Eran las once de la noche y estaba en conversaciones con la tropa para decidir dónde puñetas íbamos el sábado. Ya que no había muchas opciones externas había pensado en acabar aquella ruta en la que no pudimos llegar al puig de Son Seguí pero me dio por mirar la página de los bous y veo que han puesto el pos-it de su salida por la Comuna de Bunyola. No me lo pensé dos veces y anuncié lugar y hora de salida confirmada, las 7,30h en casa de Carlos. A Juan casi se le quitan las pocas ganas que tenía de salir y de hecho no se presentó a la mañana siguiente pero Carlos no falló.
¿Porqué tan temprano? Porque les dije que iríamos rodando hasta Caubet para ir calentando y sumar algunos kilómetros ya que presuponía que la ruta propuesta sería corta y no quería quedarme con ganas de dar pedales. Lo que no había tenido en cuenta es que cuando salí de casa aún era de noche y hacía frío aunque no una exageración. Esperamos al ausente cinco minutos de cortesía y nos fuimos. Algunos de los compañeros habían quedado en la rotonda del polígono para llegar al lugar de reunión rodando pero yo no quería ir por carretera, y menos antes del amanecer, por lo que nos metimos por el polígono, camí del Reis y camí 140 para salir a la carretera de Sóller de la que nos desviamos enseguida por Son Reus hacia Es Rafalot y Sa Coma. La pega fue que no encontramos a nadie en el punto de reunión, habíamos llegado quince minutos tarde y salimos en su búsqueda. Tiramos hacia el hospital para coger el senderillo y después directos hacia el polideportivo.
En el aparcamiento había gente preparándose para subir pero no eran ninguno de ellos. Nosotros continuamos sin forzar confiando en que pudiéramos atraparlos en algún punto de la subida. Uno que venía detrás más fuerte nos alcanzó pero no se despegó, de hecho hizo toda la ruta con nosotros. Iba solo y habiendo gente no tenía porqué. Vimos a alguno subiendo unas curvas más arriba o sea que tranquilidad, de hecho estaban en la barrera del comellar. Sorpresa para ellos porque no había anunciado mis intenciones y saludos a toda la manada. En el grupo había mucha gente nueva para mí, del grupo ferrerets, también otro grupo con los cuales habíamos coincidido hace poco en el refugio de Tossals y fuimos juntos hasta Solleric; Carlos, Juan, Guiem, ya recuperado, y otros compañeros; en fin, un grupo numeroso bastante variopinto y con buen humor, esa fue la tónica durante toda la ruta. Ruta que por cierto querían extender hacia la zona dels freus y Coanegra, pues mejor que mejor.
Así que a fundir el comellar, bonito y fresco a esas horas. Arriba nos dejan unos cuantos y los demás seguimos recto por las dresseres hasta lo más alto. La pista está ahora mucho más limpia de broza con lo que se rueda francamente bien, lo que nos extrañó un poco era el ruido que hacían las ruedas hasta que nos dimos cuenta que era el suelo helado que crujía a nuestro paso, no recordaba que me hubiera sucedido nunca.
Entre risas se decide bajar por la trialera, recuerdo que Guiem la había buscado y llegó hasta el mismo borde, igual que yo cuando la recorrí por primera vez aunque fue subiendo, pero el lunes iba a ser el día que la hiciera entera aunque con la lógica aprensión del que acaba de salir de una lesión seria. Cada cual tenía su propio reto al ir por allí y lo solventó como pudo y supo y no hubo incidentes que reseñar.
Un poco más de bajada, otro poco más de subida y viene la gran bajada hacia la carretera. Me puse las gafas (son necesarias) y a correr por el bosque se ha dicho, ese sendero hitado es una preciosidad (aunque no todos lo conocen) y super divertido; alguno se separó de la bici momentáneamente sin consecuencias.
Un reto querer subir montado hasta el cruce de Coanegra y tuvimos que partir cuando todo un grupo de caminantes lo estaba subiendo. Después ya sálvese quién pueda, ya se sabe cómo es esa bajada, tiene de todo, pista rápida, losas, pedrolos, senderos técnicos, tramos con piedra suelta, en fin, que hay para dar y tomar, lo que es seguro es de que no defrauda a casi nadie.
Para la vuelta había bastantes opciones y el grupo se fue disgregando según de dónde hubieras venido. Algunos tiraron directos por carretera para acortar horario y otros decidimos acortar? por Es Cabàs y Son Pizà para acabar haciendo algunos kilómetros de asfalto.
