Estoy bastante confuso en estos momentos a la hora de empezar la narración de mi última salida, según parece el inicio de cualquier obra es crucial para enganchar al lector y retenerlo hasta el final y ahora mismo no sé cuál de las ideas que me pasan por la cabeza es la idónea para comenzar un relato mínimamente coherente aunque ¿es ésto lo que espera el lector cuando escudriña estas líneas, ver aparecer ante él una línea argumental sólida o es simple curiosidad o quizás costumbre? Me inclino más bien por lo último, lo primero me queda lejos aunque sigo estando confuso.
La pregunta sería ¿porqué he ido donde he ido esta semana? Intentaré desglosar las razones lo más claramente posible porque hay varias. La opción escogida ha sido un Castell d'Alaró, con una subida larga y cómoda (por el piso) hasta el restaurante y sin recubrir a partir de ese punto. Me interesaba comprobar en una subida de esas características cómo se sube en una posición más encogida, y la verdad, iba más pendiente de cintura para abajo que de cintura para arriba y no saqué una conclusión definitiva en ese tema. Por otra parte subir ese camino con tráfico tampoco es una gran alegría, llevé un coche detrás por lo menos un kilómetro, no sirvió de nada que le hiciera señas para que pasara y por como me pasaban los demás eran turistas que no se fiaban nada de su destreza para conducir esos vehículos, al menos tampoco me metía prisa, iba más lento que yo. No paré en el restaurante cuando, que yo recuerde, siempre lo había hecho aunque no estoy seguro de si es porque antes subía más rápido y me cansaba más o era la excusa para una simple reagrupación y poder descansar, sea como fuere no estoy en condiciones de comprobar la duración exacta ni siquiera con la traza grabada ya que el aparato se hizo un lío con las alturas cuando me acerqué a los acantilados y tuve que hacer unos retoques manuales perdiendo toda fiabilidad sobre ese aspecto.
Ya en el pla des Pouet pude descansar un poco y decidir el próximo paso, había pasado otras veces bajo los peñascos pero siempre había obviado el último tramo de subida hasta lo más alto ¿porqué? Pues no se sabe exactamente, no sabría decir pero el sábado quería subir y lo hice, tenía que verlo con mis propios ojos ya que no estoy seguro de si había subido o no, si lo hice recuerdos no me quedan, así que recorrí empujando el tramo mejor acondicionado hasta la puerta de entrada situada en la primera muralla, le sigue un tramo muy inclinado hasta la segunda puerta enclavada en la torre del homenaje pasando después a una zona más llana con diversos parapetos y muros a ambos lados del recinto y desde el que parte un camino difícil de ver en algunos tramos y que me extrañó dada la poca elaboración hasta llegar a la explanada del oratorio y la hospedería.
Había poca gente allí, varias parejas comían o conversaban entre ellos repartidos en algunas mesas. El sitio es espectacular, domina una amplia panorámica de la isla y eso que no llegué hasta la Presó des Moros donde seguro hubiera tenido aún una visión más amplia, hice unas cuantas fotos allí para poder recordar esos momentos sin perder detalle. Pero mi meta final no era esa, solo una de ellas, y debía ir en pos de las siguientes, hacer la bajada desde arriba por el camí vell era una de ellas ya que de las veces que he pasado no tenía constancia grabada. Como era de prever por lo visto anteriormente la parte interior del recinto está complicada así como la salida por la primera puerta ya que es un tramo muy inclinado con un giro al final y con un parapeto ridículo que te separa del vacío del que preferí no dar cuenta aunque con algo de técnica, buenos frenos y poca cabeza se realiza perfectamente. La continuación ya es otra cosa, es soportable aunque mejor ir siempre por la parte interior, de todas maneras escogí la peor hora que es cuando empezaban a llegar numerosos caminantes que me encontré a casi todos en ese tramo y tuve que dejar paso a todos ellos, pasado el cruce ya no vi a nadie más, ni siquiera en los tramos inferiores.
