manera de separarlo por lo que utilicé el tronchacadenas para ello y volver a montarla, sin ningún atisbo de duda sobre el resultado de la intervención.
Llegué a Raixeta directamente por Son Sardina y el camí de Passatemps y estando allí con varios ciclistas deseché la idea de llegar a Valldemossa y más cuando apareció un grupo desde Raixa comandados por Pina y que iban a volver a la ciudad por lo que decidí volver con ellos pero nada más comenzar a rodar se me queda enrocada la cadena, buje partido, pensé, de hecho si rodaba hacia atrás lo permitía pero al intentarlo hacia adelante se volvía a trabar, paré y lo que vi es que se había abierto la cadena por el eslabón que uní, puñeta!. Le dije al compañero que se había quedado conmigo que se fuera ya que sin recambio solo me quedaba la opción de reparar si era posible o acortar la cadena y para eso no hacen falta dos personas así que me quedé solo para intentar solucionar el entuerto, cosa que al menos logré para poder volver a casa montado (el al menos está puesto a conciencia como se podrá comprobar más adelante).
Quince días de dar pedales en casa dieron suficiente para elevarme la moral hasta el punto de atreverme a acompañar al grupo en su salida que además me vino de perlas porque era cercana a Palma y yo estaba de guardia, así que todo vino de cara. Reunidos no muchos en el Deca partimos hacia la cantera por donde se tenía prevista la subida y entramos por la barrera adyacente que han tumbado por cierto, y en la primera cuesta del día, nada, 10 metros, la cadena se me abre otra vez y por el mismo sitio, ese eslabón está ya tocado definitivamente, aguanta en llano pero en cuanto se tensa el asunto revienta, y allí, tras varios intentos de volver a enlazarlo, Xisco me pasa un eslabón rápido y queda solucionado en un periquete como quedó demostrado en la posterior subida por el interior de la cantera donde me quedé gratamente sorprendido del ritmo que pude sostener, ahí es donde se notaron claramente los efectos de la estática. La ruta prosiguió en bajada hacia el punto de partida para volver a subir por la zona industrial hasta donde nos fue posible para llegar a la carena cerca del coll adonde no vamos a llegar, nuestro objetivo está al otro lado, el coll des Garrover o des Vent, depende del mapa, donde el guía se despista un poco porque el objetivo era llegar al puig de ses Gatoves y en cambio subimos directos por el rampón, y aquí hago un inciso a la vista de lo que vi después en la aplicación que todos pensáis, resulta que tenía el KOM allí desde hace años y no me lo explico, revisé la actividad y sí, pasé por allí pero ese rampón se sube andando y ahora resulta que me llega un mensaje de que lo he perdido por otro que me ha superado en 25 segundos cuando el segmento es de menos de 1 minuto y al 24% de pendiente, habrá subido en moto, digo yo.
Incisos y equivocaciones aparte la ruta prosigue por la cresta por la ladera que da sobre el cementerio y que en un momento dado debemos dejar para empezar una bajada ahora señalizada que recordé que había hecho en varias ocasiones, de hecho con el grupo de los bous fue una de ellas, pero que al ser semi salvaje no había vuelto a repetir. El hecho de empezarla ahora era para ir a buscar la entrada de una cueva, la cova d’en Moret, que está muy cerca y a la que llegamos en un momento. Las dudas de los compañeros empezaron nada más avistarla, habrá una cueva ahí abajo pero la entrada es un simple y estrecho agujero vertical en el suelo por el que apenas pasa una persona y que se debe bajar colgado de una cuerda al no tener agarraderas confiables, los guías convencieron a todos menos a un par para acceder al interior y así pude tomarme el bocata tranquilamente fuera mientras los expedicionarios accedían al interior, entrar no fue mucho problema, más bien fue al salir que hay que hacerlo a peso, esa circunstancia y la poca experiencia en situaciones similares hizo que alguno se agobiara más de la cuenta. Una vez todos fuera le siguió la bajada por el sitio nuevo y parece que está más limpia, desde luego mucho más de lo que la recordaba, cosa que agradecimos todos sin excepción.
