Desde arriba

Teniendo temas pendientes prefiero no involucrar a nadie aunque de todas maneras pasé por el meeting point por si algún desubicado estuviera dispuesto a unirse, no hay nadie por lo que ni son necesarias las explicaciones pertinentes ni tampoco restar a la espera, marcho por el polígono y me voy por detrás a la búsqueda del camí de Jesús, está claro que hoy no van a caer los tiempos, no hay liebres.

Lo primero que hago para ir calentando neumáticos es el atajo y después dejo la barrera atrás, últimamente me da por no pasar, ¿será ya definitivo? y sigo por carretera hasta dejar atrás el desvío de Calvià, y ahora conviene estar atentos, hoy no voy a ir directo por asfalto, hoy sí voy a meterme por los caminos y el primero que encuentro es el de la derecha que ya había visto en otras ocasiones que lo habían limpiado, empieza con una barrera fácil de pasar y en un principio tenemos muy claro el itinerario aunque no tarda en ensuciarse la cosa y lo primero que ves es que hay una rejilla nueva y no hay por donde atravesarla en condiciones, yo lo hice de todas maneras y me costó las primeras heridas, y todo por no volver atrás, de todas maneras ya digo que este recorrido se puede obviar sin remordimientos y estoy casi seguro que también se puede quitar esa primera parte de asfalto por la otra vertiente, lo cual sería mucho más interesante, habrá que volver otro día con más calma y averiguarlo.

Cuando estoy a punto de llegar al asfalto veo que pasa un numeroso grupo de bikeros aunque me pareció más una excursión de chavales que otra cosa pero no pude comprobarlo ya que dejé de verlos pronto. Me apareció una pista justo pasar por delante de las casas de Son Camps y quise comprobar su valía pero en cuanto empecé a circular en sentido contrario a la marcha que llevaba ya me di cuenta de que no iba a llegar a arribar a buen puerto, sí, a la torre de alta y después de tener que sortear dos pinos cruzados que hacen las delicias de los que vamos en pantalón corto, y además por partida doble, la di por inútil.

Vuelta abajo y continúo rodando por carretera hasta unos metros antes de llegar a la interminable donde me meto por la derecha, quiero rememorar ese camino que vuelve a subir metido por el bosque y que cada vez que lo piso siempre pienso lo mismo, que no casa en ese contexto pero que se disfruta haciéndolo, sobre todo al revés.

Vuelta arriba al asfalto y podría haber entrado por la pista más cercana sin embargo fui a la siguiente entrada donde llegas a una zona muy despejada donde se trabajó a destajo hace unos años para dejarla como está y aún así me metí por un ramal sin salida y en lugar de atajar, que podía, preferí volver atrás para conseguir la traza correcta que siempre es uno de los propósitos de casi cualquier salida que se precie aunque ya sobre el coll des Tords abandoné la pista evidente, la cual tiene unas buenas rampas de subida, e indagué un ramal que salió rana confirmándome lo que vagamente recordaba, hay que ir a cruzar por la pared un poco más abajo, y ya desde allí hasta el cruce donde estaban varios integrantes de la organización de no sé qué evento ciclista informando del cierre hacia Calvià, nos llegamos a convocar unos cuantos por allí pero sin arrejuntamiento, cada uno por su lado, menos a un carretero que le pareció más interesante salir a rueda de una fémina en dirección a Palma, agradecería el cortaviento supongo.