Aquí tenía también otro tema entre manos, y nunca mejor dicho, debía calibrar la mejora de conducción con un manillar más ancho del que llevaba hasta entonces y las conclusiones no pueden ser definitivas ni mucho menos, quizás el terreno tampoco fuera el más apropiado aunque sí noté aspectos positivos referidos a la posición del cuerpo sobre la bici aunque por ahora todo son sensaciones sin confirmar.
La primera parte la tengo completada y con los objetivos cumplidos, no quería bajar hacia el valle de Orient ya que prácticamente me obligaba a volver por Coanegra desde el inicio y no me apetecía, en cambio me tentaba la subida hacia cas Secretari y posterior bajada hacia Son Roig, me sometería allí a otro test en ascenso con nuevo desarrollo y posición, y la verdad es que no me fue mal y sin que notara que estuviera en posición forzada ni que no pudiera mantener un ritmo constante, que no quiere decir rápido ni mucho menos, aclaro. La bajada ya fue otra cosa, la primera parte del camino cuando se ha adentrado en el bosque es sencillamente preciosa, sin prácticamente ninguna dificultad, pero la cosa cambia al iniciar el descenso en la otra vertiente, el camino está sencillamente destrozado y no puedo más que achacarlo al paso de las bicis, se trata de un sendero de montaña sin elaborar y la erosión se hace patente, quién diga lo contrario es que no quiere verlo, y me sabe mal reconocerlo pero es así, prácticamente casi la única manera de pasar con un mínimo de daño sería andando pero está claro que quién pueda bajar montado lo hará y a la máxima velocidad posible a poder ser pero como digo, con los resultados a la vista.
Resto de ruta tranquilo por camino ancho y carreteritas asfaltadas hasta el sitio con la salvedad del último giro que me fui a ver un camino vecinal que había visto marcado en muchas ocasiones y que no había recorrido pero que no nos aporta nada especial, lo bonito y excitante hace tiempo que lo hemos dejado atrás.
La pregunta sería ¿porqué he ido donde he ido esta semana? Intentaré desglosar las razones lo más claramente posible porque hay varias. La opción escogida ha sido un Castell d'Alaró, con una subida larga y cómoda (por el piso) hasta el restaurante y sin recubrir a partir de ese punto. Me interesaba comprobar en una subida de esas características cómo se sube en una posición más encogida, y la verdad, iba más pendiente de cintura para abajo que de cintura para arriba y no saqué una conclusión definitiva en ese tema. Por otra parte subir ese camino con tráfico tampoco es una gran alegría, llevé un coche detrás por lo menos un kilómetro, no sirvió de nada que le hiciera señas para que pasara y por como me pasaban los demás eran turistas que no se fiaban nada de su destreza para conducir esos vehículos, al menos tampoco me metía prisa, iba más lento que yo. No paré en el restaurante cuando, que yo recuerde, siempre lo había hecho aunque no estoy seguro de si es porque antes subía más rápido y me cansaba más o era la excusa para una simple reagrupación y poder descansar, sea como fuere no estoy en condiciones de comprobar la duración exacta ni siquiera con la traza grabada ya que el aparato se hizo un lío con las alturas cuando me acerqué a los acantilados y tuve que hacer unos retoques manuales perdiendo toda fiabilidad sobre ese aspecto.
Ya en el pla des Pouet pude descansar un poco y decidir el próximo paso, había pasado otras veces bajo los peñascos pero siempre había obviado el último tramo de subida hasta lo más alto ¿porqué? Pues no se sabe exactamente, no sabría decir pero el sábado quería subir y lo hice, tenía que verlo con mis propios ojos ya que no estoy seguro de si había subido o no, si lo hice recuerdos no me quedan, así que recorrí empujando el tramo mejor acondicionado hasta la puerta de entrada situada en la primera muralla, le sigue un tramo muy inclinado hasta la segunda puerta enclavada en la torre del homenaje pasando después a una zona más llana con diversos parapetos y muros a ambos lados del recinto y desde el que parte un camino difícil de ver en algunos tramos y que me extrañó dada la poca elaboración hasta llegar a la explanada del oratorio y la hospedería.