Tras unas sesiones de pedales en casa me animo a salir el sábado siguiente con la vista puesta en la Fita del Ram pero el caudal del depósito no me llevó más allá de la cadena (la de arriba) de Bunyolí, me faltaban ganas, fuerzas, o las dos cosas a la vez, y también tiempo, salí tardísimo. Una vez arriba llegaron dos detrás de mí preguntando por el circuito dh y les animé a bajar todos por ese circuito con la excusa de que se lo iba a enseñar, y eso hicieron, o pensé que harían porque a los pocos segundos ya los había perdido, los oía pero ellos no me veían y tras esperarlos en varias ocasiones logramos llegar a la parte final todos juntos mientras que la continuación sí fue más agrupada animándoles a superar algún tramo complicado. Quise ver el resto de circuito que casi nunca hago y tiene varias escapatorias en los saltos por lo que ya no son obligatorios y pasamos del rampón final que aunque no es difícil prefiero no intentarlo sin los frenos adecuados. Llegamos abajo, nos despedimos y vuelta a casa por el parc Bit aunque en este caso no tenga traza del retorno, se me paró arriba y no me di cuenta.
Estaba de vacaciones, por eso pude salir el miércoles ahora sí con la convicción de que llegaría hasta la ermita y así fue pero la traza fue un desastre, la dividí en dos partes, en una tengo distancia sin tiempo y en la otra tiempo sin distancia, como para sentirme orgulloso pero al menos los recuerdos que guardo de la salida son muy buenos. Subida tranquila y sin agobios aunque notara que me falta rodaje, de hecho donde más lo noto y peor me sabe es a partir del último chalé, donde empieza realmente la parte divertida de la ruta aunque sea cuesta arriba.
Fin de semana en blanco, tocaba playa, y pasamos al siguiente donde me inclino por una subida a la comuna de Bunyola, más clásico no se puede ser, empiezo desde Festival Park, o como se llame ahora, para hacer la tirada recta por carretera a modo de calentamiento y subo por pista para continuar después por la Coma Gran aunque aún me estoy preguntando porqué no hicieron lo mismo todo el grupo que me encontré bajando por allí y creo saber la respuesta después de ver como bajaban algun@s. Después de comer algo y descansar en las mesas me dispuse a bajar enseguida a fin de no alargar más el suplicio de tener que seguir escuchando a los que me venían detrás y que ya habían llegado, que plasta, por dios!.
Bajada más que discreta a pesar de que el camino se encuentra ya expedito pero aún conservando bastante resto vegetal en muchos tramos, no así ya fuera de la Comuna aunque me pareció que estaba más deteriorado que de costumbre pero puedo pecar de subjetividad y verlo con ojos más que críticos. Llegué al pueblo para volver por Raixa pero por algún motivo se paró la grabación de la ruta, de ahí la última tirada recta, la ruta real fue por Passatemps, Son Sardina y directo al centro.
Lo último fue cambiar radicalmente la hoja de ruta y opté por la costa, que empieza realmente en Bellavista, no la de Esporles sino la de Llucmajor que aunque difíciles de ver las casas sí que se recorren sus terrenos de forma extensa. Esta vez el calentamiento aún dura más porque hay que llegar hasta Son Verí para empezar a tocar tierra por detrás del tenis, cruzar este bosque nos llevará hasta la urbanización y para no tener que ir a buscar el paseo costero opto por continuar recto por la avenida hasta volver a enlazar con otro vial que te acerca a la carretera para salir por un desvío por el cual llegas hasta la entrada de Cala Blava donde pasamos al otro lado para rodar por allí mientras la pared divisoria no nos impida continuar, circunstancia que sucede a los pocos segundos. Ahora sí que toca algo de asfalto antes de entrar por un hueco de la pared, iba detrás de dos eléctricos a los que perdí de vista enseguida, debieron volver atrás, y yo continué hacia el mar a través de los senderos, no es que tuviera claro por cual tirar, simplemente me orientaba por el horizonte. Me paré un poco al llegar al borde del acantilado antes de empezar la subida porque sí hay subida, no muy larga pero dado lo irregular del terreno puede parecer mucho más de lo que es realmente. Subí muy bien para continuar después hacia can Crespí donde había algún coche con las puertas abiertas delante y no quise pasar para llegar hasta la rejilla de la urbanización, indagué un poco por el borde a ver si veía algún paso factible de bajada pero no hay ninguno y menos con una bici a cuestas y por eso volví atrás para salir a la carretera esta vez sí en el punto por donde solía entrar siempre donde hice un alto para comer. Repostado y saciado emprendo el regreso casi pisando la traza en todo su recorrido pero muy contento de los resultados.
Y esto es to..to...todo, amigos (por ahora).
1 comentario :
Ja passava pena que Pedalades s'hagués acabat, i d'aquesta manera tan sobtada.
M'alegra llegir que encara n'hi ha per estona! 💪
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