No sé si los convocantes esperaban la presencia de todos los presentes pero lo cierto es que gracias a todos ellos pude pasar una mañana de lo más divertida en un entorno privilegiado. Que se repita!.
¿Porqué tan temprano? Porque les dije que iríamos rodando hasta Caubet para ir calentando y sumar algunos kilómetros ya que presuponía que la ruta propuesta sería corta y no quería quedarme con ganas de dar pedales. Lo que no había tenido en cuenta es que cuando salí de casa aún era de noche y hacía frío aunque no una exageración. Esperamos al ausente cinco minutos de cortesía y nos fuimos. Algunos de los compañeros habían quedado en la rotonda del polígono para llegar al lugar de reunión rodando pero yo no quería ir por carretera, y menos antes del amanecer, por lo que nos metimos por el polígono, camí del Reis y camí 140 para salir a la carretera de Sóller de la que nos desviamos enseguida por Son Reus hacia Es Rafalot y Sa Coma. La pega fue que no encontramos a nadie en el punto de reunión, habíamos llegado quince minutos tarde y salimos en su búsqueda. Tiramos hacia el hospital para coger el senderillo y después directos hacia el polideportivo.
En el aparcamiento había gente preparándose para subir pero no eran ninguno de ellos. Nosotros continuamos sin forzar confiando en que pudiéramos atraparlos en algún punto de la subida. Uno que venía detrás más fuerte nos alcanzó pero no se despegó, de hecho hizo toda la ruta con nosotros. Iba solo y habiendo gente no tenía porqué. Vimos a alguno subiendo unas curvas más arriba o sea que tranquilidad, de hecho estaban en la barrera del comellar. Sorpresa para ellos porque no había anunciado mis intenciones y saludos a toda la manada. En el grupo había mucha gente nueva para mí, del grupo ferrerets, también otro grupo con los cuales habíamos coincidido hace poco en el refugio de Tossals y fuimos juntos hasta Solleric; Carlos, Juan, Guiem, ya recuperado, y otros compañeros; en fin, un grupo numeroso bastante variopinto y con buen humor, esa fue la tónica durante toda la ruta. Ruta que por cierto querían extender hacia la zona dels freus y Coanegra, pues mejor que mejor.
Así que a fundir el comellar, bonito y fresco a esas horas. Arriba nos dejan unos cuantos y los demás seguimos recto por las dresseres hasta lo más alto. La pista está ahora mucho más limpia de broza con lo que se rueda francamente bien, lo que nos extrañó un poco era el ruido que hacían las ruedas hasta que nos dimos cuenta que era el suelo helado que crujía a nuestro paso, no recordaba que me hubiera sucedido nunca.
Entre risas se decide bajar por la trialera, recuerdo que Guiem la había buscado y llegó hasta el mismo borde, igual que yo cuando la recorrí por primera vez aunque fue subiendo, pero el lunes iba a ser el día que la hiciera entera aunque con la lógica aprensión del que acaba de salir de una lesión seria. Cada cual tenía su propio reto al ir por allí y lo solventó como pudo y supo y no hubo incidentes que reseñar.
Un poco más de bajada, otro poco más de subida y viene la gran bajada hacia la carretera. Me puse las gafas (son necesarias) y a correr por el bosque se ha dicho, ese sendero hitado es una preciosidad (aunque no todos lo conocen) y super divertido; alguno se separó de la bici momentáneamente sin consecuencias.
Un reto querer subir montado hasta el cruce de Coanegra y tuvimos que partir cuando todo un grupo de caminantes lo estaba subiendo. Después ya sálvese quién pueda, ya se sabe cómo es esa bajada, tiene de todo, pista rápida, losas, pedrolos, senderos técnicos, tramos con piedra suelta, en fin, que hay para dar y tomar, lo que es seguro es de que no defrauda a casi nadie.
Para la vuelta había bastantes opciones y el grupo se fue disgregando según de dónde hubieras venido. Algunos tiraron directos por carretera para acortar horario y otros decidimos acortar? por Es Cabàs y Son Pizà para acabar haciendo algunos kilómetros de asfalto.
No sé si los convocantes esperaban la presencia de todos los presentes pero lo cierto es que gracias a todos ellos pude pasar una mañana de lo más divertida en un entorno privilegiado. Que se repita!.