Había poca gente allí, varias parejas comían o conversaban entre ellos repartidos en algunas mesas. El sitio es espectacular, domina una amplia panorámica de la isla y eso que no llegué hasta la Presó des Moros donde seguro hubiera tenido aún una visión más amplia, hice unas cuantas fotos allí para poder recordar esos momentos sin perder detalle. Pero mi meta final no era esa, solo una de ellas, y debía ir en pos de las siguientes, hacer la bajada desde arriba por el camí vell era una de ellas ya que de las veces que he pasado no tenía constancia grabada. Como era de prever por lo visto anteriormente la parte interior del recinto está complicada así como la salida por la primera puerta ya que es un tramo muy inclinado con un giro al final y con un parapeto ridículo que te separa del vacío del que preferí no dar cuenta aunque con algo de técnica, buenos frenos y poca cabeza se realiza perfectamente. La continuación ya es otra cosa, es soportable aunque mejor ir siempre por la parte interior, de todas maneras escogí la peor hora que es cuando empezaban a llegar numerosos caminantes que me encontré a casi todos en ese tramo y tuve que dejar paso a todos ellos, pasado el cruce ya no vi a nadie más, ni siquiera en los tramos inferiores.
Aquí tenía también otro tema entre manos, y nunca mejor dicho, debía calibrar la mejora de conducción con un manillar más ancho del que llevaba hasta entonces y las conclusiones no pueden ser definitivas ni mucho menos, quizás el terreno tampoco fuera el más apropiado aunque sí noté aspectos positivos referidos a la posición del cuerpo sobre la bici aunque por ahora todo son sensaciones sin confirmar.
La primera parte la tengo completada y con los objetivos cumplidos, no quería bajar hacia el valle de Orient ya que prácticamente me obligaba a volver por Coanegra desde el inicio y no me apetecía, en cambio me tentaba la subida hacia cas Secretari y posterior bajada hacia Son Roig, me sometería allí a otro test en ascenso con nuevo desarrollo y posición, y la verdad es que no me fue mal y sin que notara que estuviera en posición forzada ni que no pudiera mantener un ritmo constante, que no quiere decir rápido ni mucho menos, aclaro. La bajada ya fue otra cosa, la primera parte del camino cuando se ha adentrado en el bosque es sencillamente preciosa, sin prácticamente ninguna dificultad, pero la cosa cambia al iniciar el descenso en la otra vertiente, el camino está sencillamente destrozado y no puedo más que achacarlo al paso de las bicis, se trata de un sendero de montaña sin elaborar y la erosión se hace patente, quién diga lo contrario es que no quiere verlo, y me sabe mal reconocerlo pero es así, prácticamente casi la única manera de pasar con un mínimo de daño sería andando pero está claro que quién pueda bajar montado lo hará y a la máxima velocidad posible a poder ser pero como digo, con los resultados a la vista.
Resto de ruta tranquilo por camino ancho y carreteritas asfaltadas hasta el sitio con la salvedad del último giro que me fui a ver un camino vecinal que había visto marcado en muchas ocasiones y que no había recorrido pero que no nos aporta nada especial, lo bonito y excitante hace tiempo que lo hemos dejado atrás.
3 comentarios :
Uep Jaume. Aquí un lector que, com dius, segueix es blog per costum. Però si un no abandona sa costum és perquè resulta interessant sempre.
A sa pujada per s'hormigón cap es Clot d'es Guix estava oberta sa barrera d'abaix? Sa darrera vegada que vaig anar per allà estava tancada...
Salut i pedals!
Jaume, quan va ser la darrera vegada? a tú te vull veure damunt la bici més aviat que de pressa.
Sa barrera d'abaix sempre l'he trobada oberta... potser sort. Té en compte que amb la barrera oberta també poden passar altres vehicles que no bicis i amb altres intencions que no deixar-se el fetge pujant aquelles costes.
Publicar un comentario