Me queda una subidita por carretera en la que procuro poner mi ritmo, en realidad no sé cuál es, eso va de llegar entero arriba, lo que intento no es tanto de mantener una cadencia ya que no puedo medirla sino de mantener el mismo piñón sin desfallecer, con un 28 ya se empieza a poner interesante el asunto. Me permito una paradita arriba, raro es quién no pare ahí, había de todos los segmentos, carreteros, cicloturistas (los mismos del otro día) y un nutrido grupo de bikeros que se fueron un poco antes que yo. Me marché rumbo al coll des Pastors por el cemento y allí volví a encontrarme con ese grupo que subían por el atajo que fui a reconocer unas semanas atrás pero bajando así que le pregunté a uno qué tal era subiendo y me dijo que bien, lo que no entendí es porqué venían andando entonces. Cuando llegaba al coll des Pastors también había gente allí pero en contra de lo que pensaba no eran de ese grupo, eran algunos MIR que habían venido por otro lado y aún con tanta gente congregada ninguno ni parte querían ir por donde yo, por el puig de Bendinat, miento por ahí no tenía pensado aún pasar, mi objetivo estaba un poco más abajo, eso se me ocurrió después de ir a investigar un ramal de camino ancho que está muy cerca del sendero de subida, ¿acaso no se podría subir a la cima por allí?, vayamos a comprobarlo. Es la típica pista que no va a ningún lado, acaba en una explanada con un comedero como otros tantos que te puedes encontrar por esos lares, aunque nunca a la vista, y que no tiene continuación aunque por la cercanía y andando podrías empalmar en unos minutos, pero que con una bici se hace un poco pesado y teniendo el sendero bueno de subida no vale la pena ni intentarlo.

Ahí es donde se me activó el gusanillo de volver a subir y repetir la bajada desde lo más alto, suponía que esa variante no me iba a retrasar más de la cuenta aunque eso supondría un remonte por pista aunque no excesivamente largo por lo que inicié el ascenso en el cual aún no tengo la satisfacción de no poner pie pero todo se andará (bueno, en realidad cuanto menos se ande mejor, solo era un decir). Había gente arriba, unos jubilados andarines amb poques feines y mucho palique, así que tras dejar que partiera delante uno que llegó con una eléctrica me fui yo también. Ahí sí tuve satisfacción y ya bien predispuesto a lo que haga falta en el siguiente tramo, un viejo camino que hice allá por el 2014, no mucho después del incendio, y que no había vuelto aunque a decir verdad tenía peor recuerdo de algún otro similar que también he explorado y que en cambio sí repetí. Lo cierto es que ahora, tras abrirse un nuevo paso por los moteros obviando el inicio de carro, parece que se ha puesto de moda, solo basta ver los pases de bajada que se realizan, tanto que me dispuse a averiguar el motivo de tanto ajetreo. Y la verdad es que me gustó, la parte de arriba es el típico sendero sobre piedras donde lo más problemático es saber esquivar algunas que te podrían reventar las ruedas con los cantos y la zona del torrente con bastante maña se puede pasar, habrá quien la pateará entera y habrá otros que todo lo contrario, es que ya de todo abunda. Y ya que estamos metidos en tema me voy por el atajo final que conocí hace poco un poco más lanzado de lo recomendable y ya en la rampa antes de la curva gorda salí por encima del manillar ya que la bici decidió por sí sola la trazada que quería realizar y ahí divergimos, tú por aquí y yo por allá aunque sin caída, llegué abajo pero sin montura, harán falta pues más intentos.

Y aquí, si nos ceñimos a la traza, se acabó la ruta nada más cruzar el túnel aunque evidentemente tuve que volver, en esa parada se volvía a detener y no arrancó no más, vuelta a la configuración. Yo seguí por el bosque para buscar bien la entrada a la finca vecina y poder salir por el polideportivo pero no encontré hueco por la rejilla, de hecho el que había en un derrumbe del muro lo han tapado a conciencia, tendré que salir por San Agustín aunque me encontré una calle de escaleras que me proporcionó la satisfacción final ya que volver carreteando entre vehículos aún no forma parte de mis particulares alegrías aunque justo al llegar abajo me volví a encontrar al grupo de los MIR que venían de Costa d’en Blanes por donde habían bajado y también regresaban de ahí que la vuelta se hiciera muy amena en compañía pero eso sí, ni un despiste en el carril bici, te puede salir caro.


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